miércoles, 19 de octubre de 2016

fragmento 2

(fragmento del capítulo 2, del escrito de 2005. Gran parte de lo que escribí de Kierkegaard, donde me pongo medio denso, lo hice recién hace dos años, pero era una aclaración necesaria. Un saludo) 




"A causa de estas palabras se produjo una nueva división entre los judíos. Muchos de ellos decían:
–¿Por qué le hacéis caso, si tiene un demonio y está loco?
Pero otros decían:
–Nadie que tenga un demonio puede hablar así. ¿Acaso un demonio puede dar la vista a los ciegos?
Era invierno, y en Jerusalén celebraban la fiesta en que se conmemoraba la dedicación del templo. Jesús estaba en el templo, paseando por el pórtico de Salomón. Los judíos le rodearon y le preguntaron:
– ¿Hasta cuándo nos vas a tener en dudas? Si tú eres el Mesías, dínoslo de una vez.
Jesús les contestó:
–Ya os lo he dicho y no me habéis creído. Las cosas que yo hago con la autoridad de mi Padre, lo demuestran claramente; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. El Padre y yo somos uno solo.
Los judíos volvieron a coger piedras para tirárselas, pero Jesús les dijo:
–Por el poder de mi Padre he hecho muchas cosas buenas delante de vosotros: ¿por cuál de ellas me vais a apedrear?
Los judíos le contestaron:
–No vamos a apedrearte por ninguna cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras son una ofensa contra Dios. Tú, que no eres más que un hombre, te haces Dios a ti mismo.
Jesús les respondió:
–En vuestra ley está escrito: ‘Yo dije que sois dioses.’ Sabemos que no se puede negar lo que dice la Escritura, y Dios llamó dioses a aquellas personas a quienes dirigió su mensaje. Y si Dios me apartó a mí y me envió al mundo, ¿cómo podéis decir que le he ofendido por haber dicho que soy Hijo de Dios? Si no hago las obras que hace mi Padre, no me creáis. Pero si las hago, creed en ellas aunque no creáis en mí, para que de una vez por todas sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.
De nuevo quisieron apresarle, pero Jesús se escapó de sus manos.
Regresó Jesús al lado oriental del Jordán, y se quedó allí, en el lugar donde Juan había estado antes bautizando. Muchos fueron a verle y decían:
–Ciertamente, aunque Juan no hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que decía de este hombre era verdad.
Muchos creyeron en Jesús en aquel lugar."
(Juan 10, 19-30) 



Ahora voy a empezar con la segunda parte. En esta parte voy a tratar de explicar como es, y porque se va dando a lo largo del discurrir histórico, a lo largo del tiempo, esa falta de fidelidad a la ley “en general” y a la Palabra de Dios, que es lo que ocasiona que al final no la podamos comprender y no podamos así discernir los signos de los tiempos y quedemos atrapados en la maraña del devenir temporal, en la inmanencia, esclavos “del hoy”, esclavos del tiempo.
Al final voy a tratar de remarcar la importancia que tiene la palabra de Dios, y cual es el profundo significado de Su venida a nosotros.
Para empezar transcribí una parte del capitulo 10 de san Juan.
Este fragmento viene muy bien para reflejar la mentalidad de hoy, que ve a Jesús como un personaje histórico importante o un Dios inalcanzable, creyendo que su existencia fue medio fabulosa, y por esto, haciendo estas mentalidades caer bajo supersticiones, y dejando a las personas como esperando algo mas del mundo, o del mismo Jesús, como pidiendo que le expliquen algo sin entender que Jesús ya dijo todo, cayendo en adoraciones de ídolos falsos que corrompen y desgastan el valor del la palabra y el espíritu de los hombres.

La ley y las escrituras

1-La profundidad de las escrituras: los obstáculos en el camino de la verdad y la función de los profetas

1-1La importancia de las escrituras como jerarquizantes, legitimantes de la verdad y la realidad. 

La importancia que tiene la comprensión correcta de lo que nos dicen las escrituras es radical. Radical en el pleno sentido de la palabra. Todo conocimiento humano en los hombres nos es dado en la existencia en el tiempo y en la posibilidad de experiencia que implica la existencia de ese tiempo. El primer conocimiento, el conocimiento de primera mano del hombre, es la historia, su propia historia personal, y luego cuando la encajamos, la historia de nuestra familia, luego la historia de nuestro pueblo, de nuestra lengua, de nuestra patria, de nuestra nación, de nuestra humanidad. Este tipo de conocimiento es en primer lugar puramente subjetivo y, a medida que avanza en cantidad de hombres, avanza también en cantidad de tiempo para abarcarlo todo hasta el primer hombre y la primera historia. Y, aunque nunca deja de ser subjetivo -pues este conocimiento sirve solo para mi, para saber quien soy, para sentir quien soy, para gustar de darle el valor que creemos que tiene cada cosa que nos rodea -, avanza también en objetividad. 

Esta historia, a medida que sale de la nuestra personal, se va entrelazando con otras historias y con otras subjetividades, familiares, grupales, nacionales, raciales, humanas. Estos entrelaces y uniones se dan por la posibilidad de una verdad. Una verdad que permite que diferentes “mundos”, diferentes subjetividades se puedan comprender las unas a las otras sin excluirse ni sin destruirse. Estas verdades, generalmente subyacen a lo que la historia subjetiva muestra en superficie, y solo florecen y quedan testimoniadas, cuando el movimiento histórico de determinada subjetividad lo hace necesario. 
Cuando una cultura alcanza a ver testimoniada algunas de estas verdades coincidentes (que es difícil generalmente, porque las culturas mas fuertes destruyen o excluyen a las otras. Es muy difícil ver una asimilación o un intercambio), la cultura se da cuenta que estas verdades son las que testimonian la existencia de algo concordante, de entendimiento, de algo que siempre va a permitir comprensión, de algo que siempre “es” de una forma para nosotros. 
Estas coincidencias son como la roca madre, de la cual, de su desgaste provienen todos los elementos que componen lo que se encuentra en superficie. Esta roca prorrumpe, a su vez, de la magma subterránea, que no se ve en superficie, pero que de repente broto abriendo todo alrededor, y una vez endurecida la lava, formando rocas y volcanes, los cuales, para el que sabe ver, testimonian el poder que hay en el fondo de la tierra, de la cual todo elemento proviene.  
Por eso este el efecto de estas verdades es irrefutable frente a las subjetividades porque estarían implícitas en ellas mismas. Estas verdades no son solo objetivas (como las conseguidas por grupos culturales-subjetivos) porque las subjetividades las pueden negar pero no ignorar ya que en la ignorancia hay desconocimiento y estas verdades forman la misma manera de conocer, no hay mediación de abstracción. Son verdades que no se nos imponen, sino que nos proponen, es decir unas verdades que quieren empezar a conformar nuestra propia subjetividad y no solo limitarla, pues a raíz de esa coincidencia que “es” así para nosotros empezamos a sentir la base necesaria para, y a sentir el “derecho” de, a partir de ella (y no desde la mera fuerza bruta o el engaño) poder rever y formar cada elemento integrante de cultura, y esto ya no se convierte en algo subjetivo ni objetivo sino que es algo que salta de las categorías de subjetividad-objetividad, este elemento comienza a conformar una nueva categoría: la legitimidad. Esta impresión nueva de sentir “el derecho de”, de sentir autentica libertad es lo que nos garantiza que estamos en la verdad, porque sentimos que de verdad podemos elegir nuestra vida, y no solo estamos sobreviviendo. Ya no sentimos ninguna inercia temporal, ninguna coerción social. Ya no nos sentimos obligados, nos sentimos responsables. Somos libres, pues nos sentimos libres y a eso se nos hace muy difícil renunciar.
Lo voy a explicar más filosóficamente. La noción de verdad participa en simbiosis con un concepto anterior, concepto del que de su análisis dual devienen “lo objetivo” y “lo subjetivo”, este concepto primigenio es "lo legítimo", la legitimidad, la ley, pues las leyes, basadas en la historia y escrituras de un determinado pueblo es lo que va conformando la subjetividad de las personas que forman ese pueblo: las nociones teoricas, abstractas, las leyes de una cultura determinada hacen que la subjetividad de las personas y los pueblos “lean” la realidad y busquen y obtengan de la realidad, diversas objetividades (como el caso de que el sol gira alrededor de la tierra, después la tierra gira alrededor del sol y ahora, según la relatividad general de Einstein, tanto el sol como la tierra siguen lineas rectas en un espacio curvado por la gravedad, es decir: nadie da vueltas alrededor de nadie en el sentido físico que nosotros entendemos según la teoría de, justamente, la relatividad (del tiempo) ). 


La ley por un lado es objetiva para su comprensión literal, pero es subjetiva en su interpretación, cuando la subjetividad da tecla por tecla, palabra por palabra en la interpretación de lo objetivo del escrito hallamos lo que permanece velado en la ley: su significado original y verdadero, la justicia, la verdad, el librarnos de la ignorancia, y la responsabilidad que tenemos frente a aquellos que no consiguieron esto.

El único pueblo -de los que tenga registro- que alcanzó un grado de desarrollo cultural como el antes citado, fue el hebreo en el antiguo testamento. El pueblo hebreo fue exiliado dos veces de su tierra, y por mucho tiempo, y no pereció, es mas, fue absorbiendo de cada cultura en las que estuvo inmerso los elementos más importantes y que a su propia cultura les sirvió para una mejor comprensión entre ellos como pueblo, con los extranjeros, y también, con las manifestaciones de lo Divino que recibían sus profetas. 
De los egipcios obtuvieron la capacidad simbólica y organizativa de estos. Moisés se educó como un egipcio y el fue el encargo de redactar la Ley. Y de los babilonios aprendieron, además de una capacidad simbólica aun mayor, a estar inmersos en otro mundo sin perder su subjetividad ni los propios elementos culturales que hacían a su identidad, en vez de desaparecer, se hicieron más fuertes como pueblo. Estas dos cosas que aprendieron fueron esenciales para la consolidación de su identidad cultural. La capacidad simbólica sirve a los hombres para poder expresar en un lenguaje diferente al nuestro, de Dios, un mensaje. Para que pueda ser primero esbozado y luego, también, comprendido por hombres. Y, para fortalecer su identidad, aprendieron a diferenciar con sutileza, en una situación de riesgo como es un exilio forzado, cuales eran las verdades esenciales de su identidad, y a defenderlas también.
Lo que aprendió el pueblo hebreo, conducido por Dios a través de sus profetas, ya no son verdades forzadas por una mera competencia de a ver quien sobresale, ni una supervivencia desesperada y en base al miedo, supervivencia temporal miserable. No, esto ya no es así en el pueblo hebreo. Lo que los hebreos debían hacer inmersos en aquellas crueles culturas requería mucha mas inteligencia, una inteligencia no de hombre particular, sino que previera mas allá de lo que pasaba en su momento o época, una inteligencia grupal que no los mostrara ni tan débiles como para ser olvidados en el desprecio ni tan necios para ser destruidos por el orgullo. Los hebreos empiezan a presentir una inteligencia en la que comienzan a tener noción que existen verdades que son siempre de la misma manera y que garantizan esa concordancia, dan verdadera paz, que son legítimas y por ello es legítimo defenderlas también.
Estas verdades que surgen en distintos, y escasos, periodos del tiempo dejaron testimonio de lo que son a través de lo que yo denomino “escrituras”. 
Estas escrituras surgen del contacto, en el tiempo, entre la historia de la ley de Dios y las distintas culturas humanas. Y como vienen de algo legítimo, hecho conciente y a la vez mantenido por los hombres, esto es algo muy importante, algo que, para conseguir saber verdaderamente quienes somos, no podemos obviar.
Estas escrituras siempre son testimonio de la verdad, y siempre hacen referencia a algo de la realidad en la que estamos inmersos, ya que ellas son la base histórica de nuestra cultura y a través de ellas, y con el correr del tiempo, se fueron integrando y tejiendo todos los demás elementos que fueron apareciendo para formar el patrimonio cultural de la humanidad hoy.
La cultura hebrea es la base del cristianismo, pues de ella es María, madre de Jesús, y es, también, Jesús nuestro Señor.
En esta parte no voy a hablar de que tratan y que describen estas escrituras sino sólo voy a tratar de demostrar que verdaderamente son profundas y porque es que esa profundidad va siendo olvidada y erosionada con el correr del tiempo.
Por eso, y en primer lugar, tratando de ejemplificar cual es la profundidad de estas escrituras y tratar de echar luz sobre porque no se comprende la grandeza de Dios, voy a seguir con aquel pasaje de los evangelios en el que Jesús habla a los saduceos. (Lucas 20 27-40; Mateo 22.23-33 y Marcos 12.18-27).


“Después acudieron algunos saduceos a ver a Jesús. Los saduceos niegan que haya resurrección de los muertos, y por eso le plantearon este caso:
–Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa a la viuda para darle hijos al hermano que murió. Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. El segundo y luego el tercero se casaron con la viuda, y lo mismo hicieron los demás, pero los siete murieron sin dejar hijos. Finalmente murió también la mujer. Así pues, en la resurrección, ¿cuál de ellos la tendrá por esposa, si los siete estuvieron casados con ella?
Jesús les contestó:
–En este mundo, los hombres y las mujeres se casan; pero los que merezcan llegar a aquel otro mundo y resucitar, sean hombres o mujeres, ya no se casarán, puesto que ya tampoco podrán morir. Serán como los ángeles, y serán hijos de Dios por haber resucitado. Hasta el mismo Moisés, en el pasaje de la zarza ardiendo, nos hace saber que los muertos resucitan. Allí dice que el Señor es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. ¡Y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos están vivos!
Algunos maestros de la ley dijeron entonces:
–Bien dicho, Maestro.
Y ya no se atrevieron a hacerle más preguntas. (Lucas 20 27-40)
En el evangelio de Mateo así son las palabras de Jesús:
Jesús les dijo: 
¿No será que ustedes están equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios? Cuando resuciten los muertos ni los hombres ni las mujeres se casaran, sino que serán como ángeles en el cielo. Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído en el Libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? El no es un Dios de muertos, sino de vivientes. Ustedes están en un grave error. 
(Marcos 12, 24-27)
Los saduceos eran, junto con los herodianos, de la clase más alta de los judíos, pero a diferencia de estos últimos, los saduceos se preocupaban por cuestiones religiosas, querían observar la ley. Y a diferencia de los fariseos, que se volvían cada vez más exagerados, los saduceos proponían una nueva interpretación, más cómoda y pragmática, que facilitara el buen vivir.
Para conseguir esto los saduceos negaban toda cuestión sobrenatural como la existencia de ángeles y la resurrección. En este caso nos importa la resurrección. Decían que el alma como nacía con el cuerpo, también moría con el, y de esta manera le sacaban la responsabilidad eterna al hombre y a sus actos.
Esto lo podían hacer porque en los libros de la Torá, el libro de la ley de los judíos, que moisés escribió (génesis, éxodo, números, levítico, Deuteronomio), no hay alusiones directas a la resurrección.
Si había alusiones directas a la resurrección en los libros de los profetas. Como en el capitulo 12 del libro del profeta Daniel. Ese capitulo encierra muchas cosas, una que puedo decir es que cuando el ángel le dice a Daniel “Pero tú, Daniel, camina hacia tu fin y reposa, pues en los últimos días te levantarás para recibir tu recompensa.” Ahí se da a entender bien lo de la justificación al final de los tiempos.
Lo que pasaba en aquel entonces era que estos profetas eran de autoridad cuestionable para algunos judíos, y todavía hoy lo son. Entonces los saduceos, muy hábiles y versados en las escrituras, para poner a prueba a Jesús, le presentan una cuestión sobre un caso contemplado en la ley.
Y acá se ve de manera impresionante toda la inteligencia de Dios.
Jesús primero le aclara que los sean juzgados dignos de participar de la resurrección, ya no necesitaran casarse y serán como los Ángeles en el cielo. Y después, con un pasaje de la Torá y no de los profetas, les hace entender de qué se trata la ley sobre la que ellos tanto especulan.
“Dios es un Dios de vivientes” a Dios hay que vivirlo, es una sensación que rodea y llena toda la creación, no es una abstracción, un concepto vació, una palabra muerta algo con lo que nosotros podemos especular. No. Es todo lo contrario. El lenguaje de Dios es palabra viva y por eso, ella es la que nos da vida eterna.
Termina diciendo “en efecto para (por) El, todos están vivos”
Para el Dios de la vida no hay tiempo, no hay muerte, todos los que están vivos, “Son” y van a “Ser” eternamente si se ajustan a Su plan de vida, al plan de vida de El, que es El que puede crear, dar vida eterna. Hace falta oídos, hay que aprender a tener oídos. Para eso es que tenemos “un tiempo”.
Pero: ¿que les sucede a los saduceos? ¿Cual es la causa de este falseamiento del concepto, de esta falta de originalidad en el significado de la palabra?
Este falseamiento se produce por los choques de intereses con sus consecuentes divisiones, que ocurren a medida que transcurre el tiempo, y ocurren más que nada por el intento de justificar racionalmente a través de conceptos, las “buenas razones” de estas divisiones. Estas divisiones son las que generan abismos entre discurso y discurso, entre ideología e ideología, entre hombre y hombre, divisiones que si no son salvadas a través del amor que se manifiesta a través del amor de la palabra de Dios, divisiones son que acarrean confusión, enfermedades espirituales y finalmente guerras, muerte. 
El Apocalipsis de Juan, luego de la quinta trompeta describe:
“Cuando el quinto Ángel tocó la trompeta, vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. La estrella recibió la llave del pozo del Abismo, y cuando abrió el pozo, comenzó a subir un humo, como el de un gran horno, que oscureció el sol y el aire. Del humo salieron langostas que se expandieron por toda la tierra, y estas recibieron un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra. Se les ordenó que no dañaran las praderas ni las plantas ni los árboles, sino solamente a los hombres que no llevaran la marca de Dios sobre la frente. Se les permitió, no que los mataran, sino que los atormentaran durante cinco meses de años, con un dolor parecido al que produce la picadura del escorpión. En aquellos días los hombres buscarán la muerte, y no la encontrarán; querrán morir, pero la muerte huirá de ellos. Las langostas parecían caballos equipados para la guerra: tenían en su cabeza algo parecido a coronas doradas y su rostro era semejante al rostro humano. Su cabello era como el de las mujeres y sus dientes como dientes de leones. Su tórax parecía una coraza de hierro; y el zumbido de sus alas era como el ruido de carros de muchos caballos corriendo al combate. Tenían colas con un aguijón como los escorpiones, y en ellas residía el poder para dañar a los hombres durante cinco meses. Su rey era el Ángel del Abismo, cuyo nombre es "Destructor": "Abadón", en hebreo, y "Apolión", en griego” (apoc 9, 1-11)
¿Quien puede ser ángel del abismo, y la estrella que cae del cielo con la llave del abismo? ¿Lutero, acaso? ¿Calvino?
Esta estrella que cae del cielo, es Calvino para mí. Si no hay perdón de los pecados y si no podemos lavar nuestras vestiduras por medio del cuerpo y la sangre de Cristo, no podemos entrar al cielo (sacramentos de la confesión y comunión por medio de la carne y la sangre de Cristo que los protestantes casi no practican). Quedamos entre el cielo y la tierra. En el abismo. Y esto es lo que Nietzsche quiere hacer terminar de aceptar a todos. Esta consecuencia al quitar el sacramento de Orden Sagrado, el poder de la palabra de los hombres, poder de perdonar lo pecados y el poder de la consagración, vuelve otra vez -sin ser consciente- a privilegiar la tradición y, con ello, al tiempo, dándoles el valor absoluto de la verdad. Pero como somos hombres y no Dios la tradición de los hombres están sujetas al mundo y a la corrupción que este acarrea. Por eso el humo que surge después que cae la estrella con “la llave del abismo” significan todas las consecuencias y divisiones que ocurren luego de la reforma: el renacimiento, la contra reforma, pero sobre todo, creo, significan las langostas y su poder destructivo, la modernidad y todos los nuevos filósofos, que independizados de la escolástica, comienzan a generar mas grandes y complejos discursos justificando y dividiendo, generando “abismos” entre los diferentes discursos y acciones en las distintas partes de la Europa cristiana (con esto no estoy queriendo hacer una crítica a los hermanos protestantes, por algo Dios dejó que estos eventos sucedieran, seguramente por una gran carencia de los hombres dentro de la iglesia, a lo que voy con estos análisis es a tratar de entender como fue el proceso por el que se volvió superficial la interpretación de las escrituras, que fue lo que pasó. Los protestantes han dado muy buenos teólogos, avanzaron mucho en otras cosas, pero lo que daño y volvió superficial la interpretación de las escrituras fue la dialéctica del enfrentamiento entre protestantes y católicos, a eso es a lo que voy)
¿Quien es el ángel del abismo? ¿Nietzsche? Nietzsche digo, no porque quede lindo como ángel del abismo. Si no porque ángel designa una inteligencia, y la inteligencia de Nietzsche, lo que el provoco con su teoría del eterno retorno y su propuesta del superhombre, fue la final atomización y individuación de la verdad, abismando al hombre, dejándolo solo frente a la nada. 
“Las trompetas” estas del Apocalipsis significan, creo, los momentos en que plagas intelectuales, religiones, ideologías erróneas entran en la historia corrompiendo el lenguaje de los hombres, enfermándolos y dañándolos espiritualmente. Son siete las trompetas.
Esta falta de comprensión de la profundidad de las escrituras, después de haber estado Jesús entre nosotros, generó una hipocresía colectiva y una falsificación de los conceptos cada vez mas creciente que es la que había afectado a los fariseos y saduceos en la época de Jesús, que consiste en quedar esclavo, atado a tu buena conciencia. Esto comienza a desarrollarse dentro del cristianismo europeo a gran velocidad, en verdad, a raíz del contacto con la cultura musulmana que introdujo la sabiduría aristotélica, explicada de la mejor manera por santo Tomás, pero esta tendencia aristotélica inevitablemente causo una irresponsabilidad en el uso del concepto, y una tendencia a dividir y justificar discursos propios solo a partir de lo económico-material, ya no desde el discernimiento del Espíritu. Aristóteles puede ser también “la estrella que cae del cielo”. Luego de la aparición de Aristóteles, y su lenguaje neutral, “científico” se divide e independiza la universidad de filosofía de la de teología. Aristóteles es para mí el germen de la modernidad. Esta división entre teología y filosofía facilito luego la desviación de la verdad filosófica en pos del apoyo de las nuevas ideas burguesas que perseguían intereses económicos más que otra cosa, poco importándoles la búsqueda de la “verdad por la verdad”. Este contacto con Aristóteles hizo reaccionar a Lutero. Y los protestantes comenzaron a sufrir y a potenciar esta irresponsabilidad conceptual: primero por este cisma, Calvino y gracias a la creación de la imprenta por Gutenberg. 
Ante estas confusiones que se van dando, originando, en la historia oficial de la humanidad, de tiempo en tiempo, surgen almas, como los profetas hebreos que originaron las escrituras, que por circunstancias sociales o disposiciones naturales ¿quien lo sabe?, por Gracia de Dios, o por desgracia humana, estas almas consiguen estar en una posición en la que, además de intuir la Verdad -como puede toda alma humana-, pueden tener la suficiente claridad y fuerza para seguir la Verdad mas allá de todos los ídolos momentáneos que se nos imponen y ofuscan conceptualmente, pueden vencer estos ídolos y empezar a rastrear la Verdad a lo largo de la historia, y según su posición ante ella pueden optar por defender, y hacer honor a esa verdad, o negarla. Esto es peligroso para el alma, porque este tipo de rastreo hace que nos escindamos del tiempo presente buscando las razones y las causas de hoy en todo el tiempo de la historia de la humanidad, esto hace que empezamos a entender las cosas de otra manera, y empecemos a usar un lenguaje distinto, otra manera de entender. Digo peligroso porque esta posición, es muy solitaria, y es difícil encontrar “contemporáneos” con quienes nos podamos entender, y así sentirnos comprendidos, y no solos.
Hay dos autores que siempre me interesaron mucho y creo que encajan en esta descripción que acabo de hacer. Del lado "bueno" está Kierkegaard, del otro Nietzsche. 
Nietzsche expresa su impotencia ante esta confusión histórica, ante este “misterio de la iniquidad” como dice la Biblia. Dice en su libro “mas allá del bien y del mal”: “la nausea ante la suciedad puede ser tan grande que nos impida limpiarnos”, justificarnos. A este misterio lo llama contra-naturaleza, pero nunca pudo descubrir muy bien sus causas.
Cuando Kierkegaard se da cuenta de esta imposibilidad de comunicación solo “racional” con su mundo contemporáneo, esa soledad, era para el, culposa, se sentía verdaderamente “des-ilusionado”:
“¿has enmudecido alguna vez o sabes lo que significa ser mudo? Se puede ir de paseo y callar; no se trata de eso. Pero ¿te has sentido alguna vez tan indeciblemente triste que el dolor haya ejercido su poder sobre toda tu existencia, casi como una fuerza natural? Entonces has experimentado lo que significa ser mudo: la imposibilidad, aunque este en juego tu vida, de expresar la pena que incubaba tu corazón, la cual, celosa, te volvía mudo a fin de que no pudieras liberarte. Porque así de egoísta es ese infinito dolor: vuelve al hombre mudo para mantenerlo en su poder”.
Kierkegaard vio la conciencia fariseica, sabía de la imposibilidad de justificarnos por nosotros mismos, porque cuando sintió la misericordia de Dios, buscó también Su justicia y combatió la hipocresía de la fe su época, no se renegó.
En lo único que se parecen, es en su relación con sus contemporáneos, en como se relacionaron conceptualmente con su sociedad, como sintieron la necesidad de jerarquizar a los hombres según sus propias categorías, no a personas particulares, sino a los tipos de inteligencia que fueron encontrando durante su vida.
Nietzsche en su discurso del zarathustra llamado “de los poetas” habla del poeta, dice es una “bella alma” que lo que ve, lo que se para a describir de su tiempo, lo tiende a hacer lindo, a glorificar. Zarathustra en parte se siente poeta. Pero dice también que hasta ahora los poetas han mentido mucho… luego dice que cuando el voluptuoso y desarrollado espíritu del poeta se vuelca contra si mismo, empieza a internalizar los conceptos, se empieza a transformar y aparece otra figura “el penitente del espíritu”, “sublime” o “héroe”.Después hace una descripción del penitente del espíritu en su discurso “de los sublimes”. Describe al sublime, como un buscador, “un cazador que vuelve del bosque del conocimiento con sus ropas hechas jirones. No encontró rosas en el, pero si muchas espinas”. Dice que cuando el alma del sublime aprende buscar, a la vez, además del conocimiento, a la belleza también, y ya no esta mas tenso, a la defensiva u ofensiva, “aprende” a descansar de verdad… entonces aparece ante esta alma en sueños “el superhombre”. El súper-hombre es la tercera categoría de Nietzsche.
Kierkegaard en todos sus libros caracteriza tipos de existencia. Pero especialmente en su libro temor y temblor se propone a desarrollar una descripción sobre los que el cree son los tipos de persona. Describe a tres tipos de existencia que para él hay. Una es la existencia estética, es el hombre desesperado por las cosas del mundo, que correspondería al poeta de Nietzsche, en la cual el hombre se encuentra entregado al hoy, y al mundo de lo sensible que lo circunda, por decirlo así. La segunda categoría es la que el llama “el caballero de la resignación infinita”, es el periodo ético. Este tipo correspondería con el sublime de Nietzsche. Este clase de hombre intuye que hay algo mas allá, por eso no se entrega al mundo, pero siente resignar su ser cuando, a pesar de saber que el mundo es una muy poca parte del todo, no encuentra el camino y no siente que se puede entregar a la verdad, se resigna constantemente frente a la infinidad de posibilidades en las que juzga y a la vez se siente juzgado, en las que conoce y la vez se siente conocido. Se siente constantemente atraído por la verdad, pero no se siente con derecho a ella. El último periodo, la existencia religiosa, es la persona que “encuentra el tesoro escondido en el campo, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo” (mateo 13, 44).
Este parecido que tienen respecto de su relación con sus contemporáneos puede ser por las sociedades de las que venían. Había una coincidencia en ambas sociedades: eran sociedades protestantes. Esto posibilito una gran libertad para decir y escribir en ambos. Vivieron un ámbito donde la dialéctica académica era el eje central de sus sociedades y llegaba a niveles muy altos. Pero a la vez, la presión por no existir una jerarquía terrena establecida, como en la iglesia católica, y tenerse que dar esta jerarquía cada uno a través de su propia vida y discurso, hizo que poco a poco la inteligencia y el discurso y la vida de estos empezara a girar en torno a una misma cosa. Y esta cosa era nada menos que de lo que carecía el discurso de su sociedad: la jerarquía terrena. Kierkegaard parece pedirla a gritos, dice, lo único que se le opone a la categoría hombre-masa que está absorbiendo a las antiguas categorías sociales (nobleza, clero, burguesía etc.) es el hombre que se hace “individuo”. Pero Nietzsche, en cambio, cree que él es un enviado a generar la jerarquía en un futuro con su teoría del superhombre. La carencia de reconocimiento de la jerarquía parece llevarlos al máximo de especulación, de enfrentamiento entre lo particular y lo general sin ningún tipo de descanso en el presente pues todo se tiene que demostrar, continuamente, no hay mediación de algo humano – solo categorías abstractas: “el sistema”, “la masa”, “el rebaño”- y por lo tanto tampoco hay piedad con ello, solo existen inteligencias, discursos enfrentados. Esta falta de posibilidad de un descanso sobre una jerarquía humana, sobre la posibilidad de un reconocimiento verdadero a ellos, no solo como discursos competidores dentro de un sistema sino como personas hizo que cada vez se sintieran mas aislados, y entendieran pero no necesariamente por la fe, sino porque vieron con su inteligencia, que sus esperanzas estaban en “otro tiempo”. 
Los dos proponen nuevos modelos, nuevas interpretaciones sobre la fe. Nietzsche sigue haciendo lo de Lutero, huyendo del dialogo y, por lo tanto, usando los conceptos sin su sentido original que es compartirlos, usándolos irresponsablemente. Es que Nietzsche no cree en la idea en que los hombres a través del lenguaje podamos entrar en verdadera comunión por eso utiliza un lenguaje totalmente metafórico sin posibilidad de apertura. Es mas pareciera que no quiere la comunión. Cree que su ideología del hombre superior obliga al hombre a superarse constantemente. Pero creo que no entiende que el desarrollo más importante es el humano. Somos hombres, no otra cosa.
Kierkegaard en cambio luchaba por esa posibilidad de verdadera comunión y por eso se dedico a tratar de mostrar cual era la verdadera esencia del cristianismo.
Todo este tumultuoso movimiento espiritual fue porque sus sociedades sufrieron la reforma. Kierkegaard lucho por la posibilidad de verdadera comunión en el lío que había armado el protestantismo, solo como loco malo, por eso se dedico a tratar de mostrar cual era la verdadera esencia del cristianismo. El gran error de Lutero fue que no comprendió la esencia de cómo trabaja el Espíritu Santo. Un ortodoxo diría que blasfemó contra el Espíritu Santo. La esencia, lo que Jesús enseño con su ejemplo, es darse, hablar, entregarse hasta hacer arder lo que tenga que arder. La esencia del E.S. no consiste en crear divisiones escapando a decir lo que se tiene que decir. Jesús no huyo de los fariseos y se fue a hablar a otra parte. Cuando su hora llegó, Jesús se quedó hablando en el templo de Jerusalén hasta que tanto molestaba al sistema fariseico que decidieron matarlo. Lutero ve la palabra de Dios, Cristo, solamente como mediadora de gracias, como liberadora, pero la pierde de vista como guía personal que indica un modelo a seguir, pierde de vista el Espíritu Santo ordenador de la creación. Lutero traduce los evangelios a lenguaje vulgar y, gracias al nuevo invento, la imprenta, difunde todas sus ideas, justificándose y justificando todas conductas políticas-económicas de los príncipes del norte de Alemania. Esto generó una desacralización de la jerarquía terrena que se vio reflejada en el desgaste cada vez más constante de la palabra humana en pos de la confiabilidad del “sistema” occidental. Hoy creemos en internet o en Google en vez de averiguar como de verdad fueron las cosas. Y las cosas fueron así. Trato de no tomar posición o de no hacer juicio de valor. Hacer eso con la historia es algo inútil. Pero lo que me es inevitable ver, por lo menos en la historia o la influencia occidental en la historia, es este “subí-baja” entre posición objetiva y subjetiva. Y esto sucede porque hay una carencia en la comprensión del concepto “legitimidad” o “jerarquía”. Meister Eckhart escribió: "el ojo por el que Dios me ve es el mismo ojo por el que yo veo a Dios." La intuición de ese pensamiento por un lado es cierta, porque desde que Dios se hizo hombre la relación con Dios es personal, de hombre a hombre. Pero por ello mismo, porque es algo personal, caeríamos en un error si queremos generalizar, hacer una ley general de esta intuición. Esta intuición “igualitaria” es propia de los germanos, y por un lado es muy buena pues incentiva el conocimiento al democratizarlo. Pero es un riesgo también pues en la dialéctica agónica del momento presente muchas veces se pierde de vista la riqueza del pasado y la esperanza en el futuro, ejerciéndose una tiranía desde un único momento, el presente. Creo que hay una anécdota en la que a un rey godo, después de contarle la historia sobre Jesús, conmovido el hombre, exclamo: “si yo hubiera sido rey eso jamás hubiera ocurrido”. Esa posición, que no respeta ni reconoce el tiempo ni la jerarquía temporal en la que se desenvuelven los procesos históricos, es propia “de lo cultural”, en la historia occidental esto va muy unido a la historia los pueblos occidentales de lengua romano-germánicas ya que estos fueron lo que de alguna forma estuvieron “en el poder”. Es como que todo lo atrapan, lo engloban, tras la convención, tras el lenguaje convencional del momento, como que si lo lograran explicar mediante palabras ya quedaría solucionado, como que el sentimiento principal es quedar “justificado” frente a los contemporáneos, entonces el hombre pierde de vista a Dios, y a lo que el Espíritu Santo va manifestando en la historia, y se ve impedido de poder hacer una verdadera profundización histórica e ir mas allá de lo que cada palabra, cada concepto histórico significa para la moda o el momento histórico presente. De esta manera pierden de vista que cada discurso, cada necesidad de expresión en los hombres, van unidas a un proceso político, y de ultima económico, que fundamenta y provee de un respaldo social a la difusión de dicha expresión.
Hago una cita del final del libro de Daniel –libro que me gusta mucho-, la cita es algo que le dice el ángel a Daniel, dice así: “muchos buscaran aquí y allí, y aumentara el conocimiento”. Quiero decir con esto es que las escrituras siempre son objeto de exegesis desde los libros proféticos hasta el Apocalipsis pasando por los evangelios. Siempre son perfectibles para el entendimiento humano, lo que hace falta es tiempo para saber -y un buen interpretador-. Por eso esto tiene que ver con la subjetividad del hombre. La cuestión es que el hombre le da valor a las cosas de manera diferente y eso es lo que hace que tenga exegesis diferentes. La inteligencia del hombre es algo que se encuentra dañada por el pecado original y todas las consecuencias que el acarrea. Esto no importa porque no somos juzgados por nuestra inteligencia sino por nuestras acciones. Pero el problema es que la inteligencia muchas veces sí afecta nuestras elecciones, es decir, nuestras acciones. La cuestión es la correspondencia entre nuestras acciones y nuestra inteligencia. Este problema del discernimiento es algo que parece que la iglesia influida por las ideas modernas y posmodernas muchas veces olvida. Hay un momento central en la misa que es la consagración. En ese momento según la liturgia, hay cinco diferentes liturgias en el rito occidental, en ese momento en la liturgia eucarística se dice esto: “Jesús nos enseña las escrituras y parte para nosotros el pan”. La iglesia siempre “parte para nosotros el pan” eso no puede dejar de hacer y de ahí viene toda la fuerza que tiene que ver sobre todo con los sacramentos gracias al Espíritu Santo. Pero la iglesia desde la modernidad empezó a olvidar la otra parte que también es fundamental que es “enseñar las escrituras”. A veces pasó y sigue pasando que cuando combatís un enemigo –en este caso una herejía o un cisma- si uno no es fuerte uno termina pareciéndose a lo que combate. El germen de la modernidad –aristoteles- y, su consecuencia principal, el protestantismo, generaron una gran superficialidad en la interpretación de las escrituras, y en su dialéctica con el catolicismo lo volvieron medio superficial a este también. La escolástica en parte fue responsable de esta modernidad por tomar a un autor pagano como Aristóteles como verdad revelada, pues Aristóteles en muchas cosas se equivocaba como cuando la cuestión geocéntrica (aunque en verdad eso es discutible hoy) y cuando dice que los nervios nacen del corazón. Así cuando falló la ciencia aristotélica falló la escolástica y la verdad natural cayó en manos de ideólogos burgueses. Y Kierkegaard es un crack. El danés entendió como nadie el principal problema del protestantismo y por que este era incapaz de comprender las escrituras. Como dije arribe, básicamente, el protestantismo entiende a Cristo como dador de gracia, y no como modelo a seguir, no lo ve como ejemplo. Pero si no lo entendemos como modelo a seguir, como ejemplo, terminamos siendo incapaces de “enseñar las escrituras”, interpretarlas, pues no poseeríamos la autoridad para hacerlo. Gracias a Dios hubo muchos santos, pero cada vez son menos conocidos para la sociedad "en general" . El problema de la teología protestante, el problema de Calvino es muy parecido al de Kant: no se quieren permitir ver más allá de este mundo y así le quitan, a través de sus teorias, libertad a Dios: ¡COMO EL HOMBRE A TRAVES DE UNA TEORIA VA A DEFINIR LO QUE ES LA GRACIA DE DIOS, ES DECIR DONDE ESTÁ DIOS, QUIEN ES DIOS!. Alguien que hace eso no cree en Dios, no cree en Su omnipotencia.
Y sigo. De Kierkegaard se han hecho varias lecturas sin embargo él pretendió que se haga una sola por eso quiso que se publicaran póstumamente su diario personal. Según la teología de Calvino la salvación del hombre no esta para nada en manos de la libertad del hombre sino en manos de la gracia de Dios. Esto es cierto si confundimos gracia con misericordia. Si confundimos estos conceptos en cierto sentido dejamos al hombre como sin responsabilidad frente a la acción de la Gracia. Con esto Calvino le saca la libertad a “su concepto de Dios”, y es totalmente erróneo porque cree que puede obligar a Dios, mejor dicho: obliga su “concepto de Dios” por la “gracia” a salvar al hombre si le va bien materialmente hablando, diciéndolo grosso modo, si parece “agraciado” frente a lo que sus contemporáneos creen que es así (por ello es “la ética protestante y el espíritu del capitalismo” Max Weber también es un crack). El evangelio dice muchas veces lo contrario y Kierkegaard se encarga de demostrarlo a traves del concepto de libertad y de existencia, digámoslo así: que los conceptos no significan nada sin una existencia vivida, sin una vivencia todo se transforma en un charlataneo dialéctico y principal problema que trae aparejada la riqueza es este mismo, que no nos podemos poner en el lugar del otro ( por ejemplo Lucas 16, 19-31).Calvino se confunde bastante con su interpretación porque Dios es libre y puede elegir a quien salva y a quien no, y en general los salvos del evangelio son los que no lucen ante el mundo “agraciados” –acordémonos de Jesús durante su pasión y muerte. Hay personas que viven pasiones mas largas aunque imposiblemente mas intensas-. Esta confusión protestante es algo que se desparramo con rapidez en las corrientes de pensamiento y casi todos los filósofos de allí para acá se mantuvieron en esa postura, fueron teístas o pan-teístas, se creen que a través de su propia razón pueden establecer que es lo justo y que es lo que no, pueden establecer que es lo que es Dios y que no lo es. Su sabiduría ya no es vivida, sus conceptos no son mas que abstracciones discursivas, ya no pueden distinguir lo que saben y lo que no. Esto es lo que irritaba tanto a Kierkegaard de Hegel y por eso aquel epígrafe en “sobre el concepto de angustia”. Lo cito:

“La hora de las distinciones ha pasado: el sistema las ha vencido. Quien en nuestra edad las ama es un extravagante, cuya alma pende de algo largo tiempo ha desaparecido. ¡Bien puede ser así! No obstante, sigue siendo Sócrates lo que era, el sabio sencillo, por la particular distinción que él mismo expresaba y exponía perfectamente y que sólo el singular Hamann ha repetido y admirado dos milenios más tarde: "Pues Sócrates era grande porque distinguía entre lo que sabía y lo que no sabía.”

Uno siempre elige que creer, uno nunca sabe, todo esta presto a ser refutado o, como dice Daniel, todo esta presto a ser reinterpretado a ser re-conocido (el verdadero conocimiento es reconocimiento). Y en esa creencia uno debe comportarse con “temor y temblor”, como dicen san Pablo y Kierkegaard, como sabiendo que lo que tiene uno lo tiene de prestado, uno administra y ni sabe ni cuando ni donde va a terminar esa administración –la muerte-. Y termino esta larga disquisición solipsista. El problema de la subjetividad y objetividad, es el problema de Kiekegaard, es el problema de las ciencias naturales y ciencias sociales, el problema reacción y acción se termina con la ley. El concepto que supera y unifica la objetividad-subjetividad es el concepto legitimidad. Y esta legitimidad está en la correcta interpretación de las escrituras. Kierkegaard lucha con todas sus fuerzas contra la plaga protestante siendo el mismo protestante porque ve muy bien como el estado-leviatan comienza a mezclarse con -y a adulterar- la religión, denuncia como ciertos pasajes de la biblia son deliberadamente omitidos en los sermones pastorales –sobre todo los de los pobres y la libertad de la gracia-, denuncia la superficialización a que nos somete el Leviatán, la piel de la serpiente, la dureza de las escamas del dragón. Kierkegaard denuncia esta falta de jerarquía en la sociedad es por falta de fidelidad a las escrituras.
Kierkegaard refuta a Hegel ,y en parte a Kant también, y sobre todo a Calvino al hacernos comprender que ya que la historia del hombre está hecha de actos que contienen el libre albedrío humano, esa historia jamás puede devenir necesaria, sino que siempre permanece en la contingencia y su interpretación también, el hombre siempre está sujeto al Espíritu de Dios y a lo que Dios quiere hacer con el. por eso la Ley, su espíritu trascendente se refleja en la descripción esquemática del cambio o movimiento histórico en y través de las jerarquías creacionales, siempre y cuando estas jerarquías son respetadas, o por los menos existen piadosas (uso el concepto de"piedad" especificamente en el sentido contrario a "indiferencia") intenciones que quererlas comprender.

La importancia de Kierkegaard todavía no está dimensionada, apenas han pasado 201 años desde su nacimiento, y encima sus descubridores mas famosos hasta hoy – Sartre, Heidegger, etc- están completamente errados, nunca entendieron la profundidad del Danés. Lo que creo es que cuando esa importancia este verdaderamente dimensionada pueda pasar que hagan lo mismo que dicen hoy sobre Jesús: que no existió o que es un personaje que se mezcla con tradiciones mitologicas. 
Voy a dar ejemplos de estas siempre latentes tergiversaciones históricas. Después de este breve repaso de lo que hizo Kierkegaard, vemos que Kierkegaard combate algo latente en el hombre, esa tendencia a la comodidad por el miedo a lo social, tendencia que nos vuelve superficiales, tontos, atrapados en la panza de un Leviatán cualquiera, desesperados, sintiendo todo el tiempo que debemos “demostrar ante los demás”, arrastrados por modas y falsos ídolos, teniendo que adorarlos para “formar parte de”. Hoy ese demostrar, formar parte de, no significa solo tener una buena posición económica para estar en gracia como en tiempo de Calvino pero si seguimos entendiendo este “formar parte de” como lo mas importante, casi lo único que importa. 
Es claro entonces que Kierkegaard lucha contra el dragón, como dice el Apocalipsis “el dragón, la serpiente primigenia, también llamada diablo y satanás que engaña al mundo entero” (Leviatán en la Biblia es un dragón marino, el cocodrilo, y es usado para graficar la opresión de los imperios, el egipcio por ejemplo como en el primer capitulo mostre).
Buen, volviendo a algo que dije recién, en la mitología de lenguas germánicas (lenguas nórdicas, alemán e ingles) hay dos personajes singulares que luchan contra el dragón o el monstruo que le da miedo y somete a la gente. Beowulf y Sigfrido, según el relato los dos eran del lugar donde hoy es Dinamarca. También hay otro relato puramente existencial que habla de un príncipe danés que lucha contra la falsedad en la que quedo sumergido su reino, Hamlet de Shakespeare. 
Las semejanzas que podemos encontrar entre estos relatos y la vida de Kierkegaard, la relación con su novia, la relación con su padre, la situación existencial de la tarea que lleva a cabo Kierkegaard desnudar, descubrir, arrojar, encadenar o matar al dragón –o al falso rey- son semejantes. Los poetas, como eran los iniciados para las culturas antes de cristo, son los que profetizan, o hablan de una manera simbólica, aproximativa, subconsciente, prefiguran lo que va a pasar. Estos relatos sobre Daneses parecen presentir la llegada del gran Soren. Ahora vamos al nombre: Sören Aabye Kierkegaard. Soeren significa es una variación de Thor, o cabeza dura, o severo. Yo me quedo con Thor. Kierke-gaard significa “jardín de iglesia”, es decir: cementerio. “el cementerio de thor”, es decir el cementerio final del paganismo, de su intento de retorno camuflado en la secularización del calvinismo como casi "profetiza" Max Weber al final de su libro antes citado (después transcribo la cita). Un año antes de la muerte de Kierkegaard la iglesia pudo proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen Maria. Ahora vamos a su fecha de nacimiento. Kierkegaard nació el 5 de mayo igual que Marx, casi igual que Freud -6 de mayo-, y casi igual que Platón -7 de mayo-. Y encima Kierkegaard tenia la costumbre de usar pseudonimos para sus escritos. La conclusión que quiero llegar a graficar es que esta misma confusión en la que se mezclan supuestamente relatos mitológicos y la vida de Jesús, lo mismo puede suceder con Kierkegaard en unos siglos: Con todos estos datos bien mezclados, cuando Kierkegaard agarre la fama que merece y dejando que pasen unos cuantos siglos de líos, desastres, mas épocas oscurantistas etc, y alguno que se ponga a recopilar después de manera sesgada puede llegar a decir cualquier pavada: “Kierkegaard no existió, en verdad es un pseudónimo ridiculizado por Freud, Sartre etc”(las agudezas psicológicas de Kierkegaard eran cien mil veces mas sutiles y verdaderas que las de Freud y Sartre juntos). “Kierkegaard no es un solo autor, es un colectivo germánico que engloba a muchos creadores, por eso Beowulf, sigfrido, hamlet etc existieron antes”. “Kierkegaard es una leyenda que demuestra la heroicidad de alguien que decide enfrentar el sistema” y miles de burradas mas se me pueden ocurrir. Pero hoy se puede ir a Copenhague, ir a la tumba de Kierkegaard, visitar su casa, ver sus muebles, ver sus manuscritos etc. Hoy se puede hacer eso. Quién sabe dentro de uno siglos.


1-2-El problema de la “búsqueda” por nosotros mismos: ¿Qué es lo que buscamos cuando queremos objetivar “la verdad” y, por esto, perdemos de vista la jerarquía y la legitimidad?

“De modo que en la ciencia el objeto de la investigación no es la naturaleza en si misma, sino la naturaleza sometida a la interrogación de los hombres..” 
Werner Heisenberg.

Lo que acabo de citar de Heisenberg, “conquistador” del principio de incertidumbre, es lo que cualquier pensador, “buscador de la verdad”, debe plantearse y darse cuenta antes de ponerse a buscar la verdad por si mismo, a través de su experiencia en el mundo. Y no es lo mismo que Kant aparentemente resuelve planteando “la cosa en si”. No. Es un reconocimiento que todo conocimiento natural -hasta ahora- siempre es des-cubierto, visto o posibilitado sólo a través de un tamiz social, de un paradigma temporal determinado, por eso supongo que elige la frase “la naturaleza sometida a la interrogación de los hombres” en plural, en lugar de “hombre” en singular, pues sin Dios no existe posibilidad de un “tipo ideal” legítimo, como intenta platearse con el "sujeto trascendental" en Kant.
Ahora sigamos. Vamos a ver qué es lo que paso con el primer personaje de nuestra historia cristiana-occidental que intento, en apariencia, comenzar a hacer esta labor del “individuo por la verdad”
Hablo de Rene Descart, uno de los principales, sino el principal, fundador de la modernidad.
¿Que hizo Descart ? Que descubrió descartes cuando dijo “pienso luego existo”? descubrió a la sustancia del pensamiento, del yo como principio de todo, sustancia de la cual no se puede dudar ya que la duda se esta originando de esa misma sustancia. O si se puede dudar, dice después, se puede dudar si existe “un genio maligno que nos quiere engañar”…
Descartes descubrió al yo como el canal por donde puede penetrar lo que es verdadero en el alma del hombre, por lo tanto descubrió el principio desde donde se apoya la verdad. Pero el yo no es un principio material, es un principio espiritual. Por eso automáticamente que descubre el “yo”, su yo, descubre una sustancia parecida a la suya, pero perfecta.
¿Porque perfecta?
Porque es acabada, plena, ya que, mientras su yo conoce una verdad: “que piensa y que por pensar existe” también desconoce y no tiene certeza de todas las otras cosas que percibe, de todo el mundo a su alrededor, de todo ese mundo puede dudar, el hombre le genera desconfianza pues no lo puede controlar, se siente desnudo frente a la inmensidad de la creación (extensión lo llama descart). Pero a pesar de dudar de todo, y de encontrarse en ese estado de indigencia respecto al conocimiento, su yo también posee la idea de algo “perfecto”, pleno, acabado, pues por eso el siente este estado de indigencia, pues se siente así porque intuye esta desnudez en comparación con otro estado mejor o mas perfecto. Esta idea de la posibilidad de algo mejor, mas pleno, perfecto, no puede ser suya, ni del mundo en que esta sumergido, del cual puede dudar y por lo tanto es imperfecto, por lo tanto la idea de perfección no puede venir de este mundo. Porque a pesar de todas las sublimes ideas que podamos tener, los hombres, seguimos enmarcados en un universo material en el que podemos dudar de todo y en el que no encontramos otra certeza aparte de nuestro yo. Acá entonces, el yo del hombre, si puede reconocer su plena ignorancia en el ámbito “del saber”, si acepta esto puede a su vez reconocer que no pertenece a ese mundo del cual duda. En este mundo no encuentra certeza. Se da cuenta que su “yo pienso”, su pensamiento, no es del mundo material porque no encuentra nada, ninguna certeza que lo ayude a dar existencia a eso que siente verdadero. Aquí, concluye, esta idea tiene que venir grabada por si misma, ya que ni del yo del hombre por su propia fuerza, ni por la del mundo, se hubiera podido llegar a concluir una idea de algo perfecto o acabado.
Entonces, el hombre, automáticamente (sin mediación de tiempo), se da cuenta que esa sustancia perfecta marcada por si misma, una sustancia totalmente distinta, espiritual no mundana que es acabada, plena, perfecta, esa sustancia en si misma es el parámetro de la perfección, pues tiene que ser el origen y el fin de la propia inacabada, imperfecta sustancia espiritual del hombre, y tiene que ser el origen y el fin por el cual su débil sustancia puede ser lo que es, y puede percibir todo lo que percibe.
Después, concluye que, como el engaño es algo imperfecto, (es decir engaño significa la posibilidad de carencia o falta de verdad o plenitud o perfección) en verdad esa sustancia no podría engañarnos, o sea, no es un genio maligno.
Por lo tanto esa sustancia es Dios.
Descartes, después de haber estado en la guerra y al lado de la famosa “estufa”,(leer “el discurso del método”), no hizo ni mas ni menos que realizar un ejercicio de abstracción hasta encontrar como describir la intuición del estado de desnudez en que se encuentra el hombre caído, estado indigente frente al mundo y su conocimiento, se da cuenta que “puede dudar de todo”, no encuentra donde esconderse, tiene miedo, se siente desnudo.
El problema de descartes es que habla de un dogma, el dogma del pecado original -de algo ya explicado, ya sabido- sin darse cuenta que esa posibilidad de dudar, desnudez existencial, es la primer consecuencia del pecado original. Por eso a descartes y su discurso del método, el “origen” de la modernidad, le pasa como a los saduceos: “no conocen la profundidad de las escrituras, ni el poder de Dios”. “están en un grave a error” (marcos 12, 24. 27.).
Como no conocen la profundidad de las escrituras de lo que había antes que el, esta faltando el respeto creyendo que esta innovando en algo, cuando “ya esta todo dicho”, y a causa de esa irresponsabilidad suya, ese descuido, genera cada vez mas crecientes errores de interpretación provocando divisiones en los discursos con sus lógicos enfrentamientos y con su consecuente, y cada vez mas creciente, desgaste de “la verdad” en cuestiones burocráticas y reglamentaciones vanas, producidas simplemente por un error de interpretación. (Además, supuestamente, su discurso del método solo lo hace para justificar, de manera política, su independencia de la escolástica, sin dialogar). Esta aparente apertura “consciente” no es verdadera, porque inconscientemente se esta ignorando lo que se venero durante los 15 siglos anteriores y que explica a la “perfección” todo, salvo que en la “época”, por las modas de la época no se lo podía ver.
Esta ignorante interpretación, sin hacer caso a las escrituras, y sin estar avalado por la autoridad de la iglesia, genero irresponsabilidades, errores e incertidumbres cada vez más creciente sociedad “ilustrada”.
Cosa complicada la ciencia moderna, ¿que consiguió Descart? Logro a través del lenguaje separar el discurso, limpiamente, para poder dedicarse a la “ciencia” sin tener que vérselas con los escolásticos. ¿Pero como se facilito en la cabeza de las personas esta política separatista?
Como lo dije antes, por la introducción de Aristóteles en la esfera europea.
Con Aristóteles hace su entrada, en la Europa medieval, el pensamiento puramente racional científico, abstracto. ¿Que tiene de negativo esto? Nada, lo malo sale del corazón del hombre como bien aclaro Jesús.
Pero Aristóteles, no era cristiano, era pagano, por lo tanto su concepción del hombre y su relación con el universo es completamente diferente a la concepción cristiana del hombre.
Para Aristóteles, el hombre, la dignidad e identidad del hombre se definen según su función en la sociedad: ciudadano-hombre libre-esclavo, hombre-mujer, rey-tirano-filosofo, heleno-barbaro etc. Esta definición según su función para la sociedad es una definición por oposición, estructural, sistémica, dual, binaria. Una definición que deja al hombre designado por ella y esclavo de la ley social a la que pertenece.
Con esto no estoy juzgando a Aristóteles ni nada parecido, la idiosincrasia griega, y su espíritu de “agon”, de competencia y de discusión y diálogo a través de la palabra llevaron a los hombres a vislumbrar verdades que enaltecieron nuestra dignidad, pero esto servía sobre todo para antes de Jesús, cuando El vino a nosotros el valor de la ley dejo de ser algo externo, y el amor es el valor que prima en la creación, un amor que puede introducir la ley en el corazón del hombre y vencer la muerte que esta acarrea cuando sólo es vista de manera externa.
No es una casualidad que el apóstol Tomás llamado “el mellizo” - en griego la palabra es didimo, y también significa dual - cuando Lázaro muere, el les dice a los otros discípulos
“vayamos también nosotros, para morir con el”.(Juan 11, 16)
Tomás refleja esa ansiedad, ironía, que no puede esperar que el plan de Dios se desenvuelva, el no puede esperar para ver, el quiere ver ya, le cuesta creer, está preso de esa tensión de la ley, de ese espíritu de “agon” que los griegos llevaban a cabo y representaban tan bien.
Por eso, también es significativo que cuando los griegos, extranjeros convertidos a la ley de Moisés, piden ver a Jesús, Jesús manifieste que es la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado.
Transcribo el pasaje:

“Entre la gente que había ido a Jerusalén a adorar a Dios en la fiesta, había algunos griegos. Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida, un pueblo de Galilea, y le rogaron:
–Señor, queremos ver a Jesús.
Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y los dos fueron a contárselo a Jesús. Jesús les dijo:
–Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Os aseguro que si un grano de trigo no cae en la tierra y muere, seguirá siendo un solo grano; pero si muere, dará fruto abundante. El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna. Si alguno quiere servirme, que me siga; y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre le honrará.” (Juan 12,20-26)


En todo el capitulo 12 de san Juan se da a entender como debemos reaccionar ante el nuevo mensaje, como se traduce la buena nueva para la vida de los hombres, y como estos reaccionan ante ella. La reacción de María, perfumando sus pies, la reacción de judas, la reacción de los judíos que querían ver a Jesús y a Lázaro el resucitado, la reacción de los sumos sacerdotes que querían también matar a Lázaro porque era testimonio de resurrección.
La reacción de unos extranjeros, estos griegos que se acercan a Felipe, y esta va a Andrés y juntos van a decírselo a Jesús.
Finalmente el pasaje termina en Jesús, describiendo El mismo su reacción ante lo que le dicen Andrés y Felipe, y describiendo El como deben reaccionar aquellos que creen en El.
En una parte, al final del capitulo, terminan comentando lo que les pasaba a los fariseos que creían en El pero no lo seguían, lo transcribo:
“Sin embargo, aun entre los magistrados, muchos creyeron en él; pero, por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga,
porque prefirieron la gloria de los hombres a la gloria de Dios.”(Juan 12, 42-43)
Esa es la cuestión: si la gloria de Dios o la gloria de los hombres es lo que buscamos.
Por eso para el cristiano, como Jesús da a entender bien en todo este pasaje, la relación fundamental que define al hombre, es su relación con el misterio que nos salvo, que nos dio una identidad nueva elevando nuestra dignidad caída por el pecado. Hablo del misterio de la cruz de nuestro Señor, pues ese misterio es el que nos libero de la esclavitud y la ignominia a la que nos habíamos condenado a causa del pecado original.
Aristóteles esto no lo ve, el hombre para el esta en armonía con la creación, y su diferencia con el resto del los vivientes se encuentra en su definición de hombre:
“el hombre (es), animal político”.
Esta definición deja en claro cual es la posición de Aristóteles respecto del hombre.
Por eso el uso que hace, el sistema aristotélico, de la palabra y de la razón no es un uso que ve al hombre como fin, sino que mas que nada lo ve como una herramienta útil de la sociedad, y la palabra y la razón del hombre se organizan y se definen según la utilidad que parezcan ofrecer al momento histórico presente.
Por eso esta sensación, esta desvalorización de la palabra, en pos “del mal menor”, como cuando Caifaz exclama:

–Vosotros no sabéis nada. No os dais cuenta de que es mejor para vosotros que muera un solo hombre por el pueblo y no que toda la nación sea destruida. (Juan 11, 49-50)

Esta desvalorización de Jesús, Palabra de Dios, en pos del sistema, juzgando según el “mal menor” (“mal menor” desde el juicio de los hombres. Juicio impotente e inicuo frente a los ojos de Dios: Los judíos 40 años después de haber crucificado a Jesús fueron arrasados, su templo destruido, y los sobrevivientes desterrados hasta 1900 años después), es un mal contagiado desde ese pensamiento sistémico, y es lo que les pasa a los integrantes que forman la iglesia, a la cual, la ultima y séptima carta del Apocalipsis, Jesús, dirige su mensaje. La carta a la iglesia de Loadicea (Loadicea significa juicio del pueblo).

"Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.(APOCALIPSIS 3, 14-22)

Esta manera de ver las cosas “racionalmente” abstractamente genera, con el tiempo, ese ni Frió ni caliente respecto de la palabra de Dios, respecto al lenguaje de Dios. El ejemplo mas claro de cómo se va generando esta tibieza respecto a la Palabra de Dios, es el acomodo de lo económico, luego burgués, a los discursos “científicos” según la época que corresponda. Ejemplo:
Irrupción de filosofía aristotélica, consecuencia a lo lejos: reacción luterana.
Vulgarización de la religión, se crea el subproducto secular-sistémico que culmina con Hegel. Reacción Schopenhauer y Marx, aparición nietzscheana.
Y finalmente difundiose entre el pueblo “la ley”, estados totalitarios comienzan a regir en la “moderna” Europa.
Otra vez “la caída del hombre”, de la dignidad humana bajo el yugo de la asfixiante abstracción cultural, ley eterna o rueda esclavizante que sujeta al hombre a los poderes terrenales. La política, fundamentada en la superioridad y el refinamiento que les daban “las ciencias y las artes”. Otra vez el famoso “mar” que ahora ahogaba a todos los hombres.
Lo más impresionante es que a pesar de esa combinación de los discursos aristotélicos-luteranos-hegelianos-nietzscheanos-totalitarios, ninguno de ellos pareciera ni decirse ni contradecirse porque aparentemente su objeto de estudio o la dirección de su discurso se enfocan a cosas distintas, pero… ¿es tan así? ¿ “realmente” se puede dividir el objeto de estudio del hombre, su discurso? si el hombre histórico, en verdad, esta constantemente descifrando, resolviendo, ajustando, realizando su existencia…¿se puede generar, o mejor dicho, justificar esta división de los campos de acción? esta artificiosidad del hombre, este proceder separatista: ¿no lleva en ultimo termino a esta falta de comprensión de la profundidad de “las escrituras”, del proceso histórico, de los signos de los tiempos, y finalmente, a esta deshumanización de hombre?
Los nazis llegaron a expresar y determinar hasta en sus leyes la diferencia de clases de hombres, su comportamiento…
Hoy día, leyes impiden que el hombre circule libremente por la tierra. Leyes económicas son la medida de que a un país entero lo masacren, o le sean indiferentes, o etc etc etc.
¿De que habla el hombre cuando habla? ¿Sabe lo que es la verdad? O solo parlotea como un autómata. Esa pregunta de Pilatos a Jesús: ¿que es la verdad? A cuantos nos llega. Pero mejor: ¿cuantos le prestamos atención?
Estamos complicados.
Esto igual ya había arrancado hace rato no. Es parte de la historia humana. Es parte de cada uno. “Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás juzgado” dice Jesús en el evangelio. Dice bien claro.
“Pilatos volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó:
–¿Eres tú el Rey de los judíos?
Jesús le dijo:
–¿Eso lo preguntas tú de tu propia cuenta o porque otros te lo han dicho de mí?
Le contestó Pilatos:
–¿Acaso yo soy judío? Los de tu nación y los jefes de los sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
Jesús le contestó:
–Mi reino no es de este mundo. Si lo fuese, mis servidores habrían luchado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.
Le preguntó entonces Pilatos:
–¿Así que tú eres rey?
Jesús le contestó:
–Tú lo has dicho: soy rey. Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan
–¿Y qué es la verdad? –le preguntó Pilatos.(Juan 18, 28-38)




2- La desesperación por el poder. El poder controlar la realidad, la verdad del mundo: Leviatan o el príncipe de este mundo.
Ahora voy a intentar “arrojar”, echar a luz, como funciona y se vuelve sutil esta manera de conocimiento en la que al hombre no le importa otra cosa que el control y que llega a confundir conocimiento con voluntad de controlar.
Para hacer esto, una buena manera de arrancar es leyendo el dialogo de Jesús con Pilatos. 
Pilatos conoce el mundo, maneja perfectamente este lenguaje “neutral”, diplomático, pero en el mundo, en las verdades del mundo no se puede confiar, solo se puede controlar. 
Por eso la primera manera de discernir el bien es a través del amor, la misericordia. Pero la misericordia no es la única manifestación del amor de Dios.
La verdad para el mundo se llama "mar" y genera abismos gigantescos entre hombre y hombre. Este mar esta formado por las cosas que nacen por la falta de fe. El mar es lo que da aspecto de cierto orden temporal, pero en realidad esta cubriendo el caos en el que se encuentra sumergida la vida de los hombres, a causa del pecado original.
Lo que forma el mar es la política, la ciencia, y el arte.
En este caos del estado natural del hombre es a causa de su naturaleza pecadora y esta bien descrito en el génesis que los que originan las ciencias y las artes son los hijos de Caín. Porque gracias a estas, aparentemente, salimos del caos interno del pecado original, y se forma cierto orden temporal. Digo aparentemente porque las ciencias y las artes y las maneras políticas de comportamiento, “aparentemente” nos sacan de esa desnudez, porque nos proporcionan cierta cultura, ciertos valores a los cuales podemos acudir y refugiarnos, apoyarnos y sacar fuerzas para enfrentar “el mundo”.
Pero la política, las ciencias y las artes no representan una salida verdadera de esa existencia caótica, seguimos esclavos de la ley, del conocimiento, de la razón, de la estética, quedamos “estáticos”, enmarcados en el tiempo, condenados a la muerte, porque la política, las ciencias y las artes solo tratan de aparentar, para mantener un orden externo, para el desarrollo material de los hombres, pero según esta ley externa, según la materia y el tiempo: “polvo eres y en polvo de te convertirás”.
Este “mar” no nos cubre espiritualmente, solo apaciguan nuestro caos interior que espera ser redimido. Porque no somos salvos por las obras que vienen de la ley, somos salvos por la fe en Cristo.
El hombre cree que necesita la política para organizar la caótica relación entre los hombres. Cree que necesita de la ciencia para controlar de la caótica situación del universo. Y cree que necesita del arte para sobrellevar y armonizar la caótica vida que llevan los hombres en un mundo así. 
Esta creencia en la necesidad de cosas realmente innecesarias son porque el hombre percibe el universo como un caos, algo que el tiene que controlar y organizar. Y el universo no es el que esta en caos. El que esta en caos es el interior hombre por culpa del pecado original.
Este creer necesitar algo que no necesita es la esencia de la vanidad.
¿Porque digo que son falta de fe estas tres cosas? porque ninguna tiene interacción directa con lo creado. Sirven de lenguaje entre los hombres y para controlar la naturaleza propia y ajena, pero es un lenguaje que va más allá de la pura y noble palabra. Son algo superfluo, producto de la concupiscencia y genera abismos insalvables con el lenguaje creador de Dios. (No confundir ciencia con técnica). No es malo en si mismo participar de estas tres cosas. Si es malo, malísimo para el hombre empezar a idolatrar este tipo de actividades ya que son solo "medios de sanación" que nos dicen que hay algo enfermo. No son fines. Si los convertimos en fines, estamos errando. Esto le paso a nietzsche.
Nietzsche no creía, no tenia fe. La fe es una gracia, se tiene que pedir, viene de afuera.
El mar lo generamos los hombres. Dios creo al hombre para que ocupara los lugares de los Ángeles caídos. Pero estos Ángeles caídos se enteraron del hombre y lo hicieron caer también. Esta en nosotros, en cada uno, levantarnos o no.
El hombre como ser creado "para llegar a ser como", necesita de un tiempo para desarrollarse.
Por el pecado original el hombre se adelanta a ese tiempo quiere ser el por el mismo el que se ordene. Por culpa de esa concupiscencia original, ese querer adelantarnos al plan que Dios tenía para nosotros, nos hizo caer.
Por esta concupiscencia entran la supuesta necesidad de mar. Y esta necesidad de mar se acaba con el juicio final y el establecimiento de la ciudad santa.

“Luego vi un nuevo cielo y una tierra nueva – porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo.”(Apocalipsis 21,1-2)

Pero ahora: ¿porque es tan fuerte la aparente necesidad de este “mar”?
Es tan fuerte esta necesidad de mar porque los hombres tenemos la conciencia ofuscada a causa de las consecuencias del pecado original. Y esto es así, y esto es perdonado y salvado por Dios, si nosotros aceptamos que el nos amo primero.
Los hombres somos seres imperfectos, malos los ojos de Dios, Jesús en varios pasajes nos hace dar cuenta de esto, pero esto no quita que Dios nos ama, y nos ama hasta el final. La esencia de Dios es amor, el amor mas profundo que el hombre pueda llegar a sentir.
Por eso aquel pasaje:
“Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestro hijos, ¡cuanto mas dará el Padre del cielo el espíritu santo a los que se lo pidan!” (LUCAS 11, 13)
Comprender estas palabras es fundamental para comprender cual es el Dios que adoramos. La gracia reside en que Dios nos amo primero, no que nosotros somos buenos porque amamos a Dios. No hay “más bueno” o “más malo”. Hay santo o no santo.
Clave Staples Lewis en un libro que leí hace poco dice estas palabras, muy esclarecedoras las palabras:
Esta maldad no es totalmente consciente en el hombre, por eso es perdonada por Dios, por Jesús, y El puede ofrecernos este perdón porque El nos viene a enseñar el camino para poder librarnos de esta iniquidad.
Esta iniquidad es la causa de la aparente necesidad de mar. Este mar genera sistemas de pensamiento implícitos en la sociedad, “códigos sociales que no se dicen, pero que todos saben”, el famoso “yo se que tu sabes que yo se” es lo que mantiene de alguna manera una aparente armonía en la vida en sociedad, es la famosa política.
Esta aparente necesidad de política esta directamente relacionada con el pecado original.
El pecado original, hace que los hombres tomemos conciencia individual de las cosas, hace que podamos conocer por nosotros mismos.
Al tomar conciencia de su yo, el hombre también se da cuenta que fuera de ese yo no puede controlar más nada, se siente desprotegido ante toda la creación, “desnudo”. La experiencia de haber probado de los frutos de la ciencia deja a al hombre desnudo, no le deja nada, es una contra experiencia, un pecado.
Entonces el hombre comienza a llenar este vació para dar sentido a su existencia a partir de si mismo y a partir de su relación con lo que lo rodea, el hombre empieza a buscar creencias que le enseñen y le ayuden, de la mejor forma, a vivir y relacionarse con su medio. Esas creencias son la base que intercede entre el hombre y los demás hombres y el medio. Esas creencias se expresan mediante un lenguaje. Con el pecado original sucede que, engañados por la serpiente, dejamos de ser conducidos directamente por Dios, porque ahora como conocemos gracias a nosotros mismos, nosotros mismos empezamos a conducirnos. Esto genera que, a partir de la relación del hombre con los demás hombres y con el medio, cada hombre forme su propia creencia, su propia manera de entenderse, su propio lenguaje. Al abandonar la voz de Dios, cada hombre comienza a conocer por su cuenta, porque cada hombre nace en lugares, posiciones diferentes, la vida de cada hombre se describe según su propio punto de vista y por eso su adaptación al medio va a ser distinta. Esta adaptación hace que cada hombre caiga a su realidad particular, porque no puede conocer mas que lo que vivió, entonces la verdad que el conoce, no será mas que su verdad, sus creencias no serán mas que sus creencias, entonces, además de particulares, son imperfectas, condenadas a desaparecer, porque esas verdades y creencias parciales dificultan y nos impiden entendernos con los otros hombres de creencias y experiencias distintas. Pero si tenemos creencias diferentes ¿como es que hacemos para entendernos? o bien: ¿podemos entendernos? Para poder entendernos primero necesitamos querer entendernos. Ese “querer entendernos”, al principio, nos lleva a creer en la necesidad de intermediarios externos, materiales, convenciones más allá del simple lenguaje. Convenciones que regularicen, que estabilicen las relaciones para que, a pesar de tener diferentes puntos de vista de alguna manera lleguemos a comprendernos. Algunas de estas convenciones son por ejemplo los colores con que identificamos objetos (idioma en común), la manera de comportarse ante distintas situaciones cotidianas, manera de conseguir el alimento, forma de tratar al semejante etc.
Estas “convenciones”, cuando se hacen costumbre para el pueblo, raza o familia que las utiliza con frecuencia, pasan a formar parte de su cultura. Se convierten en las leyes que gobiernan al pueblo, el mito que señala el comienzo del año, la palabra con que se designa al dios supremo, la forma en que se siembra un campo, la manera de formar una familia etc etc etc. Estas convenciones son todas pautas de comportamiento, normas, leyes, modas, en pocas palabras son conocimientos explícitos o implícitos que le señalan al hombre que forma parte “de algo” y que las debe obedecer para vivir de la mejor forma en esa comunidad.
Así, de esta manera, esas creencias particulares, pasan a ser costumbres populares o nacionales cuando se estabilizan dentro de un código común. La antigua serpiente que nos había ofrecido el fruto del conocimiento se afianza, se transforma en algo mas grande y duro, “el dragón”.
Desde la época de los comienzos del hombre a hoy, “los dragones” del conocimiento convencional han controlado la conducta de la mayoría de los habitantes de los pueblos que rodean la tierra. La convención se nos mete por todos lados. Hoy más que nunca.
El dragón, en los libros del antiguo testamento, aparece en los salmos y en el final del libro de Job, se lo llama Leviatán.
Leviatán es un monstruo, un dragón marino, un cocodrilo, se lo simboliza como quien dirige las fuerzas del caos. Como dije recién, “el mar” representa un orden engañadizo y aparente de este caos. En este caso representa la política. Estos Leviatán, hoy día, significan más que nada la dureza de la superficialidad que se manifiesta en el poder-idiosincrasias-código en común de cada familia, pueblo, lengua o nación.
Esto del dragón del que hablo, esta muy difundido sobre todo en las culturas orientales que son culturas mucho mas antiguas que la nuestra, para ellos es símbolo de la sabiduría ancestral. Los cristianos de rito oriental veneran a san Jorge como unos de los santos más destacables por esto, por que el vence al “dragón”.
La antigua sabiduría, es la sabiduría que logra sostenerse sobre lo terreno a lo largo de las generaciones. El control sobre todo lo que signifique ley, conocimiento o convención
Uno puede decir: pero por qué?, si Jesús ya vino y venció el demonio, dragón, serpiente para siempre? Por qué siguen estas cosas?
Por esto: gracias al sacrificio de Jesús los cristianos podemos ser bautizados por el espíritu santo. Esta manera de ser bautizados hace que quedemos libres de ese error, de esa desarmonia que el pecado original ocasionaba en los hombres.
¿Pero que pasa? Pasa que a pesar de haber quedado libres de la mancha original, seguimos siendo pecadores, seguimos siendo pecadores porque el hombre, al tener que desarrollar su ser en una realidad histórica-temporal, queda con las consecuencias de ese pecado. Por lo tanto el pecado original fue borrado, podemos entrar al cielo de nuevo, pero igualmente podemos seguir cayendo en los demás pecados si no nos esforzamos en tratar de seguir los mandamientos de Dios para con nosotros. Esto implica que, igualmente y a pesar de todo su amor, podemos seguir cayendo y saliéndonos del camino que Dios hizo para nosotros. Y hoy, la cultura que genero el código social en el que estamos inmersos, al desvalorizar tanto lo que significa sacrificio de Jesús y todo lo que El hizo, hace que las personas cada vez menos se puedan ocupar de su prójimo, menos tiempo puedan dedicar a la verdad del amor de Dios y cada vez mas se ensimismen en intereses personales y egoístas hasta llegar a pensar que no hay otra manera de trabajar que de esa manera ventajista y egoísta. Todo este código genera semejante contranaturalaza que el verdadero ser del hombre comienza a quedar sepultado tras esa costra de superficialidad de verdades implícitas en la sociedad, idiosincrasias-códigos en común que esclavizan, aliena cada vez mas al hombre en vez de liberarlo de las ataduras del pecado original. Esta alienación es desapercibida porque son abstracciones que se encuentran solo dentro de su cabeza, pero como casi todos los hombres las comparten, no las puede ver, nadie se las muestra, entonces queda tranquilo y no se preocupa ni se interesa en salir de todo ese código servil.


Se acercaron a Jesús algunos fariseos y maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén, y le preguntaron:
–¿Por qué tus discípulos desobedecen la tradición de nuestros antepasados? ¿Por qué no cumplen con el rito de lavarse las manos antes de comer?
Jesús les preguntó:
– ¿Y por qué también vosotros desobedecéis el mandato de Dios por seguir vuestras propias tradiciones? Porque Dios dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre y El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte. En cambio, vosotros afirmáis que uno puede decir a su padre o a su madre: ‘No puedo socorrerte, porque todo lo que tengo se lo he ofrecido a Dios’, y que el que dice esto ya no está obligado a socorrer a su padre o a su madre. Así invalidáis el mandato de Dios por seguir vuestras propias tradiciones.
¡Hipócritas! Bien habló el profeta Isaías acerca de vosotros, cuando dijo:
Este pueblo me honra de labios afuera,
Pero su corazón está lejos de mí.
De nada sirve que me rinda culto,
Pues sus enseñanzas son mandatos de hombres.
Luego Jesús llamó a la gente y dijo:
–Escuchad y entended bien: Lo que entra por la boca del hombre no le hace impuro. Al contrario, lo que hace impuro al hombre es lo que sale de su boca.
Entonces los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
– ¿Sabes que los fariseos se ofendieron al oír lo que dijiste?
Él les contestó:
–Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz. Dejadlos: son ciegos que guían a otros ciegos, y si un ciego guía a otro, los dos caerán en el hoyo.
Pedro pidió entonces a Jesús:
Explícanos lo que has dicho.
Jesús respondió:
– ¿Tampoco vosotros lo entendéis? ¿No comprendéis que todo lo que entra por la boca va al vientre y después sale del cuerpo? En cambio, lo que sale de la boca viene del interior del hombre, y eso le hace impuro. Porque del corazón del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y las difamaciones. Estas cosas son las que hacen impuro al hombre; pero no el comer sin haber cumplido con el rito de lavarse las manos. (Mateo 15, 1-20)


Acá Jesús deja en claro que lo que hace mal sale del corazón del hombre, viene de adentro, del caos que siente dentro suyo a causa del pecado original, no hay que temer lo que viene de afuera. (Corazón en aquellas épocas no tenia el significado que hoy le damos. para los judíos significaba, sobre todo, la manera de pensar. Una mezcla entre el sentimiento y el pensamiento, una idiosincrasia, un tipo de personalidad)
Jesús vino y venció al demonio. Pero los otros dos orígenes de tentación están en poder de el. El mundo y la carne. Hoy hablar de lo que significa la “carne” escandalizaria a muchas personas en este mundo racionalizado, liberalizado.
Pero voy a tratar de explicar que significa y como se manifiesta “el mundo” como tentación.
El mundo esta representado por todo el saber histórico implícito en la sociedad, ley, a la que el hombre queda atado, esclavizado sino comprende el testimonio de Jesús. Hobbes, uno de los primeros filósofos (junto Locke y Rousseau entre otros) que hizo filosofía política, “explicitó” la aparente necesidad de mantener estos códigos.
En el siglo XVII, las revoluciones industriales empezaban a generar guerras civiles entre los pueblos europeos. Al primero que le ocurre esto es a Inglaterra por ser el primero donde ocurre la revolución industrial. Estas revoluciones industriales generaban cambios en las formas económicas, en las formas en como los hombres vivían. Por estas dificultades se sufrían guerras internas que estaban desestabilizando las unidades-idiosincrasias nacionales, el “Leviatán”, que es el nombre que pone Hobbes a su libro.
El Leviatán o el dragón marino es un monstruo que aparece al final del libro de Job y en algunos salmos.

“Así pues, el gran dragón fue expulsado, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra
Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía:
“Ya llegó la salvación,
el poder y el reino de nuestro Dios,
y la autoridad de su Mesías;
porque ha sido expulsado
el acusador de nuestros hermanos,
el que día y noche los acusaba
delante de nuestro Dios.
Nuestros hermanos lo han vencido
con la sangre derramada del Cordero
y con el mensaje que proclamaron;
no tuvieron miedo de perder la vida,
sino que estuvieron dispuestos a morir.
¡Alegraos, pues, cielos
y los que viven en ellos!
¡Pero ay de los que viven
en la tierra y en el mar,
porque el diablo,
sabiendo que le queda poco tiempo,
ha bajado contra vosotros
lleno de furor!”
Cuando el dragón se vio arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había tenido el hijo. Pero a la mujer le fueron dadas dos grandes alas de águila para que pudiera volar a su lugar en el desierto, lejos de la serpiente, allí donde tenía que ser alimentada durante tres años y medio La serpiente arrojó por la boca un río de agua para arrastrar a la mujer, pero la tierra ayudó a la mujer abriendo la boca y tragándose el río salido de la boca del dragón. El dragón, furioso contra la mujer, se fue a pelear contra el resto de los descendientes de ella, contra los que cumplen los mandamientos de Dios y siguen fieles al testimonio de Jesús. Y el dragón se plantó a la orilla del mar. (Apocalipsis 12, 9-18)


Las plagas que describe Juan a lo largo del Apocalipsis no solo son plagas físicas, sino que en su mayoría describe plagas espirituales, y la mayoría ya las sufrimos y las estamos sufriendo. Describe, el Apocalipsis, la zona oscura de la historia mientras Dios esta con nosotros, la zona que va desde su resurrección y ascensión a los cielos hasta Su segunda venida. Y ahora estamos llegando ya al final de esta zona. Cuando sea la segunda venida todo se va a clarificar. Pero antes, tuvo, tiene, y va a tener que haber un “combate”. Según el Apocalipsis, al final, el dragón le cede el poder a la bestia del mar, El famoso “anticristo”.
Luego de reinar durante un periodo, el anticristo es extirpado por un ángel, creo es el arcángel Miguel.
Miguel es el arcángel protector del pueblo elegido, de los elegidos.
La primera vez que escuche sobre los Ángeles protectores fue cuando leí que la primera aparición que tuvieron los pastorcitos de Fátima, fue el ángel protector del pueblo de Portugal, que se les apareció para decirles que recen mucho por que la virgen quería aparecérseles. La parte mas clara, sobre estos Ángeles protectores, es la parte del libro de Daniel, que esta en la Biblia, donde se puede ver como es que las jerarquías angelicales que responden al ordenamiento humano-social, "luchan" entre si por sus diferencias culturales.
Acá lo transcribo:


“El año tercero de Ciro, rey de Persia, una palabra fue revelada a Daniel, que había recibido el nombre de Beltsasar. Esta palabra es verdadera y se refiere a un gran combate. Él prestó atención a la palabra y le fue dada la inteligencia en el transcurso de la visión. 
En aquellos días, yo, Daniel, estuve de duelo tres semanas enteras: no comí ningún manjar exquisito; ni la carne ni el vino entraron en mi boca, ni me hice ninguna unción, hasta que se cumplieron tres semanas enteras. 
Y el día veinticuatro del primer mes, yo estaba a orillas del Gran Río, es decir, el Tigris.
Alcé mis ojos y vi a un hombre vestido de lino y ceñido con un cinturón de oro fino de Ufaz. 
Su cuerpo brillaba como el crisólito, su rostro tenía el aspecto del relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y sus piernas como el fulgor del bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. 
Sólo yo, Daniel, veía la aparición; los hombres que estaban conmigo no la vieron, sino que los invadió un gran temor y huyeron a esconderse.
Así quedé yo solo contemplando esta gran aparición, y me sentí desfallecer; mi semblante se demudó hasta desfigurarse, y no pude sobreponerme.
Yo oí el sonido de sus palabras y, al oírlo, caí en trance con el rostro en tierra.
De pronto, una mano me tocó y me hizo poner, temblando, sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. 
Luego me dijo: "Daniel, hombre predilecto, fíjate en las palabras que voy a decirte, y ponte de pie en el lugar donde estás, porque ahora yo he sido enviado a ti". Y mientras me decía estas palabras, yo me puse de pie, temblando.
Él me dijo: "No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te empeñaste en comprender y en humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y yo he venido a causa de ellas. 
El Príncipe del reino de Persia me opuso resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda. Yo lo dejé allí, junto al Príncipe de los reyes de Persia, y vine para hacerte comprender lo que sucederá a tu pueblo en los días venideros, porque también esta es una visión para aquellos días". 
Mientras él me dirigía estas palabras, volví mi rostro hacia el suelo y me quedé mudo. 
De pronto, una figura como la de un hijo de hombre tocó mis labios. Yo abrí mi boca y me puse a hablar, y dije al que estaba de pie frente a mí: 

"Mi Señor, ante esta aparición, yo me estremecí de dolor y no pude sobreponerme. ¿Y cómo podría este servidor hablar con mi Señor, aquí presente, si ahora me faltan las fuerzas y ya me he quedado sin aliento?".
Aquel que parecía un hombre me volvió a tocar y me fortaleció.
Luego me dijo: "No temas, hombre predilecto. ¡La paz esté contigo! ¡Sé fuerte y valeroso!". Mientras él me hablaba, recobré las fuerzas y le dije: "Que hable mi Señor, ya que me has fortalecido".
Él respondió: "¿Sabes por qué he venido hasta ti? Ahora vuelvo a combatir contra el Príncipe de Persia, y una vez que haya concluido, vendrá el Príncipe de Javán. 
Pero yo te voy a indicar lo que está consignado en el Libro de la Verdad. No hay nadie para fortalecerme contra ellos, fuera de Miguel, el Príncipe de ustedes. (DANIEL 10, 1-21. es increíble el capitulo 7 de Daniel también)

Esas partes que subraye se donde muestra claramente la dificultad en la relación de dichas inteligencias divinas y protectoras de cada pueblo, por lo tanto deben "luchar" para poder manifestarse claramente. Jesús le habla a Daniel diciéndole que el único que puede fortalecerlo frente a las inteligencias de los príncipes de Persia y Grecia (javan) es Miguel, la inteligencia protectora de la vida del pueblo de Israel.  
Esta dificultad, "lucha", entre inteligencias puras se da así porque, a los hombres, todavía el espíritu Santo no nos había abierto la inteligencia, a través del sacrificio que hizo Jesús por nosotros. Pero a pesar de este sacrificio parece que los hombres no entendimos mucho, o nos olvidamos rápido.
En un pasaje del evangelio de mateo Jesús dice así:
“Desde que vino Juan el Bautista hasta ahora, al reino de los cielos se le hace violencia, y los violentos pretenden acabar con él. Todos los profetas y la ley de Moisés anunciaron el reino hasta que vino Juan. Y, si queréis creerlo, Juan es el profeta Elías, que había de volver. Los que tienen oídos, oigan.(mateo 11, 12-15)
La Palabra quiere dar a entender que "la ley y los profetas", mantener la ley y proclamarla, servía a los hombres hasta la venida de La palabra de Dios en un hombre. Gracias a que la ley fue mantenida, Juan el bautista pudo "ver" y fue el encargado de discernir los signos y ver quien estaba por nacer (esto se ve bien en el capitulo primero del evangelio de Juan). Jesús fue y es el que dice que es lo que se hizo, lo que se hace y lo que se hará. Porque solo a Dios pertenece el juicio.
El problema que padecemos hoy es que a pesar de que la palabra se manifestó a los hombres, muchos de estos hicieron o hacemos oídos sordos, sus debilidades adoran mas al leviatan que a Dios y este hacer oídos sordos a la palabra de Dios, produjo que lentamente, y a pesar de tener la "inteligencia abierta", el lenguaje que nos abrió la inteligencia, la palabra de Dios, se vuelva imperceptible o aparentemente sin valor, no se entiende su importancia.
Y acá, entonces, se da lugar a una nueva degradación de la verdad.






3-Cuando la Verdad parece irrelevante: la autoridad de la bestia y el momento del anticristo.

Este es el momento cuando esta perversa manera de conocer-controlar llega a confundir tanto que se funden el concepto de verdad con el de control, y por lo tanto la verdad del espíritu, y su carácter trascendente dejan de tener valor para los hombres, pues como, a primera vista, parecen no estar a su alcance, entonces no las pueden controlar, esta clase de hombre, se dice a si mismo, que este tipo de verdad no existe, o no tiene interés para el. O como Nietzsche dice “Dios ha muerto”.
Paso a tratar de ilustrar como se desenvuelve esta clase de inteligencia. 

“ Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia , y se postraron ante la Bestia diciendo: "¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?" Se le permitió al monstruo decir cosas arrogantes y ofensivas contra Dios, y tener autoridad durante cuarenta y dos meses. Así lo hizo: habló contra Dios, y dijo cosas ofensivas contra él, contra su santuario y contra los que están en el cielo. También se le permitió hacer guerra contra el pueblo santo, hasta vencerlo; y se le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación. (apoc 13, 4-7)
¿Quien como la bestia? ¿Quien puede luchar contra ella? Es una burla al arcángel miguel, que significa ¿quien como Dios? este pasaje da a entender que la humanidad luego de un periodo de enfrentamientos provocados por el “dragón”, va a ceder su poder a un política social nueva y de alcance mundial (¿globalización?), a un código nuevo, mas cómodo y que tiende a hacer sentir al hombre omnisatisfecho, complaciente de si mismo, a alejarlo de Dios, desvalorizarlo y así a burlarse de El.
Un código, una manera de ser, que gracias a la comodidad y por culpa de siglos de corrupción del poder mundano se va a tratar de levantar a un nivel que no le corresponde, generando así una perdida de todo el sentido sacro que posee la humanidad. 
"el dragón le cede el poder a la bestia" significa que Satanás, el ángel rival, o el adversario de Dios, la impureza que se mezcla y vuelve inicua y mortífera para el hombre la lucha que las inteligencias divinas llevan a cabo, inteligencias estas, que ordenan cada "raza, pueblo, lengua o nación". Bueno, ese dragón, le cede su dominio, su terreno, a una nueva manera de enfrentar a Dios, la bestia. "¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?": esta nueva manera trata de ridiculizar a Dios, de burlarse, para hacerlo ver inútil, y este nuevo espíritu tiene éxito sobre la mayoría de los hombres durante un determinado tiempo.
Antes de seguir describiendo este engendro espiritual de nuestra época voy a mostrar un texto del profeta Daniel, texto en el cual se da una verdadera importancia a la Verdad. Daniel quiere saber cuando es el fin. Así dice.


‘En aquel momento aparecerá Miguel, el gran ángel protector que defiende a tu pueblo.
‘Será un momento angustioso,
Un momento como no ha habido otro
Desde que existen las naciones.
Cuando ese momento llegue,
se salvarán todos los de tu pueblo
que tienen su nombre escrito en el libro.
Muchos de los que duermen en la tumba, despertarán:
unos para vivir eternamente
y otros para la vergüenza y el horror eternos.
Los hombres sabios,
los que guiaron a muchos por el camino recto,
brillarán como la bóveda celeste.
¡Brillarán para siempre, como las estrellas!
‘Pero tú, Daniel, guarda estas cosas en secreto y sella el libro hasta el tiempo del fin. Mucha gente andará de acá para allá buscando aumentar sus conocimientos.’
“Yo, Daniel, vi otros dos hombres que estaban de pie, uno a cada lado del río. Y uno de ellos preguntó al hombre vestido con ropas de lino que estaba sobre las aguas del río: ‘¿Cuándo van a terminar estas cosas tan extraordinarias?’ 7 El hombre vestido de lino levantó sus manos al cielo, y jurando en el nombre del Dios viviente dijo: ‘Dentro de tres tiempos y medio, cuando deje de ser destrozado el poder del pueblo de Dios, terminarán todas estas cosas.’
“Yo escuché lo que decía, pero no entendí nada. Entonces le pregunté: ‘Señor, ¿qué va a pasar después de todo esto?” Y él me contestó: ‘Sigue tu camino, Daniel, pues estas cosas deben ser mantenidas en secreto hasta que llegue el momento final. Muchos pasarán por los sufrimientos anunciados, y saldrán de ellos purificados y perfeccionados. Los malvados seguirán cometiendo maldades, sin entender lo que pasa, pero los hombres sabios lo comprenderán todo. Mil doscientos noventa días pasarán desde el momento en que se suspenda el sacrificio diario y se instale el horrible sacrilegio en el templo del Señor. Feliz aquel que espere confiado hasta que hayan pasado mil trescientos treinta y cinco días. Pero tú, Daniel, camina hacia tu fin y reposa, pues en los últimos días te levantarás para recibir tu recompensa.’(Daniel 12)


A mi me deja apabullado este pasaje. Sobre todo el final, con que simpleza deja expresado que el juicio, se "realiza", se hace “real”, solo al final de los tiempos.
Con esto quiero explicar que por más que algo hoy nos aparezca como muy “real” frente a nuestras narices, no es la nariz lo que debemos utilizar para olfatear la verdad, sino nuestra inteligencia, y nunca, sobre todo, nunca confundir realidad con verdad. Solo en el cielo la realidad alcanza a la verdad y se hacen una misma cosa.
Las advertencias mas claras que parece hacer Jesús sobre esto están en el evangelio de Lucas, cuando empieza, por el capitulo 16, a hacer parábolas y sentencias refiriendose la “economía” de salvación.
Es clarísimo y muestra de manera brillante lo que a duras penas trate de dar a entender recién.


"Decía también a sus discípulos: "Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda;
le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando."
Se dijo a sí mismo el administrador: "¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas."
"Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?"
Respondió: "Cien medidas de aceite." El le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta."
Después dijo a otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo." Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta."
"El señor alabó al administrador injusto porque había actuado con astucia, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.
"Yo os digo: Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas.
El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho.
Si, pues, no fuisteis fieles en el Dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero?
Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro?
"Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero."
Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que eran amigos del dinero, y se burlaban de él.
Y les dijo: "Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios.
"La Ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos se esfuerzan con violencia por entrar en él.
Más fácil es que el cielo y la tierra pasen, que no que caiga un ápice de la Ley.(LUCAS 16, 1-17)


Esta parábola parece que trajo mucha discusión durante la edad media. Es que en verdad es algo chocante, en un primer principio, sino se entiende a lo que Jesús se refiere.
El señor alaba la capacidad de previsión que tiene el administrador, su astucia, alaba que pueda reconocerse, aceptarse como lo que el es: mal administrador, débil y desnudo “con vergüenza”, y obrar consecuentemente con ello, saber perdonar los errores, las deudas de los demás deudores.
"¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.”
No esta alabando los medios con los que se maneja el administrador para lograr ello, solo esta señalando cual es la posibilidad que tiene el mal administrador, o “el hijo de este mundo” como señala al final. El dinero es siempre de la injusticia para Jesús, porque el dinero es la abstracción que nos hace creer que controlamos el mundo y al mundo no se lo controla, se lo vence. Los fariseos se ríen de Jesús, le dicen:
¿Como no vamos a ser amigos del dinero? ¿Como vamos a hacer para mantener el templo sin dinero? ¿Con que te crees que atraemos a la gente para que nos escuche?
Pero los fariseos no tienen fe, perdieron el significado esencial de la fe en el Dios de todo lo viviente. Por eso lo que aclara al final, sobre la diferencia entre los hijos de este mundo y los hijos de la luz es esencial para entender los lugares de los hombres en el cielo.
Jesús no negocio con los fariseos y los escribas, no podía ceder a la falsedad, a la mentira o a una mala interpretación sobre lo que El era, y mantener esa actitud hacia la verdad hasta el final lo llevo a la cruz.
El señor no critica la supuesta “no habilidad” de los hijos de la luz. Esa no habilidad no existe para la Verdad. El señor solamente esta alabando que los hijos del mundo reconozcan la posibilidad que tienen, o como en las palabras que dije mas arriba, que el mal administrador no confunda nunca su realidad con la Verdad, y la acepte.
Este pasaje también, y sobre todo, da a entender bien del porque "la lucha" de los príncipes, Los hijos de la luz, las inteligencias no pueden reconocerse mal administradores, débiles o desnudos por lo tanto no “cambian de posición”, no negocian o prevén, por eso parecieran que "luchan" porque no pueden ceder su posición, no pueden ceder su responsabilidad porque “ya saben” que es lo que pasara, saben lo que son, no necesitan mas que reconocer y aceptar el amor con el que Dios va obrando.
Por eso en el final:
"Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero."
Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que eran amigos del dinero, y se burlaban de él.
Y les dijo: "Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios.
"La Ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y cada cual se esfuerza con violencia por entrar en él. "Más fácil es que el cielo y la tierra pasen, que no que caiga un ápice de la Ley. (Lucas 16, 13-18)
Los lugares en el cielo a nosotros nos los da Cristo, y todos los que a través de su cuerpo místico lo forman. Y el “cupo”, la cantidad de lugares que los hombres vamos a tener en el cielo no depende del “espacio” de lugar que haya, porque el espacio ese es siempre el mismo, el espacio depende de nosotros, depende de nuestra capacidad de achicarnos, humillarnos por amor a nuestro prójimo y a Dios, nuestra capacidad de perdonar a nuestro prójimo, pero también, de reparar las deudas que tengamos con Dios, como nos enseño Jesús aceptando la voluntad del Padre como sacrificio a favor y en reparación de nuestra iniquidad (leer Isaías capitulo 53). Por esto es que, como dije mas arriba, la relación que nos define a los hombres, es la relación con el misterio de la cruz. Quienes somos no nos lo dice nuestra manera de manipular la verdad, y confundir en el mundo, sino que nos lo dice la Verdad misma, y esta Verdad depende de Alguien que no negocia ni necesita manipular, sino que es El dueño, y el que dice como las cosas Son. Acercarnos a esta manera de ser es lo que nos va a definir en la Verdad. Dios se hizo hombre, se hizo El para nosotros… no vacilo en esto. Y para salvarnos decidió seguir la voluntad del Padre, que gracias a El es nuestro Padre, y acepto la cruz, luego de haber vivido como hombre entre los hombres.  
Por eso, para nuestra identidad sentir, saber, no podemos escapar de la Verdad y de la Ley, ya que estas, de ultima, son las que nos dan la razón, razón de Ser, saber que Somos, que somos algo aunque no sepamos que. Y somos los únicos seres materiales en la tierra que podemos saber esto, repito, aunque no sepamos muy bien que significa esto de Ser. 
Al final de todo este pasaje dice Jesús, “es mas fácil que pasen el cielo y la tierra a que caiga una sola coma de la ley”.
Ahora vuelvo a describir donde se origina este engendro, la “bestia del mar”.
Esta parte que recien transcribi:
"Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que eran amigos del dinero, y se burlaban de él. Y les dijo: "Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios."
Me hace ver mucho el germen de lo que Juan, en Apocalipsis, describe como luego de un tiempo de enfrentamientos producidos por el dragón, viene un código nuevo, mas flexible que consiste en ocultar las cosas sacras, ridiculizarlas, sacarle su valor esencial. Son las burlas y blasfemias de la bestia al nombre de Dios:
"Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la Bestia, y se postraron ante la Bestia diciendo: "¿Quién como la Bestia? ¿Y quién puede luchar contra ella?"
Le fue dada una boca que profería arrogancias y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante 42 meses"
Es esa autosuficiencia de la inteligencia inicua de la bestia que reniega, ignorantemente, de siglos de sacrificios de los santos y de los mártires que posibilitaron la libertad en la que vivimos en occidente. El anticristo o “la bestia del mar” es la tergiversación del espíritu de Cristo a favor de uno mismo, de manera egoísta. Es “anticristo” porque de manera disimulada y escondida, con engaños va absorbiendo el poder moral, “chupa la sangre”, en vez de darla como Cristo.
En el pasaje de los 5 panes y dos pescados también se hace una alusión a esta necesidad de obediencia y de humillación ante el poder de Dios, de dejarse llevar por el.
Jesús tiene compasión de la multitud que lo siguió hasta ese lugar donde estaban porque “eran como ovejas sin pastor” los apóstoles le dicen que despida a la multitud porque están en lugar desierto y no tienen que comer. Y Jesús le responde que le den de comer ellos mismos. Los apóstoles le contestan que eso es imposible ya que costaba mucho el alimento. Entonces Jesús ordena que junten todo el alimento que tengan y después dice, “háganlos recostar”…bendice el alimento, y el pan y los pescados alcanzan para todos.
Si somos sinceros y obedecemos a Dios y a sus mandamientos, no tenemos que preocuparnos, no hay que preocuparse porque Dios es el que Es, y donde El Es todo comienza a Ser. Todo “Es” por donde Dios paso, y El, deja algo para que de a poco, tarde lo que tarde, todo comience a Ser.
El problema es cuando eso que ya Es, como en el caso del hombre, no quiere o no puede seguir, porque no quiere o no puede reconocer lo que tiene que reconocer (mal administrador, débil y con vergüenza).
Por eso la necesidad de expulsión a lo tibio, a lo que se acomodo y no esta dispuesto a reconocer y avanzar. El estanque de azufre ardiente, es adonde son expulsados “vivos” estos personajes incorregibles para seguir otro camino, muy distinto del nuestro, como una lenta, muy lenta “agonía”, por eso son arrojados “vivos” al estanque de azufre ardiente.
Termina con la parábola del rico y Lázaro…
el rico que, tan abismado estaba en sus bienes (espirituales o materiales), se encontraba muy lejos de la esencia de la ley, su realidad se encontraba muy lejos de la Verdad de Dios, no podía ver y así valorar la humanidad de Lázaro pues la realidad de este ultimo era muy miserable para la de aquel. Pero luego de muerto no podía saciar su sed de la suave agua de la vida aunque lazaro si, porque, como Abraham le señala, un “abismo” lo separa de ella.
En el seno de Dios verdad y realidad se igualan a una misma cosa.
Con esto cierra todas estas parábolas sobre la “economía” de salvación y se entiende bien que lo que el hombre tiene que hacer es tratar de reconocer lo que es, y así, poder darse cuenta de lo que Dios significa para poder hacer lo que verdaderamente tenga que hacer. 
Sigo con la descripción .
En todo este pasaje del capitulo 16 de Lucas se deja bien en claro lo que desordena y genera infidelidad a la ley de Dios entre los hombres es el dinero, la abstracción que nos engaña porque nos hace pensar que podemos controlar a el mundo, que podemos negociar con el. “No podéis servir a Dios y al Dinero." Judas, exactamente, es confundido por esto. La confusión es porque el dinero aparentemente nos da cierta “objetividad” y control sobre el mundo. Pero este control es aparente y si nuestro espíritu no esta presto a seguir la voz de Dios, esta aparente seguridad que nos da el dinero muy fácilmente confunde, acomodándonos a esta vida, corrompiendo la comunión del espíritu del hombre con Dios. 
El dinero para Jesús, como explica en la parábola del administrador sagaz, es siempre dinero de la injusticia. ¿Por que es de la injusticia? Porque “el hijo de este mundo”a los ojos de Dios y sus ángeles siempre es un mal administrador de la creación que Dios puso bajo su potestad. ¿Por qué siempre es mal administrador?
Porque a causa del pecado original, la conciencia del hombre quedo ofuscada, oscurecida, y este ofuscamiento es la causa por la cual el hombre puede interactuar con la realidad sin tener un conocimiento cabal de cuales serán las consecuencias de dicha interacción. Por eso mismo dice Juan en el Apocalipsis que “el testimonio de Jesús es el espíritu profético”
Esta interacción ignorante del hombre en la realidad tiene un costo altísimo, eso se ve sobre todo hoy. Ejemplos sobran, un caso que asusto a gran parte del siglo xx: la relación entre los descubrimientos matemáticos, los físicos, la bomba atómica y la posibilidad que la vida en este planeta se acabe.
Esta interacción ignorante del hombre dentro de la creación de Dios, hace que algunos ángeles tengan permitido descargar la ira de Dios, hacer justicia para corregir y demostrar las ignorancias de los hombres, para que se arrepientan de sus faltas.
Según Juan, esta ignorancia que lleva a la ignominia a los propios hombres, es la que termina por manifestarse cuando vuelve a surgir “la bestia del mar”, ¿quien como la bestia?, ¿quien puede luchar contra ella? Son los gritos de ofensa y burla a Dios y a todo testimonio sacro que tengamos los hombres.
Y acá se muestra donde vence y confunde la intuición de los hombres este espíritu de la bestia. El hombre bajo el influjo de este espíritu ya no se reconoce mal administrador, no lo puede hacer, el hombre ya no puede optar pues en su código político eso no es humildad, es debilidad, y el que se muestra débil es desechado y aplastado por la bestia. La humildad para el nuevo código de la bestia reside en una actitud estoica, en aceptar que “las cosas son así”, seguir la corriente y no hacer mucho ruido. La fuerza social inerte le dice al hombre que tiene que ser o, por lo menos, mostrarse: “capaz”, “útil”, “idóneo” y miles de otros títulos mas que van en contradicción directa con el poder darse un lugar para reconocerse mal administrador y humilde frente al Creador.
En este tipo de funcionamiento el hombre se vuelve cada vez mas ciego de si mismo.
Esto pasa hoy día, y va a pasar cada vez mas si no nos ocupamos de poder diferenciar y denunciar ese espíritu que destruye y corrompe, va corrompiendo, llenando de confusión y perdiendo, a lo largo de la historia, las almas de los hombres.
Hoy gracias a las finanzas el hombre puede planificar su economía. Países pueden generar guerras para que su economía se mantenga confiable gracias a conseguir un lugar donde sus empresas puedan invertir o donde sacar petróleo dentro de 20 años. Gracias a esta posibilidad, que ofrece la tecnología de guerra, un gobierno puede generar “profecías auto-cumplidas”, es decir, puede mostrar que dentro de 20 años va a seguir siendo confiable –económicamente- porque teniendo el poder económico, bélico y con una hábil política nada se le puede oponer, pues los demás conociendo su poderío, lejos de oponérsele, trataran siempre de sacar la mejor tajada, siempre “políticamente hablando”. No importan ya las personas particulares, importa, sí, que la supuesta “humildad” de la persona particular ponga a servicio de este movimiento político-financiero toda su capacidad para que este movimiento continúe lo más “armoniosamente” posible. En pocas palabras, la personalidad de un hombre o la posibilidad de existencia de una persona va a depender de que esta persona se venda y se arrodille “estoicamente” lo más posible ante este movimiento político y financiero. La persona va a ser considerada tanto persona de acuerdo a su “utilidad” para el sistema que ya se retroalimenta solo.
Este espíritu de retroalimentación inmanente que no respeta al hombre particular, en tanto persona única, y lo obliga a seguirlo y luego de usarlo lo desecha, es el espíritu de la bestia del mar, que no esta en armonía ni con la tierra, corrompiéndola sin conocer que será lo que ocasiona la interacción de la tecnología, ni en armonía con los hombres, que los esclaviza a adorarlo casi sin siquiera tener una opción consciente. Igual esto lo explico mejor en la cuarta parte.
Juan en sus cartas señala bien que es un anticristo:


“Queridos míos, no crean a cualquiera que se considere inspirado:
pongan a prueba su inspiración,
para ver si procede de Dios,
porque han aparecido en el mundo
muchos falsos profetas.
En esto reconocerán al que está inspirado por Dios:
todo el que confiesa
a Jesucristo manifestado en la carne,
procede de Dios.
Y todo el que niega a Jesús,
no procede de Dios,
sino que está inspirado por el Anticristo,
por el que ustedes oyeron decir que vendría
y ya está en el mundo.
Hijos míos,
ustedes son de Dios
y han vencido a esos falsos profetas,
porque aquel que está en ustedes
es más grande que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo,
por eso hablan el lenguaje del mundo
y el mundo los escucha.
Nosotros, en cambio, somos de Dios.
El que conoce a Dios nos escucha,
pero el que no es de Dios no nos escucha.
Y en esto distinguiremos
la verdadera de la falsa inspiración.”(primera carta de san Juan 4, 1-6)


“el que confiesa a Jesucristo manifestado en la carne” es la persona misericordiosa que puede ver en cada persona, en el sufrimiento de cada persona, la posibilidad de devolver el amor que Jesús nos da, y nos da la oportunidad de ser una canal por El, en el nombre de El, y para El, por los siglos de los siglos.
Y por eso mantener el nombre verdadero y la enseñanza verdadera tiene mucha importancia. Jesús fue una persona particular, se hizo hombre, camino igual que nosotros sobre la tierra, nos amo, nos vino a salvar. Esto es así. 
Luchar contra las palabras y contra enseñanzas falsas en un mundo materialista parece no tener valor. Pero mantener la verdadera enseñanza del nombre del espíritu es lo que nos hace estar fuertes con nuestra conciencia, más unidos y fuertes, como personas, frente a enseñanzas que destruyen las relaciones entre los hombres y esclavizaban a los hombres a los poderes materiales, los baales, que los hacen caer en vanidades que de a poco van corrompiendo y vendiendo el alma. 
Pablo, en Romanos 10,9-18, dice así:


Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación. Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido. Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan. Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias! Pero no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación? La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo. Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se extiende su voz y sus palabras llegan hasta los confines del mundo.


Si no se fortalecen las conciencias personales, si no se cree en la dignidad de la persona, si no se cree en el perdón, los errores en creciente conciencia histórica generan odios, resentimientos, malas enseñanzas etc., que van empequeñeciendo y debilitando la conciencia y el alma del hombre, lo dejan hecho un flan, casi sin conciencia vital. El abismo seria el caramelo que sostiene el flan. O sea lo que separa y donde se asientan los dragones nacionales. Y luego donde se asienta todos los engaños, mentiras y blasfemias de la “bestia”.
Poner en claro esto sirve para dialogar desde parámetros distintos, identificando los “códigos masivos”, que representan las unidades o idiosincrasias de los pueblos barrios o naciones, pequeños o grandes dragones. Yo a lo que voy con esa diferenciación, es que muchísimas personas cuando piensan lo hacen en un parámetro de Leviatán. Unos son más tajantes otros menos, otros quieren ser originales: este es el caso de Nietzsche, entre otros, si se quiere también. Esta originalidad, diferente manera de posicionarse en el discurso, acarrea algo complicado a los demás de alrededor, que no tienen la misma capacidad. Esta desconsideración por el prójimo, por el hombre, “no reconocer a Jesús en la carne”, como dice Juan, es la esencia de lo que da cabida al espíritu del anticristo.
Pero lo que no entendemos es que El que desterró todo tipo de falsedad y soportó y soporta todo tipo de injuria encima suyo con tal de sostenernos con vida es Cristo. El es la palabra (logos) de Dios hecho hombre y como hombre que es, se compartió entre nosotros, para que a través de el, de Su palabra, nos libremos de las ataduras que el pecado original ocasiona e nosotros.
Sólo obedeciendo a El es como podemos librarnos de cualquier engaño del mundo.
El mundo todavía esta en manos de Satanás y de la confusión que el genera.
Cuando Jesús murió en la cruz y resucito, venció al demonio. Pero el mundo sigue en manos de el (la bestia del mar, anticristo). 
Según el Apocalipsis, el mundo va a dejar de estar en manos de el, y va a venir una era en la que el espíritu de Cristo reinara en el mundo y entre nosotros, “los mil años”. De las tres posibles tentaciones (demonio, mundo, carne), solo quedara una, la carne. Pero créame que todavía no entramos en esa era. Falta unos cuantos dolores mas todavía. Las personas son como los chiquitos, mientras su conciencia este gobernada, adormecida, por un “Leviatán”, solo creen con sacudidas o tiradas de oreja, y parece que, inconscientemente, eso es lo que se está pidiendo.





4-Lo fundamental de las escrituras: como mantener a la vista de la inteligencia la verdadera ley y jerarquía para protegernos del peligro del falso espíritu de adoración.
Para ejemplificar la importancia de las escrituras como inteligencia que va descubriendo el falso espíritu de adoración, voy a transcribir la otra parte del capitulo 32 de Ezequiel, que transcribí en la parte 1, dice así:


“El día primero del duodécimo mes del año doce, el Señor se dirigió a mí y me dijo: “Dedica este canto fúnebre al faraón, rey de Egipto:
‘Pareces un león de las naciones,
Eres como un dragón marino;
Chapoteas en tu río,
Con las patas enturbias el agua
Y revuelves la corriente.
‘Esto dice el Señor: Aunque estés entre pueblos numerosos, echaré mi red sobre ti y con ella te atraparé. Te arrastraré a tierra y te dejaré tendido en el suelo. Haré que todas las aves del cielo se posen sobre ti, y que se harten de tu carne todos los animales salvajes. Con la carne podrida de tu cadáver llenaré los montes y los valles. Empaparé el suelo con tu sangre, que llegará hasta las montañas y llenará los cauces de los ríos. Cuando yo te destruya, haré que el cielo se oscurezca y se apaguen las estrellas; cubriré con nubes el sol, y la luna no brillará más. Por causa tuya apagaré todas las luces que brillan en el cielo y llenaré de oscuridad tu país. Yo, el Señor, lo afirmo.
Cuando las noticias de tu destrucción lleguen a países que no conocías, haré que se inquieten muchos pueblos. Por causa tuya sembraré el terror en muchos pueblos; sus reyes se llenarán de pánico cuando yo esgrima mi espada delante de ellos. Cuando caigas, ellos temblarán de miedo por sus propias vidas.
‘El Señor dice: La espada del rey de Babilonia caerá sobre ti. Voy a hacer que tu pueblo numeroso caiga herido por la espada de los más crueles guerreros. Pondrán fin a la grandeza de Egipto y acabarán con su pueblo numeroso. Destruiré todo el ganado que bebe de tus aguas; nunca más, ni hombres ni animales, las enturbiarán con sus pisadas. Entonces haré que el agua se aclare y que los ríos corran tranquilos como aceite. Yo, el Señor, lo afirmo. Cuando convierta a Egipto en un desierto y el país quede vacío, sin habitantes, entonces reconocerán que yo soy el Señor.’
“Este es un canto fúnebre, y así deberán cantarlo las mujeres de las diversas naciones cuando lloren por Egipto y por su gente numerosa. Yo, el Señor, lo afirmo.” (32,1-16)


Es impresionante. 
Egipto fue muy poderoso en la antigüedad, el imperio más poderoso, tres mil años duro,
Pero: ¿que tanta importancia tenia para Dios un imperio donde su sabiduría se basaba en la verdad de poder ejercer un control material?
En cambio ¿Que tanta importancia tiene la consciencia del hombre? Toda. La palabra de Ezequiel, al igual que la revelada por los demás profetas, preparó la conciencia de los hombres de Israel, para que comprendieran lo que Dios quería de ellos, para que sean dóciles el día que Su Palabra caminara entre ellos como un hombre.
El amor de Dios es ilimitado, indefinible, eterno. Y el faraón representa lo contrario, “el control”, la fuerza, un limite para las conciencias personales donde descansa y se une la conciencia nacional, grupal, de todo de el pueblo, pero no a través del amor sino a través de la opresión, de la violencia, del miedo. Por eso para Dios, esa conciencia, ese “dragón”, no encajaba con su plan. Fue arrojado al abismo. O como mejor conocemos según la historia de Moisés, el faraón y su ejercito fueron barridos por la aguas del “mar rojo”.
Los israelitas, desde su liberación de Egipto, recibieron a través de Moisés las leyes de Dios. En estas leyes les dicen hasta que tienen que comer y que no, regulan hasta sus tiempos, haciendo del sábado el día de su descanso. Toda esta legislación les había sido dada por Dios para que teniendo una conciencia personal pura, atenta y fuerte, constantemente dirigida a El, y así, a través de la presencia a su Dios, se mantengan unidos como pueblo, y fuertes frente a enseñanzas que destruían las relaciones entre los hombres y esclavizaban a los hombres a los poderes materiales, los baales, que los hacían recaer en una esclavitud parecida de la que venían en Egipto.  
Como explique hace un rato, cuando los que representan la ley, no quieren comprender en ellos mismos la esencia del espíritu que esa ley representa, se genera un desgaste en la palabra en la que el rebaño de los hombres pierden la posibilidad de poder seguir las huellas del espíritu de Dios, dejándolos esclavos de tener que seguir o al menos aparentar esa ley social siempre atada a modos económicos, materiales, los famosos baales, y no pueden descubrir el reino de los cielos, sino que solo quedan limitados a seguir lo que la moda social les dice que es bueno. Quedamos esclavos de nuestra buena conciencia, del tu debes convencional.
Voy a volver a la carta de san Juan::


20Y sabemos también que el Hijo de Dios ha venido
y nos ha dado inteligencia
para que conozcamos al que es Verdadero;
y nosotros permanecemos en el que es Verdadero,
en su Hijo Jesucristo.
El es el Dios verdadero
y la Vida eterna.
21Hijitos míos,
cuídense de los ídolos... (1Juan 5, 20-21),


Hay que enseñorearse de nuestro espíritu, aprender a discernir muy bien los signos de los tiempos, usar nuestra inteligencia y espíritu no solo para nuestra comodidad, sino también, como Elías en su época, para descubrir y mantenernos fieles en el que es Verdadero. Al final san Juan termina diciendo así, con puntos suspensivos, muy extrañamente. "hijitos míos, cuídense de los ídolos..." usar la inteligencia para mantenernos fieles al que es Verdadero, hoy, es cosa complicada. Todos nos sentimos casi obligados a seguir y respetar el código social y sus ídolos. Los ídolos son todas estas formas y apariencias de moralidad, de que se esta en paz, de que se es inteligente, de que se es fuerte, que debemos conseguir “adorar” para demostrar de que se es confiable. Para los griegos sus dioses representaban estas cosas: Atenea diosa de la inteligencia, Dionisos dios de la alegría, Ares dios de la fuerza guerrera, Venus diosa de la belleza etc, etc, etc. lo tenían a Apolo también, que cazo la serpiente (la especulación) y le dio a la pitonisa el poder de profetizar. Apolo “lanzaba flechas” y “tocaba la citara”. Profetizaba. (Apolo con una flecha había casado la serpiente pitón y con el cuero de la serpiente se forro el banco donde la “pitonisa” se sentaba a profetizar)
Se es confiable por demostraciones externas, por “ser parte de” respetando estos “ídolos sociales”, ya nadie cree en la palabra, que la palabra hace ir para a delante, de que es nuestra fuerza en la creencia de la palabra de Dios lo que nos mantiene en la vida eterna.
Por culpa de este falseamiento de nuestros sentimientos en pos de respetar ese código, se empieza a alejar cada vez mas la originalidad del concepto, lo que la palabra ordena, dice o expresa de la realidad, y en pocas cosas tiene el hombre la posibilidad de expresarse desde su corazón a sí mismo.
Yahvé entonces desconoce el corazón de los hombres y lo que desconoce Yahvé, que es el “Yo soy el Yo soy”, empieza a “no ser” y terminara no siendo cada vez mas. Todo esto paso, pasa y esta pasando porque al diluirse todo en modas estéticas, en ídolos agradables y tranquilos, ídolos que no viven, que son estáticos, ídolos de “oro y plata”, lindos para la época pero corruptibles y, junto con las modas y tiempos que los crearon, destinados a desaparecer. Y destinados a desaparecer también, a “no ser”, los hombres que los “adoraron”.
Por eso, Juan, esa advertencia la hace, porque los primeros cristianos estaban todo el tiempo expuestos, por ser comunidades aisladas, a caer en la adoración de falsos ídolos. Por eso, Juan, deja así la carta medio inconclusa generando cierta atención a esto, porque, a mi parecer, veía muy bien como ese espíritu de adoración a los ídolos podía ser muy fácilmente disimulado o tergiversado. Eso fue lo que paso a medida que pasaron los años y la religión cada vez mas se empezó a ver y sentir como una cuestión social y no como una cuestión personal. 
Hoy la sociedad secularizada, el famoso "sistema" que generaliza y masifica todo cuanto sea noticia, que con estos dos milenios se armo, hace que muchas veces y sin darnos cuenta estemos adorando baales. Los baales representan la calamidad de hacer a Dios a nuestro gusto, a nuestra forma, la representación de Dios a partir de la materia. El materialismo, la vanidad pura y pasajera. 
Cuando esclavizamos nuestra conciencia, espíritu, a una forma que se desprende de lo material, automáticamente formamos ideologías, "ídolos" que justifiquen esta postura, y que nos gusten, en las que nos sintamos acomodados. Pero la materia cambia y se transforma, junto con ella cambian las formas y las ideologías que parecen gobernar las conciencias de "los hombres de la época". También, las modas, los países, las culturas y hasta las especies cambian o desaparecen.
Si seguimos todas estas modas y conocimientos sociales, nuestra voluntad de a poco queda sojuzgada, entumecida, quedo enterrada por modas que ya olvidamos, ideologías que creemos vivir y nos chupan ganas y tiempo, verdades científicas que nos dan cierta satisfacción intelectual, pasatiempos que parecen relajarnos pero que en verdad debilitan y dispersan nuestro discernimiento. etc. de esta manera es como nuestra alma queda esclava de muchas necesidades, de muchas "ídolos", se pierde cada vez más la posibilidad de ser uno con Dios, de entrar en comunión con El. El alma queda esclava de creer que tiene que seguir necesariamente ese código social que generamos y que cambia incesantemente, cada vez mas rápido, acomodándose a lo nuevo, pero nuevo artificial, material, superficial solo para no aburrirnos y caer en ese hastió y desesperación que intuimos y del que tanto tememos darnos cuenta. Cada vez el alma se vende más. Sin darse cuenta se vende y se vende cada vez más. No sentimos eternidad en ningún lado porque en ese código social que no deja de cambiar nos parece imposible jugarnos por algo. A la eternidad empieza a parecer ridículo siquiera imaginárnosla o buscarla.¿Y vida? ni nutre, ni crece, ni se desarrolla. La vida es eso algo que se mueve y que de vez en cuando nos hace gozar, nos queremos convencer. Hay que salir de eso y ayudar a la gente que se empiece a dar cuenta, y a darles herramientas para que puedan salir de eso. 
Baalzebud significa Dios de las moscas. Los judíos lo nombraban burlándose de el. Hoy profetas de baales hay por muchos lugares y sin saberlo siquiera. Los que escuchan a estos profetas, moscas terminan siendo, y como bien dice el dicho "aquila non captat muscas". Significa "las águilas moscas no atrapan". (Esto es un dicho romano que no tiene el sentido de lo que voy a escribir ahora. pero quien sabe no?)
Al espíritu profético se lo simboliza con el águila. Debe ser por el conocido alcance en la mirada de estas aves. Los evangelios se representan con animales, el evangelio de Juan, el evangelista que mas simbólica y proféticamente habla, se lo simboliza con un águila. Nietzsche habla del águila y la serpiente (la profecía y especulación, ahí se nota la tensión que sufría el alma de nietzsche, tensión que lo hizo sonar como muy pocos, pero si el sonido es sonido por si mismo, estético, sin contenido vivido, que sirva para dar vida, de poco vale).
La mujer es salvada del poder del dragón porque Dios le da alas de águila para poder volar al desierto…
Gracias a Jesús, Su martirio, conocemos la verdad de como se alcanza verdadero espíritu profético, el Espíritu Santo:
“el testimonio de Jesús es el espíritu profético” (Apocalipsis 19, 10),
El testimonio que hace escandalizar al fariseísmo, pero que no hace fuerza política ni falsedad de algún tipo, sino que, comprendiendo todas las escrituras, comprendió también cual era la voluntad del Padre para con El ( Isaías Cáp. 53). Y así, sin resentirse, sin fallar un segundo, sin pecar, dejo todas sus fuerzas de una manera totalmente pura, hasta dar la vida, su amor por nosotros. Este espíritu que derramó gracias a aceptar libremente su sacrificio, es el que nos conduce a discernir y acercarnos cada vez mas a Dios. Su ejemplo es lo único que nos da las fuerzas para seguir respetando la vida de todos hasta nuestra propia muerte. Su martirio es lo que le dice y anima a nuestro corazón a seguirse a si mismo para entrar en comunión con el de Dios. Su testimonio es el que nos indica que todo lo que Dios quiere de nosotros es que aceptemos la vida hasta el final, aceptarla VIVIENDO al Dios vivo, arriesgándose a salir y hablar por encima del código de moda, mezquino y vendido a los ídolos económicos y productivos, ciegos y vendidos baales materiales y muertos. Poder ver la verdad del espíritu, es lo que nos quiere enseñar.
Por eso, para salir de ese lugar donde estamos cayendo, es necesaria una reivindicación de la palabra. Para ayudar a la gente que se empiece a dar cuenta de donde cae por adorar el conocimiento del mundo, de los “baales” del mundo, dándole verdaderas herramientas para que puedan salir de donde de a poco, inocentemente, empiezan a caer, es importantísimo que se le empiece a dar una nueva importancia a la palabra una nueva manera de mirarla, de interpretarla, porque por la palabra, creyendo en ella, es como uno vuelve a hacerse dueño de si mismo. A través de la palabra de Dios es por donde verdaderamente nos libramos de la esclavitud del mundo. Tenemos que aprender a valorar la vida como lo que sobretodo es, como don divino, nosotros lo sabemos y por eso "valemos mas que varios pájaros" Mateo (10.31), sentir que cada vez mas la alegría y el entusiasmo de estar vivos, estar y sentirnos verdaderamente agradecidos a la vida, es lo primera manera de reconocer la gracia que derrama Dios sobre nosotros. Este reconocimiento se da a través de la Palabra de El. 
Porque La palabra profética, haciéndose escritura, es legítima palabra de Dios y a los hombres, esta palabra se nos aparece y conjuga en nuestra realidad en las dos categorías al principio descritas, tiene esencialmente dos sentidos: uno objetivo y es la palabra que sirve como guía grupal, palabra que sirve a la iglesia para discernir en el mundo de manera grupal como institución. Para que la tradición que enseña a los hombres el verdadero nombre del espíritu en el mundo no desaparezca. Es la palabra que sirve para reconocer y entrar en dialogo a la verdadera comunidad. La otra manera de escuchar la palabra, el sentido subjetivo, sirve como guía personal, que sirve para entrar en comunión nuestro propio nombre con nuestra experiencia personal y vivida, descubrir que es lo que Dios quiere para nosotros, cual es el lugar del plan en el que El quiere que estemos. Sí sentimos bien adentro nuestro nuestra necesidad primordial, que es la palabra de Dios descubriremos nuestro propio nombre y esto nos hace entrar en verdadera comunión con nosotros mismos. De esta manera, poco a poco verdaderamente nos libramos de las ataduras y consecuencias históricas del pecado original, nos hace hombres nuevos. Lo único que puede dar paz, paz verdadera a la conciencia de los hombres es la palabra revelada por el Dios de los vivientes. Nos ayuda, personalmente, a ver la justicia y así a conseguir paz verdadera y eterna, nos lleva a hacer participar nuestro espíritu con su Dueño. Pero esto es personal, de cada uno, “quien tenga oídos para oír que oiga”.
Hoy hay un gran problema con la sabiduría de la new age, y todo tipo de nuevas técnicas, que nacen de religiones o de filosofías, que se acercaban quizás a la verdad, pero no eran la verdad revelada.
Los mitos en una sociedad cientifizada como la de hoy ayudan a sacarnos, si se quiere del miedo a esos fantasmas sociales opresores de conciencias, pero creo que no se pueden mezclar la importancia de los mitos de otras culturas con los del antiguo testamento. Y también hay que tener cuidado que esas cosas no nos dispersen en fantasías paralelas a la realidad y no podamos mas discernir los signos de los tiempos.

Nosotros hemos visto confirmada la palabra de los Profetas,
y ustedes hacen bien en prestar atención a ella,
como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro
hasta que despunte el día
y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones.
(2 Ped. 1. 19)


La historia de Israel, del nombre del pueblo de Israel, comienza cuando el ángel de Dios, se le presento a Jacob y lucho con el. Y en la lucha Jacob sintió el abrazo del ángel del Señor, abrazo que le hiere el la región del muslo, y abrazo del cual Jacob no se quiere soltar. De esta manera Jacob gana una bendición, Dios lo bendice y le cambia el nombre “en adelante no te llamaras mas Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido”(génesis 32, 29). Por eso el Dios de Israel (Israel significa algo así como Dios manda o da lucha) es el señor de los ejércitos, en una guerra en la que El lucha por la vida contra las fuerzas de la muerte que quieren conquistar al hombre.
El Dios de los ejércitos no significa esas cosas de hoy “de que los opuestos se unen”, o “la continua lucha de los contrarios”, o que todo es guerra y unión de contrarios y todas esas verdades de la antigua sabiduría y derivan del saber evolutivo de serpiente, “reptiles”. (Que, por lo demás, puede llegar a justificar cosas innombrables, como genocidios de razas enteras).
Esa sabiduría no es la vida, es una copia de la vida, aparenta la vida, nos saca de la vida, nos deja en el medio especulando sobre posibilidades y fantasías. De a poco esto nos hace resignarnos y no luchar más por la verdadera vida. Esa antigua sabiduría es con la que serpiente había seducido a Eva, la que había enceguecido totalmente a Caín.
La verdad del evangelio es esta:

“Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna. ¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”(Juan 3, 14)

En este pasaje del evangelio de Juan, Jesús, se hace asimilar en la tradición a la serpiente de bronce que Dios le hizo fabricar a Moisés para que todos los israelitas quedaran sanados y recuperaran la vista (num. 21,4-9). El Dios de la fuerza, el Dios de los ejércitos, el Dios de la vida, dio su propia vida, se rebajo a aceptar y sufrir la guerra ajena en su propio cuerpo, dejo que lo matáramos por todos los que después, El conocía, íbamos a creer en el. No tiro una teoría del bien y del mal, no se contento con solo decir y curar. No, el como Dios que es, aceptando a todos, acepto lo que su pueblo creía sobre El, y dejo que los escribas y fariseos, los mas cegados por esa antigua sabiduría, lo crucificaran “Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre”. La única verdadera sabiduría de hoy es tratar de creer, entender y sentir lo que significo una muerte de cruz y la resurrección del hijo de Dios entre los hombres. Ojala entenderíamos mas de lo que se trata la fe.
"Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden".(Lucas 11, 52)

La Palabra de Dios mediada por el testimonio de los profetas y causa y efecto de la Misericordia es la llave de la ciencia.
Debemos elegir que queremos creer, no todo termina en buscar y “ver” el objeto o conocimiento que confirme nuestra teoría, porque lo único que conseguiríamos seria que la búsqueda y la conservación de esa conciencia del tiempo nos desparrame por abismos insondables, lugares que no podemos abarcar con verdaderos sentimientos humanos y eso nos quitaría toda nuestra verdadera fuerza y vitalidad. Nos pasaría como al rico que tan abismado estaba en sus bienes (espirituales o materiales) no podía ver y así valorar la humanidad de Lázaro, no podríamos beber de la suave agua de la vida, como en el caso de el rico, un “abismo” nos separaría de ella…
Por eso yo creo que solo debemos conocer hasta poder elegir donde vamos a poner nuestro sentimiento vital. Y hay que dejar de especular, y arriesgar ese sentimiento vital, nuestro talento. Desde ahora se proclama el reino de los cielos. En la parábola de los talentos ya nos avisaron que les pasaba a los que lo enterraban…así que hay que arriesgar, hay que creer pues.
Cuando Jesús vino, vio que el espíritu de esa ley, los fariseos y los escribas, que eran los que la interpretaban, no la habían entendido. Ellos eran puros si, su conciencia estaba libre de culpa, cumplían con todo, pero se fijaban mucho en ellos, en no caer en falta, y para sentirse seguros de estar haciendo esto señalaban con su ejemplo, con maneras externas, o bien señalándolos directamente a los demás que no lo hacían, de esta manera en vez de ayudar a los que no podían cumplir con la ley, comenzaban ellos a excluir a los demás para alimentar su buena conciencia…
la esencia de la ley consistía en que a partir de conciencias individuales puras y fuertes, no temiendo a nada mas que a Dios, abrirnos y poder ser cada vez mas unidos entre si. No entendieron nada.
En vez de unirse fuertemente como pueblo y avanzar sobre el mundo con su conciencia, mostrando a otros pueblos la verdad de la ley de Dios, su conciencia termino siendo "esclava de la ley" como bien señala san pablo. No eran libres, y Dios nos quiere libres, así nos llena enteros de el.
Hace un rato dije que ningún sistema perduro. Dije bien porque la iglesia católica no es un sistema. “iglesia” es cada uno que la forma. Cada persona es templo del Espíritu Santo. Lo importante respetar son los dogmas, dogmas que son inspirados por el Espíritu Santo, el mismo que Jesús entrego a los apóstoles. Por esta desvalorización de la palabra desvalorizamos también el poder que nos dio Jesús, el de poder ser perdonados. Gracias a que la palabra de Dios, el logos de Dios se manifestó en la carne, la palabra de Dios hecha hombre, nos dejo un testimonio a los hombres que es el amor que nos da la libertad de conciencia a traves de Su palabra, libertad para descubrir y así recibir todo el amor que Dios nos tiene.
Todo este virus esta “cientifizacion”, “objetivizacion”, “mediocrizacion” o “fariseisacion” que sufre la sociedad es porque no se comprende, no se tiene el debido respeto por lo que significa el sacrificio que hizo Jesús, no se comprende la importancia de su persona en cualquier ámbito de la vida humana.
En el libro de las revelaciones (el Apocalipsis) Juan llama a Jesús el león de Judá.:

“pero uno de los ancianos me dijo: “no llores: ha triunfado el león de la tribu de juda, la raíz de David, el abrirá el libro y sus siete sellos” (Apocalipsis 5, 5)

Ese nombre hace alusión a la fuerza del espíritu de Cristo que viene a renovar constantemente todas las cosas. Esto no comprendemos los hombres.
Desde que El vino se acabo el valor absoluto de la historicidad del mundo, porque el mundo y la muerte fueron vencidos por su espíritu. Jesús era el único hombre, porque también era Dios, capaz de instaurar la semilla del reino de los cielos, porque siguiendo las huellas del espíritu de cristo, cada uno se esfuerza por vencer el mundo también.
Esta frase de Jesús es la que muestra bien eso que quiero decir:


“He venido a traer fuego a la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Pero también he de recibir un bautismo y ¡qué angustia siento hasta que no se haya cumplido! ¿Creen ustedes que he venido para establecer la paz en la tierra? Les digo que no; más bien he venido a traer división. Pues de ahora en adelante hasta en una casa de cinco personas habrá división: tres contra dos y dos contra tres. El padre estará contra del hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra»”(Lucas 12, 49-53)


Lo que Jesús quiere decir en este pasaje es que El viene a traer el Espíritu santo para que cada uno de nosotros si queremos, lo podamos seguir, vencer el mundo y alcanzar el cielo. Ese espíritu que el viene a traer, viene porque va a recibir un
“bautismo”, El va a morir por nosotros, y el amor y la verdad y la fuerza de ese espíritu que cae sobre los que lo aceptan va a ser tan grande, que va a ser todavía mas fuerte que los lazos de los espíritus familiares, nacionales etc.
Donde hace énfasis Jesús es que ya no sirve solo mantener una historia grupal, una historia del mundo, en este caso una historia familiar, ahora en lo que nos tenemos que fijar más que nada es en alcanzar el reino de los cielos, y eso es una cuestión particular de cada uno:

“Desde entonces se está proclamando el Reino de Dios, y cada cual se esfuerza por conquistarlo”(Lucas 16,16).

Para esto no solo es necesario cumplir con la ley sino, y sobre todo, avanzar con lo que el espíritu de esa ley, el espíritu santo, el espíritu de Dios nos va mostrando. Sino nos quedamos en mantener la formalidad de la convención, ley familiar o grupal que siempre se basan en un código mundano, todo a la larga deviene en corrupción, porque todo lo sujeto al mundo es corruptible. Jesús sabe que va a resucitar, esa es su misión, viene a vencer al mundo y a la muerte que este origina, viene a abrir el camino para llegar a la derecha del Padre e instaurar el reino de los cielos.
Como lo que el evangelio aclara al final, “Más fácil es que pasen el Cielo y la tierra, que deje de cumplirse una sola letra de la Ley”, se deja bien en claro que no es que se desecha la ley, la economía de salvación es la misma. Lo que busca dejar en claro esa frase es que desde ahora no solo nos tenemos que ocupar de mantener la ley, eso ya se consiguió.

“ Y la Palabra se hizo hombre, y habito entre nosotros” (Juan 1, 1),
ahora lo esencial pasa por alcanzar y descubrir el reino de los cielos cada uno, porque es algo individual, “cada cual se hace violencia por entrar en el” y, además, si cada uno se hace violencia, se hace fuerza, “se esfuerza” significa que es una lucha a cada momento, a cada instante, ya no podemos mas sentirnos o ampararnos en la ley convencional, o en la tradición histórica eso ya no esta mas, porque hay algo mucho mas importante, ahora la ley ya no es algo ajeno al hombre, la ley, la esencia de la ley se hizo hombre, y esa esencia es lo que cada uno se debe esforzar por conseguir grabar en su corazón:


“llegaran los días - oráculo del Señor - en que estableceré una nueva alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la alianza que establecí con sus padres el día que los tome de la mano para salir del país de Egipto, mi alianza que ellos rompieron, aunque yo era su dueño -oráculo del Señor-. Esta alianza con la casa de Israel, después de aquellos días -oráculo del Señor- : pondré mi ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones; Yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: “conozcan al Señor”. Porque todos me conocerán, del mas pequeño al mas grande- oráculo del señor-. Porque yo habré perdonado su inequidad y no me acordare mas de su pecado. (Jeremías 31, 31-34).


En la antigua alianza Dios da a Israel, a través de Moisés la liberación material como pueblo, de sus opresores, si obedecen Su ley ( Moisés escribió los libros del Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio )
En la Nueva Alianza, Dios padre se deja ver en la personalidad de Jesucristo y, si oímos Su palabra nos da ahora la verdadera libertad, la libertad espiritual. Ya no debemos obedecer ninguna ley por obligación porque si podemos obedecer el verdadero amor que El nos mostró con su sacrificio, vamos a cumplir todas las leyes sin tener “que enseñarse mutuamente”.
Esto del espíritu del león del Apocalipsis de Juan, Nietzsche medio que lo plagia y lo hace un lindo cuentito al principio del Zarathustra en el discurso que se llama “De las tres transformaciones”. Dice que al principió el hombre es como un camello que carga con todo, el camello va al desierto, el espíritu del león conduce al desierto al camello a enfrentarse con el “dragón”, el “Leviatán”, a oponerse a los “tu debes” explícitos (moral) e implícitos (moda) de la convención de cada época, el conocimiento que da poder según el mundo. El león le ofrece una lucha donde se enfrenta el yo quiero a los “tu debes” escondidos que recubren las escamas, la piel del dragón. Cuando se descubren todos esos falsos “tu debes” comienza la verdadera libertad y también las tentaciones… pero no nos metamos con las tentaciones. Tema complicado y personal ese. El dragón, antiguamente, estuvo siempre emparentado con la sabiduría. El dragón, un poco mas un poco menos, simboliza la sabiduría que otorga el poder terreno, el control sobre todas pautas, normas, costumbres sociales. El control sobre todo lo que signifique ley o convención.
Volvamos al tema del león contra la convención.
Atacando todas las convencionalidades, reglas, leyes y conocimientos que dividen y arman estructuras mentales que finalmente nos terminan “tragando”, atacando todo eso nos despojamos de nuestras falsas seguridades, y así, nos limpiamos nuestros sentimientos falsos, prejuicios y fantasías generados a partir de nuestra experiencia en el mundo material. Ese despertar a la verdad del espíritu implica llegar al “desierto de lo real”.
En ese desierto de lo real, en la frugalidad de la existencia, empezamos a ver bien demarcadas como unas líneas, como unas vías de tren por donde transita la verdadera historia del mundo. Esas líneas están hechas en base a la escritura.
En esta parte trate de explicar como la división y burocracias, las estructuras de convenciones, leyes y conocimientos mundanos, tienden a confundirnos y a debilitar nuestra vida interior, haciéndonos que al final dependamos de lo que el mundo nos muestra, sólo adorando imágenes que se desprenden de lo material, manteniéndonos en la superficie, “en el mar”, no pudiendo confiar mas en la palabra que nace del testimonio interior de cada persona. 
Intente explicar como esta falta de confianza, falta de fe en el verdadero Dios, es la que genera la falta de compresión de la profundidad de los momentos que vivimos, y quedamos a la merced, o “tragados”, por el movimiento o moda del momento histórico presente, sin poder contemplar la realidad del espíritu de Dios.
Ahora, para entender bien todo esto de la ley o “convención” y como se nos cuela “el dragón, la serpiente primigenia, también llamada diablo o Satanás”, como dice Juan en el Apocalipsis, primero tengo que explicar el misterio del pecado original que nos hizo cometer esta serpiente,. Y para entender mejor como es que los dragones forman este abismo entre hombre y hombre, también hay que exponer como se forma lo que en los evangelios y en el Apocalipsis se llama “abismo”, y lo que los antiguos griegos le llamaban “hades”. 

Hoy, gracias a la intercesión de la Virgen ese lugar se transformo en el purgatorio.

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