(Escrito entre 2003 y 2005)
4.
“una voz que clama en el desierto” (Juan 1, 23)
“Y Jesús hizo esta comparación: “miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol. Cuando comienzan a echar brotes ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el reino de Dios esta cerca. Les aseguro que no pasara esta generación hasta que se cumpla todo esto. El cielo y la tierra pasaran pero mis palabras no pasaran.” (Lucas 21, 29-33)
En esta parte voy a tratar de mostrar el error de creer que podemos vivir sin ley y no respetamos nuestra interioridad y a qué clase de humanidad nos conduce el vivir despreocupados del día del Señor.
Voy a tratar de describir en que clase de ley caemos si no nos damos cuenta la importancia que tiene la ley de Dios para nosotros y tratamos de seguirla.
Esta parte va a ser un poco mas larga que las demás y voy a tratar de describir y descubrir cómo y en donde se encuentran los mecanismos que separan a la sociedad de la verdad del Dios viviente, voy a tratar de demostrar cuales son los mecanismos que tienden a formar “el abismo” que paraliza el espíritu de los hombres que se fijan a él.
Quizás sea muy duro en algunas partes, pero esto es para marcar bien la importancia y la influencia que tiene todos esos mecanismos entre nosotros.
Para esto voy a usar de ejemplo a Nietzsche. De ejemplo del catastrófico efecto que produce esta creencia en no querer seguir la ley que el amor de Dios nos ofreció.
1-Nietzsche: El filosofo del abismo
Para arrancar a hablar de este hombre, del nefasto efecto que produjo, tenemos que ser concientes un poco del lugar y del tiempo en que vivió.
Nietzsche, por la sociedad protestante en la que vivió,carece de la devoción a la virgen Maria en su religión y esta perdida del sentido “femenino” en la sociedad genera solo una lucha intelectual a través de una dialéctica conceptual, sin ningún descanso ni ningún apoyo en lo afectivo, en lo que “es” uno mismo en el momento presente y esto lleva a la no-aceptación de uno, a la negación de lo humano.
La falencia de Nietzsche se explica por una falencia en su fe, en la fe general de su pueblo y de su época. Por eso es que critico las generalizaciones a través de conceptos, de un sentimiento particular, personal, es decir: “La fe como lo que la mayoría entiende por fe” y no la fe como algo que me ayuda a descubrirme para Dios, a arrojar alespíritu del mundo dentro de mi para ser digno de adorar al Dios de los vivientes.
Es para mi evidente que la fuerza de donde nace el discurso de Nietzsche es la fuerza de fe. Pero una fe errada. Por eso esa fuerza se vuelca contra su misma interpretación errónea, contra las confusiones que ella misma género. El resentimiento que genero un malentendido de su fe hizo que Nietzsche gastara todas las fuerzas que había recibido en negarla.
Nietzsche era hijo de una sociedad protestante donde estado (Leviatán) y religión se habían identificado. Como dice Juan en el Apocalipsis:
“Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como un dragón.”(apoc 12, 11)
Los dos cuernos se refieren a dos poderes, a la forma en que a través de esos dos poderes, su lenguaje, su dialéctica, llevan a cabo lo que buscan. Cuando dice que tenía dos cuernos como el cordero, dice que representa con dos poderes lo mismo que el cordero, pero que no es el cordero pues es una dialéctica: “hablaba como un dragón”, engañosamente (san Juan habla de los efectos del fariseismo, más adelante voy explicar la gravedad de esto).
Nietzsche, por ser hijo de pastor protestante, careció de la posibilidad de conocer la devoción Mariana, su entorno social estaba muy lejos del carisma de María.
Esa falta de sentimiento de valoración de lo "femenino" de su sociedad, parece llevarlo al máximo de especulación, de enfrentamiento entre lo particular y lo general sin ningún tipo de mediación ni esperanza.
La búsqueda que le mueve la desesperación causada por la falta de valor intelectual (que él siente como el valor mas importante) que tiene el sentimiento materno es impresionante.
Ningún hombre fue capaz de generalizar un sentimiento y de soportarlo porque el peso que elige soportar consciente o inconscientemente termina por ahogarlo en su propio mar de soberbia.
Pero si que hubo un hombre que lo pudo hacer, pero ese hombre también es Dios y nos lo dijo: Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Entregándose, con su muerte y luego con su resurrección, nos liberó si lo seguimos, nos libra de nuestros pecados y de la muerte.
Jesús también nos dio a su madre como madre nuestra, para que nos ayude aquí, en este mundo (Juan 19, 27).
Eva incorporo la serpiente, Maria es quien la aplasta. Hay que tener Fe en que podemos realizar el Camino en nosotros. Tener Fe es algo que se consigue en la lucha con uno mismo, no es algo que se da, que se reparte, que se tiene como a un objeto. La virgen Maria nos ayuda en esta lucha, nos enseña, nos ayuda a llegar, nos quita la especulación de encima que nos frena, y nos enseña a tener esperanzas. En la lucha de la fe si no hay mediación, esperanza, lo único que se percibe es la desesperación absoluta, porque esa lucha es falsa. O, si la lucha es verdadera y se convierte en sufrimiento, en el caso de los mártires, es cuando la lucha y la vida se hacen por una espera, en el nombre de Jesús.
Y, como dije recién, Jesús, justamente a Juan, le dio a su madre, la virgen Maria, la sin pecado original, la completamente en armonía con Dios. Y la dejó con nosotros para que aprendamos también como es la vida que Dios quiere que tengamos, como quiere que sintamos, como vivamos “el tiempo” que nos toco vivir, cumplir Su voluntad hasta el final.
Pero por ahora sigo con lo feo, vuelvo a Nietzsche. Insisto tanto con Nietzsche porque este hombre armó un lío grande para los que quedaron después de el. Y el entiende bien lo del abismo. Para Nietzsche todo es abismo porque Nietzsche no cree en la idea en que los hombres a través del lenguaje podamos entrar en verdadera comunión por eso utiliza un lenguaje totalmente metafórico sin posibilidad de apertura. Es mas pareciera que no lo quiere la comunión. Cree que su ideología del hombre superior obliga al hombre a superarse constantemente. Pero creo que no entiende que el desarrollo más importante es el humano. Somos hombres, no otra cosa.
Nietzsche ataca el cristianismo porque cree que por culpa de los que se aprovechan de esa compasión, que el cree cristiana, se genera el código social del “ultimo hombre”. Nietzsche caracteriza a este tipo de hombre en el que llama el primer discurso del Zarathustra:
(Los últimos hombres son los que hablan)
“¡no haya pastores ni rebaños! Todos son iguales; y quien no se conforme al manicomio. “en otros tiempos todos parecían locos” dicen los mas sutiles de los últimos hombres entre gesticulaciones y guiños…
Son prudentes, y saben todo lo que ha ocurrido: por eso sus burlas no tienen fin. Todavía disputan, pero para reconciliarse pronto: lo contrario estropea la digestión.
Se tiene pequeños placeres para el día y para la noche; pero hay que respetar siempre la salud.
“hemos descubierto la felicidad” se repiten los últimos hombres, entre gesticulaciones y guiños.
Y así termino el primer discurso de Zarathustra, también llamado “el prologo”. Pues en aquel momento le interrumpió el griterío y el regocijo de la multitud…
“¡dadnos de esos últimos hombres, Zarathustra! –Gritaban a coro-¡haznos como ese ultimo hombre y quédate tu con tu superhombre”-
Y todo el pueblo reía a carcajadas, emitiendo extraños ruidos con la lengua.
Entonces Zarathustra, muy entristecido, dijo a su corazón:
“no me entienden. No soy boca para esos oídos. Sin duda he vivido demasiado tiempo en las montañas, y he escuchado demasiado tiempo a los arroyuelos y a los árboles ahora les hablo como si también fueran ellos cabreros.
Mi alma esta empapada de placidez, radiante y sosegada como los montes por la mañana. Pero ellos piensan que yo soy frió, un bufón que usa ironías siniestras.
Me miran y se ríen; y, mientras se ríen me odian. En esa risa hay hielo.
Eso que subrayé al principio del discurso, “entre gesticulaciones y guiños”, es impresionante como Nietzsche ve eso, como se da cuenta, como caracteriza a ese modo de actuar cobarde que siempre necesita apoyarse en alguna mirada, en algún guiño condescendiente o con alguna gesticulación por el estilo. Hoy el código social esta mas que plagado de esos usos. Y al final como remarca esa necesidad de comicidad, pero de comicidad fariseica, cargada de odio.Ese tipo de comicidad es más que necesaria para los últimos hombres porque su mediocridad y comodidad no les permite comprender, arriesgarse o querer seguir cuando se les muestra algo superior, y por eso, por su propia cobardía, se resienten de seguir toda cosa superior a ellos y odian y desprecian a todo aquel que les muestre ese camino.
Esta caracterización remarca bien la condena, la cruz del verdadero justo, del león que vuelve limpio del desierto, hecho un niño, y tiene que enfrentar toda esa hipocresía y falsedad social. A Jesús lo crucifico la masa al grito de “crucificadlo”. La ignorancia y la conveniencia de toda esa chusma social, manejadas y sustentadas gracias al resentimiento del poder moral-social de los fariseos, fueron los que crucificaron a Jesús. El resentimiento de los fariseos, escandalizados y desautorizados, ante la supuesta inmoderación de Jesús de proclamarse hijo de Dios fue lo que los llevo, resentidos y miedosos, a movilizarsecomprar y seducir a toda esa masa. Por más bueno que fuera Jesús los fariseos no iban a aceptar que alguien que no conocían, que con sus enseñanzas los desautorizaba y que encima era un “carpintero de galilea” les viniera a poner las cosas en orden. La ambición y comodidad de los fariseos, aprovechando todo ese poder moral sobre el pueblo, conseguido cobardemente, apoyándose en conjunto, en la masa, “entre gesticulaciones y guiños”, llevo a la cruz a nuestro Señor. Nadie se hubiera animado a acusarlo solo, por si mismo, sin sentirse apoyado por la masa, primero porque nadie tiene la valentía para hacerlo, y segundo porque nadie que niegue a Jesús puede tener la valentía de salirse de la masa, del mundo. Porque si lo puede llegar a acusar, a negar es porque esta apoyado y esclavo de esa abstracción de la chusma, de la masa, del “Leviatán”, se siente arrastrado por eso, y le da resentimiento, envidia y no puede creer que Jesús haya podido salirse, o mas bien que nunca estuvo en eso, no pueden creer que El es Dios, que no tiene pecado original, que no necesita de la ley porque el es la esencia de esa ley misma, y que por eso puede perdonar los pecados ( como trate de explicar en el capítulo anterior, el pecado original es justamente el que a la larga origina esa abstracción, ese pensamiento masivo y miedoso de sentirse especie solo para justificarse en la especie, para agarrarse de algo masa-abstracto (chusma, código social, leviatan) que nos de seguridad y nos ofrezca comodidad, antes que sentirse hombre llamado a seguir su camino hacia Dios).
Hay una individualidad que si lo acuso pero no es material, es Satanás.
“el gran dragón… la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás y que engaña a todo el mundo”(apoc 13,9)
El adversario es el que maneja las masas, pero Satanás no es un hombre, es un ángel caído, es un espíritu al que le da poder cada pensamiento vil nuestro, pero en realidad son de el porque son pensamientos vacíos generados a partir del engaño de sentirnos apoyados en la abstracción de la masa, la chusma, del dinero, de la ciencia y todo eso. Esa tendencia a tener que sentirnos justificados por algo como el leviatan, es una consecuencia del pecado original.
Y Jesús venció a Satanás y lo venció para siempre. Jesús es hombre porque vivió como hombre pero es también Dios porque nunca cedió ante la tentación de quedarse en la comodidad y seguridad que esa manera de pensar generan, no se podía quedar ahí, el vino a salvarnos y se entrego por nosotros.
Nietzsche como le costaba reconocer la verdad del sacrificio de Jesús dice esto en un discurso que se llama “de la muerte voluntaria”:
“En verdad, murió prematuramente este hebreo a quien honran los predicadores de la muerte lenta! y para muchos fue una fatalidad que muriera demasiado pronto. Jesús no conocía aún sino las lágrimas y la tristeza del hebreo, juntamente con el odio de los buenos y los justos. Y he aquí que de improviso lo acometió el deseo de la muerte. ¿Por qué no se quedó en el desierto, lejos de los buenos y de los justos? Tal vez hubiera aprendido a vivir y amar la tierra, ¡y también a reír! ¡Creedme, hermanos míos! Murió demasiado pronto; si hubiera vivido hasta mi edad, él mismo se hubiera retractado de su doctrina. ¡Era muy noble para retractarse! no estaba todavía maduro.”
No cree en Jesús, más bien no cree en su resurrección. Pero lo nombra a Jesús, es la única persona que nombra o hace alusión directa y clara en todo el libro y lo llama “demasiado noble”? noble es la palabra, el adjetivo que Nietzsche parece valorar mas. Noble es lo que no se dobla, lo que no perece, lo que no deja de ser… Nietzsche creía que no se tenía que entregar tan pronto, que eso era en realidad inmadurez. Y vos Nietzsche, ¿como sabias eso?
Jesús se entregó, y como se entregó, venció, venció toda esa falsedad y nunca se dejó seducir ni engañar, Jesús nos marcó el verdadero camino, el camino es por El, por El podemos llegar a la verdad del amor de Dios, al Cielo.
Volviendo a Nietzsche, él entiende muy bien que lo que genera el abismo en la sociedad es esa manera de ser del ultimo hombre, elástica y cómoda, que prefiere basarse en la indulgencia (ellos creen que es “misericordia”) con el prójimo en vez de preferir enfrentar lo que le dice su corazón y así, en vez de tratar de seguir lo que uno cree verdadero, se sigue lo que creemos nos conviene según el código social de moda. Esa falta de verdad individual genera un código social-masa que es “contranatural”, y eso es lo que genera poco a poco ese abismo.
Pero Nietzsche se equivoca en este punto para mí. La misericordia al prójimo del verdadero cristiano no es la “misericordia-indulgencia” al prójimo del último hombre. Porque el “ultimo hombre” considera como prójimo solo al que pertenece a la misma casta, al mismo código, y esto le da la comodidad de saber de antemano que el también va tener esa indulgencia y “misericordia”, entonces nunca se arriesga, o sea que a la larga no es un prójimo por amor sino por conveniencia y comodidad de tener un código en común. Pero pasa que ese código en común puede devenir en cualquier cosa, y a la larga se hace contranatural. Mas adelante voy a explicar como es que ese código se vuelve contranatural. El primer mandamiento nos ordena amar a Dios sobre todas las cosas, porque como el nos creo, el es el único que puede mantener en orden el código ese sin caer en ninguna falsedad ni ninguna contranaturalaza, por y para eso nos dio sus leyes.
Es entendible que Nietzsche caiga en este error de juicio sobre el cristianismo, porque el pertenece en sus raíces a una sociedad protestante donde hay muy poca diferencia entre laico y religioso. Esta falta de jerarquía puede generar cierto desorden en la conciencia individual de las personas y esto, mas la ausencia del sacramento de la confesión y la importancia que los protestantes otorgaban a los sermones dominicales, conducen a que la conciencia moral sea más general, más “social” que individual. Esta conciencia general, social, si seculariza y se le quita lo sacro y religioso, la responsabilidad personal sobre lo divino, deviene rápidamente en chusma. Esto pasa porque al no haber un fuerte tejido de conciencias individuales, y por lo tanto una fuerte educación de la personalidad, la sociedad pierde de a poco la responsabilidad por la propia conciencia.
Esta falta de responsabilidad por la propia conciencia individual incapacitan al discernimiento y propician la entrada de códigos “fáciles” y cómodos basados en la apariencia social. Códigos sociales que al depender cada vez mas de apariencias y señales externas ( “entre gesticulaciones y guiños”), lenta y enmascaradamente, debilitan la conciencia e interioridad de las personas y las convierten en simples esclavos que por comodidad, por ignorancia o por miedo a “quedar excluidos”, siguen y agudizan cada vez mas todo ese código superficial, y generan a su vez, vacíos mas grandes en su interior.
<“¡no haya pastores ni rebaños! Todos son iguales; y quien no se conforme al manicomio. “en otros tiempos todos parecían locos” dicen los mas sutiles de los últimos hombres entre gesticulaciones y guiños. Son prudentes, y saben todo lo que ha ocurrido: por eso sus burlas no tiene fin. Todavía disputan, pero para reconciliarse pronto: lo contrario estropea la digestión.
Se tiene pequeños placeres para el día y para la noche; pero hay que respetar siempre la salud.>
Estos códigos o abstracciones sociales que avanzan, ordenan e igualan todo y a todos, pisando cabezas, conciencias se justifican y sobreviven porque sirven aparentemente “al bien común”, y los hombres no se atreven a enfrentar ese supuesto “bien común” porque las personas morales, “políticas”, de buen gusto, les dicen que es “algo bueno”. Jesús, justamente, al joven rico le aclaro que solo Dios es bueno.
Ese vació interno, que nadie se atreve a mirar, existe debajo de todas las superficialidades sociales que tenga cada persona. Nadie se atreve a mirar ese vacío, porque eso significa dejar de respetar la principal de esas verdades sociales-convencionales. La verdad social que dejan de respetar los que encaran ese vació interno, es la de reconocer abiertamente para si mismos la verdadera existencia de ese vació. Para la verdad social, esa conciencia personal no tiene que existir, “es egoísmo”, a esa conciencia vacía conviene taparla, somos adanes desnudos pero ni lo sabemos ni lo queremos saber porque, contra menos atención le prestemos a eso mejor, total nadie cree que sirva para algo. Y acá llegamos al nudo principal de la cuestión. Muy pocas personas se atreven a tener fe hoy, a tratar de entender e ir profundizando en lo que eso significa. La fe significa compromiso, verdadero compromiso, tratar de armonizar ese compromiso eterno con Dios y con el hombre y esa lucha nadie esta dispuesto a soportarla en su conciencia, capaz directamente no lo saben o creen que no lo pueden aguantar pero tampoco están dispuestos a hacer el intento… si total… ¿de que me sirve, me da algún beneficio? Y además ¿Alguien me obliga a hacer eso? Acá, con esa última pregunta, se denuncia la falta total de compromiso con uno mismo, con ser fiel a uno mismo, con poder amar verdaderamente algo de uno mismo, la falta absoluta de interioridad.
Pocos se atreven a reconocer que algo les falta, que se sienten vacíos, todos tienen que aparentar que están bien, que son felices, porque eso es sinónimo de que se es exitoso, de que se es un “ganador”, y eso se siente mas que necesario para vivir bien y ser “confiable”.“Hemos descubierto la felicidad” se repiten los últimos hombres, entre gesticulaciones y guiños. Como no se tiene fe individualmente, esa es la manera única de aparentar que se es confiable. Se es confiable a través de apariencias, se cree en las apariencias… es rarísimo. Estamos complicados y eso que Jesús ya estuvo entre nosotros.
No hay que hacer preguntas, no hay que desacomodar nada, todo tranquilo, todo se tiene que disfrazar, no hay que ver lo que hay debajo, eso jamás, eso queda en casa, no sea que llegue a oídos “de la chusma”. Es increíble, se tiene miedo de cosas que se generan a raíz de los mismos miedos, no podemos reconocer el miedo porque nos da miedo reconocer... esa falta de reconocimiento, ese miedo a ser alguien distinto que se cuestiona y se arriesga a verse diferente, ese miedo a ser consecuente con eso que descubre y salirse de lo que uno considera lo social, es lo que nos esta ahogando sin siquiera ser conscientes. Encima nos creemos que somos inteligentes, y estamos en una era moderna, “en otros tiempos todos parecían locos”, dicen los “últimos hombres”…
Este vacío, generado por la creencia en la necesidad de tener que mantenernos en la superficialidad, temiendo profundizar, es el famoso “abismo”.
2-La construcción del abismo social: “desierto de lo Real”
Ese abismo social en cada persona significa algo distinto. La única diferencia que había en la época de Nietzsche, era que en esa época, todavía había algunas idealizaciones colectivas que se respetaban explícitamente en el código social, eso lo hacia mas difícil de descubrir y de denunciar, mas difícil de identificar sus causas. Entonces, eso provocaba que a nadie le importara, que nadie lo pudiera cambiar y que nadie supiera cual era la causa de ciertos problemas que comenzaban a surgir.
(unos años después Freud profundizo sobre la teoría del inconsciente. Freud se dio cuenta de las graves consecuencias de negar nuestra naturaleza y que esa naturaleza no era del todo racional. Las explicaciones teóricas de Freud no son buenas para mi, pero si rescato de Freud que haya tomado cartas en el asunto, que lo haya podido hacer).
Esos resabios de ideas colectivas, que constituyen la base del código social, Nietzsche lo atribuye a la secularización de las ideas cristianas. Ese abismo Nietzsche lo pudo ver muy bien, el se atrevió a mirarlo, lo enfrento, pero creo que no llego hasta el fondo porque diagnostico mal su causa, para mi, no vio su verdadero origen.
Nietzsche ataca esas todavía existentes idealizaciones colectivas, ataca sobre todo esa idea positivista de progreso colectivo e indefinido. Estas ideas se fundamentaban por un lado gracias a una fe ciega en los cada vez mas rápidos avances de la ciencia, y por el otro, en la conquista cultural del mundo por parte de occidente, ya que nosotros al estar educados “científicamente, libres de supersticiones” éramos los que teníamos que sacar al mundo de la barbarie, éramos los “civilizados”.
Esta fe en los ideales limpios y democráticos de la ciencia, y esta creencia en la responsabilidad de Europa de llevar su “la cultura” al mundo, solo servían para disfrazar y hacer propaganda a los nuevos valores híbridos de la imparable burguesía, la antigua “chusma”, que se basaba en el ideal económico, como el ideal primordial de vida (la palabra hibrido viene del griego “hybris”, que significa no respeto por los dioses, impiedad). Este solo fundamentarse en lo económico-material, creció como verdad en el código social gracias a el materialismo histórico de Marx, por un lado, que sirvió de base para las justificaciones de los ideales de las clases proletarias, por el otro, la teoría de la evolución de Darwin, ayudo a la justificación de los ideales de las clases altas. Esta hibrides y falta de nobleza de los valores de la nueva sociedad burguesa, genero una ignorante mezcla de las nuevas ideas filosóficas, pero esa mezcla de valores e ideas solo fue el reflejo de lo que se formo a partir de esa esencia “del ultimo hombre”.
Nietzsche denuncia, de manera excelente, este síntoma social en un discurso que se llama “del país de la civilización”, “del país de la cultura”, según la traducción. yo lo traduciría “del país de la convención”.
Lo voy a transcribir acá.
Del país de la cultura
Demasiado me había adentrado yo volando en el futuro: un estremecimiento de horror se apoderó de mí. Y cuando miré en torno mío vi que el tiempo era mi único contemporáneo. Entonces huí hacia atrás, hacia el hogar -y cada vez más aprisa: así llegué a vosotros, hombres del presente, y al país de la cultura. Por vez primera llevaba yo conmigo unos ojos para veros, y grandes deseos: en verdad, con anhelo en el corazón llegué. Mas ¿qué me ocurrió? A pesar de mi angustia - ¡tuve que echarme a reír! ¡Nunca habían visto mis ojos algo tan abigarrado! Yo reía y reía mientras el pie aún me temblaba, así como el corazón: «¡Esta es sin duda la patria de todos los tarros de colores!» - dije. Con cincuenta chafarrinones teníais pintados el rostro y los miembros: ¡así estabais sentados, para mi asombro, hombres del presente!¡Y con cincuenta espejos a vuestro alrededor, que halagaban el juego de vuestros colores y lo reproducían! ¡En verdad, no podríais llevar mejor máscara, hombres del presente, que vuestro propio rostro! ¡Quién podría reconoceros!Emborronados con los signos del pasado, los cuales estaban a su vez embadurnados con otros signos: ¡así os habéis escondido bien de todos los intérpretes de signos. Y aún cuando se sea un escrutador de tripas; ¡quién creerá que vosotros tenéis tripas! De colores parecéis estar amasados, y de papeles encolados. Todas las épocas y todos los pueblos miran enredadamente desde vuestros velos; todas las costumbres y todas las creencias hablan confundidamente desde vuestros gestos. Quien os quitase velos y aderezos y colores y gestos: todavía tendría bastante para espantar a los pájaros con el resto. En verdad, yo mismo soy el pájaro espantado que una vez os vio desnudos y sin colores; y me escapé volando de allí cuando el esqueleto me hizo señas amorosas. ¡Preferiría ser jornalero en el submundo y entre las sombras del pasado! - ¡más gruesos y rellenos que vosotros son ciertamente los habitantes del submundo! ¡Esto, sí, esto es amargura para mis entrañas, el no soportaros ni desnudos ni vestidos a vosotros los hombres del presente! Todas las cosas siniestras del futuro, y todas las que alguna vez espantaron a pájaros extraviados, más confortables son, en verdad, y más familiares que vuestra «realidad». Pues habláis así: «Nosotros somos enteramente reales, y ajenos a la fe y a la superstición»: así hincháis el pecho ¡ay, aunque ni siquiera tenéis pechos! Sí, ¡cómo ibais a poder creer vosotros, gentes salpicadas de múltiples colores! - ¡si sois estampas de todo lo que alguna vez fue creído! Refutaciones ambulantes sois de la fe misma, y una torcedura de todos los pensamientos. Indignos de fe: ¡así os llamo yo a vosotros, hombres reales! Todas las épocas han parloteado unas contra otras en vuestros espíritus; ¡y los sueños y el parloteo de todas las épocas eran más reales incluso que vuestra vigilia! Estériles sois: por esoos falta a vosotros la fe. Pero el que tuvo que crear, ése tuvo siempre también sus sueños proféticos y sus signos estelares - ¡y creía en la fe! -
Puertas entreabiertas sois vosotros, junto a las cuales aguardan sepultureros. Y ésta es vuestra realidad: «Todo es digno de perecer». ¡Ay, cómo aparecéis ante mí, estériles, con qué costillas tan flacas! Y algunos de vosotros se han dado sin duda cuenta de ello. Y dijeron: «¿Es que un dios nos ha sustraído secretamente algo mientras dormíamos? ¡En verdad, bastante para formarse con ello una mujer! Asombrosa es la pobreza de nuestras costillas!», así han hablado ya algunos de los hombres del presente… Sí, risa me causáis, hombres del presente! , ¡Y especialmente cuando os asombráis de vosotros mismos! ¡Y ay de mí si no pudiera yo reírme de vuestro asombro y tuviera que tragarme todas las repugnantes cosas de vuestras escudillas! Pero quiero tomaros a la ligera, pues yo tengo que llevar cosas pesadas; ¡y qué me importa el que escarabajos y gusanos voladores se posen sobre mi carga! ¡En verdad, no por ello me ha de pesar más! Y no de vosotros, hombres del presente, debe llegarme a mí la gran fatiga. -¡Ay, a dónde debo ascender yo todavía con mi anhelo! Desde todas las altas montañas busco con la vista el país de mis padres y de mis madres.
Pero no he encontrado hogar en ningún sitio: un nómada soy yo en todas las ciudades, y una despedida junto a todas las puertas. Ajenos me son, y una burla, los hombres del presente, hacia quienes no hace mucho me empujaba el corazón; desterrado estoy del país de mis padres y de mis madres. Por ello amo yo ya tan sólo el país de mis hijos, el no descubierto, en el mar remoto: que lo busquen incesantemente ordeno yo a mis velas. En mis hijos quiero reparar el ser hijo de mis padres: ¡y en todo futuro - este presente!
Así habló Zaratustra.
Nunca nadie ni ninguna cosa que yo haya leído hasta ese momento describía tan bien la sensación que yo tenía cuando leí este discurso del Zarathustra, era como si cada palabra escrita por Nietzsche yo las hubiera sentido antes mil veces (no lo de los padres).
Nietzsche busca denunciar esa hipocresía que oculta esa falta de nobleza, ese vaciamiento de uno mismo solo para disfrazarse más cómodamente tras las verdades sociales de moda. Para eso tiene que borrar de los ojos de los hombres esa idea de progreso indefinido donde se apoya ese código social. Nietzsche busca arrancar esa base de la poderosa conciencia social.
Acá se pone divertido, Nietzsche es genial, nadie me hizo reír tanto con sus verdades, y no me río por subestimar, sino que me río porque imagino exactamente las situaciones descritas por Nietzsche, es muy grafico y muy intuitivo el hombre este. Leerlo a Nietzsche es tema delicado. Es muy difícil, pero a la vez, es también muy fácil entenderlo. Puede llegar a confundir mucho, y Nietzsche mismo lo sabe, lo hace a propósito y hasta nos advierte. Dice así en el discurso llamado “del hombre superior”:
“No me basta con que el rayo no dañe a nadie. No quiero desviarlo. Quiero enseñarle a trabajar para mí. Mi sabiduría se acumula, desde hace tiempo como una nube, cada vez más silenciosa y sombría. Así se comporta toda sabiduría que alguna vez ha de parir rayos.
Para esos hombres de hoy no quiero ser luz, ni ser llamado luz. A esos lo que quiero es cegarles. ¡Rayo de mi sabiduría, arráncales los ojos!
“Para esos “hombres de hoy” no quiero ser luz ni ser llamado luz”.
Pajarito, tamaño pajarito el Nietzsche este.
Los “hombres de hoy” son esos “hombres reales” del “país de la cultura”, son los hombres modernos, los hombres del anterior discurso de Nietzsche que primero transcribí. Son los hombres que enfrascados en sus miserias solo pueden pensar en como mejor adaptarse al hoy, para estar a la moda, arrastrándose, buscando engalanarse de disfraces lindos. Estos hombres solo pueden ver a Nietzsche como alguien “interesante”, como un loco lindo. Y por eso busca confundirlos. Dice:
“¡rayo de mi sabiduría, arráncales los ojos!
Personalmente creo que Nietzsche logro algo de eso que dice en el pasaje del hombre superior, creo que consiguióarrancarle los ojos a los modernos. Nietzsche fue el Edipo que se arrancó los ojos el mismo y a gran parte de la sociedad moderna. Nietzsche, según mi punto de vista, fue el artífice de la posmodernidad.
Porque Nietzsche fue alguien que vio la sociedad totalmente abismada. Y Nietzsche quiso que los que sean “capaces” de transformarse en “superhombre”, lleguen al desierto y entiendan. Esa era su utopia.
Nietzsche alcanza ver el abismo en el que esta el código de su sociedad porque se comprometió con su vida y sintió el peso del código social y de su abismo, vio su propio abismo, “su sombra” como él la llama, la enfrento casi toda su vida y lo denunció, en un discurso que se llama “entre las hijas del desierto”. En este discurso Nietzsche hace cantar a su “sombra” con un poema. Es una mirada retrospectiva sobre su propia vida. Es terrible.
Entre las hijas del desierto
El desierto crece; ¡desgraciado quien cobija desiertos!
¡Ah!
¡Qué solemnidad!
¡Digno comienzo
de una africana solemnidad!
Digno de un león
o de un predicador moral...;
..mas no para vosotras,
amigas deliciosas,
a cuyos pies
está permitido sentar
bajo las hojas de las palmeras
a un europeo. Selah.
¡Extraño, en verdad!
Que aquí esté yo sentado,
tan cerca del desierto y, sin embargo,
tan lejos a la par; devorado
por el oasis más pequeño,
pues bostezando abría
precisamente ahora su diminuta boca encantadora,
de todas las boquitas la más perfumada;
¡y al fondo he caído, al pasar...
entre vosotras, mis deliciosas amigas! Selah.
¡Gloria, gloria a aquella ballena
que con su huésped quiso ser tan buena!
¿Comprendéis mi erudita alusión?...
Gloria también a su vientre
si fue, como éste,
vientre de un oasis encantador;
pero lo pongo en duda,
pues vengo de Europa,
que es más incrédula que todas las esposas de cierta edad.
¡Qué Dios la mejore!
¡Amén!
Heme, pues, aquí, sentado,
de todos los oasis, en el más pequeño,
semejante a un dátil,
dorado, dulce, moreno,
sediento de una boca redonda de doncella,
y más aún de dientes caninos,
de dientes femeninos,
cortantes, como la nieve blancos,
como la nieve fríos,
pues por ella languidecerá
de los ardientes dátiles el corazón. Selah.
Semejante a estos frutos tropicales.
Demasiado semejante,
estoy aquí acostado,
de pequeños insectos halados rodeado,
y también de ideas y deseos,
todavía más pequeños,
pero más perversos y más locos;
rodeado por vosotras, jovencitas,
por vosotras, gatitas,
mudas y llenas de temores,
Dudu y Suleika
—ensphinxé, si en una nueva palabra
muchos sentimientos quiero expresar.
(¡Que Dios me perdone
mi manera de hablar!)—
el aire más puro, aquí sentado, estoy respirando,
el aire del paraíso, en verdad,
aire ligero y transparente,
por dardos de oro surcado,
tan bueno como nunca
cayó de la luna...
¿Fue casualidad o fue presunción,
como cuentan los viejos poetas,
la causa de esta fortuna?
Pero yo, el escéptico, de ello he de dudar;
es que vengo
de Europa
que es más incrédula que todas las esposas de cierta edad.
¡Que Dios la mejore! ¡Amén!
Bebiendo el aire más bello
con la copa de mi nariz dilatada.
Así estoy aquí sentado,
deliciosas amiguitas,
sin porvenir, sin recuerdo,
y contemplo la palmera que,
cual una bailarina
se curva, se dobla y, sobre las caderas, se cimbrea
...¡se la imita, cuando mucho se la contempla;
como una bailarina que, tal vez,
se ha mantenido en peligro, demasiado tiempo
sobre un pie!;
...¡ella olvidó, éste es mi parecer, el otro pie!
Pues en vano he buscado
el tesoro hermano
bajo el flotante abanico
de sus faldas de andrajos.
¡Oh bellas amigas, creedme lo que os digo:
os digo que ella lo ha perdido!...
¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
¡Este pie
para siempre
se ha debido marchar!
Para el otro pie, tan gracioso, qué gran daño;
¿dónde podrá detenerse, en su tristeza abandonado,
este pie solitario?
¿A un monstruo perverso, a un rubio león
de melena de oro, temerá quizá?
¡Mascado, roído,
suciamente roído, quizás está ya! Selah.
¡Oh, no lloréis más,
tiernos corazones,
corazones de dátil, senos de leche,
corazones de regaliz,
no lloréis más!
¡Suleika, sé hombre! ¡Valor! ¡Valor!
¡Pálida Dudu,
no llores más!
O, quizás aquí,
¿tal vez convendrá
una embalsamada máxima,
una máxima solemne,
algo; con que el corazón tonificar?
¡Sube, sube, dignidad!
¡Sopla, sopla otra vez
fuelle de la virtud!
¡Ah!
¡Rugir una vez mas,
rugir moralmente,
como un león moral;
rugir entre las hijas del desierto!
Porque los rugidos de la virtud,
jovencitas deliciosas,
más que nada son
los ardores del europeo,
el hambre canina del hombre de Europa!
¡Heme aquí ya,
yo, el europeo,
no lo puedo evitar!
¡Dios me ayudará! Amén.
El desierto crece; ¡desgraciado quien cobija desiertos!
Rechina piedra contra piedra,
el desierto engulle y liquida,
Mira ardiente, parda la muerte colosal
Y mastica; su vida es masticar...
No olvidéis hombre; al que ha consumido el deleite;
tú eres la piedra, el desierto, eres la muerte...
Nietzsche describe de una manera terrible el cómodo oasis de la incredulidad europea donde el cayó. Cayó seducido por las hijas del desierto…
Al contrario de Jonás la panza de la ballena en la que el vivió Nietzsche, fue muy cómoda, tan cómoda como difícil de sacársela después. Termina diciendo: “¡Dios me ayudara! Amén”.
¿A cuantos de nosotros, occidentales, nos paso lo mismo? ¿No es exactamente lo que los musulmanes critican de nosotros? (igual los musulmanes no se que cosas entienden y no esta bueno generalizar). Estamos contaminados de esa mentalidad dudosa, “pilatesca” (de Pilatos), por la ciencia, las finanzas, y todas esas cosas que nos otorgan cierta seguridad sobre lo material, y toda nuestra vida nos la pasamos especulando en como acomodarnos y adormecernos mejor en el nuestro cómodo oasis de la incredulidad y la falsa seguridad…
Esta incredulidad, esta sensación de carecer de camino a seguir, sucede cuando los códigos de la sociedad se tergiversan tanto que dejan al hombre imposibilitado a animarse a discernir algo por el mismo, y dentro de ese caos solo ve la posibilidad de acomodarse mejor a lo que “el mundo” ofrece. Vencer, arrojar, animarse a ver con que mecanismos es el que actúa la tentación de “el mundo” hoy día es algo muy complicado.
Cuando esa sensación de imposibilidad frente a “el mundo” tiñe la mirada “social” de los hombres, entonces, comienzan de chiquitos nomás a optar por eso, a venderse a el. Y así, cuando los hombres optan por esta comodidad, se empiezan a mezclar cada vez más dos códigos diferentes del mundo, el masculino y el femenino. Cuando la tergiversación se hace muy grande, el hombre, para “no parecer” malo o lo que es peor para acomodarse mejor, comienza a entender, utilizar y aceptar “naturalmente” el código femenino. Y esto de alguna manera es necesario para el hombre, a causa del pecado original. Pero cuando la tergiversación es demasiado grande, ya los hombres pierden de vista de donde surge esta manera de actuar, de donde viene, y la comienzan a tomar por un comportamiento que “se debe” cumplir. Y acá estamos complicados. Esta manera de ser es desde donde surge el fariseismo.
Todas las mas grandes civilizaciones cuando llegan a su apogeo material, Grecia, roma, hoy, empieza a ser tan explicito este código que se comienza a expresar en el mismo comportamiento de las personas.
El apóstol Pablo cuando se refiere a la homosexualidad de los griegos y los romanos dice que es un castigo por el ateismo de los páganos (capitulo I carta a los romanos). ¿Que intuye y quiere decir Pablo con un lenguaje del siglo I?
Para mi Pablo dice la verdad y lo que quiere decir es que esta distorsión de la sexualidad se da por un exceso de necedad, por una pura necedad, inadvertida, producto de una mala educación, de no querer aceptar lo que es diferente a mi, de no querer y no poder aceptar y arriesgar con algo distinto a lo que yo soy, solo aceptando la calidez de lo mío, de lo que yo acepte sin ser todavía conciente, sin esfuerzo, tomándolo como natural.
Pero como más arriba explique el hombre ya no esta mas en armonía con Dios, no esta en armonía con la verdad, no puede ser más “natural”. Tratar de hacer eso solo seria engañarnos. Se tiene que esforzar por alcanzar el reino de Dios, no “el reino natural”. ¿Como se va a buscar ser natural? Buscar tratar de ser yo natural seria artificializar lo natural. Y eso es pura estupidez.
3- El dragon le cede poder a la bestia del mar: el abismo se ablanda; el desierto se transforma en el mar.
Esta mezcla entre los códigos masculino y femenino que se esta dando en estos días, es a causa de que se esta desmoronando socialmente ciertas verdades que justificaban el diferente comportamiento social del hombre y la mujer.
Pablo en su carta 2da a los tesalonicenses habla del “katejoos”.
“Ahora, hermanos, en cuanto al regreso de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos que no cambiéis fácilmente de manera de pensar ni os dejéis asustar por ningún mensaje espiritual, discurso o carta que recibáis, como si fuera nuestra, diciendo que el día del Señor ya ha llegado. No os dejéis engañar de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición. Este es el enemigo que se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o merece ser adorado, y llega incluso a instalar su trono en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.
¿No recordáis que ya os hablaba de esto mientras estaba aún entre vosotros? Y ahora sabéis qué es lo que le obstaculiza, para que no aparezca antes de su debido tiempo. Porque el ministerio de la impiedad ya está actuando. Tan sólo con que sea quitado de en medio el “obstaculizante”, entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la Manifestación de su Venida.
La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios, engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado.
Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira,
para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.
Siempre hemos de dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os escogió para que fuerais los primeros en alcanzar la salvación por medio del Espíritu que os consagra y de la verdad en la que habéis creído. Para esto os llamó Dios por medio del evangelio que os anunciamos: para que lleguéis a tener parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” (2 tesalonicenses 2, 1-17).
Pablo da por sabido que sus compañeros de fe saben bien que era el “obstaculizante”.
El katejoos, u “obstaculizante”, es el impedimento que no deja que el anticristo, el hombre sin ley, el que “no ha sido desde el principio”, se manifieste plenamente.
Para que regrese Jesús, antes tiene que manifestarse el hombre sin ley, y hay algo que impide esto, Pablo lo llama “lo que obstaculiza”, katejoos en griego. Este katejoos es la tensión que genera el orden del imperio, de la ley mundana, tensión que se mantiene por el enfrentamiento entre los distintos dragones de las culturas.
Esta tensión entre reino y reino, mejor dicho: esta tensión entre dragón y dragón justifica cierto orden externo entre los individuos de las sociedades, cierta “bondad” de unos con otros, porque estas se deben mantener fuertes para que otra cultura no los asimile, “otro dragón no se los trague”. Este estado tensión se mantiene por cierto estado de ley mundana, de idiosincrasia cultural que los hombres respetan para lograr mantener un orden donde pueden vivir, por lo menos por un tiempo. Pero este orden no viene de la paz de nuestro Señor, porque todavía El no es El que reina en el mundo. Esta paz, es una paz momentánea, una paz de muerte, “como la da el mundo” como le dice Jesús a sus apóstoles en el evangelio de Juan.
“Les dejo mi paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo.”. (Juan 14,27).
Jesús también dice así cuando se refiere a como se deben dar las condiciones antes del tiempo de su segunda venida:
No se alarmen cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras: es necesario que esto ocurra, pero todavía no será el fin.
Se levantará nación contra nación y reino contra reino… (Marcos 13, 7-8)
Lo que dice Pablo en esa carta, es que luego de un periodo de enfrentamientos entre los dragones que mantienen el “katejoos”, por medio de engaños y supuestas señales milagrosas, como la tecnología de hoy día, esa tensión va a dejar de existir entre los hombres y es entonces cuando se va a crear el estado de cosas para que se muestre sin ninguna mascara el verdadero “hombre sin ley”, “el impío”, “el hijo de la perdición”, el que “no ha sido desde el principio”. La bestia del mar o anticristo como los llama san Juan.
Cuando el hombre alcanza un estado de bienestar en el que no siente necesitar nada de Dios, en el que comienza a creer que solo por sus propios fuerzas y según sus propios planes puede hacer lo que él quiera ya no le interesa mantener nada fuera de si mismo, ni siquiera ese orden del imperio o de la necesidad porque gracias a los artificios de la “bestia de la tierra” los falsos profetas: la religión falsificada y facilitada por la comodidad en las creencias de los hombres que nos dan los avances tecnológicos, la famosa religión “hecha a nuestra medida” o hacer a Dios a nuestro gusto o adorar baales. Digo, gracias a los artificios de esta bestia los hombres ya no creemos necesitar de nada más que de nosotros mismos, necesitamos formar “nuestra personalidad”, “estar conformes con nosotros mismos”, “tener la autoestima alta” y esa sarta de sanatas autocomplacientes.
En el Apocalipsis dice que la bestia de la tierra se pone en servicio de la bestia del mar. Juan así dice en el Apocalipsis:
Vi luego otra Bestia que surgía de la tierra y tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como un dragón.
Ejerce todo el poder de la primera Bestia en servicio de ésta, haciendo que la tierra y sus habitantes adoren a la primera Bestia, cuya herida mortal había sido curada.
Realiza grandes señales, hasta hacer bajar ante la gente fuego del cielo a la tierra;
y seduce a los habitantes de la tierra con las señales que le ha sido concedido obrar al servicio de la Bestia, diciendo a los habitantes de la tierra que hagan una imagen en honor de la Bestia que, teniendo la herida de la espada, revivió.
Se le concedió infundir el aliento a la imagen de la Bestia, de suerte que pudiera incluso hablar la imagen de la Bestia y hacer que fueran exterminados cuantos no adoraran la imagen de la Bestia.
Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente,
y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666. (Apoc 12, 11-18)
666 simboliza la inmanencia absoluta, las coordenadas del espacio: el alto, el largo y la profundidad, el espacio de representación del hombre, su imaginación y vida espiritual, se vuelven acabadas y cerradas para el tiempo y el Espíritu Santo que fluye sobre el tiempo liberando a los hombres, representa la absoluta incapacidad para plenificarse, de realizarse en el espíritu, porque esta “cifra” vuelve al hombre incapaz de reconocer el Espíritu través del los signos de los tiempos y representa la imperfección pura, una desconexión total con la jerarquía temporal que nos deja sin poder alcanzar la vida eterna, la completa incapacidad de sentir piedad ante la jerarquía temporal, por indiferencia e incapacidad de sentir y reconocer la eternidad de nuestros actos.
San Juan dice que es la cifra de un hombre pues es el hombre el único ser que puede elegir ser redimido, pero es el hombre también quien puede elegir negar constantemente esta redención, que esta condenado al igual que Edipo, sin saberlo y sin sufrirlo- mientras estevivo-. 666 es la “cifra” que maneja el ensimismamiento total de este tipo de hombre: del hijo de la perdición, del impío, del hombre sin ley, del “a-nomos” como dice en griego Pablo.
Los hombres que no generan esa imagen inmanente de sí mismos, los que no se dejan encapsular cómodamente atrás de una creencia armada a medida de uno, su “personalidad” (según la bestia), los hombres que no aceptan esto quieren y quieren enfrentar “el mundo”, su movimiento y corrupción, porque no aceptan que “las cosas son así”, son vencidos por el espíritu de la bestia por un tiempo según san Juan, pero por un tiempo corto gracias a Dios. Pero a lo que voy es a ese “las cosas son así” del saber popular, esa especie de resignación frente al espíritu del mundo muestra bien como nos sentimos aprisionados por ese espíritu inmanente de cada época que obliga a tener que usarlo para poder intercambiar, “negociar” (como judas) con el mundo:
El Apocalipsis habla de una marca en la frente o en la mano porque esta manera de actuar o de pensar, formando imágenes artificiales de nosotros mismos, adorándolas para mantenernos dentro del sistema y sentirnos aceptados dentro él, o de la panza de un Leviatán o devorados por “la bestia”, hace que tengamos una manera de actuar, enfrentar la realidad con el pensamiento o con la acción que hace que no salgamos más de ese círculo egotista yvicioso de la adoración de si mismo, del hombre por el hombre. Queremos ser aceptados por este engendro del momento que gobierna y adormece los espíritus de los hombres, pero nos alejamos cada vez mas de nuestro santuario más íntimo, la sensación de nuestra alma.
El antiguo testamento es la revelación del Padre, los Evangelios son la revelación del Hijo del Hombre, el Apocalipsis es la revelación del Espíritu Santo.
Apocalipsis significa revelación y es la revelación dada por el ángel de Jesús, donde se describe el actuar de los ángeles de Dios, del Espíritu Santo, en la historia de los hombres. Describe sobre todo, desde la ascensión de Jesús a los cielos, hasta la segunda venida de nuestro Señor.
En la revelación del espíritu Santo, es la mirada del Espíritu Santo, mirada angelical, llena de inteligencia y se describen todas las cosas que los ángeles, inteligencias puras, hacen a los hombres, son cosas provocadas por los mismos hombres y por eso permitidas por Dios, el Padre de todo lo viviente. Los males son causados por la falta de reconocimiento de Cristo como rey del universo, que fue crucificado por los hombres en la tierra, falta de reconocimiento que va aumentando a lo largo del tiempo, y concluye con el espíritu de “la bestia del mar”. Esta falta de reconocimiento de los momentos de Dios, de la jerarquía dada por Dios, va desgastando la debida piedad de los hombres hacia las cosas de Dios, hasta llegar al espíritu del anticristo, que las llega a despreciar explícitamente, haciendose “el justo”.
Todo los males y plagas espirituales van a cesar cuando por fin todos los hombres podamos reconocer la importancia radical que tiene el sacrifico de Jesús, la jerarquía dada por Dios, y de esta manera poder insertarnos nuevamente en el plan del Dios de todo lo viviente, no lo crucifiquemos mas a nuestro Señor, que la tentación del mundo en nosotros no lo crucifique , sino que venciéndola, lo hagamos reinar en el.
Lo que crucifica a nuestro Señor es el espíritu el fariseísmo, tergiversación de la ley de Dios, por esto es tan importante el Apocalipsis, y cuando los fariseos dejen de crucificar a Jesús y sea desenmascarado este espíritu, recién ahí es cuando Jesús va a reinar para bien de todos, y ganaremos la vida eterna para todos. Esto tiene que ver con la conversión del pueblo de Dios, Israel. San Pablo lo muestra bien en su carta a los romanos capítulos 9, 10 y 11.
Una mirada de cómo sucedió, va sucediendo y tiene que suceder esto voy a dar en la parte quinta de este escrito.
Pero ahora este espíritu de la bestia del mar, que no respeta fronteras materiales, se mete en todos lados, hasta en la misma religión. Y es esa religión basada en el espíritu inmanente de los baales materiales, religión falsificada que confunde a todos y martiriza a los justos es eso que el danés Soren Kierkegaard se canso de denunciar de su propia iglesia. Este hombre, en un escrito que se encuentra en su diario personal (y también escribió en su periódico “el instante”), que fue publicado después de su muerte, acusa a los profesores y a los pastores luteranos de “antropófagos”, caníbales. Dice que ellos viven de contar historias de los santos y de los mártires pero que ellos no están dispuestos a seguirlos o a obedecerlos, los llama caníbales porque viven de la sangre de los mártires que construyeron la iglesia.
En otro pasaje del Apocalipsis de Juan dice así sobre la bestia:
Entonces vino uno de los siete Ángeles que llevaban las siete copas y me habló: "Ven, que te voy a mostrar el juicio de la célebre Ramera, que se sienta sobre grandes aguas,
con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución."Me trasladó en espíritu al desierto. Y vi una mujer, sentada sobre una Bestia de color escarlata, cubierta de títulos blasfemos; la Bestia tenía siete cabezas y diez cuernos.
La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas; llevaba en su mano una copa de oro llena de abominaciones, y también las impurezas de su prostitución,
y en su frente un nombre escrito - un misterio -: "La Gran Babilonia, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra."
Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús. Y me asombré grandemente al verla;
pero el Ángel me dijo: "¿Por qué te asombras? Voy a explicarte el misterio de la mujer y de la Bestia que la lleva, la que tiene siete cabezas y diez cuernos.
"La Bestia que has visto, era y ya no es; y va a subir del Abismo pero camina hacia su destrucción. Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue inscrito desde la creación del mundo en el libro de la vida, se maravillarán al ver que la Bestia era y ya no es, pero que reaparecerá.
Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer. "Son también siete reyes:
cinco han caído, uno es, y el otro no ha llegado aún. Y cuando llegue, habrá de durar poco tiempo.
Y la Bestia, que era y ya no es, hace el octavo, pero es uno de los siete; y camina hacia su destrucción.
Los diez cuernos que has visto son diez reyes que no han recibido aún el reino; pero recibirán con la Bestia la potestad real, sólo por una hora.
Están todos de acuerdo en entregar a la Bestia el poder y la potestad que ellos tienen.
Estos harán la guerra al Cordero, pero el Cordero, como es Señor de Señores y Rey de Reyes, los vencerá en unión con los suyos, los llamados y elegidos y fieles."
Me dijo además: "Las aguas que has visto, donde está sentada la Ramera, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.
Y los diez cuernos que has visto y la Bestia, van a aborrecer a la Ramera; la dejarán sola y desnuda, comerán sus carnes y la consumirán por el fuego;
porque Dios les ha inspirado la resolución de ejecutar su propio plan, y de ponerse de acuerdo en entregar la soberanía que tienen a la Bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios.
Y la mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que tiene la soberanía sobre los reyes de la tierra.
(Apoc 17, 1-18)
Juan es llevado en espíritu al desierto a una evolución de la tierra muy diferente del camino propuesto por Dios, por eso san Juan se asombra “grandemente al verla”.
La mujer que se embriaga de la sangre de los mártires se puede representar como el sentimiento religioso falsificado o el instinto religioso adulterado, suavizado para dominar la contranaturaleza del poder mundano de la bestia, que solo considera una trascendencia terrenal. Entre estos falsos profetas están desde los grandes gurues de los negocios hasta los religiosos que mal utilizan su poder, desde los políticos y grandes estadistas que solo se acomodan y se arrodillan ante el movimiento financiero, hasta los empresarios y científicos que en su visión solo les interesa una seguridad “temporal” y corrompen toda la tierra y todo el lenguaje de los hombres.
Esta mujer vestida de “púrpura y escarlata”, en el desierto, jineteando la bestia, es la religión falsificada que al igual que una mujer corrompida, forma imágenes artificiales de si misma, “se engalana” pero no para el esposo sino para si misma según lo que dice la sociedad de si misma.
“estoy sentada como una reina, no soy viuda y jamás conoceré el duelo”(Apocalipsis 18, 1-18
Se engalana para dominar a la bestia, pero este engalanamiento tiene un costo altísimo, la sangre de los mártires y de los santos,
Esta sociedad religiosa corrompida, se asemeja a una mujer corrompida que formando imágenes de si misma solo para atraer y dominar. Es lo contrario a la otra mujer, a “la mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de doce estrellas”.
Este riesgo de “suavizar” la religión es lo que se advierte a los cristianos de la última iglesia que describe el libro del Apocalipsis, la iglesia de Loadicea.
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojala fueses frío o caliente!
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete”.
(APOCALIPSIS 3, 14-20)
Este riesgo de la tibieza sucede porque, como mas arriba escribíamos, los dos códigos, el masculino y el femenino comienzan a mezclarse, esa mezcla es lo que simboliza la prostituta sobre la bestia bebiendo la sangre de los mártires, mezcla contranatural de la cual el propio Juan se “asombra grandemente al verla”, es un muy gran misterio, como tiene escrito la prostituta en su frente. Esta otra evolución, en el desierto, es lo que es un misterio para Juan, ¿para que existe? En el final le explica el símbolo:
“Y la mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que tiene la soberanía sobre los reyes de la tierra.”(apoc 17, 1-18)
Esta mezcla, termina de simbolizar Juan, se da sobre todos en las grandes urbes alejadas de la verdad de la naturaleza pero, a través de artificios como las tecnologías y ciencias, dominadoras de esta. Dominadoras por “un tiempo”.
¿Habrá sido la caída de la unión soviética el último bastión del Katejoos? ¿Habrá empezado ya el dragón a cederle el poder a la “bestia del mar”?
Yo creo que si, personalmente creo que el Katejoos dejo de existir alrededor del año 1983.
En esta 4ta parte voy a tratar de mostrar como pueda cuales son los mecanismos “psicológicos” (psije significa alma en griego) que favorecen el código y el lenguaje que adora y le da fuerzas “a la bestia.” Después, en la última parte de este escrito, voy a exponer un discernimiento de los signos de los tiempos y voy a tratar de discernir que fue lo que paso por la historia, cuales fueron los puntos críticos, en que momento histórico nos encontramos y hacia donde debemos apuntar para salir de donde hemos caído.
Y sigo con Nietzsche. Este hombre se confundió mucho. Culpa de esa confusión confundió mucho también a las demás personas y cuando creyó “despertarse” de estas cosas, era grande, vio las hipocresías y las confusiones terribles del código de contranaturaleza moral que, durante siglos, se fue creando entre los hombres por creer necesitar convivir dentro de un código social.
Creyó en un cambio, pero creyó también que, para que ese cambio se dé, además de su denuncia tenía que pasar “algo” que deje al descubierto ese abismo, esa mentira, esa contranaturaleza en la que quedo envuelta la sociedad europeo-occidental. Ese “algo” que el preveía que iba a pasar pasó, la primera y la segunda guerras mundiales.
Para Nietzsche esa falsa línea recta histórico-temporalbasada en la confianza total en el progreso de la humanidad en un mas adelante, es producto de la secularización de la idea de un “mas allá”, del cielo cristiano.
Por eso Nietzsche se empeña tanto en combatir la ideología cristiana. Piensa que esta mal y que es un engaño que lo único que hace es hacer soportable la existencia pensando en un “más adelante” glorioso. Nietzsche piensa que esta facilidad para desviar la mirada del presente es la principal responsable de generar cada vez más esa hipocresía que aleja a los hombres de la naturaleza, generando un “abismo” entre el presente terrestre y un futuro “ideal”. Se equivoco mucho el pobre hombre.
Nietzsche combate “el cielo” con la idea del eterno retorno.
El eterno retorno es algo así como terminar de cerrar el círculo de una manera "científica", racional, la continuidad de la vida más allá de la muerte. Dice algo menos así: como nosotros estamos formados por una cantidad de partículas finitas, al ser el universo infinito, la posibilidad de que se conjuguen las partículas nuestras es infinita también, por lo tanto también todo lo que vivimos y lo que vamos a vivir se va a repetir eternamente, una infinidad de veces.
Pero Nietzsche lo que no entiende o parece no entender es que ese retorno no es algo macrocósmico, o sea que afecta al tiempo y a todo el universo. El eterno retorno, es la simple posibilidad de poder volver al instante de la vida nuevo, puro y limpio, sin ningún tipo de abstracción que obstaculice el desarrollo de los sentimientos más vitales y verdaderos. El eterno retorno es la repetición según Kierkegaard. Pero el problema de Nietzsche es que al no haber podido enfrentar el paradigma científico-matemático-naturalista no puede con ese conocimiento, no puede creer y entonces le sigue dando existencia real al tiempo. Nietzsche le estaba dando realidad al tiempo, cuando este es solo una posibilidad para el hombre. "científicamente" no se puede saber cuanto tiempo se va a vivir en esta realidad, el tiempo nunca deja de ser una posibilidad para el hombre. Al tiempo lo podemos considerar como una posibilidad, no como una realidad. Son cosas muy distintas. Es la posibilidad de relación material que solo el hombre puede admirar gracias al conocimiento que nos dio "el árbol del medio del jardin", la causalidad, la dualidad, acción-reacción, causa-efecto, bien y mal, ser o no ser… de donde sacamos ese “no ser absoluto”? si por cualquier lugar donde miremos vemos “algo”, vemos ser? donde esta el puro no-ser? La serpiente nos engaño feo. La serpiente nos da el conocimiento de esas relaciones materiales-temporales. La base de esas relaciones es la causalidad. Nietzsche con su eterno retorno y las cadenas de causalidad, termina por esclavizar, abstractamente-virtualmente a la tierra, al hombre. ¿De que sirve atrapar al hombre virtualmente, abstractamente a la tierra? Es una contradicción, una contradicción que si no nos esforzamos por superar, nos atrapa muy cómodamente, nos adormece.
Nietzsche, si se quiere decirlo de alguna manera, es el “teórico del abismo”, o “el ángel del abismo” como dice Juan en el Apocalipsis.
La posibilidad del eterno retorno mirada desde un punto de vista cristiano de la existencia, como el de Kierkegaard en la repetición, es el regalo del infinito amor del Padre que gracias al sacrificio de Jesús, que pudo cumplir con Su voluntad “perfectamente”, acabadamente, hasta el final como escrito estaba en las escrituras, nos permite poder volver siempre a El. Dios como persona nos muestra el perdón y la infinita posibilidad de poder volver al Padre mientras estamos vivos.
Pero esa infinita posibilidad se vive a cada instante mientras “somos vivos”. Y “somos vivos” si aprendimos, como sea pero constantemente, que ser vivos es seguir, amar el testimonio del Dios vivo en este mundo.
La idea del eterno retorno no surge en el hombre porque vamos a vivir esta misma vida tal cual una infinidad de veces como Nietzsche creyó auto-engañado. Es exactamente lo contrario. La verdad de esa intuición radica en la fe que nos señala verdaderamente la posibilidad que a cada instante podemos cambiar y liberarnos de una sola perspectiva esclavizante. Dios es infinito y como lo esencial en Dios es su amor, su amor es el que nos libera sumergiéndonos, haciéndonos sentir esa infinitud. Ese es, creo, el significado del bautismo. Pero, para bautizarse hay que tener fe, o los padres y padrinos se deben encargar de que la persona trate de seguir el camino de fe.
Nietzsche estaba errado porque no creía, no quería creer, para tener algo de fe por lo menos hay que aceptarla. Si hubiese creído y no se hubiera cerrado en prejuicios medio aristocráticos, científicos y artísticos no comprometidos y “del buen gusto”, hubiese capaz visto la realidad de la Fe. Porque la Fe nos sirve mientras vivimos en este mundo, nos sirve para tener la suficiente fuerza espiritual, mental de evitar caer en errores y fijezas, “reacciones causales”, para poder limpiarnos de toda esa pesadez. Jesús venció la muerte, venció el mundo, no tenemos que “reaccionar” ante nadie ni ante nada más que Jesús.
Por eso insisto que el error simplemente le sucede porque desvaloriza la fe como algo vital. La filosofía de nietzsche es muy engañosa porque es casi perfecta, la segunda verdad es la menos verdad de todas, no hay segunda verdad, seguimos presa del pensamiento causal si aceptamos la verdad como algo cuantitativo y no como algo cualitativo.
Pero lo bueno es que Nietzsche hizo todo esto sinceramente, o sea reconoció esa falta de Fe, y la busco hasta el final en algo. Se quedó con eso de la voluntad de poder y el eterno retorno porque le cerraban las cuentas de su filosofía, pero sin darse cuenta le estaba dando existencia real a algo que solo se basa en posibilidades de relaciones materiales y en el momento que esas relaciones materiales acaban con la muerte, acaba también ese conocimiento basado en la temporalidad y en la causalidad. Lo único que puede vencer ese fin de todo, esa muerte, es la fuerza de mi creencia en la resurrección de Cristo. Eso Nietzsche no lo pude ver porque "las causas científicas" de su época todavía no le habían demostrado lo contrario. Quedo medio como enredado con eso. Nietzsche era resultadista, competitivo, quería “demostrar” al mundo quien creía que era el, y como creía solo en esa competencia, el espíritu de “agon” de los antiguos griegos, se quedo “agonizando” ahí porque veía que los resultados le demostraban la razón. Por eso se olvido un detalle. “Felices los que creen sin ver” dijo Jesús a tomas “el mellizo”
Nietzsche “se pone en la piel” de Zarathustra “un libro para todos y para nadie”, Zarathustra fue un iniciado persa que introdujo en el mundo la doctrina del bien y del mal, y del devenir. Zarathustra fue el que descubrió el origen de la dualidad en el mundo material, de que algo que es bueno hoy, sino evoluciona de acuerdo a lo que lo rodea, malo puede ser mañana. Por eso esa dualidad la toma como un principio absoluto y le da el tiempo absoluto el papel de generador de todo el cosmos porque desde el “tiempo absoluto” se origina la posibilidad de contemplar la verdad de esa dualidad.
Como escribí arriba, lo atado al tiempo, a la tradición, a la ley, se cerró con Juan el bautista.
Desde que “la palabra se hizo hombre y habito entre nosotros”, la tradición, la ley temporal que se origina de la palabra ya no es lo esencial, lo esencial es la palabra de Dios, porque se hizo hombre, lo esencial es comprender que significa y como hacer para “adorar” a el Dios-hombre. Ahora no hay que mirar para atrás sino ir para adelante, porque desde que Jesús nos puede dar vida eterna, el tiempo dejo de ser una categoría absoluta para el hombre, no tenemos mas la necesidad de ver lo viejo para no equivocarnos, debemos cumplir la ley pero no por temor a equivocarnos sino que debemos confiar que la esencia de esa ley es amor, como Jesús lo demostró en su sacrificio, tener fe y simplemente tratar vivir y contagiar la fe desde donde se genera esa vida. Lo no revelado por la fe, o sea, el conocimiento que se origina de la ley natural y el orden social, se genera por la experiencia, eso significa que el hombre necesita de tiempo para poder desarrollarlo y conocerlo, significa que para el conocimiento del hombre, el tiempo, es una categoría absoluta (eso es lo que el principio de incertidumbre y la teoría cuántica dicen a un hombre. “La probabilidad” es probabilidad en el tiempo). Hasta ahí Zarathustra perfecto. Pero desde que el hijo del Dios de la vida camino entre nosotros, desde que el “Yo soy” se hizo hombre ya no tenemos más necesidad de ese conocimiento para conservar la vida porque no necesitamos más conservarla, la vida del hombre, si el hombre cree en la palabra, se emancipó del tiempo y se hizo eterna. Por lo tanto, ahora, si conservamos la vida porque seguimos creyendo en la realidad del tiempo como algo absoluto para nosotros, la estamos perdiendo desgastándola en cosas que no son más esenciales. Ahora, Jesús, con su sacrificio y resurrección nos enseño que para superar esa tendencia a controlar nuestra vida a partir del conocimiento (ley) y del tiempo (muerte), tenemos que sentir y querer dar nuestra vida, eso es lo que significa el verdadero amor, el amor que Jesús nos vino a mostrar.
Les digo: el que quiera salvarse a sí mismo se perderá, y el que pierda su vida por causa mía, se salvará.(Lucas 9, 24)
Y El lo pudo realizar porque El es el hijo del Dios de la vida, a El, Dios le dio el poder de dar la vida, solo El y a través de El se pueden hacer todas las cosas nuevas. Jesús es el alfa y el omega, en el cuerpo de El, la dualidad de lo eterno y lo mutable, la dualidad del Dios-hombre fue unificada, se creo la nueva alianza y el misterio Dios ya no es solo uno, sino trino. El venció a la muerte en la resurrección, El es el que puede hacer todas las cosas nuevas, el tiempo ya no tiene poder sobre el, El es el que nos da la verdadera vida a los hombres.
“y el que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas la cosas” y agrego “escribe que estas palabras son verdaderas y dignas de crédito. ¡Ya esta! Yo soy el alfa y el omega, el principio y el fin. Al que tiene sed yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.”(Apocalipsis 21, 5-6)
Por eso repito lo que Jesús le dijo a Tomas “el mellizo”:debemos ELEGIR que queremos creer, no todo termina en buscar y “ver” el objeto o conocimiento que confirme nuestra teoría, porque lo único que conseguiríamos sería que la búsqueda y la conservación de esa conciencia del tiempo nos desparrame por lugares que no podemos abarcar con el sentimiento y eso nos quitaría toda nuestra fuerza y vitalidad.
Por eso yo creo que solo debemos conocer hasta poder elegir donde vamos a poner nuestro sentimiento vital. Y hay que dejar de especular, y arriesgar ese sentimiento vital, nuestro talento. Desde ahora se proclama el reino de los cielos. En la parábola de los talentos ya nos avisaron que les pasaba a los que lo enterraban, así que hay que arriesgar, hay que creer.
Nietzsche cree vencer la idea en un más allá glorioso que evita mirar la hipocresía del presente al acabar con la idea errónea, según el, de tiempo lineal (el eterno retorno hace del tiempo un círculo). Pero se equivoca porque el sigue mirando con los ojos de su propio paradigma, no puede creer sin ver, mira desde la ciencia, colectivamente al hombre, desde la causalidad busca dar explicación a algo que es una cuestión de fe, de fuerza espiritual personal, algo interior, y en esto no cabe en ninguna explicación colectiva, es algo que pertenece a la conciencia, al yo de cada hombre.
En verdad, seguramente, Nietzsche conocía algo de lo que hacia: “Así hablo Zarathustra”, como el mismo aclara bajo ese titulo, es “un libro para todos y para nadie”.
Esta irresponsabilidad casi inevitable le ocurrió porque como ahí arriba escribí, en la época en que Nietzsche vivió, todavía se creía ciegamente en el avance descomunal de la ciencia y la razón (Nietzsche mismo se creía “un destino”). Por eso todos podían echar el fardo mas delante, “por una causa”, tipo para el mañana, “por que mañana estemos mejor”.
Cuando se puso en tela de juicio las bondades de ese mañana o directamente que ese mañana exista, esa falsa nobleza o sacrificio en pos de una idea empezó a desenmascararse. Luego de las guerras mundiales, la sociedad, sí perdió ese plus de confianza en la idea de un progreso colectivo e indefinido basado en las bondades de la ciencia y la técnica, ya que como quedo demostrado, esta ciencia potenciaba el poder autodestructivo de la sociedad (bomba atómica). También Freud, y la irracionalidad del inconsciente, arrancaron justo después de el.
De a poco esa idea esa creencia tan fuerte en el progreso, desapareció.
Pero el abismo no concluyo y el cristianismo al contrario de lo que Nietzsche creía, creció mucho, no creció en popularidad de personas, pero creció la iglesia como institución, avanzo muchísimo en cuestiones de fe. Lo que queda hoy en día es que se evangelice nuevamente a la sociedad a partir de esta nueva etapa. Por eso Nietzsche se equivoco, creo, no entendió muy bien la doctrina católica, o eso me da la impresión. El catolicismo verdadero poco tiene que ver con armarse fantasías o leyes sociales para justificarse cómoda y miedosamente detrás de ellas, Jesús denuncio muy bien a los fariseos, lo que Jesús expreso lo hizo con su propia vida, El mismo.
Nietzsche trata de destruir las creencias colectivas porque considera que al quebrarse el abismo social de esa abstracción asfixiante y quedarse sin “verdades sociales”, los hombres iban a ir aumentando en conocimientos propios y que solos iban a llegar y se iban a esforzar por alcanzar sus propias verdades. Pero esto jamás ocurrió a nivel social. Las nuevas tecnologías (que Nietzsche, creo, jamás previo) se comieron la cabeza del hombre, lo alienaron (“abismaron”) de información. La televisión, la radio, el teléfono, las cantidad de revistas y diarios, y la velocidad y la facilidad en el tráfico de información hicieron que el hombre, en vez de esforzarse y luchar por alcanzar la verdad y así ver el costo de lo creado sentir y valorar cada centímetro de la creación. No. el hombre quedo cómodamente atrapado por el “sistema”, se hizo mas pequeño, se achancho, abismo cada vez mas presa de la comodidad y el miedo, que se generan en su cabeza frente al abismo gigantesco que genera esa cantidad de información y abstracción producto de las nuevas tecnologías y de la ciencia.
La naturaleza, como Juan describe en el Apocalipsis, se le hizo un desierto, un abismo lo separa de ella. El hombre, en lo que queda de naturaleza, solo le queda el rol de herramienta que solo busca información para actualizarse y “no quedar fuera” o “que no lo caguen” dentro de su propio mundo virtual para que su yo ( también virtual) duerma tranquilo.
Este solo “ir pa´ adelante” buscando cosas solo para satisfacer nuestra racionalización de la realidad, para dejar nuestra propia creencia en paz es lo que genera el cada vez más grande abismo y desierto entre hombre y hombre. Es esa paz como la da el mundo. Es esa bestia que Juan va a ver en el desierto. El hombre si sigue este camino queda como esclavo de lo que le circunda, antes por lo menos era una lucha contra la naturaleza, cosas creadas por Dios, visibles. Ahora parece dominar la naturaleza pero esta preso de los prejuicios que toda la política, esa conciencia aséptica y moralista falseadas y creadas por si mismo de las que muy pocos son conscientes. Y encima se siente obligado a cumplirlas para creer “que es alguien” porque esa sociedad mugrienta lo aprueba. Este tipo de sociedad es la mujer sentada y jineteando a la bestia. No entendemos que ya somos alguien, independientemente de lo que hagamos o seamos, Jesús nos dio ese derecho, El es el que nos puede dar esa gracia, lo tenemos que querer aceptar.
Lo de Nietzsche todo en teoría es muy lindo, pero para hablar de un yo, para hablar de un “Yo soy” solo e independiente, como el cree que lo es, para hacerlo sinceramente, tendríamos que hacernos capaces de saber darnos nuestra propia vida o estar en comunión con el yo de Cristo. Nietzsche se olvida de un punto fundamental. Con la muerte, el tiempo como lo conocemos hasta ahora se acaba, por lo tanto se acaba todo tipo de conocimiento que se halla basado en el para sacar sus conclusiones (conocimiento científico-experimental), entonces la muerte, teoría o no teoría, saber o no saber, es una incertidumbre para nosotros. Es una incertidumbre solo por el hecho de que no la experimentamos. La ciencia y todo lugar donde se apoyen los supuestos del saber y del conocimiento del hombre, incluido el “eterno retorno” de Nietzsche, se basan en modelos de experiencias de vida en el mundo material. No se puede saber que ocurre después de muertos, nadie sabe si las experiencias en dicho mundo son iguales y dependen de las mismas leyes que en este. Eso es un misterio. La muerte es el último de los enemigos al que Cristo venció y va a vencer, porque gracias a Su resurrección la vida continua y se ordena a través del el Espíritu Santo, y el orden y el misterio de la vida son mas grandes que el orden y el misterio de la muerte.
Ahora, y aunque no parezca, a raíz de esa confusión-destruccion de Nietzsche, en lugar de haber un abismo social, como en las épocas anteriores a Nietzsche, tenemos millones de abismos particulares que luchan entre si por agrandarse y gobernarse unos a otros. Millones de “yo soy” creen “ya ser”, cuando eso es lo último a lo que se llega. Y no llegamos ahí solo por voluntad propia, sino que en ultimo termino es gracia de Dios. “El espíritu del anillo” dicen en las películas o la “sensación del poder”. Que se yo. Creo que no sirve para nada.
Si uno no entiende muy bien lo que Nietzsche quiso hacer, y lo lee, para lo único que le va a servir es para todavía mas agrandar ese abismo del que hablo. Por eso digo que es delicado. Nietzsche lo va enriquecer de una gran estructura teórica de la verdad, pero no va a encontrar en ningún lugar el suficiente contenido como para llenar esa estructura. Se va a quedar cada vez mas vació y vació. La conciencia del tiempo desparrama y anonada, abisma. O si queremos ser mas mosaicos, el veneno, las palabras de serpiente matan. Cada uno, solo, puede llegar a descubrir cual es el defecto de su alma y que es lo que puede llenarnos verdaderamente, todo lo demás son solo entretenimientos que al final devienen en vicios y nos distraen de mirarnos arrastrándonos cada vez mas hacia el abismo.
El creo que se da cuenta de esto que acabo de decir, por eso su ultimo pecado: “su misericordia con el hombre superior”. Por eso el Zarathustra de Nietzsche es una obra artística, estética, que se encuentra 100mil km arriba de cualquier otra obra, de ese tipo, que yo allá mirado. Pero nunca deja de ser para mí una obra artística y estética, el mismo Nietzsche creo que no sabía que se podía aspirar a otra cosa. O si que sabía, creo más bien que prefería no querer creerlo, ese compromiso capaz que para el era de “mal gusto”, por eso, justamente, ese es su último pecado: “compasión por el hombre superior” peco de esteta, el último prejuicio aristocrático.
Por esta “esteticidad” de Nietzsche, que no es mas que un juicio estático, inmanente, su obra, sirvió de base teórica para que ese abismo se atomizara, se adaptara, particularizara, ablandara y entibiecerá cada vez mas a las personas. Nos hicimos y sentimos dioses, ángeles, superhéroes, famosos etc, etc. Pero de cartón. O de imaginación, o de cirugías o lo que sea, no importa, mientras no nos demos cuenta que es efímera esa sensación y podamos seguir creyéndola y creándola, hacemos lo que sea. Y así, cada vez mas, el abismo nos separa de nuestro santuario mas intimo, de nuestra sensación del alma, de nuestra verdadera naturaleza.
El espíritu de león del que habla Nietzsche se hizo aparentemente inservible, sobre todo, mucho más difícil de ser aceptado. Mejor dicho, depende de lo que cada uno entienda. Quien tiene oídos para oír que oiga.
El primer discurso de la cuarta y última parte del Zarathustra, que se llama “la ofrenda de la miel” dice así:
“Y por encima de todo, a el mundo de los hombres, al mar de los hombres. A el lanzo yo ahora mi caña de oro, y digo:¡ábrete abismo del hombre!...
…Así pues, que los hombres suban ahora hasta mi, pues yo espero aun signos que me digan que el momento de mi descenso ha llegado. Todavía no me he hundido en mi ocaso, como tengo que hacerlo, entre los hombres”…}
La última parte del Zarathustra es terrible, nunca leí nada parecido. Al final del libro es cuando el signo llega, el león, y Zarathustra sale de su caverna para hundirse en su ocaso. Nietzsche no estaba resentido como muchos creen, hoy muchas teoría dicen que tenia enfermedades, que quizás son ciertas, pero encasillarlo a nietzsche en una “enfermedad mental” creyéndonos que de esta manera nos sacamos su influencia de encima, si hacemos esto estamos muy equivocados. La influencia de nietzsche, en la cultura contemporánea es muy grande, los conceptos que el abrió en la historia, sus palabras, atravesaron muchas conciencias, muchas formas de pensar y que hoy este tan de moda pensar en “enfermedades psicológicas” es tan bien consecuencia de lo que nietzsche abrió en la cultura contemporánea.
Nietzsche, cuando escribió lo que escribió, no estaba ni resentido ni enfermo, si uno esta resentido no puede tener claridad, ni para pensar ni para expresarse, porque uno se “resiente” por eso, cuando no comprende lo que sucede, y Nietzsche comprendía bastante bien su época. Y si uno esta enfermo la incoherencia deja anulado el valor de lo escrito. Nietzsche no desacertó su diagnostico. Quizás hace sus puntos de vista “desde el abismo”, pero por eso hay que saberlo leer. Quizás sus contemporáneos, soportar ver y denunciar las enfermedades de sus contemporáneos, fue lo que lo termino debilitando a el, pero desde acá, desde hoy es muy difícil juzgar sus palabras, pues nosotros mismos estamos muy influidos por ellas.
Jesús dice en el evangelio que por nuestras palabras seremos juzgados… Nietzsche, no estaba resentido, pero si estaba muy enojado, son cosas muy diferentes, y nietzsche estaba muy, muy enojado.
Sansón-Dalila-filisteos.
El poema de Nietzsche que se llama "entre las hijas del desierto" que transcribí paginas atrás me hace recordar mucho a la historia de ese juez de Israel.
Sansón, juez de la tribu de dan, era un pastor, y asaltaba a los filisteos, les robaba, los maltrataba.
Un día los filisteos le mandan a Dalila, una mujer llena de amaneramientos cortesanos que, gracias a ellos, consigue seducir a Sansón. Sansón, humillado dentro del templo de los filisteos, vaya saber uno el arrepentimiento que sentía, le pide a Dios una vez mas su poder, Dios se lo concede y Sansón decide destruir el templo, perder su vida pero a la vez, también, la de todos los filisteos en el. Nietzsche destruyo el templo de la modernidad, la fe de los ojos arrancados de Edipo, la sola fe inmanente en el progreso material de la humanidad.
En ese poema Nietzsche, “entre las hijas del desierto”, expresa bien que fue “lo que él recibió de la luna” y como se trato de levantar de la indignidad en la que había quedado adormecido. Se trato de levantar con el Zarathustra...
La manera de pensar de Nietzsche, esa sabiduría "evolutiva" de Zarathustra, era algo para lo que la conciencia de las personas no estaba preparada y tampoco lo está hoy.
Por eso:
“Para esos hombres de hoy no quiero ser luz, ni ser llamado luz. A esos lo que quiero es cegarles. ¡Rayo de mi sabiduría, arráncales los ojos!”
Porque el hombre todavía estaba evolucionando como grupo en el nivel cultural. Y la "evolución" del hombre es espiritual como Nietzsche descubre a medias (su superhombre), entonces si uno quiere generalizar el saber evolutivo espiritual, hacerlo ley general (como muchos de los intelectuales después de Nietzsche empezaron a hacer) está cayendo en el error de acelerar los tiempos porque aparentar conocer lo que en verdad no se vive mata en vida al hombre y eso parece ser, es lo único que el hombre aprendió de todo este "saber evolutivo". Aparentar "ser mas vivo" por que me anticipo, porque ya se, “la tengo clara”: disimuladamente estoy diciendo: las carencias en mis sentimientos no necesito remediarlas, sólo necesito aprender rápido a creerme y aparentar que soy superior así todo lo que me rodea me hacen decir y sentir que soy superior, ¿superior a que? ¿a la manga de pobres diablos que cayeron en la misma? ¿ superior al abismo, desierto, que estoy empezando a alimentar en mi alma? Es la levadura de fariseo sobre la que Jesús nos advierte. También es la mujer sobre la bestia, en el desierto, que sobrevive bebiendo la sangre de los santos pero cuya grandeza no comprende ni merece.
Nietzsche por lo menos se da cuenta de esto, deja testimonio sobre esto, y hasta dice que a los hombres así “ventajistas”, a los hombres “del hoy”, a los hombres modernos lo que busca es cegarles...
Por eso, la primera persona que se encuentra a Zarathustra es “el santo metido en su bosque”. Nietzsche describe al final del encuentro como uno se aleja mutuamente del otro “riéndose como chiquillos”. Según el mismo Zarathustra le dice al santo, “el viene a dar algo a los hombres” (mas que a los hombres yo diría: al mar de los hombres); “no es lo demasiado pobre” como para lo contrario. Zarathustra viene a anunciar que Dios ha muerto y a sembrar al superhombre.
Me gustaría mucho revivir a Nietzsche para que pueda ver lo que la posmodernidad, que fue la consecuencia de sus palabras, y las tecnologías hicieron con las mentes de sus “evolucionados superhombres”.
Hoy el ejemplo histórico más claro de esta sin razón, de esta levadura, de lo que provoca esta levadura de fariseo, fueron los nazis. O los estados totalitarios, o también la sociedad de hoy, para que vamos a ir tan lejos. La diferencia de hoy con los nazis o los estados totalitarios es que estos quieren contrastar más rápido “que su ideología y ellos mismos son superiores”. Y ahora para "parecer superiores o mas buenos", por culpa de ellos, hay que ser también relativista, no jugársela y esta falta de decisión se disimula diciendo que somos humildes. complicaron mas la "cancha de las apariencias". Pero buen.
Pero volvamos a eso que Nietzsche dice en su poema: “Cayó de la luna”
La luna simboliza la conciencia grupal. Pero a raiz de estanecesidad de apariencia para sólo “mantenerse en lo social” como les pasa a los fariseos, perdió su verdadero valor, la conciencia grupal hoy se encuentra muy devaluada frente a los intereses de los individuos, por eso el aborto es una práctica aprobada por gran parte de la sociedad y por eso también existen los asilos de ancianos. Pero la verdad es que el hombre se desarrolla por etapas y no todos tienen las mismas capacidades, por eso necesitan organizarse socialmente, humanamente como grupo, como reconocimiento de necesitados tras la misma luz, la luna.
La igualdad es ante la ley. Los semitas, árabes y judíos, son los pueblos lunares por excelencia, porque todas sus leyes, su calendario su organización social estaban o están muy marcados por este astro.
Pero la ley significa que a través de ella los hombres nos podemos entender, que la ley no hace diferencias, pero ella es la que no hace diferencias, sólo ella y por eso nuestro cuerpo material es esclavo de esta ley. Que los hombres seamos iguales sólo habla de esta igualdad que es igualdad ante la ley, no significa que todos somos iguales.
Los hombres recibimos diferentes dones y se nos va a exigir según cuanto hayamos recibido. En la armonía de estas diferencias es donde se manifiesta la riqueza y la gloria de Dios. Como dice Isaías:
El lobo morará con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito; el becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos, y un niño los conducirá. (Isaías 11:6”)
Esta forzada igualdad que quiere imponer la ley de los hombres, no la de Dios, es una idea errónea que deviene de esta intuición. La luna significa conciencia grupal porque es la conciencia reflejo del sol, la conciencia humana, el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios. La luna es la luz "regulada", mediante la cual los hombres comienzan y pueden llevar a cabo esta organización.
Cuando el saber "zarathustriano" irrumpió en la conciencia, los hombres, en su fuero intimo, cada vez menos respetaron esta igualdad ante la ley, ya que cada uno si quiere, puede sentirse o creerse lo que sea, solamente lo que tiene que hacer es algo por mantener esa creencia(dentro de un tiempo va a ser comprarse una realidad virtual).
Nietzsche en su poema “entre las hijas del desierto” explica como este aire caído de la luna... es el aire que le devuelve “la fuerza moral”...
el aire más puro, aquí sentado, estoy respirando,
el aire del paraíso, en verdad,
aire ligero y transparente,
por dardos de oro surcado,
tan bueno como nunca
cayó de la luna...
¿Fue casualidad o fue presunción,
como cuentan los viejos poetas,
la causa de esta fortuna?
En el Apocalipsis se describe a la iglesia o a la virgen (que es la persona por la cual nos llega El Espíritu Santo) así:
"una mujer revestida de sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de doce estrellas"
En otras imágenes lo que esta debajo de los pies de la virgen es la serpiente, o muchas veces es la serpiente junto a la luna.
Hoy el hombre se cree la gran cosa, sin ser verdaderamente más que alguien que degenera la tierra. Y este degeneramiento es consecuencia del pecado original, no de otra cosa.
Vuelvo al Apocalipsis:
Tocó el séptimo Ángel... Entonces sonaron en el cielo fuertes voces que decían: "Ha llegado el reinado sobre el mundo de nuestro Señor y de su Cristo; y reinará por los siglos de los siglos."
Y los veinticuatro Ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, se postraron rostro en tierra y adoraron a Dios diciendo:
"Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, "Aquel que es y que era" porque has asumido tu inmenso poder para establecer tu reinado.
Las naciones se habían encolerizado; pero ha llegado tu cólera y el tiempo de que los muertos sean juzgados, el tiempo de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y de destruir a los que corrompen la tierra." (APOC 11, 15-18)
“Después de esto oí las fuertes voces de una gran multitud, que decía en el cielo:
“¡Aleluya!
La salvación, la gloria y el poder
son de nuestro Dios,
porque juzga rectamente y con verdad;
ha condenado a la gran prostituta
que con su prostitución corrompía la tierra;
ha vengado en ella
la muerte de los siervos de Dios.”
(Apocalipsis 19, 1-2)
El pisoteo de la Luna consiste en el fin de la inconstancia e inconsistencia que el hombre parece tener frente a la ley.Este "pisoteo" de la luna, este pecado para con la ley de Dios, hizo que hoy guiarse por “la luna”, como fue "pisoteada" equivale hoy en día, si o si, a caer en la parte baja de la luna, la parte baja de la ley. Por eso nuestra necesidad de Cristo. Algo que Nietzsche no comprendía.
La ley por exceso la representa Eva: el apresuramiento, la lujuria, "serán dioses".
Es la primera consecuencia del pecado original, la voluptuosidad, el proclamar de Eva “he procreado un varón, con la ayuda del Señor”(Génesis 4, 1) nos muestra como sigue designando los hechos y la significaciones como ella quiere, sin respetar la ley.
La ley por defecto es Caín. Los celos. Caín se siente que la ley, representada para el por como Dios le agradaba el sacrificio de la cultura de su hermano, no lo acepta entonces, desprecia y mata a su hermano. El hermano es la razón de ser de toda ley humana.
Estos dos caminos conducen a la muerte.
Las verdades sociales de hoy se basan en esto: la lujuria como misericordia, acepto todo de la otra persona "porque yo soy muy bueno trato y me esfuerzo por aceptar todo, está “todo bien”. Pero muchas veces está condescencia no es mas que un agradar por miedo, por miedo a perder la estima para con quien condescendimos, o sea: no es misericordia por verdadero amor, sino por un interés espureo no corrijo a mi hermano y lo apruebo sin decirle nada, aumentando su ceguera. Ademas, en esta postura omnicomprensiva, en verdad está “todo bien” sólomientras yo “vea bien” y mis intereses no se vean afectados, está todo bien porque me conviene, porque estoy cómodo. (El único que puede aceptar todo es Dios. Y tanto sufrió que hasta pidió que le saquen esos sufrimientos de encima, si esa era la voluntad del Padre.)
En esa posee omni-misericordiosa y comprensiva, lujuriosa, si o si uno cae, cae en lo que cree que uno leconviene más, te armas mundos a tu gusto, "serán dioses" como serpiente le dijo a Eva.
Es lo que Nietzsche critica de los misericordiosos:
"En verdad no soporto a esos misericordiosos bienaventurados en su misericordia: les falta demasiado el pudor"
No se puede ser "misericordioso" siempre y con todas las personas, porque además de estar escondiéndose atrás de esa pose, no es justo, se basterearía la justicia. Uno solo puede tener una actitud misericordiosa y perdonar a los que piden perdón y entienden su falta. Si no es así, si no hay contrición por la culpa que sentimos por esa falta de respeto a la justicia o lujuria para con la ley, no podemos sentir mucha fuerza, nunca vamos a poder a hacer algo de verdad si seguimos ahí. No vamos a tener la suficiente concentración y determinación para poder seguir un camino mas allá de lo que “lo social”, la moda del momento nos marque.
Y los celos. Si siempre juzgas comparativamente, estructuralmente, sin arriesgarse, sin poder ver particularmente a las personas, como si fuéramos todos iguales y no somos todos iguales, solo somos iguales ante la ley, nunca avanzaríamos sobre la ley, siempre quedaríamos esclavos de ella.
En esta posee de los celos, adobado entre el que dirán y la envidia, también nos deja estancados, no nos podemos sentir con el derecho a arriesgar una opinión o a decir algo que este mas allá de lo que la sociedad dice, además también empezas a justificar en que: "¡cómo voy a decir eso!" y esa clase de falsa modestia.
Por culpa de esto, de estos celos o mezquindad en la comprensión de la ley de Dios, no podemos animarnos a discernir la verdad, no podemos avanzar y el que no avanza, el que no sala se echa al fuego según palabras del mismo Jesús.
Estas dos cosas, la lujuria y los celos, llenan de prejuicios,ensimisman. Después cuando los empezas a aceptar como realidades que hay que manejar “para vivir en el mundo”, te ensucian y van matando tu conciencia. Es feo.
Armamos mundos para justificar conductas y nosotros mismos los "comprendemos" porque somos "buenos". Así es fácil, creo lo que quiero de cualquier persona y vivo un universo totalmente paralelo.
Imaginémonos ahora a un “alguien” que nos quiere engañar, que no te es sincero o no se es sincero a si mismo. Una vez que este “alguien” se da cuenta como "juzgamos" en nuestro mundo, donde coincide nuestra manera de pensar, que hay que decirnos y que temas no se deben tocar... ¿que pasaría? ¿Como haríamos para salir de ahí? ¿Querríamos salir de ahí?
4- Como hacemos para salir de la desidia de este “mar”?
Nietzsche genero esa actitud "posmoderna", ese no sentir la responsabilidad, el peso de la verdad, ya que para el, la verdad se va descubriendo de a poco, en el futuro... se descubre de a poco para la humanidad como algo colectivo, ¿?.
No como algo personal. No valora al hombre como algo personal por su humanidad, por ser hombre, o como el apóstol Juan nos dice: “no reconoce a Jesucristo manifestado en la carne”.
Por eso Nietzsche esta en un error, nunca supo lo que estaba haciendo o diciendo, no vivió entonces. Jesús dice de Judas “mas le valdría no haber nacido”.
San pablo cuando se refiere al anticristo dice: “el hombre sin ley…”, “el hijo de la perdición…”, “el que no “ha sido” desde el principio…
Nietzsche no comprende el valor de la jerarquía temporal y personal de un Dios viviente sin tiempo y sin muerte. Sí tenemos y debemos sentir la responsabilidad por nuestra persona humana como don de Dios. Cada cual hace un esfuerzo por alcanzar esa verdad. Y nietzsche no consiguió lo que vino a buscar, por lo menos en sus escritos eso se nota, y por eso dice lo que dice.
"Porque el valor del oro se prueba en el fuego, y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento"
Eso dice en el eclesiástico 2,5 (un libro de la Biblia), y eso es lo que Jesús entendió perfectamente.
Lo esencial del pecado original, lo que significa el "alienamiento" es el ocultamiento de si mismo que el hombre "realiza", inconscientemente, ante "lo real" cuando esto real es también divino.
Y ese ocultamiento, es la razón por la cual podemos manejar, transformar, usar, "interactuar" en las cosas del mundo sin tener un conocimiento cabal sobre cual serán las consecuencias de esa interacción.
Esa posibilidad de interacción ignorante que tiene el hombre dentro del mundo para algunos ángeles es una aberración y se sublevan contra el plan de Dios y acusan y les hacen pagar a los hombres sus errores y sus ignorancias culpa de ese pecado original.
El hombre en principio es polvo, tierra. Pero es una tierra especialmente amada por Dios, una tierra que le fue dada la posibilidad de transformarse y seguir Su plan. Es una tierra abrazada por Dios ("ABRASADA" DE BRASA DE FUEGO. Y ABRAZADA DE ABRAZO, DE AMOR). LOS DOS SIGIFICADOS).
El fuego del Espíritu Santo transforma o quema, depende de nuestra apertura a El.
El tema de "la economía temporal que el hombre necesita para desarrollarse" es por esto.
Si el hombre trata de desarrollarse muy rápido se quema (violencia). O si no quiere desarrollarse se hecha al fuego al final (relajación), esto ultimo es lo que mas pasa hoy.
Los ángeles que odian al hombre y al plan de Dios tratan de que los hombres se pierdan por estos dos caminos: el de la violencia, el endurecimiento. O el de la desidia, la relajación, la autocomplacencia y todas esas cosas.
La globalización, el espíritu globalizado somete al hombre casi imperceptiblemente a esta desidia y relajación, le hace creer de alguna manera que puede tener todo controlado y de esta manera lo hace perder el sentimiento sacro, porque el hombre de alguna manera, aunque capaz no se anime a decirlo o no lo sepa, actúa como si fuera Dios.
Kierkegaard, refiriéndose al poder del conocimiento supuestamente “objetivo”, “científico” dice eso:
“La superstición atribuye a la objetividad el poder de la cabeza de Medusa, el poder de petrificar la subjetividad. Y esta falta de libertad no permite ya a al hombre destruir el hechizo.”
Como hace evidencia esta frase, la cantidad de las cosas que desconocemos de la creación, de las que por nuestra ignorancia -conocida o desconocida ignorancia- se generaun miedo supersticioso al salir al enfrentar al mundo, este miedo hace que cuando aparentemente conseguimos algo de “objetividad” en el mundo –como la que nos ofrece la ciencia- nos aferremos a esta objetividad, congelando nuestra subjetividad también, no permitiendo que la subjetividad dialogue y también se desarrolle para vencer “el mundo” y darse cuenta de la cantidad de supersticiones y conocimientos “sociales” en las que esta presa o “hechizada”.
Esta supuesta objetividad es “la piel de la serpiente”, la “dureza de las escamas del dragón”. Y como dice el Apóstol Juan metafóricamente, los hombres que se dejan llevar por esto se “dejan poner la marca de la bestia”.
Pero:
¿Porque es que digo que tanto hace mal esa objetividad, ese querer controlar todo?
¿Por que a la larga trae tanto mal pensar que nosotros ya “sabemos” lo que es bueno?
El problema radica esencialmente, en que cuando empezamos a hacer objetivo un sentimiento humano, es decir haces ciencia, “presupuestos”, de algo como un sentimiento humano que es algo constantemente indefinible, por lo tanto inatrapable e inabarcable, estas encerrando mediante conceptos la conciencia.
Y el lenguaje y los conceptos originalmente sirven para lo contrario, para hacer libre al hombre, libre mas allá de la materia, mediante la posibilidad que nos da el lenguaje de hacer nuestras, gracias a la comunicación, representaciones ajenas, experiencias de otra persona sin necesidad de perder tiempo nosotros experimentándolas. Solo creyendo, teniendo confianza en la palabra, podemos experimentar lo que otro vivió, expandir nuestro sentimiento sin necesidad de haberlo experimentado materialmente hablando, solo creyéndolo para esto es que nos ha sido dada la ley, por mediación angelical.
La acción a partir de la fe es lo único que nos libera del círculo o del rito mental en el que caemos cuando pensamos por hábitos, por costumbres o por reglas, “leyes”. Las teorías y conceptos que parten solo de la experiencia material, le dan base sólida a ese circulo, entonces si empiezas a creer solo en eso, empiezas a fortificar todo ese circulo, lo que genera, a la larga, que pierdas la posibilidad de creer en un autentico cambio, y eso produce una perdida de la libertad espiritual.
Jesús sintetiza lo que quiero decir cuando dice les dice a las personas “tu fe te a salvado”.
En el pasaje este de los evangelios creo que se explica bien lo que quiero decir:
“Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús. Al ver su fe, Jesús le dijo: "Hombre, tus pecados te son perdonados". Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: "¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: "¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados están perdonados', o 'Levántate y camina'?. Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa". Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: "Hoy hemos visto cosas maravillosas". (Lc.5.17-26)
El milagro que hace Jesús es para los incrédulos, para que crean. Para que sepan que el viene a librar de los pecados al hombre si podemos creer en El. En sus apariciones, Jesús dice a los santos, que los peores pecados son los “de la carne”. Los pecados “de la carne” implican situaciones, experiencias, y los escándalos. Estos pecados son los peores porque dejan marcas físicas y sensaciones, que originan recuerdos en el pensamiento y de esa manera abren la posibilidad a que podamos caer en la tentación de nuevo con solo consentir al pensamiento ese.(los escándalos son los pecados que nos hacen cometer otras personas. Son los que generan en nosotros falta de fe, desconfianza, al mirar o escuchar o experimentar el mal ejemplo de otra persona. Jesús dice que al que escandalicé un alma de niño más le valdría arrojarse a un lago con un peso sujetado a sus pies). O sea que los pecados de la carne no son malos por la gravedad en si del hecho, si no más bien porque a partir de esa experiencia generamos en nuestro pensamiento o en el de los demás, un recuerdo que nos puede hacer caer de nuevo y no podamos salir de ese circulo. Genera una dependencia del Espíritu a la materia destruyendo el orden del universo. El pecado esta en no dejar que el Espíritu fluya, que quede subordinado y retenido por el mundo material y sus imágenes o idolos.
La fuerza de vida que mueve el espíritu es el amor, si el espíritu queda subordinado a la materia, no fluye mas, esa fuerza queda comprimida generando todo tipo de enfermedad, y contrarrestándose, cuando luego de una determinada concentración, estalla contra generando caos para el medio que la sometió. Así todo se termina, se enfría y se apaga sin posibilidad de construir y avanzar sobre sentimientos que al hombre lo libren cada vez más de sus ataduras materiales.
Entonces los peores pecados son los de la carne porque esos son los que originan los de pensamiento. Pero los pecados más difíciles de liberarse son los de pensamiento porque como los recuerdos son algo que llevamos siempre, si no tenemos la suficiente fuerza para frenarlos pueden venir cuando quieran, entonces ese recuerdo hace que no nos podamos sentir perdonados del todo. Quedamos medio esclavos de ese pensamiento originado por la experiencia y se nos hace más difícil poder creer.
Por eso Jesús aclara que hace ese milagro para que todos crean que el tiene el poder de perdonar los pecados, de que el espíritu sea libre de nuevo, de poder volver a sentirse libre de verdad sin sentir la necesidad de escapar a nada, eso es lo mas importante. Después al ver la incredulidad de los fariseos, lo sana físicamente, para que crean que puede sanarlo espiritualmente también. Porque: ¿si puede borrar una marca física que son las que originan las marcas espirituales?, ¿No va a borrar, también, las marcas espirituales que son consecuencias de la “carne”, materia física?
El psicoanálisis y todas las escuelas que se generaron a partir del conocimiento de el, dan base teórica, explicaciones a estas experiencias, buscan mediante el análisis de situaciones pasadas resolver problemas actuales. El riesgo que implica esto es que nos quedemos atados al pasado echando culpas a hechos anteriores. En vez de tener fe, buscar el perdón en el momento presente y así poder mirar lo nuevo para seguir creciendo, nos sentimos redimidos solo si le echamos la culpa a las experiencias pasadas. De esta manera agrandamos más el círculo, tanto, que si no tendríamos algo de fe no podríamos salir. Empezamos a explicar todo lo nuevo según lo viejo y eso nos hace creer a la larga que en verdad no podemos liberarnos de ese círculo ya que todo tiene una explicación, una causa en la experiencia. Esto nos hace creer que estamos totalmente determinados por la experiencia y que no hay nada mas por hacer, no hay posibilidad de conversión verdadera porque no existe lo verdaderamente nuevo, todo puede ser “explicado” por lo viejo.
Los problemas no se solucionan solo buscándole una explicación al “porque” existe ese problema y de esa manera “comprenderlo” y quedarnos tranquilos “sabiéndolo” nomás.
Los problemas se solucionan solo si queremos solucionarlos, si tenemos la suficiente fuerza de fe en que se pueden solucionar y eso empieza partir de uno mismo apoyándose totalmente en el momento presente, no a partir de una experiencia del pasado, o una fantasía en el futuro, ya que estas también implican a otras personas y si no podemos cambiar a partir del momento presente, siempre volveríamos a lo mismo, a la fantasía o al recuerdo.
Para derribar toda esta maraña mental hay que creer, creer que todo puede suceder, que siempre podemos ver lo nuevo una y otra vez, para eso necesitamos tener fe. La fe, la verdadera fe, es lo único que nos trae verdadera paz, paz eterna.
No es necesario comprender tanto porque nos pasaría como en el dicho “el que mucho abarca poco aprieta”, si comprendemos mucho mas fuerzas tendremos que tener para salir de ese círculo “comprensivo”.
Por eso la cuestión no se trata tanto de comprender, sino de sentirnos comprendidos y para sentirnos comprendidos tenemos que tener la fuerza para aceptar lo que nos esta comprendiendo. Solamente si aceptamos de verdad es que podemos cambiar, aceptar el perdón, y eso solo lo podemos aceptar de Dios, porque El es el único que todo lo comprende, que entiende bien hasta donde llegan las consecuencias de nuestros actos y por eso solo El nos puede dar esa fuerza para que podamos aceptarlo. Pero tenemos que querer creer y saber valorar esa posibilidad de ser perdonados. Por eso creo que los sacerdotes, como intercesores de Dios, son los únicos que, verdaderamente y aunque nosotros no nos percatemos, pueden darnos esa fuerza.
Con el único que podemos sentir el compromiso de creerle totalmente es con Jesús, porque El, como Dios y a la vez hombre, nos comprende todos.
Hoy como los sacerdotes están perdiendo el lugar de directores espirituales, ya no nos confesamos, está todo bien, hay que darle “pa adelante nomás”, perdemos de vista cuales son nuestras pequeñas fallas que después a la larga se convierten en grandes errores. No sabemos que nos pasa a pesar de toda la información que podemos tener gracias a la “ciencia”, y nos sentimos vaciados por un silencio espiritual muy profundo.
La confesión es esencial porque desenmascara la vergüenza, lo que no queremos ver y ocultamos, y al final de tanto ocultarlo comienza a tener poder sobre nosotros. Poder inconsciente. Esto es lo que Nietzsche denuncia en los estereotipos de su época.
Lo que crees y pensas, lo que esta en tu pensamiento, siempre termina de alguna forma siendo lo que es, y siempre llega de alguna manera a formar parte de la realidad, por eso lo mejor es aceptarlo, y a partir de esta aceptación tratar de transformarlo. Cuando hay algo feo o un pensamiento que no nos gusta, por mas que evitemos tenerlo presente va a aparecer cuando ya no lo podamos ocultar mas porque se nos agotaron todas las fuerzas sosteniéndolo, y ese momento va a ser cuando menos lo queramos. Lo mejor entonces es buscarlo, hacerlo consciente uno mismo, enfrentarlo y sacarle el valor que tiene, de esa manera le sacas toda la influencia “inconsciente” que pueda tener sobre uno.
En cambio, si no hablas lo que pensas, si negas lo que pensas, si no te lo podes expresar te haces ciego a vos mismo. Si no arriesgas y la especulación quiere disfrazar y convencer de algo que vos sabes en el fondo “no es”, comienzas a generar sobre-versiones, y todo cada vez se va haciendo más perverso. La confianza, la verdadera confianza que viene de la fe, aplasta toda esa especulación y perversión.
La especulación mata al hombre lo encierra en un silencio espiritual nada bueno.
Este silencio espiritual produce un daño muy grande a las personas. Es el silencio de Caín, es ese no poder escuchar, no poder comprender la voz de Dios.
Caín siente mucha vergüenza muy humillado se sentía, tanto, que bajaba la cabeza y ni a Dios quería escuchar. El tema es la vergüenza. La vergüenza es una de las cosas mas humanas que existe y es lo que Jesús decidió soportar al de enfrentar su pasión y así salvarnos. Acepto eso El para enseñarnos, que nosotros, para salvarnos debemos hacer lo mismo.
Hay una frase que leí en un libro de C. S. Lewis, muy buena la frase, la transcribo:
“al tratar de extirpar la vergüenza hemos demolido uno de los baluartes del espíritu humano, regocijándonos insensatamente en nuestra hazaña como los troyanos se regocijaban insensatamente de haber introducido de sus murallas el famoso caballo. No se nada que se pueda hacer en cuanto a esto, excepto reedificar lo antes posible. Es obra de insensatos eliminar la hipocresía mediante el procedimiento de eliminar la tentación a la hipocresía: la “franqueza” de la gente hundida mas allá de la vergüenza es una franqueza muy barata”
Eso que Lewis señala tan bien, ese intentar extirpar la vergüenza, es lo que intenta hacer Caín, y es en lo que caen los hombres que utilizan el lenguaje- código del “sistema social” de hoy. Adán cuando sintió vergüenza se oculto de Dios. Pero no fue por la vergüenza por lo que quedo excluido del paraíso. Dios conoce que Adán probo lo que no tenia que probar porque Adán pensó que podía ocultar algo a Dios, que se podía "esconder" de Dios. Caín directamente tanta vergüenza sentía, tan humillado en sus creencia se sentía, que en lugar de reconocer su vergüenza “levantar la cabeza” como Dios le pide (génesis 4, 6-7), en el corazón de Caín el odio le gano al amor, desconoció a su hermano, lo mato y le contesto a Dios."acaso yo soy el guardián de mi hermano"...
Lo que no entendía Caín era que en la palabra "hermano" va algo mucho más grande que ser un simple "guardián". Dios, entonces, comprendió automáticamente que Caín no podía comprender no solo la palabra de Dios. Ahora también, en el lenguaje de Caín, el significado del segundo nombre mas importante después de Dios, "hermano", el sentimiento que evoca "hermano", ya no existía para el. No lo comprendía mas a su hermano, la tierra, el mundo se lo había tragado para Caín.
En verdad el mundo y su vanidad se habían tragado a Caín. Se confundió tanto que confundió a la única persona que lo podía reconocer como semejante, su hermano, con el mundo. (Los hijos de Jacob, desterrados a Egipto, la falta a su hermano José)
Y así Caín se confundió, se perdió dentro del mundo para Dios, Caín pierde parte de su identidad.
O como Dios le dice:
“ por eso maldito seas lejos del suelo que abrió sus fauces para recibir la sangre de tu hermano derramada por ti. Cuando lo cultives no te dará mas su fruto, y andarás por la tierra errante y vagabundo” (génesis 4, 11-12)
Hoy la “estructura” en que funciona la sociedad favorece a que pensamos así como Caín, el funcionamiento en las ciudades, “la gran babilonia”, “nos alejan de la tierra del señor”. Es una sociedad cainita la de hoy. El “hermano” no lo matamos, directamente no existe, la indiferencia es algo tan común que ya no nos damos ni cuenta que es algo antinatural, es mas, las personas que no son indiferentes empiezan a parecer “antinaturales”. “ya van a caer” se dicen los “vivos”, lo dicen para justificar sus miserias, y los tratan injustamente diciéndose que lo hacen para ayudarlos a “que vean la realidad”. En verdad les pasa que les molesta su manera de ser, les recuerda que ellos también podrían ser así, solo tendrían que animarse a confiar un poco mas y renunciar a su soberbia que todo lo tiene que controlar.
Nuestro hermano no nos importa, “que cada uno se haga cargo de si mismo” si, pero también necesito a mi hermano y como tengo que aparentar ser autosuficiente, necesito también que no se den cuenta que lo necesito, entonces tengo necesidad de aprender a “utilizarlo” sin que se de cuenta, eso si, “simpáticamente”.
Esa necesidad de aparentar autosuficiencia, “no necesitar”, hace que empecemos a “utilizar” el lenguaje con las personas, a manejarlas solo como medios, sin darnos cuenta, de que por esto, de a poco caemos en “el único fin soy yo”.
Si yo me transformo en el único “fin”, el lenguaje que originariamente sirve para comunicar experiencias, para unirnos mas a través de el, empieza a ser visto solo como una “herramienta útil” para conseguir algo, algo “solo para mí”. Y el hermano, visto a través de esta forma de lenguaje no se diferencia de este, se cosifica y pasa a convertirse en lo mismo. Ver a nuestro prójimo así, a través de esta clase de lenguaje, como una herramienta, hace que ya no podamos verlo, no vemos más sus particularidades, no distinguimos mas como en verdad es.
La presión que genera esa manera de utilizar el lenguaje hace que solo podamos ver lo “útil” de el. De esta manera morimos a lo que cada uno significa pues ya no podemos escuchar sentimientos, ni escuchar nuestros sentimientos. “Por tus palabras serás juzgado” dice Jesús en el evangelio. Creo que se refiere a esto.
Lo esencial del lenguaje ya no es compartir un sentimiento, compartir una experiencia, compartir “mi verdad”. El testimonio se acabo.
Esta manera de aparentar a través del vocabulario desgasto al lenguaje de una manera en la que hoy se hace muy difícil poder volver a confiar en la palabra.
En el lugar donde más claro se ve esto que digo es en los pueblos, en las ciudades. En las ciudades todos son indiferentes por acostumbrarse a esa presión de competencia que se expresa mediante la palabra. Por esa competencia la palabra se desgasta, al desgastarse la palabra se desgasta también la confianza, y cuando los hombres pierden la confianza, su misma identidad se deja ser “amasada” por el “parecer colectivo”, se termina “vendiendo”. Esta competencia debilita a las personas, las vuelve esclavos de todos códigos superficiales, de todo lo que “parece”. Y así, como Caín, los hombres solos nos vamos mutilando nuestros verdaderos sentimientos, vamos perdiendo nuestra identidad.
Cuando no hay más sentimientos verdaderos nadie sabe lo que siente, entonces nadie se puede jugar por lo que siente, y eso provoca que no nos quede otra que elegir “disfraz”, quedamos subordinados a solo hacer divertida y linda la elección del disfraz que vamos a usar por el resto de nuestra vida. La vida se hace un disfraz donde en verdad lo único que verdaderamente rige al hombre son “las leyes del mercado”. Jesús ya nos había advertido: “ningún servidor puede servir a dos señores… no se puede servir a Dios y al dinero…”(LUCAS 16, 13)
El ejemplo de lo que les paso a los griegos es ideal para representar esto. En la época de Sócrates y Platón, surgió un problema en su sociedad ateniense. Había surgido un grupo de personas, los sofistas, que envilecían el orden establecido a partir de las ventajas que poseía el sistema democrático de Atenas. Estos sofistas estaban subvencionados por la nueva clase portuaria que representaba una nueva fuerza político-económica frente a la vieja aristocracia ateniense.
Gracias a la democracia, para defender sus causas en el ágora (plaza publica) tan solo utilizaban discursos con los cuales vencían sin problemas, ya que ellos se habían especializado y entrenado en el lenguaje. Los sofistas fueron los primeros en descubrir la causa del “embrujo” de la palabra. El lenguaje despojado de una base en la fe, es relativo, tiene dos caras, se vuelve falso, aparente, y la verdad pasa a depender de la forma y elocuencia del discurso. Vieron que se podía vencer desde cualquier posición, no hacia falta que sea verdad lo que decían, lo que importaba era que “aparentara” ser verdadera así la gente daba el si a su posición.
Por esta ventaja que habían descubierto en el lenguaje, los sofistas eran muy temidos y respetados, eran los “capos” de la época, y así fueron contagiando a todos los demás ciudadanos hasta que la vieja tradición política de Atenas(que no tranzaba con estos personajes), su fuerza y personalidad basada en años de historia, fue puesta en cuestión. De esta manera la fuerza política ateniense perdió en medio siglo nomás, su independencia, la democracia, y encima quedaron bajo el yugo de un pueblo ajeno. Este privilegiar el dinero por sobre la base de su cultura, sus dioses y héroes (las familias aristocráticas descendían de estos), hizo que en menos de 50 años decayeran en tal forma que perdieran su independencia. Sócrates y luego Platón trataron de conciliar los dos bandos, el de los aristócratas con el de los portuarios. Enseñaban a discernir, abiertamente, mediante el dialogo, y a la vez sin caer en la relajación del relativismo sofista, porque por un lado tenían a la aristocracia con sus principios cerrados y por el otro a los sofistas con su relativismo vació, predispuesto solo a los capitalistas que no respetaba ninguna verdad o tradición. Ellos con sus doctrinas trataron de conciliar esas dos posiciones.
En su época no tuvieron mucho éxito, pero hoy esos son los dos nombres mas conocidos de todos aquellos personajes.
Volviendo a lo que iba, por este comportamiento simulador socialmente establecido producto del desgaste de la confianza en la palabra, se destroza la personalidad del individuo hasta quebrarlo o dejarlo muy empequeñecido, y la persona se convierte entonces en un simple esclavo, servidor de lo que la convención le indica. Y digo esclavo porque esa persona, a no ser que tenga fe de nuevo, no puede “ser” nada, perdió su originalidad, la esencia de ser hombre, su personalidad se esfumo dentro del “parecer” colectivo.
Puede ser un medico, barrendero, presidente, o peluquero, lo mismo da, la persona ya “no es”, pierde su verdadera capacidad de decisión. La persona se trasforma en una simple herramienta utilizada por la convención, no puede decidir mas, decide lo que parece “conveniente”, lo que aparenta ser “negocio”.
El valor de la persona deja de ser dado por la dignidad en si de ser hombre, la dignidad que Jesús nos dio y la dignidad pasa a ser designada por la convención según el lugar que ocupemos en ella. Una vez que la persona ya no es útil a la convención, es desechada por esta. (el ejemplo mas claro de este desechar por “inutilidad”, esta en los asilos de ancianos )
El efecto catastrófico de este proceso despersonalizador producto de una construcción social basada en reglas de simulación de “algo conveniente” o de “ideales colectivos-prácticos”, se vio muy bien en los países “fascistas” y “comunistas”.
“Fascistas” viene del latín fas, que significa expresión de la voluntad divina o de lo que es licito, de lo que es justo. De creerse lo que es justo, lo que es bueno…
El discurso fascista se basaba fundamentalmente en un cambio en los adornos diplomáticos de la alta burguesía, a la expresión de una sinceridad popular basada en el resentimiento de la clase baja. Por esta causa en la Alemania nazi fascista todo conjugaba en una armonía de “decir y hacer” y se enorgullecían por esto. Hitler y sus brillantes discursos que movilizaban a las masas y les daban una fuerza capaz de armar una guerra contra todo el mundo (Alemania se reconstruyo después de la primera guerra mundial en 20 años y casi vencen después del destrozo que habían sufrido en la primera guerra mundial).
La unión tras un único discurso en una ideología basada en la fuerza y el dominio, supuestamente libre de todo artificio superfluo, representaba el hartazgo y la confusión de siglos de “contranaturalaza”. Nietzsche cuatro décadas antes había descubierto la causa de esta contranaturalaza y todos los efectos negativos que esta había acarreado. Nietzsche habla de una moral cristiana decadente: habla de “las tonterías que cometieron los misericordiosos”, pero ¿a que se refería con todo esto? Nietzsche se quejaba que al exaltar y hacer modelos de los ideales cristianos; las personas ya no eran misericordiosas, humildes de corazón, algunas se obligaban a hacerlo, pero otras se copiaban de ese comportamiento, solo lo simulaban porque socialmente estaba bien visto y les convenía. Basta leer libros como “la ética protestante” de Max Weber para dar cuenta de esto.
Cuando Nietzsche vio que ese comportamiento simulador había generado una contranaturalaza, una corrupción y una falsedad en los discursos y la palabra, que la sociedad ya no podía salir por ella misma, Nietzsche entendió que nunca existió la posibilidad de un dialogo racional y al no tener una fuerte fe, desespero.
Todo su Zarathustra, no es más que una dialéctica que se va agudizando, en la que primero destruye los estereotipos culturales de su época, denuncia esa simulación, esa hipocresía. Luego denuncia todos sus propios prejuicios culturales, hasta sacarse el último, su “misericordia por el hombre superior” (yo no se si Nietzsche alguna vez se pudo sacar ese pensamiento “aristocrático”).
Los nazis de su época, lejos de querer entender lo que Nietzsche había descubierto, hacían todo lo contrario, lo usaban a Nietzsche como propaganda para otra simulación, para una justificación de su discurso.
Pero el discurso fascista era victima de la misma confusión que esa “contranaturalaza” había creado. Era otra simulación, era otro manual de cómo era que se debía vivir, el “destino” de Alemania era dirigir el mundo, y eso se tenia que conseguir como fuera. Era la “Voluntad de poder” una ideología sincera que ponía contenta a la población y la volvía cada vez mas soberbia, por su sinceridad de “decir y hacer” se creían con la verdad y así en el fondo se creían mejores, hasta que finalmente lo dijeron y lo expresaron en sus leyes. Pero todo eso escondía y favorecía una economía basada en una tecnología de guerra cada vez más creciente. Con la Italia de Mussolini paso algo parecido y con los comunistas lo mismo. Hoy en el mundo occidental esta pasando lo mismo, pero en lugar de esconderse en la falacia fascista del “decir y hacer”, se esconde en discursos “humanistas-relativistas”. Pero por lo menos los fascistas y comunistas de aquellas épocas eran fríos o calientes, según la cultura, ahora somos tibios, Jesús no se refirió de los fríos o a los calientes cuando dijo que los tibios van a ser escupidos de la boca de Dios.
El discurso nazi era justificado por posiciones científicas e históricas falaces. Eran un discurso que desde Lutero y los príncipes de la reforma pasando por Fitche, Hegel, Bismark y todos esos “personajes del pueblo” (muy buen discurso de Nietzsche-Zarathustra acerca de esto: “de los sabios celebres”) venían confundiéndose en el ideal colectivo alemán: la superioridad de la raza aria frente a las “razas inferiores”, “el destino del pueblo alemán” etc , etc, etc. Una hipocresía tan grande como catastrófica. Nietzsche la denuncio, pero la denuncio mal porque nadie lo entendió y encima lo utilizaron como propaganda.
Este peligro de quedar esclavo de uno mismo, de su representación, de su lenguaje, es lo que Nietzsche denuncio y provoco, todavía, mas en su sociedad.
Nietzsche creyó que esto era algo “bueno”…
El hombre nuevo, el creyente, ve enseguida que en la realidad del espíritu, según la ley de Dios el hombre se encuentra casi aplastado, corrompido y esclavizado por el poder que los mismos hombres le otorgamos a esa naturaleza, por no habernos hecho cargo de nosotros mismos a su debido tiempo. Ahora, encima, esa naturaleza ya no es más simplemente naturaleza sino que es una naturaleza artificial, con códigos puramente formales, convencionales y matemáticos. Códigos que fueron construidos a partir de un enfrentamiento racional con la naturaleza. Ese enfrentamiento racional nos llevo con el tiempo a quedar abismados, por eso esos códigos son racionalmente imposibles de enfrentar y superar, y en verdad buscan tapar y destruir cada vez mas todo lo humano que queda en el hombre. El hombre se da cuenta que es verdad que se encuentra “caído”, lo entiende, lo siente muy adentro suyo. Se da cuenta de que haga lo que haga su acción va a caer dentro de una estructura de pecado si Dios no es el que lo conduce. Por eso el hombre ve todo esto y calla, ruega a Dios, aprende a rezar.
Aceptar nuestra cruz es llegar a darnos cuenta de esto.
No es como hoy muchas veces se quiere dar a entender la cruz como “aceptar nuestros defectos”. Esa creencia de hoy, sobre lo que significa la cruz, es muy perniciosa. Es como si Jesús no hubiera aceptado ser crucificado y hubiera estado toda su vida viviendo “su cruz” diciendo: “yo falle y mi cruz es saber que yo tendría que haber sido crucificado para que todos se salvaran, pero buen, preferí seguir viviendo, total quien dice que puede pasar mas adelante...” esa postura no es la de la cruz, esa especulación es la de Judas mas bien. Judas se da cuenta tarde de lo que había hecho.
Entonces el hombre nuevo es expuesto a un estado “de guerra”, interno y externo, que son las tentaciones. Por el lado interno, las reminiscencias de sus antiguos sentimientos lo llevan a querer engañarse y no tratar de ver lo que ahora en verdad tiene que ver para poder continuar creciendo y por el lado externo, se le ejerce una presión muchísimo mayor porque ahora se da cuenta de muchas mas cosas, tiene mucho mas poder sobre el y encima esta solo, “desnudo”, se le hace muy difícil poder soportarlas sin consuelo alguno. Acá empieza a darse cuenta que en verdad no esta tan solo, se puede pedir ayuda.
Pedir ayuda significa querer comprometernos y tener fe en esa ayuda, en que esa ayuda nos va a llevar a donde tengamos que llegar. Ya no se trata de razonamientos, o saberes sino simplemente de discernir y querer alcanzar algo más allá de cualquier necesidad de explicación o justificación, no nos importa más la justificación, sentimos que el regalo de nuestra propia vida es lo que nos justifica a cada instante.
Todo lo que se trate de saber para el hombre, si ese saber es noble, se trata de encontrar un código común, una misma ley mediante la cual todos nos podamos entender, y podamos entender la creación de Dios sin caer en falsedades, en abismos que luego no podamos solucionar. Pero para poder hacer eso, como me canse de explicar recién, hay que ser el primero en arriesgar, hay que entregarse. Si uno no se entrega, inevitablemente, queda afuera. El nuevo nacimiento, entonces, depende de nuestra capacidad de ser libres, de librarnos de cualquier abstracción, de cualquier reacción ante este mundo, saber esperar el amor Dios.
Eso se demuestra primero rompiendo con el desorden de nuestra naturaleza pecadora, el bautismo del agua, el nacimiento del agua simboliza esto:
Es la fortaleza anímica, el orden, la ley de Dios dada a Moisés en el horeb: primero cuando la egipcia, la civilización, lo rescata del río, “de las aguas”. “lo he sacado de las aguas”. Y luego cuando ve la zarza ardiendo: “descálzate, esta es tierra sagrada”.
Y luego el bautismo en el espíritu cuando reconocemos que no alcanza con esa fortaleza nuestra y que el espíritu de Dios obra misteriosamente, como El quiere, y tenemos que estar dispuestos hasta despreciar nuestra vida para seguirlo: Es lo que Yahvé le hace entender al profeta Elías, el precursor de el Salvador: después hacer pasar por el cuchillo a los profetas de baal, Elías, perseguido por la reina bruja jezabel prefiere morir a seguir en esa situación. Entonces el ángel del Señor, se le presenta y le dice: “levántate y come”. Y luego, en la montaña Elías sigue desanimado en vez de ir a la cima se esconde en una cueva Yahvé lo hace salir y lo reconoce en “el murmullo de un suave soplo”. El espíritu. Lo voy a transcribir:
Ahab contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho y cómo había degollado a todos los profetas de Baal. Entonces Jezabel mandó un mensajero a decirle a Elías: “¡Si tú eres Elías, yo soy Jezabel. Y que los dioses me castiguen con dureza, si mañana a esta hora no he hecho contigo lo mismo que tú hiciste con esos profetas.”
Elías se dio cuenta de que corría peligro, y para salvar su vida se fue a Beerseba, que pertenece a Judá, y allí dejó a su criado. Luego él se fue hacia el desierto, y caminó durante un día, hasta que finalmente se sentó bajo una retama. Tenía tal deseo de morirse, que dijo: “¡Basta ya, Señor! ¡Quítame la vida, pues yo no soy mejor que mis padres!”
Se acostó allí, bajo la retama, y se quedó dormido. Pero un ángel llegó, le tocó y le dijo: “Levántate y come.”
Elías miró a su alrededor y vio, cerca de su cabecera, una torta cocida sobre las brasas y una jarra de agua. Entonces se levantó, y comió y bebió; después se volvió a acostar. Pero el ángel del Señor vino por segunda vez, le tocó y le dijo: “Levántate y come, porque de otro modo el viaje sería demasiado largo para ti.”
Elías se levantó, y comió y bebió. Aquella comida le dio fuerzas para caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. Al llegar entró en una cueva, y allí pasó la noche. Pero el Señor se dirigió a él, y le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?”
Él respondió: “He sentido mucho celo por ti, Señor, Dios todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a tus profetas a filo de espada. Solo yo he quedado, y andan buscándome para quitarme la vida.”
El Señor le dijo: “Sal fuera y quédate de pie ante mí, sobre la montaña.”
En aquel momento pasó el Señor, y un viento fuerte y poderoso desgajó la montaña y partió las rocas ante el Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto; pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. Y tras el terremoto hubo un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Pero después del fuego se oyó un sonido suave y delicado. Al escucharlo, Elías se cubrió la cara con su capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva. En esto llegó a él una voz que le decía: “¿Qué haces ahí, Elías?”
Él contestó: “He sentido mucho celo por ti, Señor, Dios todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a tus profetas a filo de espada. Solo yo he quedado, y andan buscándome para quitarme la vida.”
Entonces el Señor le dijo: “Ve, regresa al desierto de Damasco por donde viniste. Ve y consagra a Hazael como rey de Siria, y a Jehú, nieto de Nimsí, como rey de Israel; y a Eliseo, hijo de Safat, del pueblo de Abel-meholá, conságralo como profeta en lugar tuyo. De esta manera, a quien escape de la espada de Hazael, lo matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú, lo matará Eliseo. No obstante, yo dejaré en Israel siete mil personas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado.”
(1 Reyes 19,1-18)
Elías y Moisés luego son los que se presentan ante Jesús en su transfiguración.
En este pasaje, del evangelio de san Juan, Jesús habla “en la noche” con Nicodemo, un maestro de la ley, y le muestra de manera como solo Dios lo puede hacer, en que consiste para el hombre la ley de Dios.
“Un fariseo llamado Nicodemo, hombre importante entre los judíos, fue de noche a visitar a Jesús. Le dijo:
–Maestro, sabemos que has venido de parte de Dios a enseñarnos, porque nadie puede hacer los milagros que tú haces si Dios no está con él.
Jesús le dijo:
–Te aseguro que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le preguntó:
–Pero ¿cómo puede nacer un hombre que ya es viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez dentro de su madre para volver a nacer?
Jesús le contestó:
–Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos es humano; lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes si te digo: ‘Tenéis que nacer de nuevo.’ El viento sopla donde quiere y tu oyes su voz pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son todos los que nacen del Espíritu.
Nicodemo volvió a preguntarle:
–¿Cómo puede ser eso?
Jesús le contestó:
–¿Tú, que eres el maestro de Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y somos testigos de lo que hemos visto; pero no creéis lo que os decimos. Si no me creéis cuando os hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo vais a creerme si os hablo de las cosas del cielo?
“Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre ha de ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. : ¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Unico, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él. Para quien cree en él no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios» “El que cree en el Hijo de Dios no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. Los que no creen ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven conforme a la verdad, se acercan a la luz para que se vea que sus acciones están de acuerdo con la voluntad de Dios.
El evangelio de Juan, como todos los evangelios, es un evangelio que encierra muchas cosas, pero este es particularmente profundo respecto de algunos símbolos, y respeta perfectamente, para el hombre que lo sabe leer, esa jerarquía temporal de la que hable en las paginas de arriba. Juan es el hombre que mejor comprendió esta jerarquía, y también, como hombre, sufre por la no comprensión de esta.
El apóstol Juan, es apóstol que Jesús amaba, fue el único de los apóstoles que vio morir a Jesús en el gólgota.
También fue el único de los apóstoles que no glorifico a Dios con un martirio. El lo glorifica de otra forma.
Juan murió por muy viejito, y su lugar quedo entre "el mediodía y el poniente", y desde ahí media gracias para la humanidad.
Desde el lugar de Juan se media un conocimiento libre de influencia impura, que no tiene que ver con los dragones de la tradición. Como Jesús en el pasaje que le dice a Pedro: “Pedro lo llevó aparte y se puso a reprenderlo: « ¡Dios no lo permita, Señor! Nunca te sucederán tales cosas». Pero Jesús se volvió y le dijo: « ¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tú me harías tropezar. Tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».)
A través de Juan se nos da un conocimiento con lo que del cielo media a nosotros.
Buscar este conocimiento es lo que se llamo “esotericamente” durante la edad media "la búsqueda del santo grial", buscar la manera de hacer sacras las cosas del mundo.
Ese lugar "entre el mediodía y el poniente", no es un lugar físico, no es efeso y esas partes de Turquía donde los cruzados buscaban el grial. San Francisco de Asís fue el primero que se dio cuenta de esto.
El lugar del grial, la tierra de Juan, no se alcanza por medio de la fuerza física, ni la viveza, ni cosas que ayuden a sobrevivir en el mundo, sino que todo lo contrario, es una gracia de Dios.
Hoy tenemos el evangelio de Juan y el Apocalipsis como testimonio de el.
Yo creo que la base del dialogo interreligioso para la iglesia fundada en Pedro por Jesús, debe basarse muy cuidadosamente sobre lo que estos documentos significan.
La corona de "doce estrellas" que tiene la mujer en la visión de Juan en el Apocalipsis.
"las columnas del templo de Dios" como las llama Jesús en la carta a los cristianos de Filadelfia, en el Apocalipsis también, o el capitulo 12 del libro del profeta Daniel que dice "los que hayan enseñado a otros la justicia (los apóstoles) brillaran como estrellas" son los apóstoles, los doce apóstoles, son los encargados de sostener la iglesia de Cristo. Cada uno tiene su función, su carisma, su don. Pedro, representa la iglesia visible, la función de Pedro es apacentar el rebaño, los otros apóstoles tienen funciones distintas, pero ningún apóstol verdadero se le puede adelantar a Pedro, todos lo tienen que respetar.
Hay dos pasajes donde se da a entender esto. el primero es cuando a las mujeres que son las primeras personas que se les manifiesta Jesús resucitado, van y le cuentan a los apóstoles, Juan y Pedro salen corriendo, Juan es mas rápido y llega primero pero se queda en la entrada del sepulcro respetando siempre a Pedro, a que el sea el primero que vea. Después al final del evangelio de Juan, después que Jesús elige a Pedro como el que va apacentar su rebaño:
Pedro se volvió y vio que detrás de él venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado junto a él y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?"Cuando Pedro le vio, preguntó a Jesús:
Señor, ¿y qué hay de este?
Jesús le contestó:
–Si yo quiero que permanezca hasta mi regreso, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme.
Por esto corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no había dicho que no moriría, sino: "Si yo quiero que permanezca hasta mi regreso, ¿qué te importa a ti?" Este es el mismo discípulo que da testimonio de estas cosas y lo ha escrito. Y sabemos que dice la verdad.
Jesús hizo otras muchas cosas. Tantas que, si se escribieran una por una, creo que en todo el mundo no cabrían los libros que podrían escribirse.(Juan 21,20-25).
Sigo con Juan. Juan, o los discípulos de Juan escribieron el Apocalipsis en griego.
Hago esta aclaración sobre Juan, porque ya que tanto hable en las paginas pasadas sobre los signos de los tiempos y todo eso, ahora voy a tratar de mostrar cual es el signo de estos tiempos, y como es que los hombres lo tenemos que empezar a vislumbrar, a partir de que documentos y hacia que creo que debe estar orientada nuestra atención espiritual.
La cultura griega es diferente de la cultura hebrea. La cultura griega no es tan “geométrica” o “exacta”, como la egipcia, pero si es mucho mas geométrica exacta o descriptiva que la hebrea.
Estas diferencias culturales, “diferentes dragones”, traen mucha confusión a los hombres, o a los sistemas que los hombres crean, cuando estas culturas se chocan y se mezclan.
No tanto como los egipcios, pero si más que los hebreos, los griegos pierden de vista su economía temporal, la posibilidad de redención en este mundo, cuando fijan su mirada mas en el mundo material que en el mundo espiritual. Y esto es obvio porque los hebreos habían recibido sus leyes por mediación de los Ángeles, inteligencias puras, en cambios estas otras dos culturas, egipcios y griegos, recibían sus conocimientos, su patrimonio cultural, a través de los iniciados. Al principio de este texto ya explique esto de los iniciados.
Cuando el hombre pierde de vista su “economía temporal”, su noción de eternidad, comienza con sus acciones a formar “abismos”, los abismos son zonas abstractas, posibles lugares, que permite la ley del tiempo, pero que no tienen conexión con la verdad eterna que ofrece el Dios viviente. Los Ángeles vinieron a mediar una ley por la cual nosotros podamos, luego del pecado de Adán, alcanzar nuevamente esa noción de eternidad y así, sin temor a la muerte ni enfermedad alguna, podamos vivir en paz y en amor, como Dios manda.
Después voy a seguir con la explicación de Juan. De su evangelio y del Apocalipsis. Va a ser la quinta y ultima parte. Es la más interesante y la más arriesgada. Esos dos documentos son los testimonios o los lugares donde la verdad de la iglesia que formó Jesús se tiene que apoyar. Fueron hechos para eso creo. Y basándome en esos dos documentos, más el génesis, el éxodo y otros libros del antiguo testamento, es lo que voy a tratar explicar después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario