martes, 10 de marzo de 2020

Hilo de tuiter comentando otra columna de D. T.


Un hilo de hace unos días en tuiter.
Creo que nunca hay olvido en la literatura, sí descarte pero no olvido, el descarte sería una especie de perdón, perdona uno pero no por eso no recuerda.
Y digo que nunca hay olvido en la literatura pues hay tres elementos esenciales.

Uno, el más evidente, es el instrumento traductor (sea un aparato fonador, un diccionario etc) de la experiencia de una persona, una población, una cultura a otra.
Pero después está, más esencial, la obra a traducir. 
Y luego, más esenciales aún, están los índices que destacan y caracterizan al Autor, índices desparramados entre todas sus obras.
Estos índices, se me dirá, posiblemente, son también semejantes a lo que hace ser al instrumento traductor.
Pero no.

Y creo, por otro lado, con esto del olvido y de la gratuidad que destaca Tabarovsky que justamente, lo que se olvida, lo que nos parece gratis, lo que podemos usar y manejar descuidadamente - por decirlo de algún modo- es lo que más huella deja pues pasa directo sin peaje ni precaucion y es de alguna manera lo menos gratuito de todo. Y esto se da sobre todo en el lenguaje, justamente.
Lo sabe el psicoanálisis, lo sabe Nietzsche y por eso escribió "de la virtud que hace regalos" y el discurso "del conocimiento inmaculado", sobre todo el final, también "la hora más silenciosa" y muchos otros, el Zarathustra es muy, muy, denso, tipo agujero negro.
Una aclaración: gratis digo en el sentido de algo gratuito como algo que nos deja libres frente a él. Pero deja de ser gratuito a partir del momento en que cebados por sus beneficios ya no podemos valorar, ni distinguir. El embrutecimiento del supuesto amo.
Cuando se introduce un elemento verdaderamente distinto en un ambiente, el único que está en condiciones de predecir un poco las consecuencias de la interacción con el ambiente es este mismo elemento verdaderamente distinto, pues él es el único que conoce su propio valor.
Por eso nadie es dueño de nada tipo patentado o externo, sino que sólo es dueño el que se tiene en y a sí mismo, el sellado, pues ese el único libre para dar, y por eso es el único para aproximadamente predecir un poco.
El 666, el espiral etcétera, no está sellado, está marcado externamente y es lo contrario de sellado internamente pues todo el tiempo fallutea, es varíable según la marca que le parezca convenir, pura desinformación, maelstrom.
(cuando hablo del sellado me refiero a la figura de Jesús de Nazareth quien mientras camino en la tierra, antes de la resurrección, nos dijo:
"Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.")