miércoles, 19 de marzo de 2014

Critica rustica para forjar una nueva teoría del conocimiento.

INTRODUCCIÓN.

En el escrito que sigue primero vamos a abrir un paréntesis y vamos a hablar de Descartes. Al final voy a abrir otro paréntesis para hacer una pequeña critica a Kant, quien a mi entender fue el filosofo que termino de consolidar una gran confusión en el ámbito de la sabiduría humana.
Lo que sucede generalmente es que la influencia de los filósofos o pensadores de antes –hasta Kant no había ciencias en el sentido como hoy las conocemos, había “filosofías naturales”, los científicos eran primero filósofos como Newton o Leibniz-, digo, la influencia de los pensadores de antaño no es tenida en cuenta en como afecta la cosmovisión de nuestro presente. Pero en verdad lo que sucede es que en la dialéctica histórica los discursos van quedando escondidos. Explico lo que quiero decir. Por ejemplo aparece Kant, luego aparece la gran filosofía alemana (Hegel, Fitche, Schelling), pero esta filosofía para superar a Kant debe partir criticando los discursos del mismo Kant. El problema es que si esta crítica no es acertada, el defecto se potencia mas afectando al nuevo discurso también y así comienza a rodar el des-entendimiento. Considero que esta “afectación” sucede en una dialéctica discursiva hasta hoy dentro de la filosofía y las ciencias también. (En las ciencias duras, en cambio, el saber sí es progresivo y no se puede sostener un error pues no se podría aplicar a la técnica. En cambio la filosofía como no aplica experimentalmente puede terminar en cualquier desquicio). Por eso la influencia de Kant –o de Descartes- es algo que no se puede mensurar, su discurso, los discursos de todos los filósofos o gente que cuestiona los principios sobre los que se sostiene el conocimiento y la cultura, son como meteoritos que caen del cielo. En un primer momento la evidencia de cómo afecto el paisaje un meteorito es evidente. Pero luego con el correr del tiempo la evidencia va quedando como tapada por la vida del lugar, y quizás, una vaca, un burro, un oso o un hombre común ni idea tienen que ese meteorito haya existido, ni de su influencia. Pero si viene un geólogo puede llegar a descubrir que ese meteorito fue el que hizo desaparecer a los dinosaurios, lo que permitió que todos ellos, tanto mono y jabalí, ahora campantes, se desarrollasen como lo hicieron.
Yo creo que Kant con esos dos juicios sintéticos a priori o intuiciones puras –tiempo y espacio- es una especie de meteorito que a la inversa, trajo de nuevo a los dinosaurios. Generó una división tajante entre filosofía y ciencias, y creo que esto le ha hecho un daño grande al saber humano.
Mientras dure la historia, mientras esta no acabe no se puede jamás mensurar la influencia de un discurso. Esta critica de cómo funciona el entendimiento humano pretende abrir el camino para forjar una nueva teoría del conocimiento que vuelva a unir el discurso filosófico y el científico.


COMIENZO: (Sigue abajo)