falta lo del cántico del cordero y lo del cántico de Moises, eso sí escribi. Pero con eso incluido, a este escrito le faltan tres cuartas partas que nunca escribí
5
Antes de venir la fe, la ley nos
tenía presos esperando a que la fe fuera dada a conocer. La ley, como el
esclavo que vigila a los niños, nos acompañó hasta la venida de Cristo, para
que por la fe alcanzásemos la justicia. Pero
ahora que ha llegado la fe ya no estamos a cargo de aquel esclavo que era la
ley. Porque por la fe en Cristo Jesús
sois todos vosotros hijos de Dios, y
por el bautismo habéis sido unidos a Cristo y habéis sido revestidos de él. Ya no tiene importancia el ser judío o
griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos
sois uno solo. Y si sois de Cristo,
también sois descendientes de Abraham y herederos de las promesas que Dios le
hizo. (Gálatas 3, 21-29)
Voy a arrancar con la 5ta
parte.
En esta parte voy a tratar
de hacer un discernimiento histórico concreto de los signos de los tiempos.
Como dice Jesús: “mas
fácil es que pasen el cielo y la tierra a que caiga un ápice de la ley”. Buen,
voy a tratar de exponer como sucedió esto, como el desenvolvimiento histórico
de la tradición cristiana-occidental responde perfectamente a que la ley, la
tradición no fueron superadas sino que culpa de ser ignorantes de ellas y creer
que las habíamos superado, caímos de manera aun mas grotesca y como a causa de
esta ignorancia, el riesgo que pende sobre nosotros hoy es aun mayor.
Para empezar voy a hacer
una afirmación que parece descabellada, pero que luego, con el señalamiento de
momentos históricos concretos, va a quedar perfectamente justificada.
La afirmación es esta: la
tradición del pueblo elegido, los hebreos, la ley histórica del pueblo elegido
por Dios para que Su hijo nazca entre nosotros volvió a repetirse entre los
cristianos, occidentales, en la historia occidental.