En verdad nadie está en posesión del lenguaje en el sentido que nadie está en posesión de la totalidad del Lenguaje, entendido como Logos. Y es que en cierto sentido todos tenemos una parte del lenguaje, todos somos místicos pues todos somos subjetivos, aunque la modernidad nos haya mentido tanto y tanto tratemos de negarlo con la búsqueda de la objetividad. Esto es lo que dice Kierkegaard, "el caballero de la Fe", ver temor y temblor, y Nietzsche-Zarathustra , "el superhombre", ver discurso "de la hora más silenciosa". El Don de Dios es este Logos, y es lo que se explica en la parábola de las monedas de plata, en Lucas 19.
Hay una frase de Kierkegaard que dice algo así, según recuerdo"
Hay una frase de Kierkegaard que dice algo así, según recuerdo"
"La superstición atribuye a la objetividad el poder de la cabeza de Medusa, el poder de petrificar la subjetividad,..."
A lo que va Kierkegaard es que tanto objetividad como subjetividad, si se las totalitariza, se convierten en supersticiones.
Esto le escribí a Sarlo sobre esto de la Fe en lo instituido o en lo instituyente,
https://elvientosopladondequiere.blogspot.com/2019/09/comentario-columna-de-sarlo-1919.html?m=1
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