jueves, 5 de diciembre de 2019

Chesterton, Borges, Freud y Lacan. Paradojas, agudezas y Misterio.


Creo que lo que Borges tributó a Chesterton fue sobre todo esa cuestión paradojal, exponer paradojas. Borges es más exhaustivo y minucioso en construir el marco para mostrar la paradoja pues no quiere concluir nada, quiere dejar la cosa planteada nomás, en cambio Chesterton apenas las remarca en sus ensayos y ficciones, las indica más bien al pasar, a veces un poco más, a veces menos. Pero Chesterton parece que busca demostrar que las paradojas tienen un sentido y es que la vida se sostiene en base a el misterio. Chesterton no usa las paradojas para mostrarse escéptico o pesimista sino que, al revés, las usa para indicar que la incertidumbre es una parte esencial de la Vida para avanzar en la contemplación del misterio a través de la Fe. Borges al revés, expone las paradojas genialmente, sí, pero un poco para justificar su escepticismo.
Borges es más Lacaniano en sus paradojas, Chesterton piensa las paradojas con un sentido más material en los casos del Padre Brown.
Lo que quiere decir Chesterton es que no está en la proyección rebuscada de uno mismo la resolución del caso, sino que la experiencia de confesor le enseña al cura que los móviles de los delitos son más ingenuos o simples de lo que parecen, y no tienen tanto que ver con proyecciones propias de lo afectivo, sino con cuestiones de poder, falicas, abro paréntesis (Chesterton cuestionaba este determinismo sexual de Freud, pero en una anécdota de Enormes minucias habla de la aguja de una iglesia como falo un poco tomando el pelo y otro no, y luego en el ensayo "la psicología y la voluntad" vuelve sobre el tema de lo gótico y sus agujas, y el falo ya no es tanto algo más bien de poder tosco como un obelisco, sino una aguja representa más bien o se asemeja más a la agudeza, el Witz que toma Lacan en el famillonario (el famillonario es la aguda ocurrencia del poeta H. Heine con que denuncia comicamente la hybris de una época. Para hacer estas observaciones hay que tener sustancia moral desde donde se puede contrastar la ocurrencia cómica - eso dice Chesterton en los ensayos, no todo es ciencia-. Con un poco más de bienestar, hoy quizás el famillonario sería el pendeviejo de las clases medias y altas) y que también quiere decir espíritu, en el sentido de espíritu agudo (el viento sopla donde quiere y tu oyes su voz...) , Igual en ese ensayo "la psicología y la voluntad humana" y otro "el doctor Freud y los antiguos mitos" hace una crítica muy inteligente sobre la noción de paciente y luego del materialismo -que en Freud deviene el determinismo físico o psíquico, positivismo y su idea de progreso en el tiempo-, y Chesterton también es muy agudo sobre las tragedias y sus griegos, lo que les pasó/ Dejo el paréntesis). Esto es un poco contrario a la Psicología de Freud. La psicología freudiana siempre presupone intenciones materialistas, determinismos y busca el caso más simple, no porque lo sea sino porque es el que mejor se ajusta a la narrativa de poder sexual, al falo digamos. Ese es el error que Freud cometió con Dora y con varias otras. Hay otro tipo de intencionalidad, y generalmente es la que predomina, que tiene que ver con la moral, la voluntad y la afectividad y no con la sexualidad. La afectividad es mucho más compleja porque habla de causas ideales y morales. En cambio los crímenes que resuelve el padre Brown generalmente si son mucho más simples porque son de naturaleza sexual, ( vuelvo a decir sexual en el sentido de Freud, no sólo genital, sino más bien falico) son mucho más chatos y fáciles de comprender. Últimamente parte de la psicología lo que descubrió es que los afectos y la pulsión sexual van por vías separadas, abro otro paréntesis (aunque hayan descubierto esto, la psicología a veces sigue este camino de determinación, de control, de una mirada desde el poder y muchas veces más que ayudar al "paciente" la psicología sigue sirviendo de cosmética para tachar, señalar, encasillar y poner un título rápido así el sistema duerme tranquilo, ajustando el discurso del paciente a las narrativas de poder materialistas, encorsetandolo todo tipo procusto: habría que pensar cuanto de esta pulsión de control, usándose de la psicología para ponerle nombre a todo, y que constantemente va puliendo las narrativas del poder de turno no tienen que ver con esa pulsion escatologica de retención, de detentar el poder más que de efectivamente tenerlo, es más creo por esto que esa pulsión ridícula de control esto se ajusta mejor al principio de constancia de Fechner justificando su deslizamiento hacia la muerte: ¿control de qué? Pregunta la muerte, mostrando esta tendencia a querer dormir-morir tranquilo del sistema-inteligencia humana, haciendose los tontos en todo pero nunca en Paz, hasta que pasa la muerte. La religión cuando está bien, no tiene necesidad de crearse narrativas pues el creyente se sabe inmerso en la voluntad de Dios y no se debería tener la intención de generar una narrativa por si mismo, pues esa intención ciega de la voluntad de Dios genera la famosa Babel de repetida historia/Cierro paréntesis).
Freud escribió sobre las pulsiones de meta inhibida, pero seguía con el prejuicio materialista, pues está diciendo que la meta está inhibida cuando en verdad la meta no es sexual pues es otra meta quizás desconocida. Y ahí se muestra bastante curioso como a los positivistas les resulta imposible salir de ese determinismo físico, esa idea de control, idea sólo soportada por la ficción de un supuesto progreso, que como va la cosa y luego de WW2, otras guerras y etc etc etc, quedó demostrado que es un progreso muy endeble y para nada lineal y menos determinado. Un saludo.





1 comentario:

  1. Una aclaración, obviamente que el Espíritu es mucho más que agudeza, pero a lo que voy es que justamente también es agudeza y eso lo tendemos a olvidar, está frase de "el viento sopla donde quiere" lo atestigua, y también hay otros pasajes, y hay uno que quiero nombrar especialmente donde Jesús hace una enumeración donde dice que lo que mancha el corazón del hombre es lo que sale del interior, al final de la enumeración nombra al "desatino". Esto parece muy curioso donde todo está pactado y automatizado, todo correctamente desajustado por el hombre y no hay lugar para la sincronicidad con Dios, la naturalidad, lo rítmico con la naturaleza, no hay lugar para el atino del Espíritu. Un saludo.

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