sábado, 27 de noviembre de 2010

SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE INDIVIDUALIDAD Y EGOTISMO

hoy estuve leyendo un articulo sobre la individualidad...
Ojala hoy existiera una verdadera formación de la individualidad, de lo original. En general lo que la sociedad formo en estos últimos años es un Egotismo recalcitrante e infranqueable. Este egotismo en el que caemos casi involuntariamente a causa de la cantidad, la velocidad de la información y la competencia en la que se mueve el mundo de hoy, hace que sintamos como prioridad establecer limites, queriendo hacer de nuestro punto de vista, gracias a la cantidad de comunicaciones y ciencia, algo absoluto para sentirnos asegurados a no se que cosa.

viernes, 26 de noviembre de 2010

DEL ETERNO RETORNO DE NIETZSCHE Y DE "EL LUNA"...

Y sigo con Nietzsche. Este hombre se confundió mucho. Culpa de esa confusión confundió mucho también a las demás personas, y cuando creyó “despertarse” de estas cosas, era grande, vio las hipocresías y las confusiones terribles del código de contranaturaleza moral que, durante siglos, se fue creando entre los hombres por creer necesitar convivir dentro de un código o lenguaje social.
Creyó en un cambio pero, creyó también que, para que ese cambio se de, además de su denuncia, tenía que pasar “algo” que deje al descubierto ese abismo, esa mentira, esa contranaturaleza en la que quedo envuelta la sociedad europeo-occidental. Ese “algo” que el preveía que iba a pasar pasó: la primera y la segunda guerras mundiales.
Para Nietzsche esa falsa línea recta histórico-temporal, basada en la confianza total en el progreso de la humanidad en un mas adelante, es producto de la secularización de la idea de un “mas allá”, del cielo cristiano.

martes, 2 de noviembre de 2010

continua fragmento sobre el Zarathustra: problemas de la tergiversación del lenguaje

(Continua a lo del post anterior. Es algo escrito por marzo-abril del 2005))

…Nietzsche alcanza ver el abismo en el que esta el código de su sociedad porque se comprometió con su vida y sintió el peso del código social y de su abismo, y su propio abismo, “su sombra” como el la llama, la enfrento casi toda su vida y lo denuncio, en un discurso que se llama “entre las hijas del desierto”. En este discurso Nietzsche hace una mirada retrospectiva a su vida. Es terrible. Este es el poema que recita la Sombra de Zarathustra.


Entre las hijas del desierto

El desierto crece; ¡desgraciado quien cobija desiertos!

¡Ah!
¡Qué solemnidad!
¡Digno comienzo
de una africana solemnidad!
Digno de un león
o de un predicador moral...;
..mas no para vosotras,
amigas deliciosas,
a cuyos pies
está permitido sentar
bajo las hojas de las palmeras
a un europeo. Selah.
¡Extraño, en verdad!
Que aquí esté yo sentado,
tan cerca del desierto y, sin embargo,
tan lejos a la par; devorado
por el oasis más pequeño,
pues bostezando abría
precisamente ahora su diminuta boca encantadora,
de todas las boquitas la más perfumada;
¡y al fondo he caído, al pasar...
entre vosotras, mis deliciosas amigas! Selah.
¡Gloria, gloria a aquella ballena
que con su huésped quiso ser tan buena!
¿Comprendéis mi erudita alusión?...
Gloria también a su vientre
si fue, como éste,
vientre de un oasis encantador;
pero lo pongo en duda,
pues vengo de Europa,
que es más incrédula que todas las esposas de cierta edad.
¡Qué Dios la mejore!
¡Amén!
Heme, pues, aquí, sentado,
de todos los oasis, en el más pequeño,
semejante a un dátil,
dorado, dulce, moreno,
sediento de una boca redonda de doncella,
y más aún de dientes caninos,
de dientes femeninos,
cortantes, como la nieve blancos,
como la nieve fríos,
pues por ella languidecerá
de los ardientes dátiles el corazón. Selah.
Semejante a estos frutos tropicales.
Demasiado semejante,
estoy aquí acostado,
de pequeños insectos halados rodeado,
y también de ideas y deseos,
todavía más pequeños,
pero más perversos y más locos;
rodeado por vosotras, jovencitas,
por vosotras, gatitas,
mudas y llenas de temores,
Dudu y Suleika
—ensphinxé, si en una nueva palabra
muchos sentimientos quiero expresar.
(¡Que Dios me perdone
mi manera de hablar!)—
el aire más puro, aquí sentado, estoy respirando,
el aire del paraíso, en verdad,
aire ligero y transparente,
por dardos de oro surcado,
tan bueno como nunca
cayó de la luna...
¿Fue casualidad o fue presunción,
como cuentan los viejos poetas,
la causa de esta fortuna?
Pero yo, el escéptico, de ello he de dudar;
es que vengo
de Europa
que es más incrédula que todas las esposas de cierta edad.
¡Que Dios la mejore! ¡Amén!
Bebiendo el aire más bello
con la copa de mi nariz dilatada.
Así estoy aquí sentado,
deliciosas amiguitas,
sin porvenir, sin recuerdo,
y contemplo la palmera que,
cual una bailarina
se curva, se dobla y, sobre las caderas, se cimbrea
...¡se la imita, cuando mucho se la contempla;
como una bailarina que, tal vez,
se ha mantenido en peligro, demasiado tiempo
sobre un pie!;
...¡ella olvidó, éste es mi parecer, el otro pie!
Pues en vano he buscado
el tesoro hermano
bajo el flotante abanico
de sus faldas de andrajos.
¡Oh bellas amigas, creedme lo que os digo:
os digo que ella lo ha perdido!...
¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
¡Este pie
para siempre
se ha debido marchar!
Para el otro pie, tan gracioso, qué gran daño;
¿dónde podrá detenerse, en su tristeza abandonado,
este pie solitario?
¿A un monstruo perverso, a un rubio león
de melena de oro, temerá quizá?
¡Mascado, roído,
suciamente roído, quizás está ya! Selah.
¡Oh, no lloréis más,
tiernos corazones,
corazones de dátil, senos de leche,
corazones de regaliz,
no lloréis más!
¡Suleika, sé hombre! ¡Valor! ¡Valor!
¡Pálida Dudu,
no llores más!
O, quizás aquí,
¿tal vez convendrá
una embalsamada máxima,
una máxima solemne,
algo; con que el corazón tonificar?
¡Sube, sube, dignidad!
¡Sopla, sopla otra vez
fuelle de la virtud!
¡Ah!
¡Rugir una vez mas,
rugir moralmente,
como un león moral;
rugir entre las hijas del desierto!
Porque los rugidos de la virtud,
jovencitas deliciosas,
más que nada son
los ardores del europeo,
el hambre canina del hombre de Europa!
¡Heme aquí ya,
yo, el europeo,
no lo puedo evitar!
¡Dios me ayudará! Amén.

El desierto crece; ¡desgraciado quien cobija desiertos!

Rechina piedra contra piedra,
el desierto engulle y liquida,

Mira ardiente, parda la muerte colosal
Y mastica; su vida es masticar...
No olvidéis hombre; al que ha consumido el deleite;

tú eres la piedra, el desierto, eres la muerte...


Es impresionante, todo el poema es impresionante pero la última parte es pavorosa. Nietzsche describe de una manera terrible el cómodo oasis de la incredulidad europea donde el cayo. Cayó seducido por las hijas del desierto…
Al contrario de Jonás la panza de la ballena en la que el vivió Nietzsche, fue muy cómoda, tan cómoda como difícil de sacársela después. Termina diciendo: “¡Dios me ayudara! Amén”.
¿A cuantos de nosotros, occidentales, nos paso lo mismo? ¿No es exactamente lo que los musulmanes critican de nosotros? (igual los musulmanes no se que cosas entienden y no esta bueno generalizar). Estamos contaminados de esa mentalidad dudosa, “pilatesca” (de Pilatos), por la ciencia, las finanzas, y todas esas cosas que nos otorgan cierta seguridad sobre lo material, y toda nuestra vida nos la pasamos especulando en como acomodarnos y adormecernos mejor en el nuestro cómodo oasis de la incredulidad y la falsa seguridad…
Esta incredulidad, esta sensación de carecer de camino a seguir, sucede cuando los códigos de la sociedad se tergiversan tanto que dejan al hombre imposibilitado a animarse a discernir algo por el mismo, y dentro de ese caos solo ve la posibilidad de acomodarse mejor a lo que “el mundo” ofrece. Vencer, arrojar, animarse a ver con que mecanismos es el que actúa la tentación de “el mundo” hoy día es algo muy complicado.
Cuando esa sensación de imposibilidad frente a “el mundo” tiñe la mirada “social” de los hombres, entonces, comienzan de chiquitos nomás a optar por eso, a venderse a el. Y así, cuando los hombres optan por esta comodidad, se empiezan a mezclar cada vez más dos códigos diferentes del mundo, el masculino y el femenino. Cuando la tergiversación se hace muy grande, el hombre, para “no parecer” malo o lo que es peor para acomodarse mejor, comienza a entender, utilizar y aceptar “naturalmente” el código femenino. Y esto de alguna manera es necesario para el hombre, a causa del pecado original. Pero cuando la tergiversación es demasiado grande, ya los hombres pierden de vista de donde surge esta manera de actuar, de donde viene, y la comienzan a tomar por un comportamiento que “se debe” cumplir. Y acá estamos complicados. Esta manera de ser es desde donde surge el fariseismo.
Todas las mas grandes civilizaciones cuando llegan a su apogeo material, Grecia, roma, hoy, empieza a ser tan explicito este código que se comienza a expresar en el mismo comportamiento de las personas.
Las sociedades de homogeneizan, a los hombres y mujeres les empieza a costar querer aceptar lo que es diferente a ellos mismos, no pueden querer y no pueden aceptar y arriesgar con algo distinto a lo que son, solo aceptando la calidez de lo propio, de lo que aceptamos sin ser todavía conscientes, sin esfuerzo, tomándolo como natural. El hombre en este tipo de sociedad se ve tiranizado por la homogeinización ideológica adhiriendo a un credo, a un partido político o de un grupo minoritario relativista, lo que caracteriza a este tipo de adhesión es un fundamentalismo que no permite dialogo alguno con alguien diferente.
Como más arriba explique el hombre ya no esta más en armonía con Dios, no esta en armonía con la verdad, no puede ser más “natural”, el accionar del hombre corrompe la tierra, es un mal administrador. Tratar de hacer eso, de buscar solo ese camino natural seria engañarnos. Antes hay que buscar otras cosas, algo mas sustancioso, si no hacemos pie primero en algo concreto, buscando ser naturales caeriamos por un abismo infinito porque la mera sensibilidad se va agotando con los años, lo sensible hace agua despues de un tiempo. Lo natural viene como algo dado, como regalo de haber conseguido otra Cosa. Por ejemplo: ¿Vimos alguna vez un animal o una planta que “busquen” ser naturales? ¿Como podemos pensar que se puede buscar ser natural? : buscar tratar de ser yo natural seria artificializar lo natural. Y eso es pura estupidez, un camino infinito de necedad incontrastable, un abismo. De esto es sobre lo que Nietzsche nos habla, quizás propósito. Que quiere decir esta frase?


Rechina piedra contra piedra,
el desierto engulle y liquida,

Mira ardiente, parda la muerte colosal
Y mastica; su vida es masticar...
No olvidéis hombre; al que ha consumido el deleite;

tú eres la piedra, el desierto, eres la muerte...

(SIGUE)