miércoles, 9 de febrero de 2022

el problema de Aristóteles y la división de los discursos

()....Cosa complicada la ciencia moderna, ¿que consiguió Descart? Logro a través del lenguaje separar el discurso, limpiamente, para poder dedicarse a la “ciencia” sin tener que vérselas con los escolásticos. ¿Pero como se facilito en la cabeza de las personas esta política separatista?
Como lo dije antes, por la introducción de Aristóteles en la esfera europea.
Con Aristóteles hace su entrada, en la Europa medieval, el pensamiento puramente racional científico, abstracto. ¿Que tiene de negativo esto? Nada, lo malo sale del corazón del hombre como bien aclaro Jesús.
Pero Aristóteles, no era cristiano, era pagano, por lo tanto su concepción del hombre y su relación con el universo es completamente diferente a la concepción cristiana del hombre.
Para Aristóteles, el hombre, la dignidad e identidad del hombre se definen según su función en la sociedad: ciudadano-hombre libre-esclavo, hombre-mujer, rey-tirano-filosofo, heleno-barbaro etc. Esta definición según su función para la sociedad es una definición por oposición, estructural, sistémica, dual, binaria. Una definición que deja al hombre designado por ella y esclavo de la ley social a la que pertenece.
Con esto no estoy juzgando a Aristóteles ni nada parecido, la idiosincrasia griega, y su espíritu de “agon”, de competencia y de discusión y diálogo a través de la palabra llevaron a los hombres a vislumbrar verdades que enaltecieron nuestra dignidad, pero esto servía sobre todo para antes de Jesús, cuando El vino a nosotros el valor de la ley dejo de ser algo externo, y el amor es el valor que prima en la creación, un amor que puede introducir la ley en el corazón del hombre y vencer la muerte que esta acarrea cuando sólo es vista de manera externa.
No es una casualidad que el apóstol Tomás llamado “el mellizo” - en griego la palabra es didimo, y también significa dual - cuando Lázaro muere, el les dice a los otros discípulos
“vayamos también nosotros, para morir con el”.(Juan 11, 16)
Tomás refleja esa ansiedad, ironía, que no puede esperar que el plan de Dios se desenvuelva, el no puede esperar para ver, el quiere ver ya, le cuesta creer, está preso de esa tensión de la ley, de ese espíritu de “agon” que los griegos llevaban a cabo y representaban tan bien.
Por eso, también es significativo que cuando los griegos, extranjeros convertidos a la ley de Moisés, piden ver a Jesús, Jesús manifieste que es la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.
Transcribo el pasaje:

“Entre la gente que había ido a Jerusalén a adorar a Dios en la fiesta, había algunos griegos. Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida, un pueblo de Galilea, y le rogaron:
–Señor, queremos ver a Jesús.
Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y los dos fueron a contárselo a Jesús. Jesús les dijo:
–Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Os aseguro que si un grano de trigo no cae en la tierra y muere, seguirá siendo un solo grano; pero si muere, dará fruto abundante. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre le honrará.” (Juan 12,20-26)


En todo el capitulo 12 de san Juan se da a entender como debemos reaccionar ante el nuevo mensaje, como se traduce la buena nueva para la vida de los hombres, y como estos reaccionan ante ella. La reacción de María, perfumando sus pies, la reacción de judas, la reacción de los judíos que querían ver a Jesús y a Lázaro el resucitado, la reacción de los sumos sacerdotes que querían también matar a Lázaro porque era testimonio de resurrección.
La reacción de unos extranjeros, estos griegos que se acercan a Felipe, y esta va a Andrés y juntos van a decírselo a Jesús.
Finalmente el pasaje termina en Jesús, describiendo El mismo su reacción ante lo que le dicen Andrés y Felipe, y describiendo El como deben reaccionar aquellos que creen en El.
En una parte, al final del capitulo, terminan comentando lo que les pasaba a los fariseos que creían en El pero no lo seguían, lo transcribo:
“Sin embargo, aun entre los magistrados, muchos creyeron en él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga,
porque prefirieron la gloria de los hombres a la gloria de Dios.”(Juan 12, 42-43)
Esa es la cuestión: si la gloria de Dios o la gloria de los hombres es lo que buscamos.
Por eso para el cristiano, como Jesús da a entender bien en todo este pasaje, la relación fundamental que define al hombre, es su relación con el misterio que nos salvo, que nos dio una identidad nueva elevando nuestra dignidad caída por el pecado. Hablo del misterio de la cruz de nuestro Señor, pues ese misterio es el que nos libero de la esclavitud y la ignominia a la que nos habíamos condenado a causa del pecado original.
Aristóteles esto no lo ve, el hombre para el esta en armonía con la creación, y su diferencia con el resto del los vivientes se encuentra en su definición de hombre:
“el hombre (es), animal político”.
Esta definición deja en claro cual es la posición de Aristóteles respecto del hombre.
Por eso el uso que hace, el sistema aristotélico, de la palabra y de la razón no es un uso que ve al hombre como fin, sino que mas que nada lo ve como una herramienta útil de la sociedad, y la palabra y la razón del hombre se organizan y se definen según la utilidad que parezcan ofrecer al momento histórico presente.
Por eso esta sensación, esta desvalorización de la palabra, en pos “del mal menor”, como cuando Caifaz exclama:

–Vosotros no sabéis nada. No os dais cuenta de que es mejor para vosotros que muera un solo hombre por el pueblo y no que toda la nación sea destruida. (Juan 11, 49-50)

Esta desvalorización de Jesús, Palabra de Dios, en pos del sistema, juzgando según el “mal menor” (“mal menor” desde el juicio de los hombres. Juicio impotente e inicuo frente a los ojos de Dios: Los judíos 40 años después de haber crucificado a Jesús fueron arrasados, su templo destruido, y los sobrevivientes desterrados hasta 1900 años después), es un mal contagiado desde ese pensamiento sistémico, y es lo que les pasa a los integrantes que forman la iglesia, a la cual, la ultima y séptima carta del Apocalipsis, Jesús, dirige su mensaje. La carta a la iglesia de Loadicea (Loadicea significa juicio del pueblo).

"Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.(APOCALIPSIS 3, 14-22)

Esta manera de ver las cosas “racionalmente” abstractamente genera, con el tiempo, ese ni Frió ni caliente respecto de la palabra de Dios, respecto al lenguaje de Dios. El ejemplo mas claro de cómo se va generando esta tibieza respecto a la Palabra de Dios, es el acomodo de lo económico, luego burgués, a los discursos “científicos” según la época que corresponda. Ejemplo:
Irrupción de filosofía aristotélica, consecuencia a lo lejos: reacción luterana.
Vulgarización de la religión, se crea el subproducto secular-sistémico que culmina con Hegel. Reacción Schopenhauer y Marx, aparición nietzscheana.
Y finalmente difundiose entre el pueblo “la ley”, estados totalitarios comienzan a regir en la “moderna” Europa.
Otra vez “la caída del hombre”, de la dignidad humana bajo el yugo de la asfixiante abstracción cultural, ley eterna o rueda esclavizante que sujeta al hombre a los poderes terrenales. La política, fundamentada en la superioridad y el refinamiento que les daban “las ciencias y las artes”. Otra vez el famoso “mar” que ahora ahogaba a todos los hombres.
Lo más impresionante es que a pesar de esa combinación de los discursos aristotélicos-luteranos-hegelianos-nietzscheanos-totalitarios, ninguno de ellos pareciera ni decirse ni contradecirse porque aparentemente su objeto de estudio o la dirección de su discurso se enfocan a cosas distintas, pero… ¿es tan así? ¿ “realmente” se puede dividir el objeto de estudio del hombre, su discurso? si el hombre histórico, en verdad, esta constantemente descifrando, resolviendo, ajustando, realizando su existencia…¿se puede generar, o mejor dicho, justificar esta división de los campos de acción? esta artificiosidad del hombre, este proceder separatista: ¿no lleva en ultimo termino a esta falta de comprensión de la profundidad de “las escrituras”, del proceso histórico, de los signos de los tiempos, y finalmente, a esta deshumanización de hombre?
Los nazis llegaron a expresar y determinar hasta en sus leyes la diferencia de clases de hombres, su comportamiento…
Hoy día, leyes impiden que el hombre circule libremente por la tierra. Leyes económicas son la medida de que a un país entero lo masacren, o le sean indiferentes, o etc etc etc.
¿De que habla el hombre cuando habla? ¿Sabe lo que es la verdad? O solo parlotea como un autómata. Esa pregunta de Pilatos a Jesús: ¿que es la verdad? A cuantos nos llega. Pero mejor: ¿cuantos le prestamos atención?
Estamos complicados.
Esto igual ya había arrancado hace rato no. Es parte de la historia humana. Es parte de cada uno. “Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás juzgado” dice Jesús en el evangelio. Dice bien claro.
“Pilatos volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó:
–¿Eres tú el Rey de los judíos?
Jesús le dijo:
–¿Eso lo preguntas tú de tu propia cuenta o porque otros te lo han dicho de mí?
Le contestó Pilatos:
–¿Acaso yo soy judío? Los de tu nación y los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
Jesús le contestó:
–Mi reino no es de este mundo. Si lo fuese, mis servidores habrían luchado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.
Le preguntó entonces Pilatos:
–¿Así que tú eres rey?
Jesús le contestó:
–Tú lo has dicho: soy rey. Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan
–¿Y qué es la verdad? –le preguntó Pilatos.(Juan 18, 28-38)

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