lunes, 24 de septiembre de 2018

comentario al escrito de D.T. "en un suplemento cultural".( hay correcciones y aclaraciones)




.."Nicola Chiaromonte ha escrito que la nuestra no es una época de fe ni tampoco de incredulidad, sino de mala fe, es decir, de creencias mantenidas por la fuerza, en ausencia de otras genuinas."...

Esto claramente es una generalización, existe mucha gente de Fe que aprende muchas cosas, aunque es cierto q lo q hoy predomina es una mala Fe, o, mejor, una fe tibia que presupone la inocencia del funcionamiento burocrático.
(Esta supuesta seguridad de la burocracia no sólo daña de muerte al estado, va desde el mundo académico hasta los deportes. aclaro por las dudas que no se haya entendido, la burocracia es, fundamentalmente, lo que hace que las creencias se mantengan por la fuerza)

Sobre la segunda parte de la frase:

..."Hoy eso se ha vuelto tan evidente que ninguna creencia se mantiene, excepto, tal vez, la creencia en el dinero, que como es sabido no es otra cosa que la forma pura del crédito desvinculada de cualquier contenido (aquí es bueno recordar que ‘crédito’ proviene de ‘creer’). En esta pérdida de fe todo podría volverse posible y, sin embargo, por ahora las posibilidades permanecen inexploradas”.

Esa frase tiene una explicación simple.
Primero la creencia en el dinero sí está vinculada a un contenido, este contenido es el poder material. Y esto explica la observación de la frase final: es obvio que las posibilidades permanezcan inexploradas pues el poder material, el poder de la plata, del dinero, es celoso de su creencia en el y no deja que esas posibilidades se materialicen, pues el mismo dinero cedería el poder de su propia creencia. Esto explica el auge de los movimientos financieros el último siglo.

Este problema, este error, contradicción que padece la creencia de la sociedad humana, contradicción en la que nos hace acumular poder material para no desplegar luego toda la potencialidad de ese poder, tiene que ver justamente con el efecto de las burocracias sobre la vida del hombre. Y este poder de la burocracia tiene que ver con una creencia errónea sobre lo que es el poder y la libertad.

El hombre cree erróneamente el concepto de libertad como el tener el poder para hacer lo que uno quiera ya y esto además de explicar la creencia en el poder del dinero para lograr esto, esto involucra un concepto de poder del tipo poder inmanente, aquí y ahora, atemporal, puro presente y ajeno al devenir del tiempo, un poder inconexo dependiente de lo que la burocracia o moda indican es el poder. Acá vemos el error de creencia de este tipo de poder, nunca hacemos lo que queremos, siempre dependemos del marco de moda, burocrático o epocal dónde realizamos nuestra elección que supuestamente nos hace libres, pero que en verdad cada vez nos esclaviza más a esa inmanencia material y externa a nosotros. Como muestra la frase final del escrito de Tabarovsky, el poder material, la creencia en el dinero y una de sus facetas, la avaricia, hace que las posibilidades nunca se desplieguen, y nos morimos de hambre cual Midas, pero es peor porque es un hambre espiritual.

Pero hay otro tipo de libertad y poder que son trascendentes, estos entienden la libertad no de manera abstracta cómo "hacer lo que uno quiera" (o esas posibilidades inexploradas q nunca llegan), sino que entiende la libertad de una manera interna que tiene que ver con sentirnos amados por nuestro Creador y desde este sentimiento indestructible de libertad aportar algo genuino e independiente de lo que el mundo oferta, ya que el mundo solo muestra para esclavizarnos a el en esa otra lógica de la inmanencia.
En esta lógica el poder es trascendente pues no importa tanto lo que sucede externamente, o como los hechos son juzgados por la burocracia o la moda o el mainstream de la época, lo que importa de este poder es la sensación de libertad que poseemos y esta libertad está directamente relacionada con ese amor que sentimos por el cual fuimos creados, este amor nos muestra también que aunque el mundo y la muerte parezcan tener la última palabra en la inmanencia de los hechos, este amor nos dice que el Creador nunca abandona a la creación que lo ama, las apariencias del mundo quizás así lo indiquen, cómo sucedió con Jesús en la cruz, pero lo que sabemos luego de 2000 mil años hacen por lo menos tambalear cualquier afirmación.


A la burocracia en la iglesia de la llama clericalismo, pero es como digo en el post “una idea”: el aparato burocrático romano no le hizo bien a la iglesia.

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