domingo, 1 de mayo de 2011

Pretender

PRETENDER

 

El problema con la pretensión de objetivar, de abstraerse y hacerse artificialmente una postura cientificista frente a cualquier hecho, es que se genera una imperceptible soberbia, una especie de pretensión de saber y de juzgar todo tipo escalón-jerárquico dentro de lo que la sociedad del conocimiento hoy (y sólo hoy, porque dentro de un tiempo quizás se descubra algo nuevo o no sea mas “negocio”, o cambie el paradigma por un descubrimiento en otra ciencia o etc.) dice o considera verídico o real. Lo que pasa es que esta pretensión que no es nada buena, es como que si tu cabeza pudiera -aunque en verdad sólo pretendiera- determinar todo, y Dios pasara a ser un concepto más, encarcelado El –y nosotros a la vez- dentro de esa determinación conceptual de la realidad, y fuera de esa realidad no hay nada, estas fuera, estas en la desesperación. Lo que sucede con el conocimiento tipo abstracto, objetivo, cientificista, conocimiento sin Dios o, peor, con un Dios ad hoc, es que somete imperceptiblemente a que nuestra mente tenga que seguir ese conocimiento ciegamente como si fuera lo único que hay, que existe, y esto no es tan así. El conocimiento que no se puede sentir, vivenciar es apenas una regla externa. Pasa que ese tipo de conocimiento, cuando se empieza a complejizar, es muy útil para sobrevivir entonces se lo tiende a sobrevalorar y hasta se paga para aprenderlo: los hombres grupalmente, socialmente es difícil que acepten un conocimiento más allá de ese de tipo externo, abstracto. Y esto sucede porque en este mundo es muy fácil pretender, pretender que “se sabe” algo, o que “se vivenció” algo, o que “se es” algo y cuando esto es descubierto y se hace notar la falsificacion se generan confusiones, desconfianza, y a la vez se entra en un circulo vicioso que va creciendo y aumentando las burocracias, controles, divisiones que intentan cuidar de estas falsas pretenciones. Pero esto es imposible porque el mismo sistema de pretension se asienta en premisas falsas y lo unico que logra tanto control es que se termine delimitando, achicando y hasta paralizando el tipo de conocimiento que no es solo externo, ni objetivo, y aumenta artificiosamente el tipo de conocimiento este que es solo para sobrevivir. Este mecanismo se da primero porque se comienza a despreciar el conocimiento que de verdad ampliaría nuestra capacidad receptiva, o nuestra capacidad de vivenciar la realidad (no solo perdemos la capacidad de vivenciar la realidad de los otros, porque ademas la mayoría de “los otros” están mas o menos en la misma que uno -persiguiendo zanahorias- el problema es que perdemos fundamentalmente la capacidad de vivenciar la creación entera), se desprecia el conocimiento subjetivo que surge se la apertura a la experiencia, o simplemente se llega hasta despreciar el conocimiento que no se adapta a los canones burocraticos, protocolares de moda o uso actual.(SIGUE)