miércoles, 29 de junio de 2022

sobre lo uno y lo múltiple 3

Este escrito está motivado en un par de charlas por whatsaap y tuiter, influenciado por el mensaje de la virgen en Medjugorje el 25 de junio de 2022.

Para arrancar a explicar me voy a basar un poco en un escrito anterior del blog “sobre lo Uno y lo múltiple 2”, lo que quiero explicar es lo que dice la Virgen en Medjugorje, sobre eso de que “el mal actúa como nunca antes” como esto se relaciona con la des-información y lo que denomino la tergiverzación del Nomos.

En el escrito “sobre lo uno y lo múltiple 2” digo esto, le voy a ir haciendo algunos agregados: 

 



1-“El problema que existe hoy más allá de Internet, la inteligencia artificial, la simulación etc etc es el pensamiento sistemático. Me explico. Desde Hegel para acá, o desde la irrupción del mundo estadístico ahora mutado en big Data se tiende a pensar al humano como parte de un sistema y por eso este humano es pensado en función de las características con que se interrelaciona con este sistema, es decir: el cálculo económico-sistemático hace y desarrolla las características del humano que a ese sistema le conviene. Y esto provoca un gran error, un gran mal porque el sistema fue hecho para el hombre y no el hombre para el sistema (Marcos 2, 27-28). El juicio realizado desde el sistema lleva a la multiplicidad de puntos de vista pero sin comunión y con pura desinformación, donde termina rigiendo el leviatan, dragón o “la bestia del mar”, que coerciona, aplasta y homogeneiza todo desde el poder material, pues este juicio es realizado desde las apariencias entonces todos sienten su lenguaje obligado a respetar esas apariencias. En cambio el juicio realizado desde cada uno en la unidad y la Paz mantiene la unidad y hace florecer la multiplicidad auténtica. Y a esto me refiero cuando digo que la interpretación de los signos de los tiempos a partir de cualquier cosa que devenga coercitiva desde lo material genera una burbuja de desinformación, un sesgo desde lo carnal, una per-versión, donde todo el movimiento del Espíritu Santo queda paralizado por los mecanismos psicológicos de negación y proyección que tienden a homogeneizar todos los discursos personales para no desentonar, para no ser “tildado de” y los grupos o pequeños leviatanes solitos nomás auto regulan este funcionamiento coercitivo basados en el que dirán. Está perversión y desinformación por negación y proyección, además del pasaje de Babel, se refleja sobre todo en el episodio de Sodoma y Gomorra, donde los ángeles ciegan a la población y luego estos mismos ángeles piden a Lot y su familia que no “miren” para atrás mientras salen de la ciudad. Este problema de perversión y desinformación que empieza a consolidarse hoy con el Big Data fue visto en el Apocalipsis, y a eso hace referencia el nombre y el mensaje a la última iglesia, la iglesia de Loadicea, que significa el “juicio de los pueblos”, los hoi polloi, los muchos. Todo esto de los nombres es muy importante, los nombres de cada iglesia del apocalipsis tienen mucho que ver con el mensaje que dicen. Pero a lo que apunto con este escrito es que esta perversión y desinformación sucede y empieza a suceder cuando el Nomos se empieza a tergiversar por esta desesperación carnal por las apariencias. Esta desesperación genera, aumenta la alienación en el humano, produce una des-sincronización con Dios a la que el sistema para funcionar, o para representarse a si mismo “racional” nunca acepta, nunca puede re-conocer, por eso no le queda otra que aumentar la perversión y la desinformación, pues aumentan la negación y la proyección: se niega que el sistema está mal, llegando hasta negar a Dios y se proyecta el “mal” sobre aquellos que cuestionan ese sistema, y esto se da en un bucle constante que ciega a los humanos desesperados con su mente sumergida en estas modas, apariencias intelectuales y distintas narrativas. 


"¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!"

Mateo, 23, 37







2-Jerusalem fue destruida por los romanos 40 años después de la muerte de Cristo.

Las guerras materiales, emergentes, no son más que la desesperación desencadenada porque estas apariencias ya no se pueden sostener. Como Cristo al comienzo de Su Pasión, en Getsemani, la batalla anterior a la “guerra” y al sufrimiento material se da en el mundo espiritual, donde se lucha para que este Nomos no sea tergiversado, donde se santifica el nombre de Dios.

Nosotros somos parte de la batalla que hay entre los Angeles de Dios y los del Dragón. Jerusalem es la ciudad de la Paz, Dios nos viene a dar esa paz, el Dragón en cambio, la desesperación y finalmente la guerra a los hombres.


En el Apocalipsis, en el capítulo 12 se detalla una batalla en el cielo, Miguel -que significa quién como Dios?- sale a batallar contra el Dragón, este es expulsado del cielo y desciende a la tierra. 


"Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Angeles combatieron pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos.Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Angeles fueron arrojados con él. Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Ellos lo vencieron gracias a la sangre del Cordero y a la palabra de testimonio que dieron, porque despreciaron su vida ante la muerte. Por eso, regocijaos, cielos y los que en ellos habitáis. ¡Ay de la tierra y del mar! porque el Diablo ha bajado donde vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo.».Cuando el Dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la Mujer que había dado a luz al Hijo varón. Pero se le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande para volar al desierto, a su lugar, lejos del Dragón, donde tiene que ser alimentada un tiempo y tiempos y medio tiempo. Entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua, detrás de la Mujer, para arrastrarla con su corriente. Pero la tierra vino en auxilio de la Mujer: abrió la tierra su boca y tragó el río vomitado de las fauces del Dragón. Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús. Yo estaba en pie sobre la arena del mar.”


Luego de está batalla, dice el apocalipsis en el capítulo 13, 2 como el poder del Dragón ya aquí en la tierra es “cedido”, prestado a la bestia del mar. El narcisismo que es lo que ocasiona la caída del Dragón, pues se rebela contra los planes de Dios, ese narcisismo es con lo que contagió al género humano en el pecado original. El poder de ese narcisismo y sus laberínticas y desmemoriadas narrativas es cedido aquí, al humano, en la tierra. La bestia del mar es el narcisismo desbocado del hombre, quien se burla de Dios, del nombre de Miguel:


"Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia , y se postraron ante la Bestia diciendo: «¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?».Le fue dada una boca que profería grandezas y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante 42 meses; y ella abrió su boca para blasfemar contra Dios: para blasfemar de su nombre y de su morada y de los que moran en el cielo."









3-Hoy estamos en este momento, es el sistema del humano hecho a imagen y semejanza suya “quien como la bestia”, una homogeinización perpetua, la abominación de la desolación. Del mundo espiritual fue, va siendo arrojado el Dragón y sabe que le queda poco tiempo. El Dragón batalla aquí en la tierra en el espíritu a través de la tergiversación del Nomos y de la enseñanza, generando división y desesperación a través del sistema o Leviathan, hasta que se desencadenan las guerras. El dragón ceba al humano, le presta su poder para llevárselo él. No quiere que el humano santifique el nombre de Dios.  


Kierkegaard vió este peligro sistemático, y en su interpretación de los signos de los tiempos escribió un libro como temor y temblor, donde trata de demostrar como el discernimiento, el juicio es personal y no sistemático. Es también lo que descubre Elias en el Horeb: Dios, Su verdad no trabaja de manera sistemática y por coerción física -salvo en casos extremos tipo el diluvio o el episodio de sodoma-, y es lo que Jesús le dice a Nicodemo “el viento sopla donde quiere y tú oyes su voz pero no sabes de dónde viene ni a dónde va”. A lo que voy es que el discernimiento de los signos de los tiempos a través de las escrituras es siempre primero personal, Dios nos ama quiere que lo sigamos en Su propia función de salvar y juzgar, atar y desatar ( Mateo 18, 18. Juan 12, 46-48. Juan 8, 26 y 1ra corintios 6, 1-3 entre otros) y para esto hay que salirse de la inercia de juicio y la designación sistemática: Dios dice quienes somos, no el sistema, así lo enseño un galileo hace más de dos mil años al dejarse matar en una Cruz como un delincuente.


Dejo una cita sobre los 72 discípulos, q quizás puedan relacionar con lo que escribí más arriba. Un saludo.


“Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre".

El les dijo: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo". Lucas 10, 17-18.20

1 comentario:

  1. https://elvientosopladondequiere.blogspot.com/2019/10/sobre-los-72-los-144000-y-las-profecias.html?m=1

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