viernes, 25 de junio de 2010

Lugares del lenguaje: Sobre lo cómico.

Los hombres a lo largo de su vida desarrollan diversas concepciones particulares a partir de su contacto con el medio, este contacto con el medio es lo que denomino lenguaje. Estas concepciones se forman a partir de dos elementos necesarios anteriores al ser hombre, elementos que determinan lo que significa ser hombre, uno, es el elemento material, el otro, es el cultural.

La materialidad genera la particularidad debido a que ubica al hombre en una posición única diferente a las otras posiciones y le permite durante el transcurso de su vida procesar y emitir juicios sobre el medio desde distintos lugares (biológicos, sociales, psicológicos) pEj: niño, joven, adulto, viejo, estudiante, trabajador, jubilado, soltero, casado, separado, hijo, padre, hermano, obrero, empresario, empleado, rico, pobre, mujer, hombre, etc. Este movimiento es lo que le da al hombre su experiencia particular, su sentimiento individual. Como de todas las experiencias, el hombre, no puede ser consciente a la vez, estas pasarían a formar lo que se denomina, comúnmente,“inconsciente”. Este elemento, al ser no-consciente, estaría determinando al hombre desde su propio interior de manera imperceptible al mismo hombre.

La función del elemento cultural surge a partir de la necesidad del hombre de comprenderse y comprender el medio que lo rodea. Su función, entonces, es la de generar una relación ordenada y comunicable de todo lo que comprende de él mismo y del medio que esta a su alrededor. Para “estabilizar” y ordenar esta relación con el medio, el hombre, se crea convenciones. Una convención consiste en la generalización y aceptación de una determinada pauta, norma y/o concepción. Es el conjunto de estas convenciones lo que conforma el elemento cultural. Entonces, al estar conformado por las pautas, normas, leyes, conocimientos etc, a seguir para vivir ordenadamente con nosotros mismos, con los demás y con el medio que nos rodea, este elemento cultural-convencional es lo que determina conscientemente, exteriormente, al hombre.

La posición material-particular del hombre genera en el una concepción única de la realidad que lo rodea, sus sentimientos, intereses sobre los sucesos que lo rodean van a ser diferentes, en mayor o menor grado pero diferentes al fin, de los individuos que tenga alrededor. Esto contrasta o choca con el mandato cultural reinante el cual esta basado en la convención. Esta al ser la misma para todos provoca una tendencia a la igualdad en las concepciones, al contrario de la tendencia hacia la particularidad que genera la posición material del individuo.
Vemos entonces que el hombre se encuentra entre dos elementos, pareciera, antagónicos.
Uno con tendencia a la particularidad y otro con tendencia a la generalidad. En el choque de estas dos tendencias se encuentra la concepción del hombre.
El lenguaje trata de suavizar este enfrentamiento, tratando de adaptar y, así, armonizar estas dos tendencias.

Cuando se evidencia un choque, diferencia, y/o incapacidad de adaptación entre lo convencional y lo particular en un suceso (el hombre no comprende el lenguaje) se generan dos tipos de reacciones:
La trágica cuando la incapacidad de adaptación parece ser inevitable.
La cómica cuando la incapacidad de adaptación parece ser evitable y en lugar de evitarse se da una adaptación aparentemente absurda, tonta, inútil.

¿Porque y cómo sucede el hecho cómico?

Cuando la convención está tan arraigada que no tiene la necesidad de ser legislada, ritualizada, mantenida de alguna forma externa, sino que ya se hizo tan común que quedo oculta bajo la costumbre, esta queda, pues, adoptada inconscientemente por las concepciones particulares (ej: distintos comportamientos ante distintas situaciones, maneras de usar el idioma según el contexto, etc.). La costumbre hace que la concepción particular de los individuos queden como enmarcadas, “encarceladas” dentro de la convención general de la cultura dominante. Entonces sucede que las concepciones adquieren cierta rigidez contagiadas por esta tendencia invisible de la convención, generando en los individuos la incapacidad de poder cuestionarlas, revisarlas. Así nos damos cuenta que el hecho cómico es, en verdad, inevitable cuando el individuo ya no es consciente de la convencionalidad y la rigidez de su concepción.
(En cambio, en la reacción trágica, se es consciente de la convención. El choque de la convención general con la concepción particular es lo trágico porque aparentemente no se puede evitar siendo el individuo consciente de todo, todo el tiempo.)

Habiendo visto porque se da el hecho cómico (rigidez convencional) ahora vamos a ver como se da, es así:
Se produce un hecho que deja en evidencia la falta de adaptación entre la concepción particular del hecho y la convención.
Esto puede ser desde una distinta manera de hablar, una extraña manera de vestir, un tic nervioso, un defecto al caminar etc.
Esta falta de adaptación se da porque la convencionalidad del hecho particular es superflua, y por lo tanto torpe y absurda, o porque la convención general no puede explicar, no puede comprender en su singularidad a ese hecho particular (p.ej.: un doble sentido de palabras, un disfraz exagerado, hablar o caminar de una manera extraña etc)
Esto provoca una confusión momentánea en los individuos que se apoyan y se encuentran adaptados en la convención general. Esa confusión hace que estos permanezcan insensibles ante el suceso debido a su falta de comprensión de la inadaptación de este.
Esta falta de comprensión es provocada porque la convención general esta impidiendo, inconscientemente, a los individuos, ver la concepción particular del hecho.
Igualmente, aunque el hecho no este comprendido por la convención, este hecho particular sí afecta la concepción de los individuos que están experimentando el hecho, entonces los individuos reaccionan queriéndose liberar de la confusión, cuando les parece que ese hecho particular, supuestamente absurdo, no amenaza su concepción sino que solo hace evidente una rigidez en la adaptación entre la particularidad-convencionalidad de ese hecho. Esta reacción de supuesta liberación de los individuos en la risa es la que hace al hecho ser considerado como cómico (seria liberación a través del llanto en caso de ser un hecho trágico).
Se podría decir, entonces, que lo trágico demuestra la finitud del hombre y lo cómico pone en evidencia la imperfección de la convención que el hombre forma tratando de olvidar esa finitud inicial.

Hemos visto la importancia de lo cómico como informante de las fallas en la convención, del malentendido que esta a veces provoca en la concepción de los individuos. Esta función del hecho cómico de denunciar las asperezas o errores de la convención sumergidos en la costumbre es muy importante, ya que nos permite preguntarnos, cuestionar la rigidez de la convención, posibilitándonos comprender, si estamos atentos, que es lo que produce comicidad: Un error en el hecho particular, o un error en la pauta convencional de los individuos que están interpretando ese hecho particular. Con lo cual, en caso de ser un error en la pauta convencional, tendríamos que estar muy atentos, porque los individuos caerían inevitablemente en el error de parecerles cómica su inadvertida ignorancia, al ser inconscientes de la rigidez de su concepción por estar basados y apoyados sobre esa pauta convencional errónea a la que ya no pueden cuestionar.
Si esto sucede, el hecho no seria cómico, seria algo más que trágico, seria de una nueva categoría, diríamos “catastrófica”.
También lo cómico posee un efecto positivo como catarsis de todas las asperezas que podrían concentrarnos en un problema provocando quizás un enfrentamiento muy rígido que sería negativo. Pero si el tiempo que nos permite esa catarsis y liberación no lo utilizamos para ver donde se encuentra la aspereza y así ver como tratar de limarla, solucionarla, este efecto no sería positivo, tampoco negativo, sino decadente, relajante y paralizante, anonadador de la conciencia, produciría un efecto cada vez más nihilista, ya que al evitar el enfrentamiento se impediría a los hombres cada vez mas una autentica adaptación con el medio, lo que los terminaría cerrando y reduciéndolos a su propio circulo convencional. Si solo nos basamos en la convención, el lenguaje se vuelve inútil, ya no podemos formar una concepción particular sobre nada, y no hay más “hombre”.
Por eso considero que el hecho cómico tiene una radical importancia en la sociedad contemporánea y, aunque suene contradictorio, habría que tomar con más “seriedad” su rol de denunciante de fallas en nuestras concepciones culturales en lugar de acomodarnos indiferentes frente al hecho cómico solo porque nos podemos reír de el.

Trabajo de para materia semiologia. junio de 2005.

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