lunes, 2 de marzo de 2015

Análisis histórico-economico y una utopía más justa.


Primero voy a hacer un resumen histórico-económico corto para explicar porque creo que Marx, el análisis económico de Marx es deficiente:


Las monedas metálicas en la antigüedad -y en la no tan antigüedad- tenían valor sobre todo porque servían para hacer utensilios, desde objetos considerados mágicos o sagrados que mantenían toda la fuerza de coerción simbólica de una cultura, hasta las armas: punta de lanzas, espadas etc pasando por utensillos agrícolas, arados etc. Pero en verdad lo más importante eran las armas, justifico: los dorios pueblo helénico pero pobre culturalmente comparados con sus hermanos lo eolios, aqueos y jonios, conquistaron a estos últimos simplemente por poseer la tecnología del hierro, mucho mas liviano y dúctil que el bronce que utilizaban estos últimos, y así comenzó la edad oscura de los helenos –oscura exactamente por el atraso cultural de estos-. En aquellas épocas el trabajo humano era devaluado por la esclavitud, esclavitud en gran medida anónima, sólo para la consecución de estos metales. Luego, con el sostenimiento del cristianismo, empezó a disminuir un poco la crueldad esclavista y el trabajo fue cada vez más valorado y el metal tuvo, empezó efectivamente a tener más valor como mercancía que como elemento de coerción cultural, el metal se hizo fetichista. (Para un momento de la historia Marx estuvo bien -1400-1700, pero en el momento en que Marx “descubre” su teoría, esta teoría ya atrasaba: la sociedad fue puramente fetichista sólo con la mercancía entre los siglos XIV-XVIII, ahora voy a explicar porque. Pero evidentemente Marx había “cortado y pegado”  –el valor del trabajo lo sacó de Adam Smith y el análisis dialectico a Hegel- o no entendía algo importante, que tiene que ver con la capacidad creativa del hombre). Digo que ya atrasaba la teoria de Marx porque cuando el escribe ya el trabajo manual comenzaba a quedar verdaderamente devaluado. hoy día el trabajo manual de los hombres para conseguir metal –o su destreza para la guerra hombre a hombre- se encuentra devaluadísimo por la eficiencia de las maquinas –por lo tanto no hubo más necesidad de tanta esclavitud-, el lugar del metal lo empezaron a ocupar los recursos energéticos que hacen funcionar a estas máquinas. Las maquinas facilitan el acceso a todos los bienes incluidos los metales, el hombre no es mas esclavo-trabajo sino que es esclavo-consumo, y el poder material-monetario se define sobre quien controla los recursos energéticos. El poder parece que se encuentra en la correcta administración esos recursos energéticos, como indirectamente se vieron favorecidos Japón o alemania –al no depender tanto del petróleo por no tener un ejército como ellos querrian-, o como hacen todos los países a los que les fue bien en este último siglo. Como se deduce del pasaje del bronce al hierro -y en el caso de Japón, Alemania- el poder también está en descubrir y desarrollar nuevos recursos energéticos, como la energía nuclear. Por lo tanto los recursos energéticos también se han vuelto fetichistas –aunque todavía no lo sabemos-.


En verdad el verdadero valor está en la capacidad creativa del hombre, lo que sucede es los medios –gracias a un combate dialéctico entre los tildados “fascistas” capitalistas y los tildados “resentidos” Nietzsche, marx, freud y sus sarmientos-han acaparado nuestra capacidad creativa, ya damos todo por hecho por sentado, las cosas fueron así y asa o son todos garcas o el sistema es el sistema o hay una gran conspiración o la naturaleza humana etc, determinismos cientificistas o historicistas imbéciles. Creo que la carrera por el poder de los estados nacionales o leviatans –y la consecuente superficialización discursiva del código social- se terminará cuando los hombres les restemos poder a lo que nos cuentan las entelequias sociales solidificadas por la imbecilidad que generan por un lado estos “fetichistas del poder” y, por otro, estos “genios de la sospecha”. Creo que el hombre de hoy mientras vive en sociedad se va haciendo poseedor de una gama de “saberes” vulgares, saberes que están medio objetivados y presupuestos, y por esto van quedando petrificados en su preconciencia. Lo que hace de esto un punto de vista único y, en apariencia, subjetivo es que nunca se propone mezclarlas a estas pequeñas objetivaciones. Entonces el “preconsciente” social queda ya cocinado: 

por un lado está la “inalcanzable ciencia” (ya se va a descubrir algo así que ni idea: “relativismo cientificista”), la “omnipresente política” (siempre hay que estar atento, siempre hay intereses: “cinismo”), y en argentina de hoy parece ser el “omnisciente y controlador periodismo” jajaja. En este estado de supuestos “monstruos” que nos rodean la conciencia el hombre pareciera estar en un frágil esquife a la deriva en un océano donde no hay costa. Y esto sucede porque le damos poder a esas verdades y, paradójicamente, al darle poder a esas verdades nos quedamos sin Verdad mayúscula, nos quedamos sin creatividad, sin poder creador, nos da miedo relacionar cualquier cosa por miedo a quedar en ridículo o ser reprobados por la jerarquía, y si nos da miedo el miedo, ya nunca vamos a poder salir de ahí porque ni siquiera nos animamos a sentir de verdad. Ahora: por suerte estos monstruos omniscientes y omnipotentes están en nuestra cabeza solo si les damos cabida, sacarlos fuera de nosotros significa tener que enfrentarlos, luchar y sufrir un poco, pero ganamos en paz y unidad y además sabemos contra que estamos peleando –la falta de Verdad-, en cambio, el que se deja comer por leviatan vive tranquilo pero dividido y sin paz. 

Hoy es común decir masa como si no existiesen las posiciones individuales. Y es común porque nos auto-tratamos como si la masa existiese siempre. Y lo que sucede es que difícil que a alguien que se anima a definir un poco más no lo interpreten de aristocratizante tipo ¡con que derecho se piensa! 

Me parece que Francisco de Asís fue la primera persona que comprendió bien este problema. San Francisco se detenía en la particularidad de cada ser, y no violentaba racionalmente a través de generalizaciones vanas – generalmente prejuicios- su propio comportamiento hacia las cosas. Era fundamentalmente un desprejuiciado, un desposeído por “la Palabra del Dios” en quien únicamente creía, Chesterton lo entiende muy bien y dice en una parte de una pequeña biografía, que san Francisco contemplaba el mundo dado vuelta, o patas para arriba creo que dice. Este “dado vuelta” porque Francisco, con este sentir desprejuiciado o desposeído, verdaderamente podía ir contracorriente y esto nos quiere decir, me parece, que Francisco gracias a este sentir podía contemplar la originalidad de cada ser, gracias a su pobreza -no solo material- se podía dejar sorprender, y no permitía que su espíritu se arrastrase -embotándose- tras la repetición constante a la que están sometidas, en su gran variedad y riqueza, las “verdades” del mundo. Es un tema el lenguaje, nos convertirnos en esclavos de nuestro propio lenguaje, de nuestra propia consciencia, es una lucha constante. En la filosofia, creo, el lenguaje, antes el griego y ahora el alemán, que gracias a su sistema de declinaciones muy parecido al de las lenguas clásicas, y las raíces monosilábicas, y sus oraciones derivadas con el verbo al final lo hacen muy apto para generar especulación filosófica, y también facilita la expresión del pensamiento a través del lenguaje, y esto es quizás algo mas practico. Pero engaña si hace ver y llegar a ver al mensaje como algo más “puro”, mas “autentico” cuando en verdad esto ultimo en verdad no tiene que ver con una capacidad objetivante para verbalizar, capturar la realidad, sino que la autenticidad tiene que ver con la honestidad con uno mismo. Esta “capacidad verbalizadora” en ciertas situaciones genera lo contrario a esa honestidad con uno mismo, porque nos hace perder en nuestra consciencia, olvidar lo que es verdad, es decir de donde se origina ese pensamiento verbalizador, o bien, directamente ponemos en cuestión sí existe la verdad, que es. El lenguaje muchas veces nos esconde de nosotros mismos. Porque el gran problema que genera el lenguaje es que las justificaciones hacia nosotros mismos cuando no son explicitadas a las demás personas, nos vuelven invisibles para ellas, y el arrastrar esta autojustificación constante nos hacen perdernos de nosotros mismos, cuando perdemos el hilo que nos unía al origen del discurso envueltos en constante retórica nos terminamos haciéndonos invisibles para nosotros mismos. Esta creencia en cierta invisibilidad de nuestras propias autojustificaciones me parece es lo que se trata de exorcizar sin culpa cuando se generaliza con el concepto de “la masa”. Porque este concepto, en el mundo práctico, a la larga sirve, porque facilita sin impedimentos la acción, desgastando, por esta “invisibilidad”, el sano freno de la vergüenza. “Yo soy yo, el resto es masa –o pueblo-, no comprende”. Facilita la acción digamos, desde el accionar populista que subestima el poder de la libertad de las personas a la acción aristócrata que sobreestima ese poder, ambas posiciones para justificar la manipulación de “la masa”. Los derechos humanos son manipulados políticamente, “justificatoriamente” para volvernos irresponsables, invisibles para nosotros mismos, como decía arriba. Muchas veces solo somos considerados iguales: si tenemos las mismas ideas (prejuicios ideológicos), si somos del mismo país (prejuicios nacionalistas), si somos del mismo color (prejuicios raciales), si somos de la misma religión, si tenemos plata (prejuicio de clase), si pudimos nacer en el caso del aborto (prejuicios naturales). Los derechos humanos son un placebo lindo. La verdad es que el hombre, el equilibrio de la civilización, fundamentalmente, pende de hilos muy frágiles que tienen que ver con la conveniencia económica-energetica, el resto son justificaciones para dejarnos dormir con la “supuesta consciencia” tranquila, pero en verdad nos hemos vuelto invisibles para nosotros y para los demás hace rato. Por ejemplo: ¿que sucedería en el caso de una contienda mundial incontenible? Imaginemos que por estos recursos energéticos se llega a un estado de enfrentamiento inminente, que se atacan los países, sus centrales nucleares, que el flujo del petróleo de corta, ¿que sucedería con la logística mundial? ¿Quien proveería al supermercado de la esquina? ¿Que pasaría con las ciudades? Hoy es el momento más frágil de la sociedad humana, dependemos totalmente de las maquinas, el hombre perdió su autosuficiencia, depende del orden del sistema y si este sistema se cae sería grande el desastre humano. Si el hombre sigue manteniéndose en este estado de hybris frente a la naturaleza y se cree en la cumbre de la civilidad es difícil que algo así no suceda, cuando se alimenta y solidifica la soberbia del hombre, a través de la supuesta libre-libertad, es difícil que lo hagan cambiar de parecer. En esa auto-invisibilidad todos creen tener razón y nadie tiene razón.
Volviendo.
Hoy podemos pensar, como decía arriba, que el poder se encuentra en manejar los recursos energéticos…pero creo que sucede de la misma manera como sucedió antes con los metales, que primero eran muy útiles y luego se volvieron un poco fetiches del poder, lo mismo esta sucediendo con los recursos energéticos, se están volviendo fetiches del poder, lo que en verdad vale, como también dije arriba, no son ni los recursos energéticos ni el trabajo petrificado y repetitivo del hombre solamente, lo que en verdad vale es la creatividad del hombre, su fuerza espiritual, su apertura a lo imposible. Y generalmente lo que sucede con todos estos ideologos tipo es que cebados en el poder o criticándolo sin conocerlo, temiéndole a la libertad de los hombres los subestiman e incurren en el grave error de no ver la redención en las manos de los mismos hombres, en su fuerza espiritual, creatividad, en la fuerza que viene de Arriba.


Voy a decir una idea para frenar el capitalismo meramente rentista.  
Tanto Capitalismo como Marxismo tienen un enemigo en común que es la burocracia, ese es el espíritu conservador aparentemente inocente que atenta contra la libertad y creatividad humanas.
Dentro de uno y otro modelos contrapuestos, en el que la burocracia hace menos daño a la libertad es en el capitalismo.
Por lo tanto conociendo que el gran problema del Marxismo es el impedimento explícito a la libre iniciativa al quitar, de manera burocrática, el incentivo esencial para crear que es la propiedad. El marxismo quita ese incentivo y la teoría es débil, pues deja que ese incentivo se degrade de manera indirecta y solapada, y el incentivo se transforme entonces en formar parte de esa burocracia establecida, lo que a la larga engendraría un cuerpo de envidiosos difamadores. Pero algo parecido pasa dentro del capitalismo con sus medios de comunicación y propagandas de consumo. Y voy a hacer una afirmación jodida:

El capitalismo liberal funcionaría sólo en caso que las empresas de un país pagasen impuestos de acuerdo al beneficio que reciben de la protección del poder de policía, de las fuerzas armadas y de la burocracia de ese país donde se alojan.  Esto implicaría mucha cuestiones en los movimientos de capital, y para hacerlo habría que considerar un estudio de las relaciones entre el tamaño del país, población y seguridad.
Hoy el poder de policía y el poder militar es subestimado y atacado y con ello se consiguen dos cosas bien absurdas: primero no se entienda que nunca va a dejar de existir esos poderes por el mero hecho de denigrarlos y por lo tanto mal pagarles solo acarrea la formación de mafias y movimientos paramilitares y estos movimientos siempre van a terminar al servicio de los más poderosos capitalistas. Segundo: que impide ver la realidad de que los que más tienen de un país son los que más se benefician de estos poderes (esto es lo que marx vio, pero resolvió mal), entonces lo único que hay que hacer es valorar estos poderes financiándolos a través del estado por las empresas más beneficiadas por estos. A esto debería abocarse un estado legítimo, creando leyes bien pensadas, dinámicas  que consideren y sopesen bien la influencia de la  lógica económico-monetaria, aplicando a actuarios y esas faunas del sistema para saber cuánto es lo que las empresas deben pagar según su capital.
Está dialéctica justamente hecha (a mas capital de una empresa, más beneficio por protección, más impuesto) en la que nos sumergiría tener en el pedestal –como tenemos el valor democrático- el valor de una transferencia más justa del beneficio referido por la protección de los aparatos del monopolio de la fuerza -hablo de la consecuencia de este valor universalizado al nivel del democrático-, esta dialéctica nos llevaría por un lado a que los políticos verdaderamente se interesen en la salud (incluida alimentación) y educación  de su país –menos caos, menos inseguridad-, que se interesen más en la equidad del sistema.

Ejemplifico la dialéctica: las empresas se mudarían a países donde los impuestos sean más escasos, o sea donde habría menos ejércitos, policías y burocracia. Por otro lado los países ajustarían el gasto en estas cosas para atraer a las empresas siempre sin descuidar la seguridad, esto se lograría con equidad –salud y educación-. De esta forma, establecida la dialéctica de las justa transferencia por los beneficios por protección en la consciencia social, de a poco se efectivizarían los recursos asignados al estado puliéndolo de mafias y proteccionismos mentirosos y de todas las cosas que surgen por el exceso de dinero en pocas manos. Lo que sucede es que la mayoría de los países deberían tomar este valor por absoluto, como hacen con el valor democrático. Si esto sucediera los empresarios serian de nuevo auténticos empresarios y no mamadores de la teta del estado.


El gran engaño de los mejores negocios del empresario burgues de hoy frente al antiguo modo feudal o proto empresarios medievales , fue enriquecerse casi sin riesgo y sin tener que ir a la guerra. Y lo que nos hacen creer hoy es que la burguesía es "campeona mundial" por el desarrollo tecnológico de hoy, cuando eso simplemente fue por una cuestión de tiempo, de invento sobre invento, que tarde o temprano terminarían floreciendo. Es mas hoy, el efecto que produce en la sociedad empresas cómplices a los estados y viceversa, es una estratificación social, se petrifican las formas sociales, lo único que comienza a regir implícitamente es una diplomacia avara cuyo único objetivo es resaltar y escalar socialmente y esto tiende a impedir cualquier innovación en el ámbito humano o natural, esto está matando la creatividad pues las jerarquías políticas, académicas, científicas o artísticas etc  se plagan de gente movida por envidia y comparación incapaces de hacer nada: plagiadores y tergiversadores, buchones, aduladores envidiosos y complacientes que lo único que buscan es agradar para que el sistema y sus jerarcas los siga amamantando, un asco, no pueden cambiar nada auténticamente, tienen miedo de quedar fuera, solo pueden manipular las formas para parecer de "avanzada" o "serios" o "cancheros" o "interesantes", según lo que la tribuna exija en ese momento. Para ver esto que estoy diciendo solo hay que ver lo que es el arte de hoy comparado con los de otras épocas. Un Platón escribiendo la apología en papiro, un Kierkegaard, Nietzsche, Chesterton escribiendo con pluma, sin luz y sin google. Ni hablar de las otras artes. Empiezo a pensar en estas cosas y siento un rechazo radical al hombre de hoy que se piensa que es el culmen de la historia. El hombre de hoy encima está quedando estúpido de tanto arrodillarse y tragarse esta jerarquía o escolástica secularizada que adora sólo a la plata. Asco bien pulido y aceitado en su funcionamiento por tecnologías que en su mayoría solo son usadas mal, hasta los científicos ni entienden lo que descubren, ni los alcances de sus descubrimientos, son incapaces de hacer las relaciones. No voy a seguir porque no hago más que decir obviedades y discursos repetidos. 
Pero creo que es necesario un cambio, claro que es utópico, pero ese cambio es utopico pero posible sin casi afectar la libertad humana. 


Un saludo.

jueves, 19 de febrero de 2015

Parte de la resolución de "Así habló Zarathustra".



Parte de la resolución del Zarathustra.

Esto no lo quería decir. Pero ya lo he dicho y escrito por lo tanto lo público acá. No voy a escribir sobre todo el Zarathustra, sólo voy a escribir sobre el final, sobre la cuarta parte del Zarathustra.
Voy a hacer una afirmación que parece una locura que la justificaré con esa cuarta parte del Zarathustra. Va:
Nietzsche a la persona que más valoró, a la que más admiró fue a Jesús de Nazareth.
No voy a decir que Nietzsche fue un santo ni mucho menos, como él nos aclara que no lo es en Ecce Homo (lo curioso es porque Nietzsche hizo esa aclaración: la causa de esa aclaración de Nietzsche va a quedar zanjada después de leer este ensayo). Voy a decir lo que el mismo Nietzsche nos dijo en Ecce Homo: que por lejos su Zarathustra es su mejor obra, poniéndola a la altura de la divina comedia o de Shakespeare o aún más arriba, cosa con la que estoy de acuerdo. Es un lugar común el que dice que Nietzsche parodia la biblia, pero en verdad no la parodia, en verdad los sigue de una manera muy aguda y particular.

Arranco:
La cuarta parte del zarathustra, en una parte del primer discurso “la ofrenda de la miel”, dice esto (aunque recomiendo leerlo completo, sé que después de leer estoque voy a escribir lo leerán)

Especialmente el mundo de los hombres, el mar de los hombres: - a él lanzo yo ahora mi caña de oro y digo: ¡ábrete, abismo del hombre!
¡Ábrete y arrójame tus peces y tus centelleantes cangrejos! ¡Con mi mejor cebo pesco yo hoy para mí los más raros peces humanos!
- mi propia felicidad arrójola lejos, a todas las latitudes ylejanías, entre el amanecer, el mediodía y el atardecer, a ver si muchos peces humanos aprenden a tirar y morder de mi felicidad.
Hasta que, mordiendo mis afilados anzuelos escondidos, tengan que subir a mi altura los más multicolores gobios de los abismos, subir hacia el más maligno de todos los pescadores de hombres. Pues eso soy yo en el fondo y desde el comienzo, tirando, atrayendo, levantando, elevando, alguien que tira, que cría y corrige, que no en vano se dijo a sí mismo en otro tiempo:
«¡Llega a ser el que eres!»
Así, pues, que los hombres suban ahora hasta mí: pues todavía aguardo los signos de que ha llegado el tiempo de mi descenso, todavía no me hundo yo mismo en mi ocaso como tengo que hacerlo, entre los hombres.

Nietzsche dice ser el más maligno de los pescadores, él que con su caña abrió el abismo (pescador es el símbolo usado por Jesús para llamar a sus apóstoles y el símbolo de perceval, el rey pescador). Esto es interesante porque inmediatamente después Zarathustra se encuentra con el adivino (schopenhauer como educador") y este le hace cometer su ultimo pecado: “su compasión por el hombre superior”.
Después de esto Nietzsche tiene siete encuentros con ocho personas, los hombres superiores. Estos hombres superiores son los estados interiores, idealizados por Nietzsche durante los distintos periodos de su vida, el último no está idealizado pues es la misma sombra de Nietzsche. Estos siete encuentros son un ascenso y un descenso del ateísmo. El primer encuentro lo hace con los dos reyes, el rey de la derecha y el rey de la izquierda. En verdad Nietzsche está hablando de una sola persona, de los sentimientos encontrados de intuición y razón, de ciencia y arte, de la dualidad que se pasa de la adolescencia a la juventud. Después se encuentra con la sanguijuela, que Nietzsche describe en un discurso de la segunda parte llamado “de los sublimes”, es un hombre de conocimiento critico y objetivista. Después aparece “el mago”, es alguien que sabe que intuye que existe algo más allá de lo material, pero se ha desencantado y le parece que le falta poder a ese otro mundo, se encuentra tan confundido que en el poema del discurso hasta le pregunta a Dios absconditus si quiere un rescate. El mago tiene algo del discurso "sobre los poetas" y "sobre el conocimiento inmaculado" que también Nietzsche describe en la segunda parte del Zarathustra.  El cuarto es el papa jubilado, que sabe que Dios ha muerto, pero él no lo ha matado y vive con esa sensación de añoranza al pasado. Después viene quien mata a Dios en su consciencia, “el más feo de los hombres”. Lo mata porque le molesta moralmente a su mala consciencia. Este es el culmen del descenso al ateísmo.
Luego empieza a ver todo más lindo –empieza a creer de nuevo en algo- y se encuentra con “el mendigo voluntario”, que huyó de la los ricos y los pobres pero cree en las vacas, se alojó entre las vacas, porque las vacas aprendieron a “rumiar”, es decir: el mendigo quiere aprender a tener esperanza, aprender a esperar, alejarse del apremio del tiempo presente y poder procesar y entender bien que es lo que está pasando. El mendigo voluntario es el primer personaje que aparece en el Zarathustra, el santo metido en el bosque, la figura de san Francisco, a la que Zarathustra mismo le dice “ ¿que es lo que yo podría daros? ¡será mejor que me dejéis partir cuanto antes, no vaya a quitaros algo!
Por último la sombra del mismo zarathustra – es decir Nietzsche mismo-, al comienzo de este discurso la sombra corre a Zarathustra, y Zarathustra corre al mendigo voluntario. Es gracioso pero bastante elocuente este pasaje, porque  Nietzsche no escribió al azar quien estaba detrás de quien. Al final del discurso con la sombra, Zarathustra le dice:”¡guardate de no caer alguna vez prisionera de una Fe mas estrecha, de una ilusión mas dura y rigurosa! Pues ahora te tienta y te seduce  todo lo que es riguroso y sólido!” Según entiendo Nietzsche está hablando de la fe, de tener fe en algo de nuevo.


Después de los encuentros con los hombres superiores aparece el discurso “a mediodía”. En una parte de este Nietzsche dice: “la noche del séptimo día ¿ha venido ella en pleno dia? ¿ha errado ya feliz, harta de tiempo, entre cosas buenas y maduras?”


Nietzsche en el discurso de los hombres superiores claramente está hablando de su propia vida de sus propios fantasmas y estereotipos o arquetipos por los que pasó o fue viviendo. Y elije el numero 7 pues conoce bastante bien el apocalipsis.


En el final Zarathustra el signo que dice esperar en el discurso de la ofrenda de la miel, ese signo llega. Zarathustra mete sus manos en la melena del León, signo de que ha llegado su momento y deja de tener compasion por el hombre superior -o por él mismo-. El león de Judá es uno de los títulos que se le da a Jesús en apocalipsis 5, 5. También usa ese símbolo C.S. Lewis en sus crónicas de Narnia. Ese símbolo es el usado también en el génesis, en la bendición que da Jacob a sus hijos, para nombrar a Judá como una Leona. El león es más manso que la leona pero sin dudas es el que manda. 

Nietzsche usa en otro momento este símbolo del León, cuando habla del discurso de la tres transformaciones. Esto del espíritu del león del Apocalipsis de Juan, Nietzsche medio que lo plagia y lo hace un lindo cuentito al principio del Zarathustra en el discurso que se llama “De las tres transformaciones”. Dice que al principio el hombre es como un camello que carga con todo. El camello es la figura del joven rico y bueno de los evangelios, el cumplidor del deber, luego de hablar con el joven rico Jesús dice que “es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos” (Mt 19,24 ). (La aguja era llamada una entrada de jerusalem y el camello para poder pasar por ella debía descargarse y agacharse), el camello va al desierto, el espíritu del león conduce al desierto al camello a enfrentarse con el “dragón”, el “Leviatán”, a oponerse a los “tu debes” explícitos (moral) e implícitos (estereotipos y modas) de la convención de cada época, el conocimiento que da poder según el mundo. El león le ofrece una lucha donde se enfrenta el "yo quiero" a los “tu debes” escondidos que recubren las escamas, la piel del dragón. Cuando se descubren todos esos falsos “tú debes” comienza la verdadera libertad y también las tentaciones… pero no nos metamos con las tentaciones. El león como más arriba dice es un símbolo de la fuerza de la verdad, atribuido a Cristo. El dragón ya sabemos quién es ( apocalipsis 12, 3) luego de este enfrentamiento el León se transforma en un niño. Justamente, antes de ese pasaje del joven rico, Jesús dice que “el reino de los cielos le pertenece a los que son como niños” (Mt 19,15).

Ahora: Zarathustra antes del signo del león no creía en la compasión, pero: ¿después que llegara?

Ahora: hay que cerrar el abismo.

Si quieren saber algo de las demás partes del Zarathustra pregunten al teléfono 1133747677 y mail santiagofvn@hotmail.com tagoff@gmail.com jajajajaja

Nietzsche q.e.p.d.