domingo, 15 de diciembre de 2019

Pensamientos acerca de la Dignidad.


Me quedé pensando sobre el tema de la Dignidad, gracias a Javier Gomá Lanzón (aunque todavía no he podido leer su libro acerca de la Dignidad, si he visto muchas entrevistas en las que habló sobre el tema y he leído otros libros suyos, donde toca el asunto tangencial y pero muy esclarecedora ente, sobre todo en "Necesario pero imposible" ) . Creo que Cristo es el que viene a dar esa dignidad a todos los hombres sean de la condición que sean, Él predica sobre ello, es uno de sus puntos principales. Y creo que de eso habla, entre otras cosas, el diálogo con Nicodemo. Nicodemo va a verlo en la noche para no ser visto con Jesús y luego Jesús, medio reprendiendolo le dice "en esto consiste el juicio: la luz vino al mundo y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios." (Juan 3, 19-21)

Creo que la dignidad y la palabra se pierden cuando se obra así, en la oscuridad, con un modo de operar donde el fin siempre justifica los medios. Pero la oscuridad no es lo mismo que el secreto, mismo Jesús, al principio del capítulo 7 del Evangelio de Juan muestra su modo de hacer, pues el secreto bien entendido tiene que ver con lo sacro y el cuidado que hay que tener frente a la incapacidad de comprender de aquellos a los que el secreto es vedado, en cambio la oscuridad tiene que ver con un fin a través del engaño y el artificio, en querer hacer ver o parecer lo que no se es.
Cito parte del capítulo 7, 1-24.



"Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle.
Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.
Y le dijeron sus hermanos: "Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces,
pues nadie actúa en secreto cuando quiere ser conocido. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo."
Es que ni siquiera sus hermanos creían en él.
Entonces les dice Jesús: "Todavía no ha llegado mi tiempo, en cambio vuestro tiempo siempre está a mano.
El mundo no puede odiaros; a mí sí me aborrece, porque doy testimonio de que sus obras son perversas.
Subid vosotros a la fiesta; yo no subo a esta fiesta porque aún no se ha cumplido mi tiempo."
Dicho esto, se quedó en Galilea.
Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él también subió no manifiestamente, sino de incógnito.
Los judíos, durante la fiesta, andaban buscándole y decían: "¿Dónde está ése?"
Entre la gente había muchos comentarios acerca de él. Unos decían: "Es bueno." Otros decían: "No, sino que engaña al pueblo."
Pero nadie hablaba de él abiertamente por miedo a los judíos.
Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar.
Los judíos, asombrados, decían: "¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?"
Jesús les respondió: "Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.
Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Dios o hablo yo por mi cuenta.
El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él.
¿No es Moisés el que os dio la Ley?Y ninguno de vosotros cumple la Ley. ¿Por qué queréis matarme?"
Respondió la gente: "Tienes un demonio. ¿Quién quiere matarte?"
Jesús les respondió: "Una sola obra he hecho y todos os maravilláis.
Moisés os dio la circuncisión (no que provenga de Moisés, sino de los patriarcas) y vosotros circuncidáis a uno en sábado.
Si se circuncida a un hombre en sábado, para no quebrantar la Ley de Moisés, ¿os irritáis contra mí porque he curado a un hombre entero en sábado?
No juzguéis según la apariencia. Juzgad con juicio justo."



¿Jesús les miente o les guarda un secreto a sus parientes, diciéndoles que no va a ir y después sí va? No, no está mintiendo, sólo esquiva una imposición externa que no tenía que responder. Y en todo caso: ¿por qué les debería decir la verdad si Jesús se da cuenta que lo están probando? Luego lo prueban por sanar en sábado, y en otro lugar del Evangelio Jesús dice "el sábado a sido hecho para el hombre y no el hombre para el sábado" (Marcos 2, 27)
Y es lo que dice al final: "No juzgueís según la apariencia."
Lo mismo hace cuando le preguntan con qué autoridad hace las cosas que hace, Lucas 20, 1-8.


"Y sucedió que un día enseñaba al pueblo en el Templo y anunciaba la Buena Nueva; se acercaron los sumos sacerdotes y los escribas junto con los ancianos,
y le preguntaron: «Dinos: ¿Con qué autoridad haces esto, o quién es el que te ha dado tal autoridad?»
El les respondió: «También yo os voy a preguntar una cosa. Decidme:
El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?»
Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: "Del cielo", dirá: "¿Por qué no le creísteis?"
Pero si decimos: "De los hombres", todo el pueblo nos apedreará, pues están convencidos de que Juan era un profeta.»
Respondieron, pues, que no sabían de dónde era.
Jesús entonces les dijo: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»"


Y a los mercaderes cuando le preguntan con qué autoridad hace lo que hace, Jesús responde: "destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar", es evidente que los mercaderes no entienden lo que les dice.

Y luego:


" No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.
Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra?
¿O si le pide un pez, le da una serpiente?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas."
(Mateo 7, 6-12)


Creo que la dignidad tiene que ver esencialmente con esto, con entender que el sistema es para el hombre y no el hombre para el sistema, pues Dios y entender quién es Dios y seguirlo es lo que nos devuelve la dignidad mellada por el pecado original. El sistema pierde dignidad, falsea, y se falsea, hace perder la Fe y la confianza cuando pone a prueba, y es que: ¿con que autoridad pone a prueba el sistema?
Si supuestamente todo avanza hacia un futuro mejorante y develador de la verdad y la realidad, ¿con que autoridad puede poner a prueba el sistema nominal e inmanente lo que viene a traer ese develamiento? ¿El mismo tener que poner a prueba no habla ya de que el sistema no sirve, que puede ser falseado, y que por lo tanto es incapaz de otorgar verdadera dignidad?
Lo que no avanza hacia la luz y obra en la oscuridad se mantiene en esa indignidad primigenia, en cambio él que sigue a la luz es porque la dignidad permanece con él. El sistema mundano y su supuesto orden es incapaz de otorgarnos dignidad, sólo Dios nos la puede dar, un saludo.

Y termino


"Les aseguro que aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios.
Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará." Lucas 12, 8-10.


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