“El que ve con lucidez los
abismos de nuestra era, ve en ellos la acción de potencias que actúan para
disgregar las relaciones entre los hombres. El cristiano puede descubrir
entonces que su misión de “exorcista”, debe reconquistar aquella actualidad que
poseyó en los inicios de su fe. La palabra “exorcismo” no ha de entenderse
aquí, por supuesto, en sentido técnico. Se refiere a la actitud de la fe en
general, que “vence al mundo” y “arroja a los príncipes del mundo”. El
cristiano sabe - si verdaderamente llega a divisar el abismo – que debe prestar
un servicio al mundo. No nos dejemos contagiar por la mentalidad predominante
que cree que “con un poco de buena voluntad podemos resolver todos los
problemas”. En realidad, aunque no tuviéramos fe, pero fuéramos al menos un
poco realistas, nos daríamos cuenta de que sin la ayuda de una fuerza superior
-que para el cristiano es solamente el Señor- estamos prisioneros de una
historia sin remedio”
(Joseph Ratzinger, Benedicto XVI)
Porque El castiga y tiene compasión,
hace bajar hasta el Abismo y hace subir de la gran Perdición, sin que nadie
escape de su mano.
Si vuelven a El de todo corazón y con toda el alma, practicando la verdad en Su presencia, El se volverá a ustedes y no les ocultará más Su rostro.
Si vuelven a El de todo corazón y con toda el alma, practicando la verdad en Su presencia, El se volverá a ustedes y no les ocultará más Su rostro.
(Tobías
13,2.6.)
Lo primero que transcribí es
de un librito de 1985 se llama “informe sobre la fe” donde Vittorio Messori,
periodista italiano, entrevista a nuestro actual Papa.
Lo que me sorprendió sobre
todo, lo que dice al final: “En realidad, aunque no tuviéramos fe, pero
fuéramos al menos un poco realistas, nos daríamos cuenta de que sin la ayuda de
una fuerza superior -que para el cristiano es solamente el Señor- estamos
prisioneros de una historia sin remedio”. Esto ultimo, si uno tiene o no tiene
fe, tarde o temprano, lo experimenta. Eso es lo que expresa el cántico de
Tobías, del libro de Tobías, de la
Biblia.
Lo que un cristiano cree es
que, en un principio antes de la venida de Jesús, la realidad del hombre no es
buena porque, por consecuencia del pecado original, es una realidad caída. El
hombre no se debe estancar en esa realidad, porque esa realidad equivale a la
muerte, el hombre se debe esforzar por alcanzar el reino. Por eso, salir de esa
realidad, no es solo una cuestión puramente intelectual, una cuestión de
entendimiento, es mas algo mas visceral, un sentimiento, una cuestión de
Fe. No es solo algo teórico, abstracto, es algo donde, nos percatemos o no, se
juega el futuro de nuestra vida.(SIGUE)
En esto que escribo abajo,
escribí sobre todo eso, porque creo que uno de los signos de estos tiempos es
exactamente la incapacidad para discernir sobre los signos de los tiempos, los
cristianos experimentamos una incapacidad no en cuestiones a los sentimientos,
a la fe, pero si en cuanto a la posibilidad de saber con que nos estamos
enfrentando, y para ser capaces de discernir sobre los signos de los tiempos, y
actuar en consecuencia de ello haciendo de nuestra fe algo útil para los
hombres y para el mundo, hace falta un conocimiento si se quiere “intelectual”,
un esfuerzo que arroje mucha luz por esa vía “intelectual” es necesario para
enfrentar la confusión de valores a los que nos somete la vorágine y velocidad
de la información con la que trabaja “el mundo” de hoy.
La iglesia debe ser “luz del mundo” no debe tener miedo
de ser perseguida sino que todo lo contrario.
En este escrito no intento
acusar a nadie, ni a ninguna persona en particular, tan solo me interesa hacer
un discernimiento para que los hombres podamos descubrir de nuevo y
seguir la verdad, la autentica verdad que se manifestó en Jesús de
Nazareth.
Que podamos ver el sentido, de aquella bienaventuranza que pronuncio Jesús:
Que podamos ver el sentido, de aquella bienaventuranza que pronuncio Jesús:
“Felices los que son perseguidos por
practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa."
(Mateo 5, 10-15)
La iglesia tiene que ser verdaderamente sal de la tierra y luz del mundo. Hasta ahora pudimos mantener y difundir el testimonio de Jesús, y fue mucho lo que hizo la verdadera iglesia, pero para no quedar como los fariseos, y solo estar lustrosos y alegres para nosotros mismos: “sepulcros blanqueados”, la iglesia debe ser luz del mundo, debe profundizar en el conocimiento de Cristo y así vencer y avanzar sobre el mundo, vencer el conocimiento que viene del mundo, y no empantanarse cada vez mas en la mediocridad que lleva a la mentira y a la iniquidad, sin poder frenar la perversión del código social con la que la gente cada vez mas es confundida.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa."
(Mateo 5, 10-15)
La iglesia tiene que ser verdaderamente sal de la tierra y luz del mundo. Hasta ahora pudimos mantener y difundir el testimonio de Jesús, y fue mucho lo que hizo la verdadera iglesia, pero para no quedar como los fariseos, y solo estar lustrosos y alegres para nosotros mismos: “sepulcros blanqueados”, la iglesia debe ser luz del mundo, debe profundizar en el conocimiento de Cristo y así vencer y avanzar sobre el mundo, vencer el conocimiento que viene del mundo, y no empantanarse cada vez mas en la mediocridad que lleva a la mentira y a la iniquidad, sin poder frenar la perversión del código social con la que la gente cada vez mas es confundida.
Hay que descubrir y poner a la vista estos mecanismos
“psicologicos”, del alma, espíritus que corrompen, que van licuando todo
el verdadero espíritu del Dios viviente a los ojos de los hombres y
escandalizando a las que quedamos en la iglesia, quitándonos la fuerza de la
fe.
Hay que “arrojarlos” para que
estos espíritus, una vez “exorcizados”, denunciados ya no actúen invisiblemente
y los podamos combatir y empecemos a sanar todo a través de la palabra de Dios
que se manifiesta a los hombres a través de la iglesia, que esta palabra pueda
comenzar a ser palabra efectiva, Palabra Viva de nuevo, sin que el trabajo de
la iglesia en la sociedad quede enroscado, empantanado, “inicuo” en esos
mecanismos perversos y de la apariencia con los que se rige el funcionamiento
social. Debemos atrevernos a proclamar bien alto la verdad y cuando
tratamos de mostrar algo importante no importa que nos traten de
intelectualistas... como si leer a Isaias, Jeremias, Daniel, Ezequiel, Oseas,
etc fuera algo fácil para un judío de la época de Jesús... O mismo para un
hombre de hoy... la mediocridad se gana por todos lados.
La iglesia hoy no ilumina al mundo, por ahora no lo puede hacer, pero hay que luchar para que si lo pueda en un futuro.
Cuando ahora, comienzo este escrito, insistiendo tanto en la ley, en la escritura y la palabra es porque, como Jesús nos dijo muchas veces, nuestra fe en la palabra de Dios es lo que sana porque ella es la que origina las representaciones y arroja los "daimones", voces o representaciones que, ocultas, nos gobiernan interiormente.
La iglesia hoy no ilumina al mundo, por ahora no lo puede hacer, pero hay que luchar para que si lo pueda en un futuro.
Cuando ahora, comienzo este escrito, insistiendo tanto en la ley, en la escritura y la palabra es porque, como Jesús nos dijo muchas veces, nuestra fe en la palabra de Dios es lo que sana porque ella es la que origina las representaciones y arroja los "daimones", voces o representaciones que, ocultas, nos gobiernan interiormente.
En los capítulos que siguen
voy a hacer un poco eso que acabo de decir, volver a dar relevancia a la
palabra de Dios, tratando de volver a dar significancia a la escritura a partir
de un discernimiento de los signos de los tiempos que hago a través de ella.
Quizás en algunas partes sea
bastante intransigente, pero solo es para poder llegar a ver donde es que
estamos parados como momento histórico.
Esta dividido en 5 partes para
orientar el sentido de lo que voy escribiendo.
En la primer parte voy a
hablar de lo que significa “la ley en general”, la ley y el conocimiento como
una manera de entendernos a través de un lenguaje entre los hombres, y como
esta ley es la que va formando la identidad de los hombres a lo largo del
tiempo. También voy a hablar de que es y como influye el tiempo en la vida de
los hombres. Que relación tiene con la formación de estas leyes.
En la segunda parte voy a hablar
de porque sucedió que a pesar de tener la ley general de Dios, en el discurrir
histórico, los hombres fuimos perdiendo en fidelidad al lenguaje y
tergiversando el espíritu de esa ley universal.
En la tercer parte voy a
hablar de la ley en sentido particular. Voy a explicar donde radica la causa de
la tergiversación de la ley general, para eso voy a intentar dar luz sobre el
misterio del pecado original, porque es un pecado hereditario, y a la vez
personal, tratando de demostrar que la ley se tiene siempre que buscar
primero cumplir individualmente, interiormente para que luego el exterior o lo
general lo exprese de manera correcta.
En la cuarta parte voy
intentar mostrar que pasa cuando no reconocemos o no vemos esta realidad del
“pecado original” e intentamos vivir como si eso no existiera, a donde nos
conduce esa ignorancia respecto de nuestra condición pecadora, como nos aleja
de Dios y corrompe tanto que ni siquiera sabemos porque nos pasan las cosas que
nos pasan.
La quinta parte quizás
sorprenda un poco por la osadía. Pero en ella voy a intentar hacer un
exposición de los signos de los tiempos y que significo cada momento histórico
del cristianismo, mostrando los puntos que coinciden con la ley o tradición
histórica del pueblo elegido, Israel.
A medida que voy avanzando en
cada capitulo, voy haciendo un profundización de los mismos temas, pero desde
diferentes puntos de vista, los mismos acontecimientos descritos desde ángulos
diferentes.
Empiezo:
1
“No piensen que vine para abolir la ley o los profetas: Yo
no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá
ni una i ni una coma de la ley, antes que desparezcan el cielo y la tierra
antes de que todo se realice...
...Les aseguro
que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos,
no entraran en el reino de los cielos” (mateo 5, 17-19,20)
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé.(Isaías 55, 10-11)
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé.(Isaías 55, 10-11)
En esta primer parte voy a hablar de la ley “en general”.
Voy tratar de demostrar donde se relacionan los conceptos de ley, palabra,
conocimiento y como estos están íntimamente relacionados al concepto de tiempo.
También voy a intentar de explicar como las leyes forjan indirectamente el
destino del hombre, como estas nos sirven de formadores de identidad, para
discernir los signos de los tiempos, y trascender el mundo material al que nos
limitan nuestros sentidos inmediatos.
Intentare hacer una separación entre los conceptos de
objetividad y de ley que se nos confunden mucho hoy día a causa de la no
comprensión del concepto de tiempo. Para esto ensayare una explicación racional
y por escrito, mediante palabras, que significa el tiempo para nosotros, los
hombres.
1- Sobre
la ley divina: La palabra de Dios se hizo hombre. Jesús nos enseña las
escrituras y parte para nosotros el pan.
Para empezar a hacer mi
relato voy a hacer un supuesto y una afirmación.
El supuesto es algo que
explicare en el tercer capitulo de este escrito.
El supuesto es que, culpa
al pecado original, el hombre posee una inteligencia ofuscada, lastimada para
la comprensión de la ley divina o el mandato del Padre y esto nos hace caer, si
no tenemos cuidado, continuamente, en un estado de alienación respecto de la
realidad de Dios.
Y esta es la afirmación: este estado de alienación es el
que, si no tratamos de verlo y vencerlo mientras somos vivos, descubre el
hombre luego de su muerte, es lo que los griegos denominaban “Hades” o abismo.
Hades, también, era el nombre del dios que gobernaba el
submundo de los muertos para los griegos. De la palabra griega hades y de la
palabra latina fatum (destino), derivan al castellano las palabras hados, hada,
fatal, fatalidad, etc. Todas estas expresiones aluden a la existencia de algo
irrevocable, los designios grandiosos o la vida normal de cada hombre que si o
si se deben cumplir. Ese destino para la mayoría de los hombres, el común de
los mortales, era ese hades, una especie de inframundo, donde las almas
descendían y quedaban vagando después de morir. En la odisea, cuando Ulises
desciende al submundo la sombra de Aquiles le dice:
“No intentes consolarme de la muerte,
noble Odiseo : preferiría ser labrador y servir a otro, o un hombre indigente
que tuviera poco caudal para mantenerse, a reinar sobre todos los muertos. Mas,
ea, háblame de mi ilustre hijo…”
(odisea XI, 487-491).
Pero había otros personajes que tenían mejor suerte. Iban a
un lugar mejor, no se sumergían en los abismos, sino que eran rescatados por
los Dioses para ir a “los campos Eliseos”. Estos personajes eran los héroes,
los sabios, filósofos etc. Sus testimonios nos llegan mezclados en historias y
leyendas, la mayoría cargadas de simbolismos. Se suponía eran mitad dioses
mitad humanos. Por ejemplo en Grecia hay varios pasando de héroes legendarios
como Hércules, Teseo a sabios más históricos como Empedocles, Heraclito,
Licurgo, Parmenides, Solon. No deteniéndonos en la realidad histórica de estos
personajes, a los griegos, la referencia a estos les servía para inspirarse y justificar
mitológica o racionalmente sus tradiciones y sus leyes, ya no solo por medio de
la fuerza y el temor a la muerte, sino
dialogando y a través de la palabra. De esta manera y con el correr del tiempo,
estos personajes, pasaban a formar parte de la identidad “griega”.
Como estos personajes griegos, formadores de la “identidad”
e idiosincrasia de su pueblo, hubo en casi todos los pueblos conocidos de la
antigüedad.
Para la tradición y la identidad hebrea estas personas
fueron los patriarcas, los jueces y los profetas. Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Josué, Jefte, Sansón, Samuel, David,
Salomón, Elías, Eliseo, Isaías, Jeremías, Daniel, Ezequiel son algunos de los
mas conocidos de estos.
En un pasaje del evangelio de Juan, luego de una
deslumbrante enseñanza sobre como se comporta “el buen pastor”, Jesús, hace alusión a los pasajes de las
escrituras donde se nombra a estos personajes importantes o pastores(los jueces
y los profetas)
“no esta
escrito en la ley: ustedes son dioses?” (Juan 10, 34)
Jesús nombra este pasaje de las escrituras cuando se
defiende de los fariseos, que lo atacaban diciéndole como podía decir que el
era hijo de Dios. Lo que quieren decir Jesús y las escrituras es que son Dioses
todos aquellos a los que Dios le dio la capacidad de juzgar, de atar y desatar,
porque el juicio corresponde a Dios.
Jesús es Quien viene a plenificar la identidad del hombre,
el único que la puede plenificar porque El es también Dios.
En el evangelio de san Juan, varias son las veces que Jesús
dice esto:
Yo soy el pan de vida. (Juan 6, 35)
Yo soy (Juan 8, 28)
Yo soy la puerta (Juan 10, 9)
Yo soy el buen pastor. (Juan 10, 11; 10,14))
“Yo soy hijo de Dios” (Juan 10, 36)
Yo soy la resurrección y la vida (Juan 11, 25)
Yo soy el camino, la verdad y la vida (Juan 14, 6)
Yo soy la vid verdadera. (Juan 15, 1)
Jesús viene a completar lo que todos estos personajes
presentían sobre lo humano.
Y lo que pasa es que desde que vino Jesús todos estos
personajes con características especiales que la tradición venero, quedaron,
por no decir opacados, obedientes a Jesús y a lo que Jesús nos enseño. Porque
Jesús es el mismo Dios vivo, es el hijo del Dios de la vida, del Dios que da la
vida, del Dios viviente. Entonces el Dios de la vida, al tomar figura humana en
Jesús de Nazareth, al vivir y morir como hombre, pero al resucitar como solo el
Dios de la vida lo puede hacer, todo en el mundo, y más allá del mundo, quedo
traspasado y salvado por Su palabra.
Jesús le dio el poder a Pedro de atar y desatar, porque fue
Pedro el primero de sus discípulos que lo reconoció como hijo del Dios vivo:
Jesús se
fue a la región de Cesárea de Filipo. Estando allí, preguntó a sus discípulos:
«Según el parecer de la gente, ¿quién soy yo? ¿Quién es el Hijo del Hombre?»
Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías, o
bien Jeremías o alguno de los profetas». Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién
dicen que soy yo?» Pedro contestó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».
Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjona(hijo de Jonás), porque esto no te
lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos. Y
ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré
mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las
llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el
Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo». Entonces
Jesús les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.”(MATEO
16, 13-20)
Respetar la
jerarquía temporal como Jesús reconoció en las escrituras y respeto en Pedro
(cuando le dice que lo que el acaba de decir no viene de la carne (su pueblo),
ni de la sangre (su alma, su familia) sino del “Padre que esta en los cielos”)
es tener verdaderas esperanzas, y es algo que parece que nos cuesta aceptar y
comprender.
Después sigo con esto de la importancia de reconocer la
jerarquía temporal de los sucesos (es lo que se llama ley o tradición de un
pueblo).
Jesús, el verbo de Dios, le otorga a Pedro el poder de atar
y desatar, de perdonar los pecados, de permitir la entrada al cielo a los
hombres. Entonces, desde ese momento, todos los hombres que quieran formar
parte del cielo con Jesús, deben atenerse a lo que esta persona ata y desata, a
lo que esta persona juzga. El representante de Pedro, hoy, es el papa Benedicto
XVI.
Pero, ¿a donde voy con esta explicación?
Como
dice Jesús a los fariseos:
“La
época de la Ley y
de los Profetas se cerró con Juan. Desde entonces se está proclamando el Reino
de Dios, y cada cual se esfuerza por conquistarlo. Más fácil es que pasen el
Cielo y la tierra, que no que deje de cumplirse una sola letra de la Ley ”.(Lucas 16, 16-17)
En este pasaje, Juan, es Juan el
bautista, la persona que renace del espíritu, la figura del profeta Elías, Juan
es el que ve en las escrituras de su pueblo que el Mesías estaba por venir, los
viene a preparar para que el pueblo este atento a la venida de su salvador.
Juan “bautizaba por el agua”, es decir ordenaba anímica y espiritualmente a las
personas para que pudieran recibir a Dios.
Jesús dice esto de Juan el
bautista:
Cuando se fueron, Jesús comenzó a
hablar a la gente acerca de Juan, diciendo: “¿Qué salisteis a ver al desierto?
¿Una caña sacudida por el viento? Y si no, ¿qué salisteis a ver? ¿Un
hombre lujosamente vestido? Los que se visten lujosamente están en las casas de
los reyes. En fin, ¿a qué salisteis? ¿A ver a un profeta? Sí,
verdaderamente, y a uno que es mucho más que profeta. Juan es aquel de
quien dice la Escritura :
‘Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.’
Os aseguro que, entre todos los
hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más
pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
“Desde que vino Juan el Bautista
hasta ahora, al reino de los cielos se le hace violencia, y los violentos
pretenden acabar con él. Todos los profetas y la ley de Moisés anunciaron
el reino hasta que vino Juan. Y, si queréis creerlo, Juan es el profeta
Elías, que había de volver. 15 Los que tienen oídos, oigan.(mateo 11,
7-15).
“Todos los que oyeron a Juan, incluso
los que cobraban impuestos para Roma, se hicieron bautizar por él, reconociendo
así que Dios es justo; pero
los fariseos y los maestros de la ley no se hicieron bautizar por Juan, y de
ese modo despreciaron lo que Dios había querido hacer en favor de ellos”(Lucas
7, 29-30).
Juan el bautista viene a anunciar que esta por nacer un
hombre del cual el mismo “no es digno de desatarle las sandalias”.
Un hombre con la autoridad de mandar, de ordenar de nuevo
toda la creación a partir de El, de que los hombres no estemos más
desgastándonos, condenados a mantener la ley y ser esclavos ella.
Jesús como decimos en misa: “nos enseña las escrituras y
parte para nosotros el pan” esto es lo esencial que El viene a hacer a la
tierra.
Esa es Su ley. Pues El es el hijo del Creador.
Para que los hombres pudiéramos comprender el como, Jesús,
tiene la autoridad de hacer esto entre los hombres, El cumplió perfectamente,
plenamente, acabadamente con la ley y las escrituras, en su cuerpo les dio
“fin”. El se entrego por nosotros.
Les dio “Fin” en el sentido de que les dio significado a
esa ley y a esa escritura en El: Redimió a todos los que con su corazón habían
creído en ellas, y va a redimir a todos aquellos que a esa ley y escritura la
“crean” en su corazón (“crean” en el sentido de creer y de crear).
Pero mirando superficialmente, entre estas dos cosas,
“enseñar las escrituras y partir para nosotros el pan”, no se ve mucha relación.
Digo aparentemente porque estas dos cosas están
“completamente” relacionadas. Se retroalimentan, son totalmente dependientes
una de otra.
Y ahora voy a explicar porque.
En gran parte,
todo este escrito se origina debido a la gran carencia por parte de la iglesia
de una de estas dos cosas que vino a
hacer Jesús me refiero a “enseñar las escrituras”. Para enseñar las
escrituras hay que hacerlo con autoridad, y esto se logra sin apoyarse en
ninguna abstracción que nos de comodidad, como lo son la ciencia, basada en el
pensamiento causal (cuando uso la palabra ciencia en estos escritos me estoy
refiriendo a “ciencia” en el sentido secular del termino que se estableció
sobre todo a partir de Kant. Kant se equivoca al decir que las intuiciones de
espacio y tiempo son a priori de la experiencia. Pero con este supuesto recorte
y abstracción de la experiencia humana Kant logro que la ciencia se dedicara
“limpiamente” a los supuestos fenómenos, sin hacerse cargo de lo que se llama conceptos
metafísicos. Este sesgo en la teoría del conocimiento arrastra consecuencias
epistemológicas erradas hasta el día de hoy). La ciencia sirve para facilitar
la explicación, pero no para dar fundamento. Si me baso en la ciencia para dar
fundamento a algo estoy cayendo en una
creencia materialista. Después, en las páginas que siguen voy a dar
fundamento a esto que digo, por ahora me limito a decir, que la ciencia solo
debe verse como un medio para facilitar la explicación y el entendimiento. Se
me viene un pasaje del evangelio, que quizas se relacione un poco con esto:
Mientras iban caminando, uno
le dijo: «Te seguiré a donde quiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras
tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene
donde reclinar la cabeza». A otro dijo: «Sígueme». El respondió: «Déjame ir
primero a enterrar a mi padre». Le respondió: «Deja que los muertos entierren a
sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios». También otro le dijo: «Te
seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa». Le dijo Jesús:
Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de
Dios». Lucas 9, 57-62
Para entender las escrituras como Jesús nos pide, tenemos
que estar dispuestos a lanzarnos enteros al Espíritu, reconocernos
completamente necesitados y carentes del amor de Dios, humillarnos delante de
la grandeza de nuestro Señor.
Y esto es una cuestión de valentía, pero de una valentía
que surge de una profunda paz, no una “valentía” como la entiende el mundo.
Es “el temor y temblor” del que habla Pablo en su carta a
los Filipenses (2,12), la inteligencia de la que Juan habla en su epístola (1Juan 5, 20-21), el del
cántico de Tobit (Tobías 13, 6). Y del que Kierkegaard habla.
O como dice el ángel a Daniel:
Él me dijo: "No temas, Daniel,
porque desde el primer día en que te empeñaste en comprender y en humillarte
delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y yo he venido a causa de ellas.
(DANIEL 10, 12)
La piedad que debemos tener al interpretar las
escrituras es una piedad ante Dios que
esta lleno de amor pero a la vez es vivo: “como un fuego devorador” (Hebreos
12, 29), y además, ahora es personal, encarnado en una persona, Jesús de
Nazareth.
No es una falsa piedad farisaica, ante “el que dirán”, piedad para con el código
social de la época, o lo que es peor aun, piedad para con la ciencia
materialista… eso es exactamente lo que los antiguos llamaban adorar a baales
–después voy a explicar porque-.
Voy a seguir explicando porque están tan íntimamente
interrelacionados el “interpretar las escrituras y partir para nosotros el
pan”.
Si nos hacemos lo suficientemente humildes delante de Dios
y de Su inteligencia, para interpretar las escrituras, para oír Su voz, vamos a
aprender cual es nuestro camino a través de Su palabra, y de esta manera,
liberándonos de la esclavitud a la ley, aprendemos a sentirnos perdonados por
el Dios del amor cuando empezamos a ver que verdaderamente formamos parte de su
Plan de salvación, empezamos a saborear realmente la capacidad de redención que
dejo Jesús en nuestras manos, entendiendo la importancia radical que tiene para
la conciencia del hombre el perdón de los pecados, para poder nacer hombres
nuevos, para arrancar libres de toda culpa que “debamos” redimir nosotros
mismos. Quedamos libres del puro “tu debes” convencional y abstracto, libres de
cumplir por temor a leyes sociales o culturales de los hombres que, la mayoría
de las veces, poco tienen que ver con Dios.
Gracias a la resurrección de Cristo y a que el paráclito
vive entre nosotros, “cada cual”, a través de Su palabra de resurrección, de
vida eterna, esforzándose por seguirla, es capaz de entrar en el reino de
nuestro Padre celestial. Y esto no quiere decir que no nos importa más la ley
sino, simplemente, que ya no somos más esclavos de ella, sino que, ahora y
gracias a Jesús, si creemos en El, somos hijos.
“Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi
palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama
no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del
Padre que me envió. Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les
enseñará todo y les recordará lo que les he dicho. Les dejo la paz, les doy mi
paz, pero no como la da el mundo.
¡ No se inquieten ni teman ! (Juan
14,23-27)
Y nos vamos acercando al
razonamiento que une “enseñar las escrituras y partir para nosotros el pan”.
Sigo.
Lo que aprendemos como
cristianos desde chicos, lo que yo aprendí por lo menos, con respecto al otro,
a la relación con la otra persona, es tratar de que esa persona no se
sienta ajena o incomoda, lo tratas de incorporar a vos a fuerza de ofrecerle
confianza. Así, desde esta confianza, uno puede construir cosas verdaderas, sin
ningún código o ley que medie entre nosotros más que la propia palabra. Esto
esta bueno, es la primer parte del camino, pero hace falta “algo” más. Acá
falta algo mas, ya que no alcanza con la “buena voluntad”, porque si no
aprendemos dentro de nosotros “ese algo”, que se expresa externamente como la
ley de Dios y el movimiento histórico del Espíritu Santo, esta manera de ser
puede confundirnos en el mundo como esta hoy.
¿Porque no alcanza con la
“buena voluntad” y necesita el hombre de un intermediario capaz de mediar
correctamente un “lenguaje externo” entre los propios hombres y, entre Dios y
los hombres?
Porque esta manera
de vivir abiertos hacia los demás hace que carguemos nuestra cabeza
de pensamientos de "como deben ser las cosas" y a medida que
pasa el tiempo y esa confianza que dimos no es valorada, no es correspondida,
nos empezamos a desgastar dándole vueltas a cosas y a personas, a
veces sacándoles las cosas que les habíamos dado, sintiéndonos defraudados,
desilusionados etc. Al final nos quedamos solos con nuestra idea de cómo “deben
ser las cosas”, leyes, maneras de pensar y hasta ideologías propias que nos
abisman cada vez más de los demás. Y cualquier persona dentro de su cabeza
puede tener razón. Por esto es tan importante la confesión y la dirección
espiritual.
Lo que nos sucede en este
estado de saber “como deben ser las cosas” es que al final no queremos ser mas parte de esa
confusión que no nos deja avanzar entonces nos desesperamos, queremos escapar,
irnos de alguna manera, nos toleramos esa situación, lo que antes perdonábamos
ahora nos empieza a indignar y a dar asco, y después de mucho
aguantar entre ese querer perdonar y no tener asco, nos ponemos mas
violentos y al final nos deprimimos, o nos baja la "autoestima", que
se yo, el tema es que sentís una angustia que te chupa para otro
lado hasta el cuerpo.
Los hombres necesitamos creer
y así encontrar, dejarnos atrapar, por “ese algo” que nos trasciende, y que
“ese algo” nos va a ir mostrando el camino y que “todo” no termina donde
termina nuestra mirada, o nuestras fuerzas. La fe es un sentimiento vital,
porque nos conduce a la vida, y la fe en Jesucristo nos conduce a la Vida verdadera.
Y para salir de ese estado
angustioso que recién describí, para eso vino Jesús, para eso nos enseño como
hombre y nos mostró a través de los sufrimientos y la humillación de la cruz
cual es El camino, El es el lenguaje mediador de la nueva alianza.
“así también el Hijo del hombre ha de ser levantado, para que todo
el que cree en él tenga vida eterna.” (Juan 3, 14-15)
Juan en su epístola
primera dice así también
El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de
Dios; y el que ama al Padre
ama también al que ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y
cumplimos sus mandamientos. El amor a Dios
consiste en cumplir sus mandamientos, y sus
mandamientos no son una carga, porque el que
ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la
victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 JUAN 5,
1-5).
Hacer esto es para lo que
vino Jesús, para mostrarnos con su vida y así enseñarnos de que se trataban las
escrituras, a mostrarnos la
Verdad para que verdaderamente podamos comprender y aceptar
el espíritu que inspiro la ley y podamos vencer el mundo a traves de El. Se
entrego tanto a nosotros que hasta El, la palabra de Dios, se hizo carne para
que, aunque no entendiéramos, igual estuviéramos en El.
Por eso también dice lo
que transcribí al principio del escrito:
“No piensen que vine
para abolir la ley o los profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la ley,
antes que desparezcan el cielo y la tierra antes de que todo se realice...
...Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior
a la de los escribas y fariseos, no entraran en el reino de los cielos” (mateo
5, 17-19,20)
Esto de la ley que estoy
diciendo pareciera entrar en contradicción con lo que dice el apóstol Pablo en
sus cartas (carta a los romanos, galatas etc.). Pero no es así.
Pablo en sus cartas lo que
quiere decir es que no es la ley la que nos salva, sino la gracia de Dios, y
que cumplir la ley no tiene tanto que ver con una obra externa sino con algo
interior, una disposición del corazón, en el porque, basados en que hacemos las
cosas, que eso es lo mas importante.
Por eso dice que muchas
veces es recomendable cumplir con ritos de la ley para no escandalizar a los
hermanos que están acostumbrados a dichos ritos.
Pablo remarca tanto en no
caer en la esclavitud de la ley porque no quiere que caigan en la vanidad de la
exterioridad, de cumplir la ley solo por deber, para creerse buenos,
“cumplidores” y “creérsela”, ya que ese sentimiento no es el que salva sino que
todo lo contrario.
Por temor a que vuelva a
suceder esto, Pablo, a veces parece que hace “una ley” de tanto remarcar que no
debemos caer de nuevo en la ley antigua, y esta manera de interpretar lo que
dice Pablo “temiendo caer en la esclavitud de la ley” lleva a una actitud laxa
y tibia hacia la Palabra
de Dios y que termina finalmente quitándole la fuerza, el valor trascendente,
el poder de comprensión de la realidad que nos da la palabra de Dios.
Es lo que Jesús dice en
varios pasajes:
Mateo 7, 21-27. Lucas 6,
46-49. 8, 19-21. 13, 22-27. Apocalipsis 3, 15-16.
Transcribo un pasaje:
“¿Por
qué me llamáis ‘Señor, Señor’ y no hacéis lo que yo os digo? Voy a deciros a
quién se parece aquel que viene a mí, y me oye y hace lo que digo: se parece a
un hombre que para construir una casa cavó profundamente y puso los cimientos
sobre la roca. Cuando creció el río, el agua dio con fuerza contra la casa,
pero no pudo moverla porque estaba bien construida. Pero el que me oye y no
hace lo que yo digo se parece a un hombre que construyó su casa sobre la
tierra, sin cimientos; y cuando el río creció y dio con fuerza contra ella, se
derrumbó y quedó completamente destruida."(Lucas
6, 46-49)
Gracias a Jesús y a su
madre, María, podemos empezar "a atravesar el abismo" entre lo que en
nuestra conciencia ordena la realidad y lo que ordena la ley de Dios,
podemos empezar a construir sobre piedra, y eso se logra, en primer termino
gracias a la misericordia de Maria, y luego gracias a que tenemos el testimonio
del hijo del Dios viviente, su Palabra.
Necesitamos creer, la fe
es una exigencia vital.
No salimos del abismo por
medio de mis ocurrencias o de innovaciones. En este discernimiento volvemos a
ese “deber ser” de chicos. Y lo que nos impulsa ya no es un “deber ser” vacío,
“para que los demás no estén incómodos”, discontinuo, formal, abstracto, según
la moda, como un imperativo hacia la nada que nos divide y nos aleja de la
unidad.
Ahora ese “deber ser”
nunca se desprende de vos, porque ahora es un deber hacia una persona, Jesús,
lo amas con todo lo que sos porque intuís bien que eso te
esta llevando al amor infinito, y de paso, a lo que tenes que ser.
Empezas a sentir
coincidencias, encuentros, entendimientos con personas, con ideas, con cosas,
con vos mismo, en una palabra, con el universo entero. Se siente al
universo como algo que se dirige a ser algo terminado, acabado, perfecto, amado
y esto, participar de esto, tanta felicidad te da, te hace sentir tan amado
por Dios que una traición tuya hacia El te duele tanto llorarías sin
parar si no comprendieras que Dios no quiere que lloremos sino que vivamos lo
que tengamos que vivir.
Esta sensación se llama
gloria, creo. Y esto es algo que aunque estés muy mal, nunca podes perder u
olvidar, porque pertenece al cielo.
Cuando Jesús nos enseño a
interpretar las escrituras y dejo en poder de un hombre atar y desatar en la
tierra lo que quiere dejar unido al cielo, nos dejo la responsabilidad de que
nadie se pierda, responsabilidad de tener que preocuparnos desde el mas pequeño
al mas grande.
Entonces “el enseñar las escrituras y el perdón de los
pecados”, son complementarios. Y si no se entendió hasta ahora voy a dar un
ejemplo:
Un sacerdote, a través del
sacramento de la reconciliación, perdona a un fiel, y puede arrancar su vida de
nuevo, otra vez puede participar de los sacramentos. Pero si ese sacerdote a la
vez no le enseña como debe hacer este hombre para no volver a caer, como debe
hacer para salirse de la estructura de pecado en la que cae, si no lo ayuda a
través de la palabra, un consejo que lo libre de las ataduras que tiene su
conciencia y que lo llevan a pecar, el perdón de los pecados no va a dejar de
ser efectivo, pero la persona puede escandalizarse de este perdón pensando que
no tiene ningún sentido, porque como de nuevo va a volver a la situación social
de antes, tal es el peso de esa situación que va a ser inevitable volver a
pecar. Entonces la dignidad de la persona que se confiesa y de su palabra, va
estar constantemente disminuida frente al mundo, mientras vea que no puede
hacer nada en dicha situación y esto le va a hacer perder cada vez mas fuerzas
a medida que siga en esta situación de “escándalo”. Esto es algo que hoy pasa
con frecuencia.
La parábola del sembrador
explica muy bien esto que quiero decir.
Los cristianos de las
primeras comunidades no tenían este problema pues había una gran diferencia
entre lo que ellos eran y lo que era “el mundo”.
La iglesia de esa época
mostraba una comunidad auténticamente diferente de las posibilidades que el
mundo ofrecía. Hoy esta diferencia no es tan nítida, el límite es mas difuso.
Por eso digo, vuelvo a repetir, que este escrito se origina en el sentimiento que tengo de que en parte de la iglesia hay una gran
carencia de una de estas dos cosas que vino a
hacer Jesús me refiero a “enseñar las escrituras”.
Por eso, para sincerarnos
y poder salir verdaderamente de esa situación, no basta solo con evangelizar y
hacer entender que Dios es amor y perdona siempre. Esto esta bueno pero es el
primer paso.
Para salir de esta
situación, la iglesia debe ser capaz de cada vez mas estar en condiciones de
ofrecer un propuesta autentica de cambio, algo que de verdad haga “renacer” a
la persona a sus propios ojos, y eso hoy, por las “estructuras
socio-económicas” se hace cada vez mas difícil.
Por eso es que hago tanto
énfasis en recuperar este don que nos dio Jesús de poder “interpretar las
escrituras”. No para desacomodar el orden jerárquico, ni la validez de los
sacramentos de la iglesia, ni nada que ver con eso. Lo que digo en las
siguientes páginas va a dejar más que claro cual es mi posición.
Digo que se hace necesaria
casi urgente esta interpretación de las escrituras para poder dialogar y
empezar a salvar el cada vez mas grande
abismo que empieza a separar a la sociedad y el pensamiento secular, con el
pensamiento de la iglesia, para volver a entusiasmar a las personas, llenarlas
de Dios y limpiarlas a través de Su palabra, porque ese pensamiento y
razonamiento secular hoy se nos camufla y mete muy sutilmente a todos los
católicos, sobre todo a los laicos.
Igual esto voy a explicar
mejor en las tres partes que vienen mas adelante, voy a tratar de demostrar,
descubrir, “arrojar” estos mecanismos perversos, que son sutiles, escondidos
dentro del código y lenguaje que se utiliza en el mundo, escondidos a los ojos
de los hombres, volviendo la
Palabra de Dios sin consistencia, incomprensible e
impracticable.
En primer lugar,
para poder empezar a hacer este discernimiento hay que tener bien en claro que
Jesús es el único y el primero que pudo hacer esto de enseñar el completo
significado de las “escrituras”, El es el centro y eje de la historia, El es el
único que pudo romper los siete sellos y leer del libro de la vida, por eso El puede
perdonar los pecados porque a partir de El se dio un fin, autentico fin, a las
escrituras. Y el lo pudo hacer porque El es el espíritu de la ley de Dios hecha
hombre, hecha vida, y de esta manera, al morir por los hombres, “partir el
pan”, nos da la posibilidad de libertad respecto de la ley, porque quedamos
libres si fallamos en algún punto, porque el es amor y ese Su amor (no el
nuestro, desde nuestro juicio)) decidió morir por nuestros pecados. Esta
posibilidad es la que nos da la chance de poder salir de la estaticidad de la
culpa y la melancolía, y poder avanzar sobre la ley, discernir los signos que
nos ofrece el tiempo y dejar así de un lado a la muerte, alcanzar el cielo
donde nos esta esperando sentado a la
derecha del Padre.
Esto hace que las personas “ricas” de espíritu (los dioses
antiguos profetas, héroes, jueces, jefes de estado etc., que eran los que
producían y mantenían la tradición y la ley, de acuerdo a su actuación en la
historia) que les era mas fácil cumplir con la ley por su viveza y
disposiciones naturales o culturales, se les dificulte un poco la entrada al
reino de los cielos porque la riqueza de su espíritu les hace ser mas
soberbios, por lo tanto menos humildes y obedientes a algo como lo es la
institución de la iglesia, que se basa sobre todo en la compresión de las
miserias humanas y la posibilidad de cambio a partir del perdón de los pecados
poder encontrar de nuevo el camino perdido. Dicho a lo gaucho: a esta clase de
personas muchas veces no les conviene “enseñar a pescar” y solo se limitan a
“dar el pescado” porque se rigen según el poder de la convención del momento,
porque están en la cima de la convención, y no entienden que el poder es para
servir. El poder tiene su razón de ser si existe para servir, como nos enseño Jesús
a nosotros con su ejemplo y pidió que hiciéramos todas las personas.
Nietzsche quiere provocar como un retorno a esta época de
los dioses antiguos. Pero creo que Nietzsche no entendió muy bien las
escrituras.
2- La noción de eternidad que nos da la
ley de Dios frente a la voluntad de poder humana: el problema de la búsqueda de
la ley por la objetividad.
Los sistemas de poder, antes de que Jesús instituyera la
iglesia en Pedro, se basaban en la tradición y la ley de cada pueblo en
particular. Pero estas leyes y tradiciones al estar hechas a partir de hombres
que no podían vencer la muerte ellos mismos, estaban sujetos a la muerte, a que
con el tiempo se desgastaran y murieran, se perdieran y terminaran en el
“abismo” sin ser recordadas ni mantenidas por ningún viviente, y así, sin poder
ser redimidas de sus errores, sin alcanzar la eternidad de la perfección, de lo
acabado.
Esto se entiende bien en el capitulo 32 del libro del profeta Ezequiel. Dice de
Egipto: “fuiste arrojado al abismo”, y después: “el faraón todo su ejercito serán “victimas de la
espada” (la espada muchas veces es un símbolo de la palabra de Dios).
Voy a transcribir parte del capitulo 32 de Ezequiel, se va
a entender mejor lo que quiero decir:
“El año duodécimo, el día quince del
mes, la palabra del Señor me llegó en estos términos: Hijo de hombre, entona un
canto fúnebre sobre la multitud de Egipto y húndela, a ella y a las capitales
de las naciones más ilustres, en las regiones más profundas, con los que bajan
a la Fosa.
¿Eres tú más privilegiado que otros? ¡Baja y acuéstate con los incircuncisos!
Ellos caerán entre las víctimas de la espada. Una espada está dispuesta: ¡arrastren a Egipto y a toda su multitud!
Entonces los más fuertes guerreros y sus ayudantes les dirán, desde el medio del Abismo: "¡Han bajado y yacen tendidos los incircuncisos, víctimas de la espada!".
Allí está Asiria con toda su asamblea en torno de su tumba, víctimas todos ellos, caídos bajo la espada.
Su tumba ha sido puesta en lo más hondo dela Fosa y su asamblea está en torno de su tumba:
¡son todos víctimas, los caídos bajo la espada, los que sembraban el terror por
la tierra de los vivientes!
Allí está Elaín con toda su multitud en torno de su tumba, víctimas todos ellos, caídos bajo la espada: ¡son los que bajaron incircuncisos a las regiones profundas, los que expandían el terror por la tierra de los vivientes! Ahora cargan con su ignominia, junto con los que bajan ala Fosa.
S e le ha puesto un lecho en medio de las víctimas, con toda
su multitud en torno de su tumba: son todos incircuncisos, víctimas de la
espada, porque sembraron el terror por la tierra de los vivientes. Ahora cargan
con su ignominia junto con los que bajan a la Fosa , y han sido puestos en medio de las
víctimas.
Allí están Mésec, Tubal y toda su multitud en torno de su tumba, todos incircuncisos, atravesados por la espada, porque expandieron el terror por la tierra de los vivientes.
Ellos no yacen con los héroes caídos antiguamente –con los que bajaron al Abismo con sus armas de guerra, con sus espadas debajo de sus cabezas y sus escudos sobre sus restos– porque el terror de los héroes reinaba en la tierra de los vivientes.
Tú, en cambio, yacerás en medio de los incircuncisos, con las víctimas de la espada.
Allí está Edóm, con sus reyes y todos sus príncipes que, a pesar de su poderío, fueron puestos entre las víctimas de la espada. Ellos yacen entre los incircuncisos, entre los que bajaron ala Fosa.
All í están todos los príncipes del Norte y todos los
sidonios, que bajaron avergonzados junto con las víctimas, a pesar del terror
que inspiraba su bravura. Yacen incircuncisos entre las víctimas de la espada,
y cargan con su ignominia junto con los que bajan a la Fosa.
El Faraón los verá y se consolará a la vista de toda esa
multitud. El Faraón y todo su ejército serán víctimas de la espada –oráculo del
Señor–.
Sí, yo dejé que sembrara el terror en la tierra de los vivientes, pero yacerá en medio de los incircuncisos, junto con las víctimas de la espada, el Faraón y toda su multitud –oráculo del Señor–. (Ezequiel 32, 17-32)
¿Eres tú más privilegiado que otros? ¡Baja y acuéstate con los incircuncisos!
Ellos caerán entre las víctimas de la espada. Una espada está dispuesta: ¡arrastren a Egipto y a toda su multitud!
Entonces los más fuertes guerreros y sus ayudantes les dirán, desde el medio del Abismo: "¡Han bajado y yacen tendidos los incircuncisos, víctimas de la espada!".
Allí está Asiria con toda su asamblea en torno de su tumba, víctimas todos ellos, caídos bajo la espada.
Su tumba ha sido puesta en lo más hondo de
Allí está Elaín con toda su multitud en torno de su tumba, víctimas todos ellos, caídos bajo la espada: ¡son los que bajaron incircuncisos a las regiones profundas, los que expandían el terror por la tierra de los vivientes! Ahora cargan con su ignominia, junto con los que bajan a
S
Allí están Mésec, Tubal y toda su multitud en torno de su tumba, todos incircuncisos, atravesados por la espada, porque expandieron el terror por la tierra de los vivientes.
Ellos no yacen con los héroes caídos antiguamente –con los que bajaron al Abismo con sus armas de guerra, con sus espadas debajo de sus cabezas y sus escudos sobre sus restos– porque el terror de los héroes reinaba en la tierra de los vivientes.
Tú, en cambio, yacerás en medio de los incircuncisos, con las víctimas de la espada.
Allí está Edóm, con sus reyes y todos sus príncipes que, a pesar de su poderío, fueron puestos entre las víctimas de la espada. Ellos yacen entre los incircuncisos, entre los que bajaron a
All
El Faraón
Sí, yo dejé que sembrara el terror en la tierra de los vivientes, pero yacerá en medio de los incircuncisos, junto con las víctimas de la espada, el Faraón y toda su multitud –oráculo del Señor–. (Ezequiel 32, 17-32)
Cuando la vida de los
hombres, tapada por el sentido cultural, deja de percibir el sentido eterno,
comienza a perder de vista su “economía temporal”, su noción de eternidad, el
hilo de verdad que lo une al Dios vivo, comienza con sus acciones a formar
“abismos”, los abismos son zonas abstractas, posibles lugares, que permite la
ley del tiempo, pero que no tienen conexión con la verdad eterna que ofrece el
Dios viviente. Los Ángeles vinieron a mediar una ley por la cual nosotros
podamos, luego del pecado de Adán, alcanzar nuevamente esa noción de eternidad
y así, sin temor a la muerte ni enfermedad alguna, podamos vivir en paz y en
amor, como Dios manda.
Jesús es el que viene a
cumplir esta alianza angelical de Dios con los hombres, es el que viene a
renovarla, a darle el verdadero valor para la vida del hombre.
Por esta estaticidad
objetiva de las culturas paganas, impiedad frente al Dios viviente, creen los
hombres que la forman, que pueden frenar el movimiento evolutivo, que pueden
construir “imágenes” a su gusto, realidades culturales como les plazca y que no
importa que estén en desacuerdo con otras o con una verdad, terminan sin saber
que es la verdad, solo tratándose de mantener a flote en la superficialidad del
“mar”, generando cada vez abismos mayores, y esa falta de comunión entre ellas en la vida presente, la escinden del
Dios viviente.
Jesús cuando cumple con
las escrituras, interpretándola como corresponde, tiene el poder de perdonar
los pecados porque entregando su propio cuerpo para la redención de todos, esta
cerrando en El mismo, en el amor de Su lenguaje, toda posibilidad de abismo o
malas interpretaciones que la ley o cultura de su propio pueblo (ley de Dios)
podía llegar a ofrecer o generar. Jesús
sabe que aquellos que crean en Su lenguaje, Palabra, en Su obrar, en EL, se van
a esforzar por seguirlo porque van a conocer que esa forma, ese lenguaje es el
único capaz de dar verdadera vida.
¿Pero porque las tradiciones que no están unidas al Dios
verdadero, al Dios que da la vida, fallan?
Porque estas tradiciones imperfectas para perdurar se
transmiten a otros hombres mediante un lenguaje y de a poco, la cobardía frente
a la muerte, el miedo a la muerte que hace que el hombre le falte a la verdad
de su tradición, de lo que la ley ordena (por eso Jesús hace tanto énfasis en
que viene a cumplir con las escrituras). Esta falta de fidelidad con el
espíritu de la ley producido por este temor a la muerte, va corrompiendo todo
el lenguaje hasta que empieza a ver engaño y odio, que ocasiona desgaste en las
almas de los hombres. Ese desgaste hace que la mentira y el odio se hagan más
grandes en el hombre y le ganen a la verdad del amor creador que Dios nos
tiene. Los hombres empiezan a estar
gobernados por un espíritus políticos, mezquinos, individualistas, llenos de
envidia y ambición, no se sienten más unidos como nación sino que hacen lo que
sea para estar uno por encima del otro. Así y de a poco, todo el lenguaje,
junto con los hombres que viven inmersos en ese lenguaje, se empiezan a
prostituir, a corromper..
Ese especular y aparentar sobre el lenguaje, por lo que el
poder moral-social me da, es la esencia del poder “fariseico” en el mundo.
Jesús vino a hacer justicia para los que creen en El, vino a acabar con todo
este engaño que a la larga genera ese odio que termina desgastándonos hasta que
nuestra alma muere.
Cuando las almas de los hombres comienzan a quedar
sepultadas bajo estos espíritus tibios, mezquinos, envidiosos e inicuos, la
cultura y el grupo pierden su cohesión y su fuerza, quedan expuestos que
cualquier otra cultura las asimile. Finalmente la cultura desaparece y no queda
nadie en el mundo de los vivientes capaz de redimirla, de darle vida
nuevamente, todas sus tradiciones se hundieron, “bajaron a la fosa”, están en
el abismo.
La jerarquía no se puede aparentar, ya fue establecida por
Dios Padre desde el principio, pasa que los hombres no creen, tienen miedo a la
muerte, no creen que van a vivir para siempre, entonces pierden todo tipo de
orden verdadero y solo se rigen por lo externo, y dependen de lo que lo externo
les muestra, se quedan en una cadena de acción y reacción, pero ni siquiera
natural, sino en base a todas esas modas sociales, los “baales”, no pueden
desatarse ningún nudo porque les da miedo, perdieron toda su fuerza interior
queriendo tener poder en el mundo. Solo interpretan la letra, lo superficial,
no pueden interpretar los signos de los tiempos y colocarse por encima de la
muerte, generan hipocresía y superficialidad.
"Cuando ustedes
ven una nube que se levanta por el poniente, inmediatamente dicen: "Va a
llover", y así sucede. Y cuando sopla el viento sur, dicen: "Hará
calor", y así sucede. ¡Gente superficial! Ustedes saben interpretar el
aspecto de la tierra y del cielo, y ¿cómo es que no comprenden el tiempo
presente?¿ Cómo no son capaces de juzgar por ustedes mismos lo que es
justo?"(LUCAS 12, 54-57)
La mayoría de los pueblos
de la historia del mundo tuvieron mitos, tuvieron leyendas, pero todos esos
relatos, no estaban hechos esencialmente para la vida del hombre, no estaban
hechos para que la vida de los hombres llegara a su plenitud, sino que
simplemente, con esos relatos buscaban justificar de alguna manera sus tipos de
vida, sus tipos de organizaciones, sus jerarquías sociales.
Este tipo de conocimiento
de la realidad, dejo un residuo peligroso en la sociedad cada vez más
comunicada de hoy, que se llama actualmente conocimiento “científico”. Digo
peligroso porque el hombre, por culpa de este conocimiento, tiende generalizar
el conocimiento y querer objetivar su realidad, tiende a creer que solo por sus
propias fuerzas puede mejorar la realidad.
El origen de este tipo de
conocimiento nos llega por las religiones antiguas-paganas a través de los
iniciados que mantuvieron esos misterios. Los iniciados, como los profetas de
los hebreos, obtenían un conocimiento fuera de lo común, pero en lugar de
obtener un conocimiento acerca de cómo Dios quiere que vivamos, conocimiento
humano-social, estos iniciados se les daba un conocimiento que tendía a conocer
los secretos de mundo, del funcionamiento de la naturaleza, conocimiento
físico-natural, para aprender a controlar la naturaleza y tener mas poder.
Por esta cuestión de
poder, ese conocimiento se trasmitía por tradición oral y eran pocos los que lo
manejaban, era oculto, secreto. Todo lo contrario a los profetas judíos. Pero
este tipo de transmisión hizo que con el tiempo se fuera perdiendo o mezclando
y a la mezcla esa, Aristóteles la tradujo a lenguaje vulgar, ya no lenguaje metaforico-simbolico
de los iniciados.
Eso produjo confusión ya
que todo se comenzó a interpretar de una sola manera, científicamente, sin
apertura de espíritu, de pensamiento, y se empezó a buscar la “supuesta”
objetividad en la “experiencia
material”. Esto genero que cosas esenciales para entender el todo de ese
conocimiento no se pudieran transmitir, ya que provenían del mundo espiritual,
y por esta causa, la falta de adaptación de ese conocimiento al “conocimiento
social”, genero la necesidad,
desesperada y escindida de lo humano, de lo que hoy se llama pensamiento
científicista o “científicismo”.
La esencia del
conocimiento misterico era la de buscar algo que nos de poder sobre la
realidad, un conocimiento que permita desarrollar a su propia cultura lo mas
fuerte posible.
El defecto que tiene esto
es que a la larga te generas tu propio dios, o sea: los derivados del
conocimiento de los misterios servían mas que nada para controlar lo
individual-material antes que el lenguaje social, el código social. Eso hizo
que a la larga el conocimiento se someta a lo material más que a la relación
del hombre con Dios.
El conocimiento este
estaba casi siempre orientado o impulsado en base a la necesidad de poder, de
guerra. Este encubierto sometimiento a lo material hacia que en verdad se siga
muy poco a la verdad del espíritu y que el espíritu de esta clase de
conocimiento a la larga no sirviera al hombre sino que lo dejara atado a la
materia. Por eso por lo general los dioses eran mas bien antropomórficos o
zoomórficos, tenían carácter parecido al humano, lo que los distinguía era su
inmortalidad y su mas alto poder, pero siempre limitados a la necesidad, a la
verdad abstracta. Este someter todo a la verdad abstracta, a la matemática, y a
la larga, este conocimiento a la materialidad, genera que al final nos creamos
con el derecho a formar dioses de las cosas para justificar que somos esclavos
de ellas, engañándonos los formamos según nuestros intereses, no según los de
la verdad de Dios. Nos hacen que de alguna manera nos terminemos creyendo que
nosotros somos los que determinamos las leyes según podamos y nos convenga, y
que no hay Nada más allá de eso. Y ahí entonces llegamos a la Nada , a eso nunca hay que
llegar porque nos desesperamos. Esto le paso a Nietzsche.
Por eso mismo, Nietzsche,
busca como un retorno a la época de los dioses antiguos, de la antigua
sabiduría. Se puede decir que consiguió a medias su objetivo.
Nietzsche es el teórico
del abismo. El explica muy bien como se dan las construcciones “REALES- RACIONALES”
del conocimiento. Pero como no tiene en cuenta el pecado original, por eso,
pierde de vista la economía temporal que el hombre necesita para desarrollarse,
teoriza la posibilidad de que esas construcciones se cierren infinitamente en
uno mismo, en su propio yo, en su propio pensamiento. Con su idea de eterno
retorno describe el abismo, el alienamiento que produce el estado de desnudez
que experimenta el hombre caído, la caída, la falla de origen o pecado
original. Como quieran llamarlo.
Yo lo llamo pecado
original.
La creación esta en
movimiento hacia un lugar, nuestra libertad se da gracias a que Dios descanso
en el séptimo día. Este descansó deja un lugar para la libertad del hombre, la
cual, esa libertad, el hombre la mal utilizo, exagero de tanta libertad y
empezó a querer construir o crear donde
ya estaba todo creado, creyó poder “conocer”, probo de los frutos del árbol del
conocimiento del bien y del mal. Esa supuesta “disposición creadora” del hombre
le acarreo la muerte, porque lo que el hombre crea que no esta de acuerdo al
plan que tiene Dios, el Padre de todo lo viviente, muere.
Por eso, juzgar solo en
función del poder según el “hoy” o basados en solo el patrón que rige en un
determinado momento histórico, lleva a una superficialidad que termina ahogando
en pequeñas objetividades de época a la verdadera Ley.
Esta búsqueda de una manera de poder “momentáneo” o “del
hoy” o “según la moda” no termino. Vino Jesús, lo crucificaron, y los que
tengan oídos para oír que oigan. Ese fariseismo siguió y ahora en este ultimo
tiempo se potencio muchísimo. Y esta dificultad de obediencia, esta falta de
fe, de pureza con respecto a las órdenes del amor puro de Dios, es lo que
genero un cada vez más creciente abismo. Hasta que el Verbo de Dios, Cristo, no
vino a la tierra, la mayoría de los hombres “moríamos en nuestros pecados” no
podíamos llegar al cielo porque, a raíz del pecado original, perdimos el
lenguaje para hacerlo. Jesús se ofreció en sacrificio para que todos podamos
lavar nuestras vestiduras, es decir, limpiar las falencias de nuestra alma, y
poder estar así con el en el cielo. Y derramo el espíritu santo para que los
que lo siguen tengan el poder de ver y seguirlo espiritualmente.
Pero lo que pasa, es que este regalo de Dios de venir al
mundo y de ofrecerse en sacrificio, es un riesgo para los que son ricos
intelectualmente, espiritualmente, porque les cuesta mas aceptar y creer que
las cosas sean tan simples como la iglesia dice, contra más perfecto se cree ser un hombre, mas le cuesta
aceptar la posibilidad del perdón como lenguaje posible entre los hombres,
porque para mantener su posición de poder moral, “social” que le dan sus
facultades superiores para con el conocimiento y “la ley”, no le conviene el
perdón, el que todos podamos arrancar de cero, por eso especulan con eso, no
entienden que el poder es para servir a los demás. Esta clase de movimiento
espiritual, que conduce a la peor clase de soberbia, fue el que llevo a Pablo a
ser tan tajante al hablar de la ley, porque eso era lo que le había pasado a el
antes de convertirse.
Este error, que le paso al
mismo pueblo elegido, con los escribas y los fariseos, que no supieron esperar
a Jesús, es porque no comprendieron que Jesús no es solo un mediador de la
palabra como los profetas, El es la palabra, la ley, hecha hombre, un
contrasentido que los que interpretaban la ley en su pueblo no la hayan
entendido cuando lo tuvieron enfrente. Y eso les pasó por ser cerrados, porque
en lugar de tener fe en el poder de Dios y buscar ellos llevar Su ley a los
demás, en vez de tener fe en el Dios vivo (Israel significa Dios manda), fueron
cobardes, especularon con sus leyes y dejaron que los pueblos vecinos, con su
verdad abstracta, originada en el conocimiento especulativo, los sedujeran,
debilitaran y finalmente conquistaran con sus “facilidades”, “comodidades”. La
comodidad del supuesto conocimiento objetivo y la especulación a partir de el,
fue mas fuerte que la fe de los escribas y fariseos, estos fueron los primeros del pueblo de Dios que se
creyeron “objetivos”.
3- El
problema que la ley humana derive de la objetividad: la esclavitud al tiempo y
a la muerte.
¿porque es tan malo
querer, siempre primero, resguardarnos en la objetividad?
Cuando queremos y
necesitamos ser objetivos por encima de todo, cuando nos sentimos necesitados
de un conocimiento que justifique todo, estamos sin darnos cuenta haciendo al
tiempo un Dios. Digo “Hacemos al tiempo un dios” y lo convertimos en algo
absoluto porque todo conocimiento objetivo, todo saber justificativo, si no es
revelado por Dios, si o si, el hombre lo obtiene de la experiencia, y para que
se “realice” la experiencia el hombre necesita, si o si, de tiempo.
Y pasa que una
construcción espacial solo apoyada en el tiempo, en la conciencia del tiempo,
sin respetar las gracias del Dios viviente, esta destinada a desaparecer, a
“hundirse en el abismo”. Porque cualquier pretensión de objetividad que
construyamos en esta tierra y por nuestras propias fuerzas, esta sujeta al
tiempo, y con el, a los cambio y a las corrupciones que el tiempo genera.
Ahora voy a empezar
referirme a la cuestión del tiempo, como se relaciona con el lenguaje que Dios
nos revelo.
El tiempo. Chronos.
Saturno. El anillo del retorno, de eterno retorno. Eterna voluntad de poder, de
querer, de quererse a si mismo, de poder retornar por si mismo, de si mismo.
Eso solo. Es la muerte.
Lo Otro? No me animo. Solo
mi obra, y nada más. En esto se quedo nietzsche.
Nietzsche creía que el
tiempo es una categoría absoluta para el hombre. Desde esa fuerza despliega su
discurso. Desde esa fuerza destruyo su conciencia y su vida y condeno a los
“avivados” posteriores a una oscuridad que va durando un siglo ya.
El tiempo, evidentemente,
es una categoría absoluta para el hombre si este hombre no posee, ni puede
desarrollar su fe en un Dios personal, que ama al hombre hasta Su propia
muerte. Los hombres no “matamos a Dios”, El se dejo morir por amor a nosotros.
Y porque ese amor era puro, resucito.
Einstein se dio cuenta
creo que seis años después de la muerte de nietzsche, que el tiempo era
relativo, que varia de acuerdo a la fuerza de la gravedad, concentración de
materia, concentración de “luz”, para la luz el tiempo no existe...
Nietzsche, entonces,
autentico “agujero negro” para la conciencia humana. Una lastima que el
descubrimiento de einstein le llegara tarde. Una ironía: Nietzsche, no estuvo en “el tiempo” para “venderse” a
ese conocimiento, “acomodarse” con esa nueva teoria...
Pero quien fue el que
empezó el gran desmán? Los hombres, obviamente. Pero digo “teóricamente”: el
espíritu moderno.
Newton sentó con su teoría
del cálculo infinitesimal, mal entendida por ser copiada a leibniz, las bases
de esta idea errónea del tiempo absoluto. Los ingleses siempre fueron ladrones
(esto es a modo de broma). Increíble que su gran idea se diga y proclame que
fue porque vio caer una manzana... pareciera que la conciencia universal les
pusiera cosas ante los ojos de los hombres, pero estos hacen cualquier cosa por
evitar verlas. El fruto del árbol de la ciencia (que lo simbolizan con una
manzana) es querer hacer del conocimiento del hombre algo absoluto “serán
dioses, conocedores del bien y del mal”
Y acá voy a abrir un
paréntesis:
Los griegos con su mito de
chronos. Cronos es el dios del tiempo (entiendo la diferencia entre kronos y
jronos en griego pero para la mayoría de los eruditos hacen alusión al mismo
concepto: el tiempo). Cronos, después de haber encadenado a su padre uranos(el
universo) se devora a sus hijos para que no le hagan lo mismo que el le hizo a
su padre, Uranos (el universo).
Se devora a todos
menos a Zeus (el rayo, la luz), que lo
guarda su madre Rea a través de Gea (la tierra), abuela de Zeus y esposa de
Uranos, hasta que crece. Cuando crece Zeus, “el rayo”, le abre la panza a Cronos
y saca a todos sus hermanos que pasan a ser de esta manera inmortales, dioses,
y a Cronos lo encadena.
¿Quien es Zeus, “la fuerza de la luz, el rayo,”? ¿Que es la
luz, para la conciencia humana?: la palabra que da luz a la conciencia y paz
para la vida eterna, la palabra de Dios.
Como bien reconoció Pedro:
«Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes
palabras de vida eterna.” (Juan 6, 68)
La teorías matemáticas
y todo lo que tenga que ver con esta
ciencia secular dan una tranquilidad material de certezas momentáneas, del
mundo, es lo que en verdad aparenta la tranquilidad en el mundo pero en verdad
no le soluciona nada al hombre y lo adormece porque sigue el problema de la
muerte y ese poder sobre lo terrenal que otorga la ciencia no sirve nada mas
que para acomodarse acá, en esta vida y ni siquiera nos ayuda a saber si existe
otra vida o no. La ciencia es lo que junto con la política y el arte se llama
“mar” en las escrituras, es el poder mundano.
En este caso la teoría de
Einstein nos sirve de alegoría, dice a la velocidad de la luz el tiempo deja de
ser algo absoluto y se vuelve relativo… luego del alto, el ancho y el largo
hace del tiempo la cuarta dimensión.
El tiempo es la cuarta
dimensión según Einstein.
En la Biblia , todos los periodos
de prueba, todas las cosas, con respecto a pruebas y tentaciones en lo
terrenal, se hacen en un periodo relacionado con esa cifra. 4 son los seres
vivientes los imperios que gobernaran el mundo, 40 días Jesús en el desierto,
40 años los israelitas en el desierto, 40 días duro el diluvio etc. Al cuarto
“día” Dios crea los astros los que fijaran el tiempo terrestre (el
concepto“día” obviamente, en el génesis no tiene la significación temporal que
nosotros entendemos por esa palabra. Después de este ejemplo me parece mas que
evidente) . “4”
en las escrituras, como para Einstein, es la cifra que designa al tiempo de
prueba, al tiempo como una fuerza examinadora de lo material.
Entonces si hacemos del
conocimiento del hombre algo absoluto, también lo hacemos al tiempo un Dios. Y
este Dios se convierte en una prueba eterna, es implacable, no tiene piedad, si
o si llama a la muerte a quien le sirve, se los devora.
Toda la modernidad, desde
el “cogito ergo sum” de Descart hasta la grandioso sistema hegeliano, visto desde un punto de vista general,
avanzado, “moderno”, no fue mas que hacer del conocimiento un Dios. O siendo
mas mosaico, atragantarnos a manzana peluda.
Leibniz, desde su puesto
diplomático, trabajo toda su vida para lograr unir nuevamente protestantismo y
catolicismo. No tuvo éxito. Y también
con gente oyendo a descart y newton: “avivados” intelectuales, genios...
Al espíritu moderno habría
que decirle como Jesús dijo a los saduceos, que negaban la resurrección:
“ustedes están en un grave error. No comprenden la profundidad de las
escrituras, ni el poder de Dios... Dios es un Dios de vivientes, de Abraham, de
Isaac y de Jacob” (hay que vivirlo a Dios, no es una abstracción estática, que
acomodo a mi gusto).
Y sigue: “en efecto, para
(y por) El todos viven”.
Esto se puede entender de
dos formas. (Como todo, somos conocedores del “bien” y del “mal”. Pero eso no
importa, el tema es lo que hagamos con el tema que sabemos)
Una manera simple de
entenderlo: todos vivimos por Dios, gracias a el, y para servir a Dios.
Forma desarrollada: para
Dios todos están vivos. Dios no tiene tiempo, donde esta El, la muerte deja de
ser. O mejor dicho: Donde El que Es, Es, todo comienza a ser. No es
coincidencia que moisés, el primero que tuvo que explicar,
dialogar,(“dualizar”) para el pueblo a Dios, para que pudieran salir de la
esclavitud de “Egipto”, le haya preguntado enseguida el nombre y por respuesta
obtuvo: “Yo soy el Yo Soy”. Donde El Es todo comienza a ser. Su lenguaje es la
vida, la vida que esta destinada a ser eterna y por eso el hombre no lo puede
objetivar.
El principal problema de
creernos a nosotros mismos “objetivos” conduce a que al final no podamos
reconocer el Espíritu Santo ni la palabra de Dios que se nos presenta en la
realidad, no podemos discernir los signos del tiempo, pues quedamos esclavos
del tiempo, de sus imágenes, modas temporales.
Si nuestra realidad la
queremos hacer objetiva por encima de todo, únicamente podríamos ver mecanismos
ya experimentados, viviríamos “volviendo a lo de antes”, no podríamos
liberarnos y ver las cosas nuevas, no nos dejaríamos guiar por el espíritu y así
no nos podríamos convertir. Quedaríamos esclavos del tiempo y de la muerte.
Y siguiendo así, sin poder reconocer el
espíritu santo, empezamos a blasfemar contra el, cuando juzgamos mal, nos
hacemos mal a nosotros, somos culpables de pecado pensando que no lo somos, por
eso no nos pueden perdonar, por eso no nos podemos convertir.
“El que tenga oídos para
oír que oiga” dice Jesús y dice muy claro.
4- la fe en la palabra de Dios como liberadora de la esclavitud al tiempo, a la objetividad y a la muerte. El error de someter la palabra a la voluntad humana.
Los patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob eran pastores analfabetos, no necesitaban saber Su nombre, no buscaban ser objetivos, no tenían semejante pretensión. Y sin embargo ellos lo Vivian a Dios en la tierra, porque no dudaban de Su palabra. Cuando la bendición cayo en todos los hermanos, empezó a haber confusión y pelea entre los hijos de Jacob, destinatarios de la bendición, entonces el Dios viviente permitió que cayeran en la esclavitud...
Se instruyo Moisés para poder hablar con Dios y transmitírselo al pueblo y así, al poder compartirse
¿Porque bajo la esclavitud de la ley espiritual?
Porque que se pueda
compartir, escuchar o hasta decir, no implica que la palabra de Dios sea
comprendida, y te comprenda. Eso es algo personal, no se “dialogiza”, no existe
dualidad ahí. Los mandamientos de Dios son imperativos, no “existe un tiempo”
donde se discuten las razones morales como hoy estamos acostumbrados,
simplemente se cumplen, instantáneamente. Ahora, gracias a Jesús, si seguimos
la palabra de Dios, si podemos librarnos de ese imperativo a la ley de Dios,
porque si verdaderamente cumplimos con la palabra estaremos cumpliendo todos
sus mandamientos. Somos justificados por la fe, Gracias a la palabra de Dios el
hombre puede dialogar con El.
La palabra de Dios es
palabra viva. No es teoría muerta. De nuestra fe depende la vida que me de y
que realice en nosotros. (Parábola del sembrador)
Hoy, abrumados por tanto
conocimiento histórico, por tantos errores históricos, por tanta desconfianza y
finalmente por tanta ciencia, que significa el control de asegurarse a esta
vida, el código que maneja “la sociedad” se le hace imposible creer que haya
habido un hombre, que también era Dios, que ese hombre le dio a otro hombre, un
poder muy importante, que hoy día, avanzados como estamos, parece una tontera,
pero que los hombres de su época lo crucificaron por eso.
El poder de perdonar los
pecados significa que podemos entrar en “el cielo”.
Este poder, hoy, no se
valora porque la palabra no se valora, por lo tanto la conciencia personal
tampoco, y eso hace que ese poder, se vea como algo social, una obligación o
miedo, no entendemos el valor y la dignidad que nos da.
La palabra juzga y no deja
de juzgar, Es el poder de Dios. “Por tus palabras serás juzgado” dice Jesús en
los evangelios. Esto que significa para mi? La palabra es desde donde nace lo
“dual”. Es de donde surge la necesidad de la conciencia dual. Pero esta
necesidad de conciencia dual solo “Es” si lo que pasa por esa conciencia solo
esta totalmente para el “Otro”. La palabra, la razón, letra, ley, conocimiento
y todos esos conceptos que designan un entendimiento abstracto de la realidad,
y que, por lo tanto, exigen una inteligencia interpretadora, son conceptos
duales que implican la existencia de dos entes, de dos posiciones diferentes y,
por lo tanto, solo “SON” si su contenido se organiza en función del Otro que
interpreta, que ve, que se interesa, que no es indiferente. No son el duales en
si mismos, para mi mismo, generando comparaciones vanas y ociosas, yo soy mi
Dios, como le pasa a Caín.
Pero: ¿Quien es el Otro?
Esta parábola de Jesús lo explica bien:
”Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'. Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'. Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'. Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'. Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'. Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'. Estos irán al castigo eterno, y los justos a
Entonces: ¿Que significa
que por mis palabras seré juzgado?
Significa que seré juzgado
por el ejemplo y la influencia que tengan mis palabras y mis obras sobre la
conciencias de los demás, sobre la conciencia histórica de la comunidad, del
grupo, hacia su continuidad para la vida, vida eterna. Por eso dice también que
vamos a ser juzgados por nuestra fe en Cristo Jesús (san pablo) y que seremos justificados según nuestras
obras (Juan y Santiago)
No seré juzgado por el
sentido literal de las palabras que pronuncie o por haber cumplido con el
código de honor de la época en que viví. Seré justificado según lo que causo
mis palabras sobre los demás, obra que se vera solo al final de los tiempos, y
ese hecho será el que demostrara la fe con que haya creído en Jesús, palabra
viva de Dios, Su resurrección y Su perdón de los pecados. Esto es lo esencial.
Por eso este juicio solo
puede ser “realizado”, totalmente llevado a cabo, por el Padre de toda la Creación a traves de su
Hijo y, para el hombre, solo al final de los tiempos.
Ahora voy a tratar de
explicar que es lo que implica esto (voy
a ser lo más claro posible):
Jesús muchas veces en el
evangelio (por ejemplo marcos 3, 5) dicen que se indigna (ira) frente a los
fariseos cuando trata el tema del sábado.
“El sábado ha sido
hecho para el hombre y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del
hombre es dueño del sábado” Así
dice el pasaje del evangelio de Marcos 2, 27-28.
Esto también esta en Mateo
12, 8. Y Lucas 6. 5.
Una de las primeras cosas
que Dios le pide a moisés es que instituya el sábado como día (o año)
consagrado a El, día para Dios. Esto era en verdad, porque al tener tantas
leyes que regularizaban y dirigían la mirada a Dios constantemente, debían
tener un día en el que pudieran contemplar la bondad de Dios, un día en que
dejaran a un lado todas las preocupaciones terrenas y este consagrado a dar
gracias a Dios por toda la hermosura de la creación. Un día en el que los
hombres nos diéramos cuenta, aprendiéramos que la creación y el conocimiento
que nos dio Dios, sus leyes eran para nosotros, para nuestra recreación, para
poder adorarlo mejor a El.
El sábado o día de
saturno, Saturday en ingles, shabat en hebreo, fue el séptimo día de la
creación, el día que “Dios bendijo y consagro porque ceso de hacer la obra que
había emprendido” el numero siete corresponde a la plenitud, a la perfección, a
lo terminado. El séptimo cielo o cielo de saturno es el ultimo cielo antes de
alcanzar el cielo de “las estrellas”.
Saturno es el nombre
latino del dios que para los griegos fue Chronos. Cronos, en griego, significa
tiempo también. De la palabra cronos derivan a nuestro idioma palabras como crónica, cronología, cronometro
etc. Todos conceptos con relación al tiempo.
Shabat en hebreo también
significa ley, Ley en el sentido positivo, en el sentido de conocimiento del
amor de Dios a los hombres, en el sentido de tomarnos un tiempo para conocer el
amor de Dios a los hombres que se manifiesta a través de la creación.
Pero para el conocimiento
humano “objetivo”, para cualquier tipo de generalidad, ley o lo que pudiera ser
visto a la luz del entendimiento humano(o sea: para cualquier cosa “que permita ser razonada”) el tiempo es una
categoría absoluta. Esto quiere decir que cualquier cosa que un ser humano
pudiera ver a la luz de la razón, intelegir, es decir: meter al campo del
dialogo humano, debía regirse según los parámetros del tiempo, según la ley del
tiempo.
Por eso “felices los que
creen sin haber visto” le dijo Jesús a su apóstol Tomas, el “mellizo”(en griego
“didimo” que también significa “dual” en castellano).
Entendiendo que Dios
termino la creación en el séptimo día, esto es fácil de deducir.
A partir del séptimo día
Dios no agrego nada mas a la creación… a partir del séptimo día no hay ninguna
otra ley absoluta porque Dios dejo de crear.
Para aquel que se adelante
y diga que el génesis es un relato obsoleto, no vale la pena seguir leyendo
esto. Para el que continua leyendo estas palabras, le digo que si en el cuarto
día Dios creo los astros para que señalen “las fiestas, los días, y los años”
fácilmente se dará cuenta de que los otros tres días no significan días en el
sentido que nosotros entendemos ese concepto. Ese concepto de “Días” solo va a
ser develado colectivamente al conocimiento de los hombres cuando sea el final
de los tiempos, luego del juicio.
Si no llegamos a entender
el mensaje de Cristo seremos irremediablemente juzgados solo al final de los
tiempos porque el final de los tiempos coincide para nosotros con el final de
la ley, ya que como acabo de explicar la ley deriva del tiempo. Cuando toda la
ley sea llevada a cabo, recién ahí es cuando es el final de la ley para
nosotros. Y que la ley sea llevada a fin depende solo del Padre que la creo.
Por eso el cumplimiento de
esta ley es algo en nosotros, no depende del tiempo de la creación sino que desde que Dios se
hizo hombre y nos dio la llave de los cielos el cumplimiento de esta ley es
personal, “cada uno” debe esforzarse por llevarla a cabo.
Como escribí al principio:
“No piensen que vine
para abolir la ley o los profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la ley,
antes que desparezcan el cielo y la tierra antes de que todo se realice...
...Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior
a la de los escribas y fariseos, no entraran en el reino de los cielos” (mateo
5, 17-19,20)
La llave para entrar al
cielo es la palabra de Dios. El Hijo del hombre es dueño del sábado, es Jesús, la Palabra de Dios que se
hizo carne y se entrego por nosotros..( Juan 1, 14)
Si obramos de acuerdo a
nuestra fe en las palabras del hijo del Dios de los vivientes, ya no dependemos
de la ley del tiempo. Tenemos Sus Palabras y Su Espíritu, su testimonio, Su
Cuerpo y Su Sangre dentro de nosotros, ya no dependemos “absolutamente” de
ningún otro conocimiento externo, ley o cosa que se pueda volver superstición y
nos haga esclavos de lo que no es.
“La época de la Ley y de los Profetas se cerró
con Juan. Desde entonces se está proclamando el Reino de Dios, y cada cual se
hace violencia por entrar en el. Más fácil es que pasen el Cielo y la tierra,
que deje de cumplirse una sola letra de la Ley ”
(Lucas 16, 16-17)
Cada cual se hace fuerza
por entrar, pero la ley no termina, entonces queda un peligro que es hacerse
esclavo de uno mismo. Esto sucede cuando a nuestra palabra, que nos da la
libertad espiritual, la ponemos al servicio de nuestra propia voluntad y
sensibilidad temporal, es decir, cuando torcemos el lenguaje para que la
realidad nos hable unilateralmente y nos justifique desde un único punto de
vista –el nuestro-. Esto paso con Nietzsche y los protestantes. ¿Porque digo
eso?
Este es el problema que
surge cuando el hombre en una sociedad determinada no puede reconocer que,
además de ser parte de esa sociedad, el y la misma sociedad se encuentran a su
vez implantados en una jerarquía temporal de hechos y significaciones, y que no
respetar esta jerarquía equivale a no respetar los tiempos de Dios, los tiempos
en que El nos va mostrando las cosas, equivale a no respetar el Espíritu Santo
ordenador de toda la creación. El reconocimiento de esta jerarquía temporal es
lo que forma la ley histórica o Escritura de un pueblo, por eso:
“Más fácil es que pasen
el Cielo y la tierra, que deje de cumplirse una sola letra de la Ley ”
Aprender a ver esta escritura en la historia
nos permite discernir y entender la verdadera importancia de cada hecho, y así,
podemos valorar correctamente la importancia de esta jerarquía en la que se
configura y configuro la realidad en que estamos inmersos. Esta es la única
forma que tenemos para evitar que nuestra palabra se desconecte de esta
jerarquía eterna y no pierda su libertad en el espíritu, sometiéndose,
únicamente, a crear representaciones temporales que ayuden a satisfacer las
necesidades y apetencias de nuestra voluntad y sensibilidad temporal y finita.
Por eso las palabras de Jesús, cuando vence la
primera de las tentaciones:
Jesús le respondió: "Está escrito: El
hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios".(MATEO 4,4)
Jesús vence las tenciones siempre desde las
escrituras. Esto es, a través de la capacidad de Su espíritu, se apoya en las
verdades eternas para vencer lo que a través de sus sentidos inmediatos le
están sugiriendo como posibilidad.
Jesús, en las tentaciones y luego durante toda
su vida, nos muestra como a través de las escrituras El se apoya para conocer
y, sobre todo, dar a conocer cual es Su camino, el camino del verdadero
cristiano.
Jesús, nos muestra que lo que El hace, no es
otra cosa que cumplir con la voluntad que, Su Padre, en las escrituras le va
mostrando de la realidad humana en la que estuvo inmerso mientras camino sobre
la tierra.
El ejemplo mas claro de esto esta en todo el
capitulo 14 del evangelio de san Juan.
"No
se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.
Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
Y adonde yo voy sabéis el camino."
Le dice Tomás: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?"
Le dice Jesús: "Yo soy el Camino,la Verdad y la Vida.Nadie va al Padre sino por mí.
Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto."
Le dice Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta."
Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe?El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?
¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.Al menos, creedlo por las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
Si me amáis, guardaréis mis mandamientos;
y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,
el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.
No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros.
Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros si me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis.
Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él."
Le dice Judas - no el Iscariote -: "Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?"
Jesús le respondió: "Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros."Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder;
pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí."
En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.
Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
Y adonde yo voy sabéis el camino."
Le dice Tomás: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?"
Le dice Jesús: "Yo soy el Camino,
Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto."
Le dice Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta."
Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe?El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?
¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.Al menos, creedlo por las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.
Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
Si me amáis, guardaréis mis mandamientos;
y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,
el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros.
No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros.
Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros si me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis.
Aquel día comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él."
Le dice Judas - no el Iscariote -: "Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?"
Jesús le respondió: "Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros."Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder;
pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí."
Como representado está por las dudas y
preguntas de los apóstoles, para nosotros, esto de ver al Padre en Jesús y en
las escrituras, no esta nada fácil.
Y no seria posible si Jesús no hubiera dejado
el Paráclito, el Espíritu Santo. Y para que El haga nido en nosotros hace falta
una fe muy grande y una esperanza aun mayor. Y por eso es nuestra necesidad de
la iglesia, nuestra necesidad de Dios, no nacemos sabiendo como entrar al
cielo, nos deben enseñar, y esta “falta de reconocimiento”, de saber obedecer
la voz de Dios, paso durante toda la historia culpa del pecado original pero el
espíritu de la modernidad lo potencio muchísimo.
El espíritu moderno no comprendió la
profundidad de lo que venia detrás de el, subestimo las escrituras, y nos hizo
caer a todos en una gran “superficialidad” con respecto a lo sacro, a lo
distinto, a lo sagrado en el lenguaje de los hombres. Esta constante falta de
comprensión de las escrituras la sufrió, se sintetizo y quedo demostrada con la
filosofía de Nietzsche y su famoso con “eterno retorno”. Según palabras de él
mismo el es:
“el
segundo en descubrir el país y la tierra de los buenos y los justos”Así es el discurso de Zarathustra:
“Oh hermanos míos, en cierta ocasión Uno miró dentro del corazón de los buenos y justos, y dijo: «Son fariseos». Pero no le entendieron.
A los buenos y justos mismos no les fue lícito entenderle: su espíritu está prisionero de su buena conciencia. La estupidez de los buenos es insondablemente inteligente. Pero ésta es la verdad: los buenos tienen que ser fariseos, - ¡no tienen opción!¡Los buenos tienen que crucificar a aquel que se inventa su propia virtud! ¡Esta es la verdad!
Mas el segundo que descubrió su país, el país, el corazón y la tierra de los buenos y justos: ése fue el que preguntó: «¿A quién es al que más odian éstos?»
Toda esta frase esta en un discurso de Zarathustra “sobre la viejas y las nuevas tablas”. Los “buenos y los justos” son los escribas y los fariseos, y, según el propio Nietzsche, el primero en descubrirlos fue Jesús de Nazareth. Y el mismo es el segundo en descubrirlo, en “develarlo”.
Eso que Nietzsche se jacta de haber descubierto no es otra cosa más que la esencia de la ley, la esencia de la ley a la que esta sometido, choca y sufre el hombre caído. Su eterno retorno no es otra cosa más que volver sobre algo que estaba escrito en el libro más viejo, en el génesis:
“Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!".(Génesis 3, 19)
Pero como muy bien dice Jesús, y nos remarca san Pablo, nosotros no somos salvos mediante las obras que vienen de la ley, sino que, nosotros somos salvos gracias y según la fe en Cristo Jesús.
5- El peligro
actual: la conformidad con el mundo y el espiritu de la inmanencia.
Cuando queremos y
necesitamos ser objetivos por encima de todo, cuando nos sentimos necesitados
de un conocimiento que justifique todo, estamos sin darnos cuenta haciendo al
tiempo un Dios.
Digo esto porque todo
conocimiento, ley, todo saber justificativo, si no es revelado por Dios, si o
si, el hombre lo obtiene de la experiencia, y para que se “realice la
experiencia” el hombre necesita, si o si, de tiempo.
Y ahora surge un nuevo
problema y es en el que se encuentra la mayoría del mundo intelectual de hoy, y
pasa cuando la conciencia histórica de los hombres llega a darse cuenta de que
esta consecución de la objetividad en el tiempo es algo imposible y se resigna
frente al tiempo, ya no pone mas fuerza en el desarrollo colectivo de la
humanidad sino que se resigna por un desarrollo personal, pues cree que solo
alcanza para eso.
Pero desde esta perspectiva
existencial, nosotros no superamos la perspectiva del tiempo sino que solo nos
resignamos ante ella. Optamos ya no buscar ser objetivos por encima de todo,
pero no por la comprensión de la fe en un poder que nos redimió de ello, sino
porque creemos que esa empresa es imposible y como es imposible es “engañosa”.
Y la verdad esta en otro lado -nos decimos- la verdad esta en imponer mi
verdad. Aunque sea a nuestra propia conciencia así dormimos tranquilos. Y así
empezamos a caer presa de nosotros mismos, por nuestra imposibilidad y
comodidad de creer algo más allá de nuestro tiempo.
En esto se quedo
Nietzsche. Al no tener en cuenta el pecado original, y así, renegando de dogmas
que sostuvieron su propia cultura durante milenios, pierde “totalmente” de
vista la jerarquía temporal en que los sucesos se van desenvolviendo, le quita
al hombre la base que necesita para desarrollarse, desmerece el nombre propio,
porque teoriza la posibilidad de que las “construcciones objetivas” que se
fueron consiguiendo en la historia de la humanidad se cierren infinitamente
gracias a una misma cosa: el tiempo en que se mantiene nuestra propia existencia y nuestro propio
pensamiento, nuestro yo.
San pablo cuando habla del
advenimiento del anticristo dice: “el hijo de la perdición” o “el que no ha sido desde el principio”. Jesús
dijo de Judas iscariote que: “mas le valdría no haber sido”. Esto es porque
toda la realidad del hombre se le muestra a través de representaciones,
revelaciones, “Apocalipsis” (Apocalipsis solo significa revelación) y el hombre
busca siempre la representación que le de vida, que lo mantenga con vida para
siempre. Y si judas tuvo enfrente a lo máximo que cualquier viviente pudo tener
enfrente, y no reconoció su grandeza, es porque su propia existencia en verdad
“no es”, el mismo, al no poder reconocerlo, al renegar de el, se saca del plan
del Dios viviente, se quita la vida, su vida no “vale” como hombre. Para judas
todo tiene un precio, todo esta determinado por algo, no hay libertad. Judas
mismo vale el precio por el que cambio a Dios: 30 monedas de plata, con los
cuales los fariseos compraron el campo del alfarero para dar sepultura a los
extranjeros.
Nietzsche no hace otra
cosa que explicar como si uno vende a Dios no va a quedar nada mas que uno mismo
y el precio que uno le ponga a Dios, va a ser el precio que vale uno, y no
puede dejar de admirar esta propia verdad que descubrió, se queda encerrado en
eso, le pasa como a ese rey Midas que todo lo que tocaba lo hacia oro y murió
de hambre.
Al darle valor absoluto al
tiempo, lo separa del espacio, y lo hace una imagen estática y desde ese
artificioso “congelamiento” de la realidad puede construir lo que quiera y,
puede hacer cualquier imagen estética, se transforma en el esteta por
excelencia, hace todo oro y nos morimos de hambre… (O de sed como el rico
epulón de la parábola de Jesús en Lucas Cáp. 16).
Esta tendencia de nuestra
época, en la que caemos inconscientemente a causa de la cantidad, la velocidad
de la información y la competencia en la que se mueve el mundo de hoy, hace que
sintamos como prioridad establecer limites, queriendo hacer de nuestro punto de
vista, gracias a la cantidad de comunicaciones y ciencia, algo absoluto para
sentirnos asegurados a no se que cosa. Entonces hacemos, sin darnos cuenta,
todo el juicio sobre la historia, desde ese punto de vista supuestamente
“humanitario”, creyendo que lo bueno es no tomar partido por posición alguna
salvo ese humanismo relativo. Y no es posible no tomar posición, pues somos “seres vivientes” que nos
interrelacionamos, que elegimos, que nos alimentamos, que queremos, que
aprendemos, que amamos. Si “somos vivos” necesitamos hacer estas cosas, y estas
cosas se hacen desde una posición, un lugar en el tiempo y en el espacio,
conectada con lugares anteriores y depende de nuestra aceptación y
reconocimiento de lo distinto a nosotros, que mas adelante podamos conectarnos
y entrar en comunión con otras posiciones , otros puntos de vista, otras
personas que nos acontezcan en el futuro. Esta comunión no depende que
igualemos por nuestras propias fuerzas, todo los puntos de vista humanos a lo
mismo, pues perderíamos nuestra verdadera identidad los que nos conecta a
nuestra madre tierra y además de ser mediocre, es materialmente imposible
caeríamos en una fantasía, en un mundo virtual, alejado de la verdad de Dios.
Esta comunión depende que aprendamos a dejarnos arrastrar y conducir por el
espíritu de Dios, que aprendamos a discernir que lugar dentro de Su plan Dios
quiere que ocupemos, y esto poco tiene que ver con códigos externos e
información ajena a la cual nos tenemos que “adaptar”, este discernimiento
sobre lo que Dios quiere de nosotros tiene que ver con aprender a oír Su voz, a
través de Su Palabra, manifestada a través de personas, experiencias personales,
o a través de la misma creación.
Hoy esto capaz se potencia todavía mas, porque si hacemos del código social “humanista” de moda o el punto de vista “globalizado” de la época algo absoluto, estamos subestimando la profundidad de épocas anteriores cuando no las podemos ni ver, ni pensar.
Esta tendencia a la
inmanencia, a juzgar de manera objetiva, sin poder dar valor a los hechos como
transcurren en el tiempo, sin sentir la piedad necesaria para poder reconocer
la jerarquía en la que se desenvuelven los hechos históricos que, a través del
Espíritu Santo, formaron nuestra propia identidad es malísima para el hombre.
Pues al no poder ver como se formo nuestra identidad estamos ciegos y ni
siquiera nos importa, actuamos como ciegos y no nos importa, y es mas, pensamos
que está bien actuar así, y sin dialogar con el espíritu de Dios que se
manifiesta en la ley y tradición histórica, vamos perdiendo nuestra identidad y
nos vanagloriamos de esto.
No es casualidad que nuestra
época sea presa de explicaciones “psicológicas” como las de Freud y su
“complejo de Edipo”. Léanse las tragedias de Sófocles, “Edipo rey”.
Edipo siempre huyendo de
los oráculos divinos termina no sabiendo quien es, mata a su padre, se casa con
su madre y cuando se da cuenta de esto, se arranca los ojos y se exilia. En la
discusión entre Edipo y Tiresias se hace la representación de la lucha entre
las potencias seculares -Edipo descifra el enigma de la esfinge, pero es un
enigma de hombre- , potencias que son impías frente a lo sacro, y que chocan
trágicamente frente a la rigidez o fatum
del designio de los dioses que se expresan a través de la palabra del oráculo
de Delfos, del Dios Apolo -figuras de
los profetas-.
En el mito de Narciso.
Otra vez aparece el adivino Tiresias. Este le dice a la madre de Narciso-una
ninfa- que mientras narciso no se vea -conozca- a si mismo vivirá felizmente
muchos años. Narciso era muy bello y todos las ninfas estaban enamoradas de el,
una ninfa llamada Eco se enamora de narciso y este la desprecia cruelmente.
Esta ninfa clama venganza frente a la diosa Artemis, y la diosa escucha y hace
que Narciso se enamore y que nunca pudiera consumar su amor. Para esto lo hace
acercarse a un arroyo para que Narciso contemple su propia imagen. Cuando vio
su imagen se enamoro de ella y estuvo tanto tiempo contemplándose en un
sentimiento contradictorio entre querer poseerse, a si mismo y no poder,
alejándose de Dios, que finalmente esta tensión lo desespero y se mato. De su
sangre nació la flor que hoy lleva su nombre.
¿Por qué se dio esta
ceguera a lo que se es, como en el caso de Edipo –espíritu moderno-, o este
solo querer contemplarse a si mismo, como en caso de Narciso-espíritu
posmoderno?
Porque en el correr del
tiempo absoluto, las cosas, las personas y todo lo que sucede en el devenir de
la existencia material-espacial, esta condenado a repetirse ya que al ser el
universo infinito y nuestro mundo y nosotros estar formados de una cantidad de
partículas finitas la posibilidad de que esa combinación de partículas se
repita es infinita también...
Entonces “sigamos mirando
para adelante que esta todo bien -mientras estemos bien-“ como en el caso de
Edipo. Y: “que mejor, mas lindo y cómodo que no abrirme jamás sin tener que
aceptar nunca verdaderamente al otro...” en el caso de Narciso.
Este es el lugar desde
donde se apoya la creencia de Nietzsche… y la de Judas.
No saben darle al valor a
las cosas, al no poder contemplar como trabaja el amor de Dios, no creen en el,
creen en una especia del “aire gratis en que vivimos”, o una bondad “del
infinito” del que alguien se tiene que hacer cargo y le echamos la culpa (como
el lugar que ocupa el estado hoy), o del tiempo creyendo que las cosas siempre
“van a ser o estar así”. Sumergidos en esta inmanencia no pueden ver la gracia
de Dios, no creen la bondad de El, porque no quieren o no pueden adorar a nadie
más que a ellos mismos y a su forma, o proceder en el mundo.
Cuando a un mismo estado
de cosas le queremos dar un lugar absoluto y dejarlo así para siempre, sin
dialogar auténticamente, sin estar abiertos a la voz de Dios, le damos al
tiempo un lugar absoluto y ya no depende de ninguna variable, este estado de
cosas, estas vidas, se repetirían infinitamente también. La idea de eterno retorno, describe el abismo,
el alienamiento que produce el estado de la caída, del pecado original.
Nietzsche dibuja la
existencia del hombre y la deja sin ninguna esperanza, vacía de contenido
siempre igual… según la ley del tiempo.
Pero lo único que consiguió
Nietzsche con tanto esfuerzo fue volver al origen y al comienzo, eso es un
verdadero estado de abismamiento. Nietzsche mismo es su propio ejemplo:
Nietzsche volvió, quizá sin darse cuenta (solo el lo sabe), a lo que describe
el libro del génesis (génesis significa comienzo u origen en griego): “Ganarás
el pan con el sudor de tu frente,
hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al
polvo volverás!".(génesis 3, 19)
Nietzsche no avanzo ni un
paso en su gran teoría del eterno retorno, y eso es el efecto del abismamiento
que produce lo estético, la vanidad de la lucha por el poder momentáneo,
temporal en el mundo.
Por estas creencias
erróneas se quedan encerrados en ellos mismos, ciegos de Dios, sin sentir la
necesidad de compartir el plan de su Creador, sin sentir la necesidad de
aceptarlo, perdiendo su lugar en El, su propia identidad, borrándose del Libro
de la Vida.
En verdad lo que le pasaba
a Nietzsche, como muchos de nosotros, era que tenía muchas piedras en el zapato.
A el parece que le quedo una bastante importante por sacarse llamada “ciencias
naturales”.
Como dije arriba,
Nietzsche, dibuja la existencia terrenal del hombre según la ley del tiempo,
según la mirada del tiempo, que es siempre externa y vacía para el hombre. Y la
ley escrita en el génesis le da la razón a Nietzsche, pero nosotros no somos
salvos por la ley, sino por la fe en Cristo Jesús. El nos vino a liberar de la
esclavitud a la ley y al tiempo. .
No se si es posible sanar
tanto error histórico en la sociedad, tanta ceguera acumulada, se que no es
posible por nuestras propias fuerzas, pero tenemos el testimonio de Jesús y Su
gracia, tenemos que empezar a hacer un esfuerzo por oírla, aceptarla y
seguirla. La iglesia tiene que ser luz, iluminar, que valga bien la palabra
dicha por Jesús a Pedro:
“Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre
esta piedra edificaré mi Iglesia; los
poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves
del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y
lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.”(MATEO 16, 18-19)
Que
para cada uno que forma iglesia, y no solo
una parte, signifiquen estas
palabras de Jesús y nos animemos a ponerlas en practica, a creerlas. Que
finalmente podamos “ver”, reconocer porque nos pasan las cosas que nos pasan, y
de esta manera nos animemos a salir de nosotros mismos, nos animemos a
verdaderamente a enfrentar al mundo y sus códigos inicuos que conducen a la
muerte.
Hable también del mal que genera el creernos “objetivos”, “con la verdad”, y como esta objetividad es producto de la conciencia de la ley cuando esta solo se origina desde el tiempo. También trate de explicar como se produce, de a poco, la perdida de la identidad y la ignominia, cuando a esta conciencia del tiempo, para evitar las pruebas que nos conducen a vislumbrar la gloria del Dios viviente, la despegamos artificial y voluntariamente de los sucesos en el espacio de la historia viva, y como este proceso de “ceguera voluntaria”, de alienamiento, nos lleva a la muerte, a “no ser”.
Todo lo que escribí hasta acá esta expuesto en el capitulo 10 del evangelio de san Juan. Pero esta sintetizado y expresado con un amor que solo el Hijo de Dios puede poseer.
Para cerrar esta primer parte del escrito, que se refirió sobre todo al significado de la ley, voy a transcribir ese capitulo, el 10 del evangelio de Juan:
Jesús añadió: “Os aseguro que el que
no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que se mete por otro
lado, es ladrón y salteador. El que entra por la puerta, ese es el pastor que
cuida las ovejas. El guarda le abre la puerta, y el pastor llama a cada oveja
por su nombre y las ovejas reconocen su voz. Él las saca del corral, y cuando
ya han salido todas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen porque
reconocen su voz. En cambio no siguen a un extraño, sino que huyen de él porque
no conocen la voz de los extraños.”
Jesús les puso esta comparación, pero
ellos no entendieron lo que les quería decir.
Volvió Jesús a decirles: “Os aseguro
que yo soy la puerta por donde entran las ovejas. Todos los que vinieron antes
de mí fueron ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron
caso. Yo soy la puerta: el que por mí entra será salvo; entrará y saldrá,
y encontrará pastos.
“El ladrón viene solamente para
robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida y la tengan en
abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las
ovejas; pero el que trabaja solamente por el salario, cuando ve venir al
lobo deja las ovejas y huye, porque no es el pastor ni son suyas las ovejas.
Entonces el lobo ataca a las ovejas y las dispersa en todas
direcciones. Ese hombre huye porque lo único que le importa es el salario,
no las ovejas.
“Yo soy el buen pastor. Como mi Padre me conoce y yo
conozco a mi Padre, así conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi
vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este corral,
y también a ellas debo traer. Ellas me obedecerán, y habrá un solo rebaño y un
solo pastor.
“El Padre me ama porque yo doy mi
vida para volverla a recibir. Nadie me quita la vida, sino que la doy por mi
propia voluntad. Tengo el derecho de darla y de volverla a recibir. Esto es lo
que me ordenó mi Padre.”
Cuando los judíos oyeron estas
palabras volvieron a dividirse. Muchos de ellos decían:
–¿Por qué le hacéis caso, si tiene un
demonio y está loco?
Pero otros decían:
–Nadie que tenga un demonio puede
hablar así. ¿Acaso un demonio puede dar la vista a los ciegos?
Era invierno, y en Jerusalén
celebraban la fiesta en que se conmemoraba la dedicación del templo. Jesús
estaba en el templo, paseando por el pórtico de Salomón. Los judíos le
rodearon y le preguntaron:
–¿Hasta cuándo nos vas a tener en
dudas? Si tú eres el Mesías, dínoslo de una vez.
Jesús les contestó:
–Ya os lo he dicho y no me habéis
creído. Las cosas que yo hago con la autoridad de mi Padre, lo demuestran
claramente; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis
ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida
eterna y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha
dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. El Padre y yo
somos uno solo.
Los judíos volvieron a coger piedras
para tirárselas, pero Jesús les dijo:
–Por el poder de mi Padre he hecho
muchas cosas buenas delante de vosotros: ¿por cuál de ellas me vais a apedrear?
Los judíos le contestaron:
–No vamos a apedrearte por ninguna
cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras son una ofensa contra
Dios. Tú, que no eres más que un hombre, te haces Dios a ti mismo.
Jesús les respondió:
–En vuestra ley está escrito: ‘Yo
dije que sois dioses.’ Sabemos que no se puede negar lo que dice la Escritura , y Dios llamó
dioses a aquellas personas a quienes dirigió su mensaje. Y si Dios me
apartó a mí y me envió al mundo, ¿cómo podéis decir que le he ofendido por
haber dicho que soy Hijo de Dios? Si no hago las obras que hace mi Padre,
no me creáis. Pero si las hago, creed en ellas aunque no creáis en mí, para que
de una vez por todas sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.
De nuevo quisieron apresarle, pero
Jesús se escapó de sus manos.
Regresó Jesús al lado oriental del
Jordán, y se quedó allí, en el lugar donde Juan había estado antes
bautizando. Muchos fueron a verle y decían:
–Ciertamente, aunque Juan no hizo
ninguna señal milagrosa, todo lo que decía de este hombre era verdad.
Muchos creyeron en Jesús en aquel
lugar.
(Recopilaciones de escrito de fines de 2004 hasta principios 2006, le faltan muchisimas correciones)
Santiago, venía leyendo corrido y de pronto se cortó, bueno, espero que sigas con esto, voy a releerlo más tarde, turno noche, gracias por tu trabajo, Ma.Cristina
ResponderEliminarTodo bien Santiago, pero otra vez me lo ponés a Judas en mal lugar, yo te acepto que se pasó de vivo, pensando que Jesús era un tonto por no mostrarse en su verdadera identidad, pero no como el hombre para el que sólo valía el dinero. El hecho de haberse ahorcado cuando recibió la recompensa, luego de ver a su Maestro torturado, lo demuestra. Y que soy cabezadura también, ja ja ja. Ma.Cristina
ResponderEliminarMar cristina impresionante lo rápido que lees.
ResponderEliminarSobre lo de Judas, no me entendes que es a lo que voy, el vivió con Jesús, estuvo con el casi tres años o capaz que mas –no lo sabemos- y no se convirtió… te puedo aceptar que el Espíritu Santo no había descendido, pero si estaba en Jesús y en Maria, y el participo de todos casi todos los milagros de la vida publica y aun así no entendió o por lo menos no obedeció lo que le dijo su Maestro? La cantidad de gente que se convierte por el testimonio de un santo en su vida, por su ejemplo, por verlo obrar, y un santo es apenas una célula de Jesús, o por menos, por leer los evangelios, por miles de causas se convierten las personas… Y Judas no se convirtió teniendo a Jesús en persona, carne y hueso, tres años con el, Jesús confiando en el como apóstol? Personalmente creo que Judas haría varias cosas demás antes de su traición, otras que no nos hemos enterado, y no solo con el tema del dinero, cosas que al pensar que eran desapercibidas por Jesús cosas que le hicieron subestimar la inteligencia y el poder del Creador y de su hijo. El tema del dinero y de la traición es solo una consecuencia de una manera de actuar. Lo que es difícil de imaginar en Judas es lo feo que se debe haber sentido luego de haberse visto así, como el responsable de sangre inocente, porque el siempre debe haber pensado que estaban bien las cosas que hacía porque el mundo era “así”, y el creía que era fiel al mundo(? es de alguien propiamente idiota intentar ser fiel al mundo porque no se dio cuenta que mundo solo es lo que su insignificante experiencia le decía que era el mundo, y tan insignificante fue, tan ensimismado que ni pudo ver a Jesús en el mundo y pensó que al traicionarlo simplemente declaraba su distanciamiento de El mas alguna especie de revancha por estar todo ese tiempo bajo Sus ordenes. Judas sentía envidia, envidia de Dios. Y su suicidio solo refleja la confusión que lo llevo hasta ahí porque en su ensimismamiento sigue pensando que no puede cambiar, y sigue pretendiendo que puede ser fiel a lo que el mundo le enseño, judas solo pretendió, nunca fue, de ahí las palabras de Jesús “mas le valdría no haber nacido”. El dolor de judas viene de su ser mismo en el mundo, porque jamás va a gozar plenamente, jamás va a estar libre de controles y de medidas porque ellas nacen de el mismo ya que no saben ver a Dios, y sus mismas estropeadas medidas lo hicieron envidiar y querer saltearse a algo superior a el, a Dios mismo, no lo supo reconocer en un semejante, ¿que mas puede satisfacerlo?: Nada, por eso nada es lo que merece en la eternidad, mas allá de este tiempo. Más le valdría no haber nacido porque podría haber sido y no fue.
Un saludo a las dos.
Y sí Santiago, por ahí mi análisis es demasiado simple y no contempla todo esto que decís, lo voy a pensar. Besitos. Ma.Cristina
ResponderEliminaruhhhhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarSANTI
demasiado largo
casi una biblia
jaja
prometo leerlo más tranqui
hacé una carilla por post
bue
paso mañana y te lo comento
abrazo pa vos y pa mari cris
No, no es simple su análisis, se basa en lo escrito, en lo textual, y desde allí trata de mirar benévolamente. Lo que sucede es que a mi me hace pensar la frase Jesús sobre el traidor, por que dijo eso. Lo mismo lo que Jesús les hizo a los mercaderes del templo, lo mismo las invectivas contra los escribas y fariseos, Jesús no era tan así “todo bien” como lo pintan ahora, no era un moralista pero tampoco era permisivo con algunas cosas, sobre todo con la hipocresía.
ResponderEliminarMagu si es largo, es un compilado de cosas que escribí como hace 5 años o un poco mas. Lo postee porque justo salio el tema del deber ser, de “ser bueno” y también el de la iglesia, que cosas se pierden hoy, es como si nos hubiéramos vuelto mas tontos, incapaces de percibir. Igual en otros post que ya mande, hay partes de este. Pasa que es una escrito re largo como trescientas paginas y antes lo iba armando y desarmando para que se entienda lo mejor posible. Igual las ultimas partes que son las mas importantes, y la que originan todas estas explicaciones sobre la profundidad de la ley, las escrituras, que es el pecado original y algunas cosas mas. Esa última parte todavía ni siquiera la escribí. Algún día lo haré.
SANTI
ResponderEliminarempecé a leerlo
buenísimo
para mi kant revalorizó el mensaje de jesús
me queda pendiente leer a kierkegar (asi se escribe?= y sus ensayos sober la angustia existencial
qué tomó él del evangelio
bue
a dormir me voy
saludos
si, lo revalorizo moralmente, y esa tendencia hacia la pureza moral siempre fue una tendencia en el protestantismo, a causa de su fundador quizas el cual era un hombre muy piadoso segun sus escritos. pero tambien redujo el mensaje, lo desacralizo, lo redujo cognocitivamente. seguramente sin intencion pero lo hizo. lo que sucede es que la moral es la base, la sustancia, para que el hombre alcance otra cosa. la moral es la represa que genera electricidad (sustancia libre), pero electricidad para que es el punto, no solo el generar porque si. que al hombre lo salve la gracia divina no significa que no podamos hacer nada por salvarnos sino, simplemente, que nosotros no somos capaces de darnos la vida a nosotros mismos, la muerte es una barrera insalvable humanamente hablando, dependemos de Dios y de Su voluntad, manifestada a nosotros como amor, hasta cierto punto solo conocido por El, y no por alguna moral humana.
ResponderEliminarrecien vi que alguien en pan rayado alguien metio la marsellesa, pero que linda cancion es el ireland`s call, cada vez que juega al rugby irlanda trato de ver cuando cantan el himno, de mis antepasados creo que la sangre irlandesa es la que mas tira, trench es irlandes o no? no hay como un buen irlandes, tus papas tus tios, tus abuelos eran irlandeses? por Trench digo. a mi los himnos que mas me gustan son primero el irelands call, despues el de alemania, el deustchland uber alles, despues la marsellesa, pero obvio que el preambulo y la parte final de nuestro himno es la mejor.
si queres leer kierkegaard y que tomo del evangelio de recomiendo una recopilacion de escritos planfetarios que hizo, se llama "el instante", asi se llamaba el diario que el habia hecho para repartir esos panfletos. si queres ver la capacidad de analisis profundo psicologico que tenia Soeren te recomiendo leas primero sobre la enfermedad mortal ( o "tratado de la desesperacion" tambien se lo encuentra) y despues "el concepto de angustia" terrible libro. si andas con poco tiempo "la repeticion" o "temor y temblor", tiene varios libros. son todos buenos, la historia todavia no hizo justicia con el enorme danés.
saludos Magu.
Jesús era justo, y ser justo no siempre significa ser bueno, aceptar todo, así de simple no? Gracias Santiago, un besote. Ma.Cristina
ResponderEliminarSANTI Y MARIA CRISTINA
ResponderEliminarEstoy viendo mi programa terapeútico
JARDINERÍA PRÁCTICA, la conductora fue compañra mia de ecuela primaria
JESÚS era justo pero no mal hablado, creo que D ABRAHAM podría haber tenido un poco más de decoro al contestarle a Panchito, lo cortés no quita lo valiente, jaja
y la violencia engendra violencia
mi apellido paterno, SANTIAGO, algunos dicen que es inglés pero mi tío ha visto a irlandeses TRENCh Y también me ha dicho que en realidad viene de escandinavia (invasiones que los vikingos hicieorn casi en Escocia) y que hay algunos con mi apellido en el norte de inglaterra.
MI padrastro si que descendía de irlandeses por parte materna: welsh
SANTI
mi tío (de quien te dí el mail) justamente es el director de un centro de filosofía medieval irlandesa, fue a IRLANDA para exponer sobre ESCOTO ERIGENA, en su casa tiene la bandera irlandesa, mira la misa por internet desde IRLANDA y ha sido amigo de todos los embajadores, hasta de la embajadora que estuvo el año pasado. Por favor, comunicate con él que será provechoso. Las conferencias del 2009 y del 2010 fueron todas sobre la cultura, filosofía, pintura, religión y literatura irlandesa en el periodo hiberno carolingio (baja y alta edad media)
bue
amigos
recién llego
saludos
léeré algo sobre Kierkegard, SANTI, prometo, en ppio me gusta kANT, hace más de 25 años que me recibí, y hará casi 28 que no los leo
nos vemos amigos
magú
Magú, tal vez a vos se te pasó por alto un comentario muy desagradable de Panchito, referido a la foto de Tomás frente al teatro, donde está con gorro y bufanda. Lo llamó homeless, fue despreciativo y sin ninguna necesidad. Y Tomás no es Jesús para poner la otra mejilla. Entiendo que tenés la buena voluntad de disculparlo, pero si a los que se hacen los vivos se les pasa por alto las groserías, el blog se va al jo...a. Besitos.Ma.Cristina
ResponderEliminarsi seguro seria vikingo, a irlanda y a inglaterra la invadieron. yo pensaba que solo era irlandes porque es famoso que en una sola aparicion de la Virgen en Irlanda 1879 o por ahi, Nuestra Señora de Knock (aprobada por Juan Pablo II en el centenario), buen es famoso que una de las quince personas, una señora anciana, quiso besar el manto de la virgen, y esa señora se llamaba Brigida Trench. en verdad no fue solo la virgen quienes se les aparecieron sino ademas Maria, tambien aprecieron san Jose, san Juan evangelista, y jesus pero en la figura del cordero muy parecida a como la describe el apocalipsis, segun detallaron los videntes.
ResponderEliminarle mande un mail a tu tio. y me contesto, ahora le mande otro, gracias Magu.
y si, panchito se desubica feo, y ademas tambien pensemos que puede haber muchos mensajes -quizas excesivamente groseros- que el profesor con buen criterio prefirio no publicar, y si hizo eso me parece perfecto.
Ma Cristina es asi como usted dijo, Jesus es justo, y justo en un sentido que a nosotros dificil que nos sea dado entender. por eso es dificil tambien repensar las cosas que dijo solo como si fuera nada mas que un hombre que reaccionaba ante una situacion determinada.
un saludo grande a las dos!
SANTI Y MARIE CRIS
ResponderEliminares cierto
Abraham puso límites
pero yo la ligue´con todo el LIBIA
jaja
BRIGIDA TRENCH ?
quizás fue pariente mia
sé que mi bisabuelo era inglés y vino con el ferrocarril a trabajar, y compraron un chalet en el pasaje MAESTRO en caballito
justo justo
este señor ric...bue, el amigo de abraham que se peleó con él, el carrizo, me decía que conocía a una trench tía mia. (era stía mia, su compa de trabajo)
Jesús tiró todos los puestos de los mercaderes en el templo y se enojó con tuti, era un violento de aquellos (jaja, lo digo con todo amor)
mes amis
sigo pintando mandalas
tengo un ahijado de 19 años que viene a cenar una vez a la semana con nosotros, como no tenemos hijos
bue
bacio para los dos
SANTI Y MA CRIS
ResponderEliminarEstoy cuidando a mi tía MARY de 94 años en el sanatorio del centro. Ella es muy católica pero la señora de la cama de al lado es protestante, y tiene la misma edad, hemos tenido muchas charlas interesantes con el hijo sobre las pequeñas diferencias entre ambas religiones, me ha dicho el nombre de su iglesia (seria), muy antigua, deriva de los metodistas pero es de origen suizo, no lo recuerdo. Bueno, amigos, ambos creyentes, recen por ella
abrazo