En Recordar, repetir y reelaborar, Freud dice que se repite lo que no se puede recordar, se actúa resistiendo en presente lo que no se deja recordar y así se logra la transferencia. Pero esta repetición no es tan interesante, sólo tiene que ver con cuestiones de represión y resistencia por cultura o tabúes o etc, algo meramente formal, no va más allá del principio de placer.
La repetición que Freud describe en "más allá del principio del placer" es algo más atávico que hace a la especie y a la diferencia de individuos dentro de una misma especie. La repetición que se encuentra más allá del principio del placer tiene que ver con la capacidad que tiene el aparato psíquico del hombre para ligar lo que no pudo ser ligado, para procesar una experiencia que desestabiliza el aparato psíquico, pero que evidentemente tiene que ser procesada por una cuestión de supervivencia o de vivencia a secas. Freud relaciona esta desestabilización al terror o a situaciones muy traumaticas. Pero no sólo esas experiencias desestabilizan al aparato psíquico. O mejor: lo que puede ser interpretado como terrorífico por el aparato psíquico - porque atraviesa lo que Freud denomina membrana antiestimulo- puede que en verdad no sea tan terrorífico. En el antiguo testamento, por ejemplo, se relata el terror que sentían los patriarcas y los profetas ante la aparición de Dios o de algún ángel, era tal la fuerza de la visión que se desvanecían y el propio ángel los tiene que fortalecer para soportar la visión (entre otros pasajes Daniel 10, 17-21). Pablo en la carta a los Hebreos 12, 18-29 también hace referencia a esto. Religión justamente es re-ligar, habría que tomar con atención ese pasaje de san Pablo, al menos la iglesia católica.
La repetición que Freud describe en "más allá del principio del placer" es algo más atávico que hace a la especie y a la diferencia de individuos dentro de una misma especie. La repetición que se encuentra más allá del principio del placer tiene que ver con la capacidad que tiene el aparato psíquico del hombre para ligar lo que no pudo ser ligado, para procesar una experiencia que desestabiliza el aparato psíquico, pero que evidentemente tiene que ser procesada por una cuestión de supervivencia o de vivencia a secas. Freud relaciona esta desestabilización al terror o a situaciones muy traumaticas. Pero no sólo esas experiencias desestabilizan al aparato psíquico. O mejor: lo que puede ser interpretado como terrorífico por el aparato psíquico - porque atraviesa lo que Freud denomina membrana antiestimulo- puede que en verdad no sea tan terrorífico. En el antiguo testamento, por ejemplo, se relata el terror que sentían los patriarcas y los profetas ante la aparición de Dios o de algún ángel, era tal la fuerza de la visión que se desvanecían y el propio ángel los tiene que fortalecer para soportar la visión (entre otros pasajes Daniel 10, 17-21). Pablo en la carta a los Hebreos 12, 18-29 también hace referencia a esto. Religión justamente es re-ligar, habría que tomar con atención ese pasaje de san Pablo, al menos la iglesia católica.
Otro ejemplo, además del religioso, de la necesidad de repetición para fortalecer el aparato psíquico para poder ligar o procesar la experiencia, hacerla comprensible tiene que ver también con los descubrimientos, develamientos. La repetición en este sentido sería como transitar un camino y que sólo a fuerza de transitarlo y transitarlo se harían, se formarían las diferentes huellas y se podría re-conocer algo, es decir, conocer como el hombre conoce. En este sentido es que el inconsciente resiste como dice Freud en Addenda. Yo digo que resiste para hacer esto, para poder lograr el conocimiento de lo nuevo (Lo que descubre la física cuántica es esto mismo, la dualidad onda-partícula nos habla de probabilidades, el elemento es o está porque "repite" las mismas y distintas posiciones constantemente).
Javier Gomá Lanzón dice que la cultura es hacer de la naturaleza historia y tiene razón, esa es la verdadera cultura. Y en este sentido se puede diferenciar, entender que existen, al menos, dos clases de memorias, las voy a llamar memoria formal y memoria creacional. La memoria formal, es la que plantea la neurociencia y el mismo Freud al hablar de los recuerdos encubridores, está memoria sería una reconstrucción artificial o culturosa del hombre filtrada por los tabúes y el poder material, esta memoria al construirse desde lo formal sería incapaz de ligar algo - y así está Argentina-, esta memoria sólo sirve para generar relatos autojusticatorios, abundando la negación y proyección, la fantasía. Esta clase de memoria no aporta nada nuevo pues está bajo el imperio del principio de placer (memoria que sólo sirve para hacer un rodeo para alcanzar el placer a través del principio de realidad o memoria simplemente para evitar el displacer).
Pero como entrevimos recién hay otra clase de memoria más poderosa que se encuentra más allá del principio de placer y no se deja engañar por este. Esta clase memoria es lo que los griegos entendían por verdad. La palabra verdad para los griegos es a-letheia que significa no-olvido, el leteo era el río que les hacía olvidar todo a las almas cuando lo cruzaban al reencarnar según los griegos antiguos. Platón esto quiere decir al hablar de reminiscencia y la anamnesis. Esta memoria no tiene que ver con una reconstrucción formal de los hechos para generar un relato que nos deje cómodos y auto justificados ante los semejantes, pues esta memoria enseña que sólo existen semejanzas y diferencias si podemos recordar la verdad, sino hay re-conocimiento de la verdad sólo hay exclusiva y excluyente ignominia.
La memoria creacional no reconstruye y no necesita reconstruir nada, pues tiene todo siempre delante de los ojos, no-olvida, esta memoria en lugar de reconstruir, sólo viaja al hecho tal y cual es, la memoria creacional es un movimiento del alma en el que re-conociendose creada es recreada en la Creación. Esta memoria liga, re-liga al hombre con la Creación, lo reconcilia con esta y con su propia historia. Esta memoria creacional es la que hace que la cultura sea verdadera, la cultura que transforma la naturaleza en historia y no sólo condena al hombre a desgastarse en relatos repetitivos.
Pero como entrevimos recién hay otra clase de memoria más poderosa que se encuentra más allá del principio de placer y no se deja engañar por este. Esta clase memoria es lo que los griegos entendían por verdad. La palabra verdad para los griegos es a-letheia que significa no-olvido, el leteo era el río que les hacía olvidar todo a las almas cuando lo cruzaban al reencarnar según los griegos antiguos. Platón esto quiere decir al hablar de reminiscencia y la anamnesis. Esta memoria no tiene que ver con una reconstrucción formal de los hechos para generar un relato que nos deje cómodos y auto justificados ante los semejantes, pues esta memoria enseña que sólo existen semejanzas y diferencias si podemos recordar la verdad, sino hay re-conocimiento de la verdad sólo hay exclusiva y excluyente ignominia.
La memoria creacional no reconstruye y no necesita reconstruir nada, pues tiene todo siempre delante de los ojos, no-olvida, esta memoria en lugar de reconstruir, sólo viaja al hecho tal y cual es, la memoria creacional es un movimiento del alma en el que re-conociendose creada es recreada en la Creación. Esta memoria liga, re-liga al hombre con la Creación, lo reconcilia con esta y con su propia historia. Esta memoria creacional es la que hace que la cultura sea verdadera, la cultura que transforma la naturaleza en historia y no sólo condena al hombre a desgastarse en relatos repetitivos.